martes, 21 de octubre de 2014

ORTODOXOS


HISTORIA 
Hasta que Roma fue capital del Imperio de Occidente, el Papa, obispo de Roma, fue aceptado sin ninguna discusión por los católicos del Imperio de Oriente.
Cuando el Imperio de Occidente cayó en manos de los pueblos bárbaros, el año 476 d.C., los católicos del Imperio de Oriente empezaron a sentirse molestos, siendo más importantes políticamente, en prestar obediencia al obispo de Roma, sin ninguna importancia política. A este hecho de carácter político, se añadió la diferencia cultural entre Roma, profundamente latina, y Constantinopla, capital del Imperio de Oriente, con cultura griega, eslava y árabe.
Poco a poco, las incomprensiones y los malentendidos se fueron ahondando, hasta que el año 1054 el Patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulario, rechazó rotundamente la costumbre latina de consagrar panes ázimos, es decir sin levadura, durante la misa. Después de unas pláticas con los representantes del Papa León IX, encabezados por el Cardenal Humberto de Silva Cándido, se llegó a la ruptura completa, mediante mutuas excomuniones.

DOCTRINA 
Igual a la Iglesia Católica. He aquí algunas diferencias:
• El Obispo de Roma, sucesor de Pedro, es el primero entre todos los obispos del mundo. 
• Él es representante y el vocero de todos los obispos y de toda la Iglesia. Sin embargo, no tiene ninguna autoridad sobre los demás obispos. Es el primero entre iguales (primus inter pares).
• Para celebrar la Eucaristía, hay que usar panes con levadura.
• El Espíritu Santo procede solamente del Padre, mientras la Iglesia Católica enseña que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.

ORGANIZACIÓN 

Es parecida a la de la Iglesia Católica. Cada obispo es jefe de su diócesis.

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