jueves, 13 de febrero de 2014

La actitud del que busca al Señor

Marcos 7, 24-30. Tiempo Ordinario. La mujer cananea luchó entre tanta gente para poder hablar con Cristo y Él le otorgó el favor que pedía.
 
La actitud del que busca al Señor
Del santo Evangelio según san Marcos 7, 24-30


Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. El le respondió: «Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros». Pero ella le respondió: «Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos». Entonces él le dijo: «A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija». Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.

Oración introductoria

Dios mío, ayúdame a buscarte con todo mi corazón, pues, sé que sólo el encuentro contigo puede cambiar mi vida. No permitas que me canse de buscarte, sino más bien dame la gracia de ser perseverante. Te pido me ayudes, en este momento de oración, para que puede escuchar y acoger el mensaje que me tienes preparado.

Petición

Señor, ayúdame a ser consciente de la importancia de encontrarme contigo para poder hallar la paz que mi alma anhela.

Meditación del Papa Francisco

De hecho Jesús alaba a la mujer siro-fenicia que insistentemente le pide la curación de su hija. Insistencia que es ciertamente muy agotador, pero esto es una actitud de la oración. Santa Teresa habla de la oración como una negociación con el Señor, y esto es posible solo cuando hay familiaridad con el Señor. Es agotador, es verdad, pero esta es la oración, esto es conseguir de Dios una gracia. ¡Convencer al Señor con las virtudes del Señor! ¡Esto es hermoso! La exposición de Abraham va al corazón del Señor y Jesús nos enseña lo mismo: "El Padre sabe las cosas. El padre -no se preocupen-, hace llover sobre los justos y los pecadores, el sol para los justos y para los pecadores". Con este argumento, Abraham continúa. Yo me detendría aquí: orar y negociar con el Señor, incluso volverse inoportuno con el Señor. Orar y alabar al Señor en las cosas buenas que tiene, y decirle que estas cosas bellas que tiene, las envíe a nosotros. ¡Y si Él es tan misericordioso, tan bueno, que nos ayude!. (S.S. Francisco, 1 de julio de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta).

Reflexión

Es necesario conocer y encontrarnos con Cristo para poder darlo a los demás. Así la mujer sirofenicia buscó luchar entre tanta gente para poder hablar con Cristo. En el diálogo con el Señor se le otorgó el favor que pedía. La oración debe preceder a la acción; la contemplación antes de la conquista.

Propósito

En este día buscaré un verdadero encuentro con Cristo en la oración y en la lectura del Evangelio para inspirar mi día con los criterios de Jesús.

Diálogo con Cristo

¡Qué gusto saber que te puedo encontrar en la oración y que tienes un don especial preparado para mí! Quieres que me acerque con verdadera humildad y fe porque sólo así te doy el lugar que verdaderamente te mereces. Concédeme vivir con esta actitud durante todo el día para así escuchar tu voz y poder darte a conocer a los demás.


"Para que la oración sea realmente fructuosa, ha de brotar del corazón y debe ser capaz de tocar el corazón de Dios" (Madre Teresa de Calcuta)
 
 

jueves 13 Febrero 2014

Jueves de la quinta semana del tiempo ordinario

Santa Fusca Maura

 Leer el comentario del Evangelio por
Orígenes : "Jesús se fue a la región de Tiro"

1 Reyes 11,4-13.
Así, en la vejez de Salomón, sus mujeres les desviaron el corazón hacia otros dioses, y su corazón ya no perteneció íntegramente al Señor, su Dios, como el de su padre David.
Salomón fue detrás de Astarté, la diosa de los sidonios, y detrás de Milcóm, el abominable ídolo de los amonitas.
El hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y no siguió plenamente al Señor, como lo había hecho su padre David.
Fue entonces cuando Salomón erigió, sobre la montaña que está al este de Jerusalén, un lugar alto dedicado a Quemós, el abominable ídolo de Moab, y a Milcóm, el ídolo de los amonitas.
Y lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
El Señor se indignó contra Salomón, porque su corazón se había apartado de él, el Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces
y le había prohibido ir detrás de otros dioses. Pero Salomón no observó lo que le había mandado el Señor.
Entonces el Señor dijo a Salomón: "Porque has obrado así y no has observado mi alianza ni los preceptos que yo te prescribí, voy a arrancarte el reino y se lo daré a uno de tus servidores.
Sin embargo, no lo haré mientras tú vivas, por consideración a tu padre David: se lo arrancaré de las manos a tu hijo.
Pero no le arrancaré todo el reino, sino que le daré a tu hijo una tribu, por consideración a mi servidor David y a Jerusalén, la que yo elegí".

Salmo 106(105),3-4.35-36.37.40.
¡Felices los que respetan el derecho
y practican la justicia en todo tiempo!
Acuérdate de mí, Señor, tú que amas a tu pueblo,
que tu visita traiga tu salvación.

se mezclaron con los paganos
y aprendieron sus modos de comportarse.
Sirvieron a los ídolos,
que fueron una trampa para ellos;

sacrificaron sus hijos y
sus hijas a los demonios
La cólera del Señor se encendió contra su pueblo
y tuvo horror de su propia gente.


Marcos 7,24-30.
Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto.
En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies.
Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio.
El le respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros".
Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos".
Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija".
Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Orígenes (c. 185-253), sacerdote y teólogo
Comentario al evangelio de Mateo, 9, 16; SC 16

"Jesús se fue a la región de Tiro"

Jesús salió de Israel: "Saliendo de allí, Jesús entró en la región de Tiro" (Mt 15,21), nombre que quiere decir " la alianza de las naciones". Con el fin de que, entre la gente de este territorio, los que creían pudieran ser salvados cuando salieran. En efecto, presta atención a estas palabras: "Una mujer, una Cananea, venida de estos territorios, empezó a gritar diciendo: ' ten piedad de mi, Señor, Hijo de David; mi hija está atormentada por un demonio ' " (v. 22). A mi parecer, si no hubiera salido de estos territorios, no habría podido acercarse a Jesús con estos gritos que brotan "de una gran fe", como él mismo lo testimonió (v. 28).

"Según la proporción de nuestra fe " (Rm 12,6), salimos del territorio de las naciones paganas… Ciertamente hay que creer que cada uno de nosotros, cuando peca, se encuentra en el territorio de Tiro o de Sidón, o del Faraón y de Egipto, o bien de cualquier país extranjero a la herencia de Dios. Pero cuando el pecador se aleja del mal, volviendo al bien, sale de estos territorios donde ha reinado el pecado y se apresura hacia los territorios que pertenecen a Dios…

Observa también este tipo de acrcamiento de Jesús hacia la mujer de Cananea; Ya que parece dirigirse hacia la región de Tiro y de Sidón … Las personas justas están destinadas al Reino de los cielos y a su ensalzamiento en el Reino de Dios, pero los pecadores están destinados a la bajeza de su maldad …

La Cananea, dejando estos territorios, dejaba esta disposición al decaimiento, a la maldad, cuando daba gritos y decía: "Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David"... Todas las curaciones que Jesús hizo, como los evangelistas las contaron, se efectuaron entonces para que los que las vieran tuvieran fe. Pero estos acontecimientos son sólo el símbolo de todo lo que sucede por el poder de Jesús, porque no hay época donde lo que se escribe no se realiza, exactamente del mismo modo.

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