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martes, 31 de diciembre de 2013

Por Misericordia de Dios.

Llevada por el ardor de su arrepentimiento, sin preocuparse con las convenciones humanas, María Magdalena entra en la sala del banquete. Se postra a los pies de Jesús, los inunda de lágrimas. Simón, el fariseo, contempla esa escena con aire irónico: íntimamente se indigna. “Si este hombre fuese profeta –piensa- bien sabría lo que vale esa mujer. La expulsaría con desprecio...” Pero el Salvador no la rechaza. Le acepta los suspiros, el llanto, todas las señales sensibles de la humilde contrición. La purifica de sus pecados y la colma de dones sobrenaturales. Y el Corazón Sagrado desborda de una alegría inmensa, mientras que en lo alto, en el Reino de su Padre, los ángeles se rejubilan y lo alaban; un alma estaba perdida y hela aquí recuperada; esa alma estaba muerta y hela de nuevo restituida a la verdadera vida. 
 
 
 
 
Comentario: 
 
Siempre es la Misericordia de Dios la que nos ha salvado, porque si hemos sido grandes pecadores, y Dios nos ha perdonado, entonces por toda la eternidad cantaremos las maravillas de la Divina Misericordia.
Pero si, por gracia de Dios, no hemos cometido pecados muy graves, entonces se lo debemos también a la Misericordia Divina, que nos ha preservado, pues si no hemos caído, ha sido gracias a que el Señor nos sostuvo y nos salvó antes de que caigamos.
De modo que siempre debemos estar agradecidos a la Misericordia de Dios, y ser muy devotos de ella, puesto que todas las gracias y favores, celestiales y materiales, nos vienen de ella.
Tener una ilimitada confianza en la Misericordia de Dios, nos acarrea un sinnúmero de gracias y favores de todo tipo, como el mismo Señor le revela a Santa Faustina Kowalska en las siguientes palabras:
“Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá”.
“Si tu confianza es grande, mi generosidad no tendrá límites”.
"Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias".
"Oh, cuánto me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad".
"Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia".
"Todo lo que dices sobre Mi bondad es verdad y no hay expresiones suficientes para exaltar Mi bondad".
"Cuando un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno".
"Escribe: Todo lo que existe está encerrado en las entrañas de Mi misericordia más profundamente que un niño en el seno de la madre. Cuán dolorosamente Me hiere la desconfianza en Mi bondad. Los pecados de desconfianza son los que Me hieren más penosamente".
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi Misericordia”.
“Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina”.
 

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