jueves, 5 de diciembre de 2013

Los dos lobos



Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.

Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros.
"Uno es Malvado - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego..

"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe."

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo: “¿Qué lobo gana?”



El viejo Cherokee respondió, "Aquél al que tú alimentes."

"Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eternal". Gálatas 6, 8

“No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien”. Rm 12, 21

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Galatas 6, 7.


Qué tan grande es tu fe?


En un pueblito rural de los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo.

A pesar de que la mayoría de sus habitantes era creyente, ante la situación límite, marcharon a ver al cura párroco y le dijeron: Padre, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación.

Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable.
Díganos cuál es, respondieron todos. Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el sacerdote.

Así lo haremos, y también vendremos a misa todos los días.

Los campesinos comenzaron a ir a misa todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente. Un día, fueron todos a enfrentar al párroco y reclamarle: Padre, usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, Él iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna.

¿Han pedido ustedes con fe verdadera?, les preguntó el párroco.

Sí, por supuesto, respondieron al unísono.

Entonces, si dicen haber pedido con fe verdadera. ¿Porqué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?

Palabra de Dios:

La Fe es como aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver. Hebreos 11,1

Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras? de que le sirve? Santiago 2, 14

Porque así como un cuerpo sin espíritu esta muerto, Así también la fe que no produce obras esta muerta. Santiago 2, 26

Catecismo de la iglesia católica:

La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que El nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque El es la verdad misma. Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios’ (DV 5). Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios..

‘El justo vivirá por la fe’ (Rm 1, 17). La fe viva ‘actúa por la caridad’ (Ga 5, 6). CEC-1814

Los santos nos dicen:

La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos. San Agustín

Dame y consérvame esa fe viva que me haga creer y trabajar sólo por Tu amor. Santo Padre Pio

Qué enseñanza nos deja?

Para acrecentar la Fe es imprescindible primero acrecentar la oración.

Si realmente tuviéramos fe seriamos capaces de hacer lo que pareciera ser imposible.

Demos Gracias a Dios por el agua, por la lluvia que nos ha mandado y la que nos va a mandar, porque todos sabemos que Dios vela por nosotros sus hijos….. Fíjense en las aves del cielo; no siembran ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el padre del Cielo, el padre de ustedes, las alimenta. No valen ustedes mucho más que las aves? San Mateo 6,26

La fe es una adhesión filial a Dios, más allá de lo que nosotros sentimos y comprendemos. CEC- 2609

Para meditar:

¿Le das Gracias a Dios por la Lluvia?

¿Qué tan grande es tu Fe?

¿Haces oración para que Dios nos mande la lluvia?
-------------------------------------------------------------------
"Todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. San Marcos 11,24



 

San Francisco y el lobo...


Cómo San Francisco amansó, por virtud divina, un lobo ferocísimo

(Florecillas de San Francisco, Capítulo XXI)

En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbio, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que no sólo devoraba los animales, sino también a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos los habitantes, porque muchas veces se acercaba a la ciudad. Todos iban armados cuando salían de la ciudad, como si fueran a la guerra; y aun así, quien topaba con él estando solo no podía defenderse. Era tal el terror, que nadie se aventuraba a salir de la ciudad.

San Francisco, movido a compasión de la gente del pueblo, quiso salir a enfrentarse con el lobo, desatendiendo los consejos de los habitantes, que querían a todo trance disuadirle. Y, haciendo la señal de la cruz, salió fuera del pueblo con sus compañeros, puesta en Dios toda su confianza. Como los compañeros vacilaran en seguir adelante, San Francisco se encaminó resueltamente hacia el lugar donde estaba el lobo. Cuando he aquí que, a la vista de muchos de los habitantes, que habían seguido en gran número para ver este milagro, el lobo avanzó al encuentro de San Francisco con la boca abierta; acercándose a él, San Francisco le hizo la señal de la cruz, lo llamó a sí y le dijo:

-- ¡Ven aquí, hermano lobo! Yo te mando, de parte de Cristo, que no hagas daño ni a mí ni a nadie.



¡Cosa admirable! Apenas trazó la cruz San Francisco, el terrible lobo cerró la boca, dejó de correr y, obedeciendo la orden, se acercó mansamente, como un cordero, y se echó a los pies de San Francisco. Entonces, San Francisco le habló en estos términos:

-- Hermano lobo, tú estás haciendo daño en esta comarca, has causado grandísimos males, maltratando y matando las criaturas de Dios sin su permiso; y no te has contentado con matar y devorar las bestias, sino que has tenido el atrevimiento de dar muerte y causar daño a los hombres, hechos a imagen de Dios. Por todo ello has merecido la horca como ladrón y homicida malvado. Toda la gente grita y murmura contra ti y toda la ciudad es enemiga tuya. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer las paces entre tu y ellos, de manera que tú no les ofendas en adelante, y ellos te perdonen toda ofensa pasada, y dejen de perseguirte hombres y perros.

Ante estas palabras, el lobo, con el movimiento del cuerpo, de la cola y de las orejas y bajando la cabeza, manifestaba aceptar y querer cumplir lo que decía San Francisco. Díjole entonces San Francisco:

-- Hermano lobo, puesto que estás de acuerdo en sellar y mantener esta paz, yo te prometo hacer que la gente de la ciudad te proporcione continuamente lo que necesitas mientras vivas, de modo que no pases ya hambre; porque sé muy bien que por hambre has hecho el mal que has hecho. Pero, una vez que yo te haya conseguido este favor, quiero, hermano lobo, que tú me prometas que no harás daño ya a ningún hombre del mundo y a ningún animal. ¿Me lo prometes?

El lobo, inclinando la cabeza, dio a entender claramente que lo prometía. San Francisco le dijo:

-- Hermano lobo, quiero que me des fe de esta promesa, para que yo pueda fiarme de ti plenamente.

Tendióle San Francisco la mano para recibir la fe, y el lobo levantó la pata delantera y la puso mansamente sobre la mano de San Francisco, dándole la señal de fe que le pedía. Luego le dijo San Francisco:

-- Hermano lobo, te mando, en nombre de Jesucristo, que vengas ahora conmigo sin temor alguno; vamos a concluir esta paz en el nombre de Dios.

El lobo, obediente, marchó con él como manso cordero, en medio del asombro de los habitantes. Corrió rápidamente la noticia por toda la ciudad; y todos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, fueron acudiendo a la plaza para ver el lobo con San Francisco. Cuando todo el pueblo se hubo reunido, San Francisco se levantó y les predicó, diciéndoles, entre otras cosas, cómo Dios permite tales calamidades por causa de los pecados; y que es mucho más de temer el fuego del infierno, que ha de durar eternamente para los condenados, que no la ferocidad de un lobo, que sólo puede matar el cuerpo; y si la boca de un pequeño animal infunde tanto miedo y terror a tanta gente, cuánto más de temer no será la boca del infierno. «Volveos, pues, a Dios, carísimos, y haced penitencia de vuestros pecados, y Dios os librará del lobo al presente y del fuego infernal en el futuro.»

Terminado el sermón, dijo San Francisco:

-- Escuchad, hermanos míos: el hermano lobo, que está aquí ante vosotros, me ha prometido y dado su fe de hacer paces con vosotros y de no dañaros en adelante en cosa alguna si vosotros os comprometéis a darle cada día lo que necesita. Yo salgo fiador por él de que cumplirá fielmente por su parte el acuerdo de paz.

Entonces, todo el pueblo, a una voz, prometió alimentarlo continuamente. Y San Francisco dijo al lobo delante de todos:

-- Y tú, hermano lobo, ¿me prometes cumplir para con ellos el acuerdo de paz, es decir, que no harás daño ni a los hombres, ni a los animales, ni a criatura alguna?

El lobo se arrodilló y bajó la cabeza, manifestando con gestos mansos del cuerpo, de la cola y de las orejas, en la forma que podía, su voluntad de cumplir todas las condiciones del acuerdo. Añadió San Francisco:

-- Hermano lobo, quiero que así como me has dado fe de esta promesa fuera de las puertas de la ciudad, vuelvas ahora a darme fe delante de todo el pueblo de que yo no quedaré engañado en la palabra que he dado en nombre tuyo.

Entonces, el lobo, alzando la pata derecha, la puso en la mano de San Francisco. Este acto y los otros que se han referido produjeron tanta admiración y alegría en todo el pueblo, así por a devoción del Santo como por la novedad del milagro y por la paz con el lobo, que todos comenzaron a clamar al cielo, alabando y bendiciendo a Dios por haberles enviado a San Francisco, el cual, por sus méritos, los había librado de la boca de la bestia feroz.

El lobo siguió viviendo dos años en Gubbio; entraba mansamente en las casas de puerta en puerta, sin causar mal a nadie y sin recibirlo de ninguno. La gente lo alimentaba cortésmente, y, aunque iba así por la ciudad y por las casas, nunca le ladraban los perros. Por fin, al cabo de dos años, el hermano lobo murió de viejo; los habitantes lo sintieron mucho, ya que, al verlo andar tan manso por la ciudad, les traía a la memoria la virtud y la santidad de San Francisco.

En alabanza de Cristo. Amén. 


La edad madura


La edad madura no solo trae arrugas, también trae experiencia, por eso para uno, es mas fácil amigos verdaderos, sinceros y genuinos.

Para un adulto que empieza a relacionarse, cuentan mucho los gestos, las palabras, y los silencios.

Para nosotros, por ejemplo, las lágrimas significan dolor, frustración, impotencia, etc., y nada más. Jamás serán cadenas que sujeten nuestra amistad.

Menos las confidencias, las agradecemos como signo de confianza pero no permitimos que nos conviertan en cómplices.

La amistad mis queridos amigos, es una comunión de almas y espíritus, en la que se comparten confidencias, puntos de vista, autobiografías, y sentires, por el puro placer de compartir.

Siempre he recomendado que el joven tenga un amigo maduro y sabio, porque le transmitirá todos sus momentos vividos, con la intención de que aprenda.

La amistad tiene otra perspectiva para nosotros, amamos lo que hacemos y es muy raro que nos engañemos, por esa razón somos más selectivos a la hora de hacer amigos.

Y no porque queramos, sino que por la misma experiencia, encontramos a nuestros iguales, somos transparentes para los que son como nosotros.

Por eso el ciberespacio no nos limita, ya que sin querer damos con ellos.

La amistad es el primer paso de la convivencia, hacemos amigos desde nuestra niñez, y con el transcurso de los años, estos han compartido una parte de nuestra vida, y así junto con los nuevos años, viene nuevos amigos.

La amistad es el mejor remedio para la soledad, para la incomprensión, cuando estas aparecen en nuestra vida, por alguna razón.

Ya para finalizar, déjenme concluir con esta verdad, cuando se tienen amigos, jamás llegaremos a morir solos, porque muchos nos despedirán, y otro tanto nos estará esperando.

Autor desconocido




Mensaje de su Santidad Francisco a los cursillistas


De su Santidad Francisco


 Queridos Cursillistas:

“La buena semilla son los que pertenecen al Reino” (Mt 13,38)

En la proximidad de la solemnidad de San Pablo, vuestro patrono y modelo de cómo “vivir de colores” damos gracias a Dios por todos los frutos, que a lo largo de los años, la Obra de los Cursillos de Cristiandad le ha brindado generosamente a la Iglesia.

Vuestro servicio de anunciar a Cristo siendo sus testigos en los ambientes cotidianos, es vivenciar, renovar en forma concreta el Bautismo que en El hemos recibido y los convierte en discípulos y misioneros de la Palabra, según lo expresado en la “Const. de la Iglesia”: “A este apostolado, todos están llamados por el mismo Señor, en razón del Bautismo y la Confirmación” (Nº 33).

Les escribo conciente de las dificultades que presenta la inculturación del Evangelio en la sociedad actual y en la confianza que vuestra audacia y fervor apostólico, nacidos del encue

ntro personal consigo mismo y con Cristo los lleve a hacer historia, en función del bien, para que muchos hermanos, excluidos o no, que viven en la periferia se sientan abrazados por el amor de Jesús.

Ser peregrinos en nuestra Ciudad significa no instalarnos, estar abiertos a la vida y prestar atención a lo que pasa en nuestro corazón como un buen samaritano ante la realidad difícil de tantos hermanos.


Es necesario que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad a través de la participación de todos, continúe su camino de conversión pastoral como nos propone Aparecida.

Como Cursillistas en tiempos difíciles deben pedir a Dios la Gracia de tener muchos ahijados, de tener siempre un precursillo en marcha, para no caer en la desesperanza que paraliza y angustia. El regalo del Kerigma que recibieron en el Cursillo es misionante como propone el trípode (piedad, estudio y acción).

Como Iglesia Arquidiocesana necesitamos la unidad de todos en Cristo, para que El, sólo El reine en nuestros corazones y poder así reconocerlo como los discípulos en Emaús.

Al darte gracias por tu peregrinar como cursillista te pido que no dejes de renovar en Jesús Eucaristía tu ardor y fervor apostólico y el de tus hermanos de Reunión de Grupo.

Hoy más que nunca necesitamos que tu cercanía en los ambientes sea luz y alegría para tantos hermanos que ignoran que Dios es un Padre que los ama con ternura.

Hoy más que nunca necesitamos tu presencia para que muchas familias encuentren en el amor trascendente de Cristo, una nueva y más grande dimensión del amor humano.

Hoy más que nunca necesitamos de tu persona y tu testimonio en las Ultreyas, para seguir “adelante”, más allá, en el anuncio y vivencia del Kerigma.

Les pido por favor que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen, Madre de la Divina Gracia, los cuide.

Afectuosamente.

Card. Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires


Cristo Cuenta Contigo


La belleza...


No sabemos muy bien cómo definir lo que es bello. Puede que incluso quede corta nuestra experiencia. Hay un relato que puede ayudarnos a entender el asunto.

Una vez se extravió una niña en una reunión donde había mucha gente. Al verla sola, le preguntaron: “¿quién es tu mamá?; ¿cómo es ella?” La niña respondió: “es la mujer más bella del mundo”.


El adulto que le quería ayudar pensó: “¿dónde estará la hermosa mujer que ha perdido a su hijita?” En dicha reunión, solo una anciana había estado buscando a la niña extraviada, pero ésta se había referido a su madre como la mujer más bella del mundo, entonces nadie las relacionó.

Así pasaron varios días sin que reclamaran a la niña en la policía. Allí alguien sugirió: “busquemos a la anciana de la reunión, quizás ella sepa algo”. Fueron en busca de esta persona. Cuando llegaron a su casa, la niña corrió hacia la señora mayor y la abrazó, diciendo: “¡madre, madre, madre!” Entonces un policía se quejó ante la niña, diciéndole: “¡pero, pequeña, tu nos dijiste que tu mamá era la mujer más bella del mundo, y resulta que es una viejita!” La niña lo miró con ojos de desconcierto y exclamó: ”por eso, ¿no ves que es la mujer más bella del mundo?”

¿Qué sabemos de la belleza? Cuando la belleza está separada de la Divinidad del Ser, del origen y del Creador, es temporal.

 

 

Aquí y ahora


Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.

Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. No los quiero hacer todos a la vez.

Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy… ¡aquí y ahora!

Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.



Tú, que eres persona, si quieres vivir tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora!

Haz el trabajo de cada día en su día. Te convencerás de que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.

Hay un modo difícil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.

Si quieres encontrar el modo fácil… ¡mírame a mí! Nunca me preocupo, nunca me apresuro… ¡pero nunca me retraso! Lo que tengo que hacer… ¡lo hago!… ¡Ese es el secreto!

Autor desconocido

Palabrotas...


Quien habla como un patán, terminará por pensar como un patán y por obrar como un patán.

Hay una estrecha e indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez, lo que se expresa en los peores términos soeces.

Es la palabra lo que crea el clima del pensamiento y las condiciones de la acción.


 

La grandeza de nuestra vida


La vida no se mide ganando puntos (como en un juego).

La vida no se mide por el numero de amigos que tienes, ni por como te aceptan los otros, ni por los planes que tienes para el fin de semana, ni por si te quedas en casa solo.

No se mide según con quienes sales, con quien solías salir ni por el número de personas con quien has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.

No se mide por la persona que has besado.

No se mide por el sexo.

No se mide por la fama de tu familia, ni por el dinero o bienes que tu familia posea, ni por la marca del coche que manejas, ni por la escuela que asistes.



No se mide por lo feo o guapo que seas, ni por los zapatos que uses o el tipo de música que prefieras.

No importa si tienes el pelo rubio, castaño, negro o rojo, o si tu tez es blanca o morena.

No se mide por las notas que recibes, ni por lo inteligente que seas, ni por lo inteligente que dicen los exámenes estandarizados que eres.

No se mide por las organizaciones sociales a las que perteneces, tampoco por que tan bueno seas en "tu" deporte.

La vida simplemente no es nada de eso. Pero la vida si se mide según el amor que des o según el daño que hagas.

Se mide según la felicidad o la tristeza que proporciones a otros.

Se mide por los compromisos que cumples o las confianzas que traicionas.

Se trata de la AMISTAD, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma.

Se trata de lo que dicen y lo que quieres decir, sea dañino o benéfico.

Se trata de murmurar o de contribuir a los pequeños chismes.

Se trata de los juicios que formulas y de por que los formulas, y a quien y con que intención se los comentas.

Se trata de a quien no le haces caso o ignoras...adrede y a pleno propósito.

Se trata del celo, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.

Se trata del odio que puedes llevar adentro, de como lo borras o como lo riegas y lo cultivas.

Pero la mayor parte se trata de si usas la vida tuya para tocar y amar o para envenenar el corazón de otros, de una manera que habría sido imposible que ocurriera de otra forma.

TÚ y solo TÚ escoges la manera en que afectarás para bien o para mal el corazón de tus semejantes.......y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

 

Cristo crucificado


¡Oh si los hombres se detuvieran a considerar, cuando ven a Jesús crucificado, el amor que les tuvo a cada uno de ellos! Y ¿cómo no quedaríamos abrasados de ardiente celo –exclamaba San Francisco de Sales- a la vista de las llamas que abrasan al Redentor?... Y ¿qué mayor gozo que estar unidos a Él por las cadenas del amor y del celo?” San Buenaventura llamaba a las llagas de Jesucristo “llagas que hieren los más duros corazones y que inflaman en amor a las almas más heladas”. Y ¡qué de saetas amorosas salen de aquellas llagas para herir los más duros corazones! Y ¡qué de llamas salen del corazón amoroso de Jesús para inflamar los más fríos corazones! Y ¡qué de cadenas salen de aquel herido costado para cautivar los más rebeldes corazones!
“Práctica de amor a Jesucristo” – San Alfonso María de Ligorio


 Comentario:
“Si los hombres se detuvieran a considerar...”, dice san Alfonso. Pero es que los hombres hoy vivimos apurados, corriendo detrás del viento y ocupados en mil cosas que no tienen verdadera importancia. Los hombres corremos por esta vida, alocados y, llegamos a la meta que es nuestra muerte, y nos encontramos con las manos vacías y el alma muy lejos de Dios y de lo espiritual. Estamos a tiempo todavía. Pongámonos a meditar en los dolores de Jesús, porque su Pasión es un tesoro inagotable y que está allí, a la mano, para que lo descubramos y nos lo apropiemos. Vemos tantos crucifijos en todas partes que nos hemos acostumbrado a verlos, sin reaccionar ni meditar en los sufrimientos del Señor. ¡Es tiempo de que volvamos a asombrarnos del amor de este Dios que se ha entregado por nosotros, por cada uno de nosotros, y le devolvamos amor, porque amor con amor se paga!


Cortesía


Cierta personalidad de relieve continental un día subió a un transporte público y quedó extrañado de la exquisita cortesía que demostró tener el conductor del vehículo al venderle el boleto. Y su asombro fue todavía mayor cuando vio que todos los pasajeros se comportaban de la misma manera.

Por fin, queriendo conocer el motivo que lo impulsaba a ser tan atento, se dirigió al hombre y le dijo:

"Dispense mi curiosidad, pero me gustaría saber la causa por la cual Usted emplea maneras tan gentiles con el público". Y el conductor le contestó: "Pues, verá usted hace unos cinco años leí en un periódico que alguien había legado una fortuna a un extraño por el único hecho de ser cortés.

Desde entonces comencé a tratar a los pasajeros de la mejor forma posible. Y lo curioso es que ello me produce tanta satisfacción que ya no me importa heredar o no una fortuna".


 Cuando hablo o reflexiono acerca de la cortesía me refiero a:

Acatamiento, reverencia, saludo, venia, amabilidad, atención, educación, gentileza, favor, delicadeza, suavidad…

Son maneras de hacer realidad la cortesía en cualquier lugar y circunstancia.

Se vive muy rápidamente y en ese apuro se va perdiendo la suavidad en el trato. De una manera muy especial en el seno de la familia.

Es muy común observar como los padres denigran o maltratan a sus hijos con palabras cargadas de ruido y groserías. Y éstos, a su vez, lo repiten entre ellos y con los demás, formando una cadena de gritos, violencia y de un interminable camino de enfrentamientos verbales que rallan en ofensas que dejan mucho dolor y resquemores.

Resulta, pues, muy beneficioso, que acudamos a la cortesía para que nos de la suavidad y ese dominio para entrar en respuestas que sean cargadas de encuentro y no de enfrentamiento; de cariño y no de pasión y así, nos entendamos y podamos vivir mejor.


Conocer y comprender......


En la facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le pregunta:

-"¿Cuántos riñones tenemos?"

-"¡Cuatro!", responde el alumno.

-"¿Cuatro?", replica el profesor, arrogante, de esos que sienten
placer en pisotear los errores de los alumnos.
"Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en la sala", le
ordena el profesor a su auxiliar.

-"¡Y para mí un cafecito!", replicó el alumno al auxiliar del
maestro.

El profesor se enojó y expulsó al alumno de la sala. El alumno era, entre tanto, el humorista Aparício Torelly Aporelly (1895-1971), más conocido como el "Barón de Itararé".
Al salir de la sala, todavía el alumno tuvo la audacia de corregir al furioso maestro:

-"Usted me preguntó cuántos riñones 'tenemos'. Tenemos cuatro: dos míos y dos suyos. 'Tenemos' es una expresión usada para el plural. Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto".


Para ser feliz...


Una de las maneras para ser feliz es conservar joven tu alma, conectándote con tu inocencia de niño, de asombro, de ligereza de vida.

Cuando te tomas las cosas demasiado en serio, con reglas, juicios y estructuras rígidas puedes perder el gozo de vida y comenzar a envejecer. La forma más sencilla para mantener tu espíritu y tu cuerpo joven es jugar como niño.


 Aquí algunos consejos prácticos:

1. Rodéate de niños. Ya sean tus sobrinos, o los hijos de tus amigos, es una excelente terapia platicar, jugar y estar cerca de niños. Aprenderás mucho y automáticamente te sentirás rejuvenecido.

2. Rodéate de niños grandes. Identifica aquellas personas que consideras "niños grandes" y frecuéntalos más. Te la vas a pasar genial.

3. Practica la capacidad de asombro, nunca la pierdas. Imagina que cada cosa o situación es nueva en tu vida. ¿Recuerdas cuando viste por primera vez una computadora, o un juego nuevo? Intencionalmente decide asombrarte ante las maravillas que te rodean.

4. Relájate. La forma más segura para envejecer es hacer lo opuesto: estresarte. Y como sabes esto de nada te sirve, decide tomar las cosas con calma.

5. Recuerda tu niñez. Conserva algo, un dibujo, una frase, una foto que te recuerde un momento muy feliz de tu niñez. Ponlo en tu escritorio, tu coche, o en cualquier lugar donde lo veas con frecuencia.

6. Practica un deporte. La actividad física no sólo te recuerda tu niñez sino que libera endorfinas que te hacen como niño.

7. Prémiate. Un método muy eficaz es establecer objetivos cortos que puedas completar en 30 minutos. Por ejemplo si quieres depurar el archivo, escribir un reporte, podar el pasto, o hacer cualquier otra actividad, establece un juego: un premio al completar cada actividad. El premio puede ser desde una paleta de dulce, un masaje, un pequeño descanso, leer tu libro favorito unos minutos, etc. Cualquier cosa que te haga sentir bien.

8. Deja el trabajo un día. Desconéctate por completo al menos un día a la semana. Verás que el mundo no se acaba y que regresas con más ánimo el día siguiente.

9. Juega. Encuentra un juego educativo, divertido, ya sea un juego de tablero, o en línea y juega. Este puede ser uno de tus premios al completar actividades especialmente difíciles.

10. Regálate unas mini-vacaciones. Un día entre semana, escápate y tomate la tarde, especialmente si has tenido un día complicado. Puedes salir de la ciudad o disfrutar de algo que normalmente lo reservas para el fin de semana. El "rebelarte" será una excelente terapia para conservar tu espíritu de juego y espontaneidad.


Verás que al practicar estas ideas y otras que te vengan en mente, te sentirás mucho más ligero.

Goza más tu vida: vuelve a ser un niño.


Cargando nuestra cruz


Se le apareció el Salvador a sor Dominica, religiosa en Florencia, y le dijo: Piensa en mí y ámame, que yo pensaré siempre en ti y te amaré. Y le ofreció un ramillete de flores con una cruz, significando con ello que las consolaciones de los santos en este mundo han de ir siempre acompañadas de la cruz.

Las cruces unen las almas a Dios.

San Jerónimo Emiliano, siendo soldado lleno de vicios, cayó en manos de sus enemigos, que lo encerraron en una mazmorra. Allí, conmovido por sus tribulaciones e iluminado por Dios para cambiar de vida, recurrió a la Santísima Virgen, y con la ayuda de esta divina Madre comenzó a llevar vida de santo. Mereció ver el trono de gloria que Dios le tenía preparado en el cielo. Fue fundador de los Padres Somascos, murió como un santo y ha sido canonizado.


 ORACIÓN PARA LLEVAR LA CRUZ

Madre dolorosa,
por el mérito del dolor que sentiste
al ver a tu amado Hijo Jesús condenado a muerte,
alcánzame la gracia de llevar con paciencia
las cruces que Dios me manda.
¡Feliz de mí si logro acompañaros
llevando mi cruz hasta la muerte!

Tú y Jesús, inocentes,
habéis llevado una cruz muy pesada;
y yo, pecador, que he merecido el infierno,
¿rehusaré llevar la mía?
Oh Virgen inmaculada,
de ti espero la ayuda
para sufrir las cruces con paciencia. Amén.


 

El Padre Nuestro con amor y sinceridad


Debemos brindar nuestro afecto y nuestra ayuda a todos.

A todo hombre: al que está en buena posición económica y al que se ve privado hasta de las cosas más necesarias.

Al que goza de buena salud pero, también al enfermo.

Al que come todos los días y al que solo puede hacerlo cuando puede.

Al que piensa como nosotros y al que discrepa de nuestras ideas, sean estas sociales, culturales, políticas, deportivas o religiosas.

Al que está cerca de nosotros y al que vive muy alejado.

A todos sin excepción. La dama que firma con dos apellidos es tan hermana nuestra como la joven de servicio doméstico.

Todos somos hermanos, ayudémonos como hermanos, así, la vida será distinta.

Solo entonces es cuando estaremos capacitados para poder rezar el Padre Nuestro, para poder decir a Dios que es Nuestro Padre. Solamente entonces, cuando logremos tratarnos unos a otros como hermanos y lo hagamos con entera sinceridad.

"Es completamente claro que todos los fieles, de cualquier estado y condición están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, y esta santidad suscita un nivel de vida más humano, incluso en la sociedad terrena." LG 40

Una publicación de: Fragancias de Cristo en el Sagrado Corazón de Jesús y María.


Dones y talentos


Ya sea que tenga dinero en el banco, o negocie a futuro en Wall Street…

Venda hamburguesas en un puesto de playa, o prepare platos de pasta en un restaurante de cinco estrellas…

Corte árboles gigantescos en el noroeste, o recoja leña y la distribuya…

Entrene a un equipo, o pastoree una congregación…

Publique libros de éxito, o distribuya periódicos bien temprano en la mañana…

Sea estrella de sus propios programas de televisión, o repare videocaseteras…

Administre muchas hectáreas de granja, o corte césped y los arbustos en el vecindario…

Salga a vender computadoras, o conduzca un camión cargado de maquinaria…

Construya casas, o limpie piscinas…

Discuta casos delante de un juez, o se encargue de disputas familiares como consejero

Hágalo lo mejor que pueda, no hay tareas inferiores. Solamente las personas que las ven como tales se vuelven inferiores al realizarlas.


El estar preparados para la tarea que Dios quiere que hagamos empieza por saber cuáles son nuestros talentos, los talentos que EL nos ha encomendado y luego entregarlos totalmente a Dios. Saber lo que tenemos para ofrecerle a nuestra familia, a nuestros amigos y a la comunidad, nos ayuda a descubrir el lugar único que ocupamos en el huerto de Dios.

Toda tarea es un autorretrato de la persona que la ejecuta.

Firme su obra con excelencia.



Ahora bien, este Daniel sobresalía entre los ministros y sátrapas, porque había en él un espíritu superior, y el rey pensaba ponerlo al frente de todo el reino. Daniel 6, 4

 

Los amuletos


Llevar amuletos es contrario al Primer Mandamiento

El Catecismo #2117: "Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a nuestro servicio y obtener poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible.



AMULETO

Pequeño objeto al que se atribuye el poder de alejar el mal o propiciar el bien. Generalmente la persona lo lleva consigo.

Es distinto del uso cristiano auténtico de medallas, escapularios y otros artículos religiosos. Mientras estos son símbolos de nuestra confianza en Dios y en la Virgen Santísima, a los amuletos, por el contrario, se les atribuye un poder intrínseco o relacionado a poderes ajenos al Dios verdadero.

 


 

No hay comentarios: