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lunes, 26 de agosto de 2013

Sancja Szymkowiak, Beata


Religiosa, 29 de agosto
 
Sancja Szymkowiak, Beata
Sancja Szymkowiak, Beata

Religiosa

Martirologio Romano: En Poznan, ciudad de Polonia, beata Sancja (Joanina) Szymkowiak, virgen, de la Congregación de la Hijas de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores, que, en medio de las dificultades de la guerra, se ocupó con gran entrega de los detenidos en las cárceles (1942).
Sor Sancja Szymkowiak, nació el 10 de julio de 1910 en Możdżanów (Ostrów Wielkopolski, Polonia). Fue la última de los hijos que tuvieron Agostino y Maria Duchalska, luego de haber procreado a cuatro varones, de los que uno se hiso sacerdote. El día del bautismo recibió el nombre de Giannina. De su familia, acomodada e intensamente creyente, recibe una sólida educación. Desde la primera juventud se distinguió por la excepcional bondad y la auténtica devoción, fascinando con su serenidad y sencillez. Después de la escuela superior estudió en la Facultad de Lenguas y Literatura Extranjeras en la universidad de Poznan, empeñándose intensamente tanto en el crecimiento intelectual como en el espiritual. Toma parte activa en la Asociación Mariana, desarrollando un apostolado discreto y eficaz y transmitiéndoles a los jóvenes la alegría de vivir. Encuentra tiempo para prestarle atención a todo, de modo particularmente sensible en ayudar a los más débiles y abatidos, se dedica con fervor a las obras de caridad en el barrio más pobre de la ciudad. La eucaristía fue el centro y el manantial de su gran celo apostólico.

Desde joven se sintió llamada a la vida religiosa. En el verano de 1934 partió para Francia y, durante una romería a Lourdes, decide hacerse monja encomendándose a la Virgen Inmaculada. En junio del 1936, superadas muchas dificultades, ingresó al convento de las Hijas de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores, mejor conocidas como las Monjas Seráficas, de Poznan, asumiendo el nombre de María Sancja. Desde el principio se distinguió por el gran celo en la observancia de las Reglas del Instituto y en el ejercicio de los servicios más humildes. Su vida, que no tuvo aparentemente nada excepcional, escondió una profunda unión con Dios, en la completa disponibilidad de atender su voluntad en todo, también en los asuntos más modestos.

Durante la ocupación alemana Sor Sancja, no aprovechó el permiso de poder volver a su familia, dado los peligros y los incomodidades de la guerra, se quedó en el convento junto a otras monjas, y fueron sometidas por los militares a duros trabajos. Dócil a la voluntad de Dios, infundía alrededor suyo un aire de paz y esperanza, encarnando, para los afligidos y sufrientes, un efectivo apoyo y un eficaz consuelo. Los prisioneros franceses e ingleses, a los que prestó su personal ayuda en calidad de traductora, la llamaron “ángel de bondad” y “santa Sancja“.

Las enormes fatigas y las difíciles condiciones del convento de Poznan pusieron a dura prueba sus fuerzas y fue víctima de una grave forma de tuberculosis a la laringe. Abandonándose en los brazos cariñosos de Dios Padre ofreció un fulgurante ejemplo de sereno aguante de los sufrimientos. Con gozo profesó los votos perpetuos el 6 de julio de 1942, profundamente unida al Esposo Celestial, en la fervorosa espera de su venida en el momento de la muerte, que ocurrió el 29 agosto del mismo año, cuando tenía solamente treinta y dos años.



Beata Sancha Szymkowiak, virgen
fecha: 29 de agosto
n.: 1910 - †: 1942 - país: Polonia
canonización: B: Juan Pablo II 18 jun 2002
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En Poznan, en Polonia, beata Sancha (Joanina) Szymkowiak, virgen, de la Congregación de las Hijas de la Virgen de los Dolores, que, en medio de las dificultades de la guerra, se ocupó con gran entrega de la asistencia a los encarcelados.

Janina Szymkowyak nace en Mozdzanów (Polonia) el 10 de julio de 1910 en el seno de una familia acomodada y muy creyente. Recibió una sólida educación cristiana a la que correspondió desde pequeña. Llegada a la juventud estudia lengua y literatura en la Universidad de Poznan y toma parte activa en el Sodalicio Mariano, dedicándose con gran celo a obras de caridad y de apostolado. En una peregrinación a Lourdes en 1934 toma la decisión de hacerse religiosa y, tras un año con las Hermanas Oblatas del Sagrado Corazón en Montlucon, vuelve a Polonia e ingresa en junio de 1936 en la Congregación de la Bienaventurada Virgen María Dolorosa, conocidas como «Hermanas Seráficas» en Poznan, y al recibir el hábito toma el nombre de María Sancha. Hecha la profesión, se dedicó al cumplimiento fiel de las reglas de su instituto y a vivir con intensidad la vida interior de unión con Dios, siéndole fiel hasta en los más pequeños detalles.

Durante la ocupación alemana, las monjas quedaron bajo arresto domiciliario y, aunque se le permitió volver con su familia, prefirió quedar con las demás religiosas a la orden de los ocupantes, que impusieron a las monjas durísimos trabajos. Sancha mostró una gran paciencia y animaba a todos a soportar con entereza las difíciles circunstancias. Servía de traductora a los prisioneros franceses e ingleses, a los que atendió con tanta caridad que la llamaban «ángel de bondad» y «Santa Sancha». Su salud se resintió y se le declaró tuberculosis en la laringe. Ella se entregó por entero a la voluntad del Señor y con gran gozo hizo los votos perpetuos el 6 de julio de 1942. Moría el 29 de agosto del mismo año, llena de méritos y virtudes. Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 18 de junio de 2002 en el curso de su viaje apostólico a Polonia.
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
 

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