La Primera epístola a los tesalonicenses o 1ª de Tesalonicenses es uno de los veintisiete libros que componen el Nuevo Testamento cristiano. Asimismo, es una de las catorce epístolas atribuidas por la tradición a Pablo de Tarso,[1] una de las siete menores[2] y, en tanto que primera cronológicamente de todas ellas, las mayores y las menores, una candidata a ser considerada obra inaugural de la literatura cristiana.[3] Como su nombre indica, se trata de una epístola dirigida a la comunidad cristiana de Tesalónica[4] y se dice primera porque existe también una segunda carta en el canon bíblico, dirigida a esta misma comunidad. Por su temática, se puede considerar una obra de la escatología cristiana, sin menoscabo de que también contiene una exhortación moral y un extenso apunte biográfico, que ocupa la mitad de la carta y donde Pablo desgrana recuerdos de su prédica.
Como todas las cartas de Pablo, 1 Tesalonicenses está inmersa en un contexto histórico complejo sin cuyo conocimiento es imposible interpretar correctamente su contenido. Para situar dicho contexto es menester, sin embargo, decidir el peso que se va a asignar a los distintos relatos que lega la tradición, dado que a veces no armonizan bien o directamente se contradicen. Dependiendo de esos pesos nos habremos adscrito a una u otra escuela.[5] En el caso de 1 Tesalonicenses, los documentos relevantes son, la propia epístola y el libro neotestamentario de los Hechos de los apóstoles. El resto de la literatura paulina participa también en estas consideraciones, aunque de manera puntual. Destacan la primera epístola a los corintios, importante porque contiene información sobre Corinto, ciudad en la que Pablo redactó su carta a la vecina Tesalónica. También la Epístola a los Gálatas, por la narración del esclarecedor incidente de Antioquía, y Romanos, por algunos pasajes retrospectivos. Con todo este material se pueden reconstruir con cierta seguridad[6] los largos preliminares y la circunstancia final en que Pablo escribió la epístola. Las personas son muy importantes porque, una vez roto el círculo de sus colaboradores antioquenos, Silas entre ellos, en esta etapa de la vida de Pablo se consolidan nuevos nombres que, como Lucas o Timoteo, han pasado a formar parte plena y destacada de la tradición cristiana.[7]
El segundo viaje de Pablo
La carta a los Tesalonicenses[8] fue escrita durante el transcurso del segundo viaje de Pablo,[9] un viaje que comienza y termina en Antioquía de Siria[10] y que se desarrolla a lo largo de dos continentes, Europa y Asia. El contexto previo de este viaje es complejo. Antioquía es una ciudad importante en la historia del cristianismo primitivo pues se dice que allí comenzaron los discípulos a llamarse cristianos Hch 11:26. También podría decirse que es el lugar donde los discípulos dejaron, por eso mismo, de llamarse judíos.[11] Pablo no participó en la fundación de esa comunidad pero, según el libro de los Hechos, se incorporó en algún momento posterior a instancias del apóstol Bernabé Hch 11:25. Bernabé y él, a instancias del Espíritu Santo, realizaron el llamado primer viaje Hch 13:2-4 que les llevó primero a Chipre y luego al Asia Menor, actual Turquía. Las comunidades formadas en Asia fueron visitadas durante el segundo viaje. No así la de Chipre, que desaparece ya del horizonte paulino.
En el periodo entre el primer y el segundo viaje tuvo lugar la Asamblea de los Apóstoles o Concilio de Jerusalén. Dicho concilio nos llega descrito a través de Lucas Hechos 15 y Pablo Gálatas 2 que ofrecen dos versiones con interesantes diferencias.[12] Lo común, sin embargo, es que en aquella asamblea se decidió que habría una misión para los judíos o circuncisos y otra para los paganos o incircuncisos Gálatas 2:7-8. Según el relato de los Hechos, estos últimos quedaron exonerados de seguir la ley judía, salvo en lo que concierne a la prohibición de comer carnes sacrificadas a dioses paganos.[13] Pablo, en su carta a los Corintios, opina que el ídolo no es nada en el mundo 1Co 8:4 pero que conviene guardar las apariencias para evitar las flaquezas de los hermanos 1Co 8:10.
Después la asamblea de los apóstoles, ocurre lo que se viene a llamar el incidente de Antioquía, que es mencionado en los Hechos Hch 16:34-41 y por Pablo Ga 2:11-14. Ambos relatos presentan tales diferencias que no es posible conciliarlos, pero su consecuencia parece la misma. Pablo abandona Antioquía acompañado por Silas y comienza su segundo viaje de misión, cuyo objetivo es la formación de comunidades pagano cristianas.
El trayecto asiático[editar]
El segundo viaje de Pablo transcurrió por dos veces en suelo asiático pero la segunda vez es posterior a la redacción de 1 Tesalonicenses por lo que no se tendrá en cuenta. Pablo abandonó Antioquía acompañado de Silas o Silvano. Para saber algo de este trayecto hay que recurrir al relato de Hechos. Lucas ofrece un itinerario del que cabe destacar dos puntos: su paso por Listra y Derbe donde recluta al joven Timoteo Hch 16:1-3 y su llegada a Troas o Tróade, cerca de Troya Hch 16:8. Entre estos dos puntos recorre algunas comunidades confirmando discípulos Hch 15:41. El itinerario asiático es guiado por dos veces por el Espíritu Santo que encamina a Pablo hasta esa marítima ciudad. Allí, Lucas relata un hecho sobrenatural que motivaría el tránsito de Pablo a Europa.
De noche, Pablo tuvo una visión. Vio un varón macedonio que le dijo: Ven y ayúdanos (Hch 16,10).
Este suceso, del que no se tiene constancia directa por Pablo sería la señal esperada para encaminar la misión. En este punto del relato aparece el primero de ciertos fragmentos de los Hechos que se caracterizan por estar en primera persona del plural.
Luego que tuvo la visión, buscamos la manera de pasar a Macedonia, suponiendo que Dios quería que los evangelizáramos. (Hch 16,10)
...
Autor y datación
Es posible que haya sido la primera de las Epístolas de Pablo, escrita hacia fines del año 52, tras el regreso de Timoteo desde Macedonia, puesto que transmite sus comentarios sobre el estado de la Iglesia en Tesalónica (Hechos 18:1-5; 1Tesalonicenses 3:6). Pablo emplea la carta como medio para corregir la iglesia tesalonicense y proporcionarles instrucción moral; se destacan en ella los temas del martirio por Jesús y la fe en la proximidad de la segunda venida (Parusía). Parousia es una palabra griega cuyo significado es la presencia física de alguien de mucha importancia, se usaba para un embajador que venía o un gran representante. Esta carta está incluida en la Vetus Latina, figura en el fragmento Muratori. Es citada por Ireneo de Lyon en el siglo II [cita requerida].
Contenido
Prescripto
La forma de escribir una carta, sobre todo la forma de comenzarla, difiere según el tiempo y el lugar en que se ha escrito.[14] De hecho, se puede proceder al revés y datar una carta por el formulario que utiliza.[15] Cada época ha tenido sus propias costumbres en lo que a escribir se refiere. En tiempos de Pablo se usaban dos modelos: el oriental y el occidental.[16] En ambos casos la carta o escrito se precedía de un encabezamiento o prescripto (pre-escrito) en el que de forma obligada[17] se hacían constar los remitentes, los destinatarios y un saludo. Estos tres elementos se llamaban, por este orden: superscripto, adscripto y salutatio.[18]
El formulario occidental o grecorromano era breve e impersonal.[19]
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las doce tribus de la dispersión, salud. (Santiago 1,1)
El oriental utilizaba una frase en tercera persona con los remitentes en nominativo y los destinatarios en dativo.[20] Estos elementos básicos podían enriquecerse con frases de relativo.
Pablo, apóstol por llamamiento de Cristo Jesús, por voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús y pueblo santo por llamamiento junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (1 Co 1,1-3)
pudiendo llegar a ser muy complejas.
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado al apostolado, elegido para predicar el evangelio de Dios, que por sus profetas había prometido en las Santas Escrituras acerca de su hijo, nacido de la descendencia de David según la carne. constituido Hijo de Dios, poderoso según el Espíritu de Santidad a partir de la resurrección de entre los muertos, Jesucristo nuestro Señor, por el cual hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe, para gloria de su nombre en todas las naciones, entre las cuales os contáis también vosotros, los llamados de Jesucristo; a todos los amados de Dios, llamados santos, que estáis en Roma, la gracia y la paz con vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (Rom 1,1-7)
La Epístola a los Tesalonicenses comienza con un discretito prescripto oriental.[21]
Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz.(1,1)
Los remitentes son Pablo, Silas y Timoteo, componentes del equipo misional que fundó la comunidad[22] lo que da a la carta un carácter oficial.[23] Los tres provenían de Asia y en el momento de escribir la carta se encuentran reunidos en Corinto.
El destinatario de la carta es la iglesia de los tesalonicenses (gr:ekklesia tessalonikeon).[24] lo que no tendría nada de particular de no ser porque en el año 50 no existía aún la Iglesia.[25] En efecto, el término ekklesia no tenía en boca de Pablo el mismo sentido que se le atribuye hoy.[26] En general, una ekklesia era una asociación de personas.[27] y ya se usaba en el cristianismo primitivo para designar a las comunidades locales cristianas.[28] Por tanto, Pablo no escribe a la Iglesia. Escribe a la asamblea[29] que quedaba constituida cada vez que se reunía la comunidad. De ahí que al final de la carta exhorte a que sea leída a todos los hermanos (5,27).[30] De ahí también que defina y distinga la asamblea como: asamblea de Dios Padre y de Jesucristo.[31] La ciudad de Tesalónica era prolífica en congregaciones o asambleas religiosas con sus particulares dioses y cultos.[32] En el culto predicado por Pablo, el Dios es Dios y asimismo Padre,[33] algo novedoso dentro de los cultos paganos y que proviene del judaísmo.[34] La iglesia de Pablo es también una comunidad escatológica[35] que se distingue por haber sido elegida por Dios.
El saludo de la carta a vosotros, gracia y paz (gr. jaris kai eirênê) es característico de la correspondencia paulina.[36] Se trata de una mezcla personal del saludo griego salud (gr. jairein) y del oriental misericordia y paz (gr. eleos kai eirênê).[37] Jairein (saludar, alegrarse) es convertido en jaris (gracia) que Pablo utiliza ya con un contenido soteriológico.[38] El término eirene tiene el sentido del saludo hebreo shalom (paz, bienestar, plenitud interior).[39] Con este saludo, que utiliza en todas su cartas, Pablo reúne los dos mundos de que procede.[40]
Proemio
En la carta a los Tesalonicenses, el proemio comprende los versículos 1,2-10. Sigue al prescripto y antecede al scripto.[41] Antes de la predicación cristiana, los proemios ya se utilizaban en la literatura[42] pero Pablo les va a dar el carácter de una acción de gracias.[43] Asimismo, los utiliza para anticipar los contenidos de la carta.[44]
Damos gracias continuamente a Dios por vosotros y siempre os recordamos en nuestras oraciones, haciendo memoria ante nuestro Dios y Padre de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestra caridad y de la perseverante esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1,2-3)
La acción de gracias utiliza la primera persona del plural. Un uso que sólo es roto en tres ocasiones a lo largo de la carta:[45] ...al menos yo, Pablo, una y otra vez... (2,18), ...he mandado a saber de vuestro estado... (3,5), ...os conjuro por Jesucristo... (5,27). Este uso constante del plural revela nuevamente el carácter oficial de la carta, pues redacta el equipo misional y no tanto Pablo. Es la carta menos personal de Pablo.[46]
En el versículo 3 menciona a la fe (gr. pistis), la caridad (gr. agape) y la esperanza (gr. elpidos).[47] Son tres términos que aparecen con frecuencia en las cartas de Pablo[48] La primera cita se realiza aquí. La segunda estaría al final de la carta en (5,8) en caso de que no sea una glosa posterior como algunos autores afirman.[49]
La fe, la esperanza y la caridad son una aportación original de la teología cristiana.[50] A lo largo de los siglos adquirirán un significado complejo. En la literatura paulina, sin embargo, su sentido es muy transparente: Fe en Jesucristo, esperanza en la resurrección y caridad o amor al prójimo.[51] Si para la teología posterior son una división clásica y también objeto de especulación, en Pablo son realidades vivas.[52] La teología de Pablo es una teología de la esperanza.[53] y la 1 Tesalonicenses es una carta escrita para devolver la esperanza a una comunidad inmersa en la duda. Caridad y fe no están tan presentes y encontrarán mejor acomodo en Corintios y Romanos. Según Becker, la 1 Tesalonicenses está estructurada de forma ternaria sobre las tres virtudes.[54] De ahí que prefiera considerarla como una unidad.
1Tesalonicenses 1:4-5 En estos dos versos, Pablo describe cómo fue la predicación en Tesalónica. Muy especial tuvo que ser para decir que: no fue sólo en palabras sino en el Espíritu Santo y muy persuasivamente. Es evidente que el contexto de dicha afirmación era conocido por los destinatarios. A la hora de reconstruirlo, es necesario arriesgar una interpretación.
1Tesalonicenses 1:6 Continuando con el recuerdo de la predicación en la ciudad señala Pablo que fue hecha y recibida con gran tribulación, lo que alude a los constantes problemas que encontraba Pablo, por parte de las comunidades judías.
1Tesalonicenses 1:7-10 En estos versos, Pablo pone a la comunidad como ejemplo para otros. Se afirma que Tesalónica, al ser un puerto internacional, fue uno de los semilleros del cristianismo y que desde allí se expandió a todo el imperio.
- Ministerio en Tesalónica
1Tesalonicenses 2:3-6 En estos versos, Pablo continúa con el recuerdo de su prédica y viene a decir que lo hicieron desinteresadamente, sin buscar la vanagloria o el dinero. Sobre este punto se extiende también Pablo en las dos cartas a los Corintios. Es difícil decidir el contexto por el que las hace. Obviamente, la manutención de un maestro espiritual podía dar lugar a tensiones. Pablo insiste en sus cartas que trabajaba para no ser una carga.
1Tesalonicenses 2:7-8 Pablo se entretiene con un afectuoso apunte que da idea del paternal cariño que tenía a esta comunidad.
1Tesalonicenses 2:9 Contiene un apunte biográfico sobre la independencia económica de Pablo. Trabajábamos día y noche para no ser gravosos a nadie, punto que es tocado en (2 Co 11, 9). Según (Hch 18, 3), Pablo era fabricante de lonas.
1Tesalonicenses 2:10-13 Ver el comentario a 1Tesalonicenses 2:3-6
1Tesalonicenses 2:14-16 Ver el comentario a 1Tesalonicenses 1:6.
1Tesalonicenses 2:17-3:13 Después de su precipitada marcha de Tesalónica, Pablo intentó regresar muchas veces. Preocupado por la suerte de esta joven comunidad, envió a Timoteo y quedó sólo en Atenas. En este punto existe una discrepancia entre Hechos y el relato de la carta. Asimismo, se da a entender que Silas no estaba en ese momento con él.
1Tesalonicenses 4:1-12 En estos versos desarrolla Pablo una exhortación moral sencilla aconsejando abstenerse de la fornicación en aras de la santificación. Otro tema que menciona es la caridad de la que reconoce bien provista a la comunidad. Otras recomendaciones son llevar una vida quieta y laboriosa.
1Tesalonicenses 4:13-5:3 Los siguientes versículos tienen un contenido escatológico y por ellos se puede decir que 1 Tesalonicenses es una obra de la escatología cristiana. El asunto que tratan es el de la resurrección de los muertos. Se sobreentiende que la comunidad de Tesalónica debió preguntarle a Pablo si los que morían antes de la parusía resucitarían también. La respuesta de Pablo es afirmativa. Es el primer desarrollo teológico. Estos versos también sostienen la opinión de que 2 Tesalonicenses es una obra deuteropaulina.
1Tesalonicenses 5:4-11 En estos versos desarrolla la consecuencia moral de la inminencia del fin del mundo, en la que Pablo creía. Estar vigilantes es su recomendación. Para 1Tesalonicenses 5:8, ver el comentario a 1Tesalonicenses 1:3.
1Tesalonicenses 5:12-18 Estos versos contienen unos amables ruegos que Pablo finca en la caridad de unos a otros.
1Tesalonicenses 5:19-20 Contiene una mención del Espíritu Santo en relación con las profecías.
Polémicas
La sinanoga de Tesalónica. El libro de los hechos Hch 17:2 menciona que en la ciudad de Tesalónica existía una sinagoga.Estancia en Tesalónica. El libro de los hechos Hch 17:2 menciona que Pablo discutió con ellos durante tres sábados. Algunos autores piensan que una estancia inferior a un mes contradice el propio testimonio de la carta.
El paradero de Silas. Silas acompañó a Pablo desde Antioquía. Aparece como remitente en esta carta y como predicador en la comunidad de Corinto 2Co 1:19. Después de eso, desaparece completamente y ya no se sabe lo que con él ocurre. La carta primera de Pedro le menciona 1Pe 5:12, lo cual da pie a pensar, que Silas, asociado primero a la misión de Pablo pasó en algún momento a la misión petrina.
Notas
- ↑ Pablo de Tarso es uno de los apóstoles de la religión cristiana y su primer y más determinante teólogo. Su figura ha sido agitada para defender posturas enfrentadas, por lo que toda afirmación sobre su persona o su obra es controvertida y depende en buena medida del autor que la formule.
- ↑ Las catorce epístolas de Pablo de Tarso se dividen tradicionalmente en siete mayores y siete menores, en razón de su longitud e importancia. El orden bíblico es: Romanos, 1 Corintios y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses y 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos. 1 Tesalonicenses es, por tanto, la octava epístola y primera de las menores.
- ↑ Es una afirmación que precisa de matizaciones. La datación de esta carta es bastante estable y se suele fechar en torno al año 52. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con los evangelios cuya datación es más controvertida. El evangelio de Marcos es posterior en algunos planteamientos pero anterior en otros. Hay que tener en cuenta, además, la posibilidad de que algunas fuentes tempranas no hayan llegado a nosotros.
- ↑ La ciudad de Tesalónica fue fundada en el siglo IV a. C. por un general de Alejandro Magno, que se llamaba Casandro de Macedonia. Recibió el nombre por su mujer, Thessaonikê, que era hermana de Alejandro. La ciudad estaba emplazada en la Vía Egnatia, por lo que estaba bien comunicada por tierra. Asimismo tenía un importante puerto marítimo del que partían embarcaciones a todos los puntos del imperio. En un plano teológico, Tesalónica fue una de las siete iglesias destinatarias de la correspondencia paulina, idea muy temprana que ya aparece recogida en el fragmento Muratoriano del siglo II. Las siete iglesias paulinas son: Corinto, Éfeso, Filipos, Colosas, Galacia, Tesalónica y Roma. El paralelismo de esta idea con las cartas a las siete iglesias del libro de la Revelación ya lo mencionaba el susodicho fragmento.
- ↑ El estudio de la cuestión paulina es muy complejo porque depende de la posición que se adopte ante la autoría de las cartas y la veracidad histórica que se atribuya al relato de los Hechos. En el caso de este último no se trata sólo de que sea o no veraz en su conjunto, sino que esa cuestión debe resolverse párrafo a párrafo y polémica por polémica. El resultado es que cada autor lee y presenta a su propio Pablo. En este sentido, la epístola a los tesalonicenses es un remanso de paz, pues sobre ella no se desatan grandes tormentas. Hay polémicas, es cierto, pero no de las severas.
- ↑ Cabría añadir consenso entre especialistas pero si algo caracteriza la cuestión paulina es la inexistencia de consensos.
- ↑ Según la tradición, apoyada por unos y rechazada por otros, Timoteo y Lucas se hicieron discípulos de Pablo en el transcurso del segundo viaje.
- ↑ Está en entredicho la autoría de la Segunda epístola a los tesalonicenses por lo que es posible que la primera epístola sea también la única y la última. De ahí que se diga la carta a los tesalonicenses.
- ↑ Pablo hizo cuatro viajes, de los cuales el cuarto pudo o no pasar por [España]].
- ↑ Existe otra ciudad llamada Antioquía de Pisidia que fue visitada durante este viaje.
- ↑ En Antioquía de Siria se formaron dos comunidades, una judeo-cristiana y otra pagano-cristiana, entre las que se dieron fuertes tensiones. La comunidad pagano cristiana era independiente de la sinagoga, por lo que se acuñó un nuevo nombre para ellos, ya que no eran judíos sino griegos. En consecuencia, se les llamó cristianos (Becker 1996, 114).
- ↑ Esto cuadra mejor contarlo en la epístola a los Gálatas.
- ↑ Los sacrificios a los ídolos se hacían con alimentos. Como los ídolos no se la comían, todo ese alimento era luego aprovechado por las personas. Esto hacía que hubiese dos géneros de alimentos, los provenientes del sacrificio y los provenientes del mercado. El judeo cristiano que comía en la mesa de un pagano cristiano se exponía a ingerir alimentos sacrificados.
- ↑ Cada lugar y tiempo tenía su propio formulario... (Gil Arbiol 2004: 30)
- ↑ ...podemos saber, aproximadamente, cuándo y dónde se ha escrito una carta si sabemos cómo comienza (Gil Arbiol 2004: 30)
- ↑ Existía para este tiempo y lugares por los que se mueve Pablo un formulario occidental (grecorromano) y otro oriental (semítico)... (Gil Arbiol 2004: 30)
- ↑ ...el que quería escribir una carta no podía ser absolutamente original... (Gil Arbiol 2004: 30)
- ↑ ...se componía de la mención del remitente (superscriptum), del destinatario (adscriptum) y de un saludo (salutatio). (Gil Arbiol 2004: 31)
- ↑ El griego escribe el encabezamiento en una frase generalmente breve e impersonal. (Becker 2007: 328)
- ↑ ...frase en tercera persona indicando el nombre del mitente o de los mitentes en nominativo ... y el nombre del destinatario o de los destinatarios en dativo (Vidal 2006: 63)
- ↑ El prescripto o encabezamiento de esta carta ... sigue el formulario epistolar que se suele llamar oriental. (Vidal 2006: 63)
- ↑ El mitente de la carta es el equipo misional... (Vidal 2006: 63)
- ↑ ...misional y oficial, ya que la escribe el equipo de misioneros... (Vidal 2006: 64)
- ↑ Ver texto griego. (Vidal 2006: 44)
- ↑ Sólo más tarde ... comienza a referirse a la Iglesia Universal. (Vidal 2006: )
- ↑ ...nada de eso recoge el sentido original del término... (Gil Arbiol 2004: 32)
- ↑ ...podía referirse a diversos tipos de asambleas o congregaciones... (Vidal 2006: 65)
- ↑ ...era ya un término técnico del cristianismo helenista... (Vidal 2006: 64)
- ↑ Asamblea, pues, es una traducción más ajustada... (Gil Arbiol 2004: 32)
- ↑ ... la comunidad tesalonicense que en el momento de la proclamación de la carta está congregada... (Vidal 2006: 64)
- ↑ ...para señalar su singularidad... (Vidal 2006: 65)
- ↑ Hay constancia en Tesalónica ... de diferentes cultos paganos muy populares. (Gil Arbiol 2004: 17)
- ↑ ...la expresión griega Dios y Padre... (Vidal 2006: 68)
- ↑ ...no era nada común en el entorno grecorromano... (Gil Arbiol 2004: 33)
- ↑ La Iglesia es la humanidad reunida inmediatamente antes del fin... (Becker 2007: 167)
- ↑ ...tiene un carácter formal fijo en todas las cartas de Pablo... (Vidal 2006: 65)
- ↑ Pablo hace una mezcla de ambos formularios... (Gil Arbiol 2004: 31)
- ↑ ...ya resuena en él el denso sentido que adquiere en las cartas de Pablo... señalando frecuentemente el don de la salvación... (Vidal 2006: 65)
- ↑ ...es aquí una reminiscencia del típico saludo epistolar hebreo... (Vidal 2006: 65)
- ↑ ...hace del saludo de sus cartas un símbolo de la unión entre el mundo griego y el judío. (Gil Arbiol 2004: 32)
- ↑ ...entre el encabezamiento y el cuerpo de la carta... (Gil Arbiol 2004: 36)
- ↑ En general se usaban los proemios... (Gil Arbiol 2004: 33)
- ↑ ...tiene la forma de acción de gracias a Dios... (Vidal 2006: 67)
- ↑ ...y su carácter introductorio... (Gil Arbiol 2004: 36)
- ↑ ...en tres ocasiones... (Vidal 2004: 63)
- ↑ Es la carta de Pablo que menos utiliza el singular Yo... (Gil Arbiol 2004: 39)
- ↑ Consultar texto griego. (Vidal 2006: 44)
- ↑ ...repetidas veces... (Bornkamm 2002: 280)
- ↑ ...es, probablemente, una añadidura... (Vidal 2006: 106)
- ↑ ...es una creación cristiana... (Vidal 2006: 68)
- ↑ Pablo resume toda la ley en el mandamiento del amor al prójimo... (Bornkamm 2002: 277)
- ↑ (Sobrino 1986: 194)
- ↑ ...su teología es impensable sin esta espera... (Bornkamm 2002: 280)
- ↑ ...parecen constituir el armazón de la carta. (Becker 2007: 166)
Bibliografía
- BECKER, JÜRGEN (2007). Pablo, el Apóstol de los paganos. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1276-0.
- BORNKAMM, GÜNTHER (2002). Pablo de Tarso. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0775-4.
- GIL ARBIOL, CARLOS (2004). Primera y segunda cartas a los tesalonicenses. Editorial Verbo Divino. ISBN 84-8169-376-6.
- VIDAL, SENEN (2006). El primer escrito cristiano. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1614-1.
- VIDAL, SENEN (2007). Pablo. De Tarso a Roma. Editorial Sal Terrae. ISBN 84-293-1716-9.
Véase también
- Epístola a los romanos
- Primera epístola a los corintios
- Segunda epístola a los corintios
- Epístola a los gálatas
- Epístola a los efesios
- Epístola a los colosenses
- Primera epístola a los tesalonicenses
- Segunda epístola a los tesalonicenses
- Epístola a los filipenses
- Primera epístola a Timoteo
- Segunda epístola a Timoteo
- Epístola a Tito
- Epístola a Filemón
- Epístola a los Hebreos
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Primera epístola a los tesalonicenses. Commons
- Texto griego en Wikisource.
- Texto griego en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
- Versión Reina-Valera (1602): texto español en Wikisource.
- Versión Reina-Valera (1909): texto español en Wikisource.
- Comentario en el Seminario Reina-Varela.
- Texto del Fragmento Muratoriano.
Primera epístola a los Tesalonicences
Autor: La Biblia
Tesalónica, la capital de la provincia romana de Macedonia, era un puerto importante del mar Egeo. Pablo llegó a esa ciudad en el año 50, durante su segundo viaje misionero. Allí fundó una comunidad cristiana, compuesta en su mayor parte de paganos convertidos a la fe. Pero su permanencia en Tesalónica fue muy breve, ya que debido a la oposición de los judíos debió abandonar la ciudad precipitadamente (Hech. 17. 1-15). A su salida, la comunidad quedó sola en medio de la persecución y con una insuficiente formación religiosa.
Preocupado por la suerte de los cristianos, Pablo les envió a Timoteo, desde Atenas (3. 1-5). A su regreso, este trajo al Apóstol noticias muy alentadoras: la comunidad se había mantenido firme en la fe y recordaba a Pablo con afecto. Sin embargo, algunos esperaban con impaciencia la Venida del Señor y se negaban a trabajar, resultando una carga para sus hermanos. Otros estaban preocupados, porque suponían erróneamente que los cristianos que ya habían muerto no iban a estar presentes cuando viniera el Señor.
Para responder a estas inquietudes, Pablo escribió poco después de su llegada a Corinto, a comienzos del año 51, su PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES: la lectura de esta Carta, como también la de la segunda a los Tesalonicenses, supone una cierta familiaridad con el estilo "apocalíptico", cargado de imágenes y símbolos, que los Profetas y los Escritores judíos solían emplear para anunciar la llegada del "Día del Señor" (5. 2).
Su salida precipitada, ante las dificultades que tuvo en el momento de consolidar la fe de la comunidad (Hch 17,1-10), no le dejaron tranquilo, y desde Atenas envió a su colaborador Timoteo para que pudiera completar la evangelización. De vuelta, Timoteo informa a Pablo de cómo van las cosas y , ya desde Corinto, donde se habían establecido los misioneros, escribe lo que será el primer texto oficial del Nuevo Testamento. Antes de que los Evangelios tomaran cuerpo, esta carta (1Tes) será la primera manifestación de la misión y del proyecto que el cristianismo deberá llevar a cabo en el mundo de entonces.
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Indice: • Introducción general |
1.- 1 Tesalonicences 1 |
2.- 1 Tesalonicences 2 |
3.- 1 Tesalonicences 3 |
4.- 1 Tesalonicences 4 |
5.- 1 Tesalonicences 5 |
PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS TESALONICENSES |
Fecha: El año y el lugar no se han determinado con seguridad. Se cree generalmente que ésta fue la primera de todas las cartas de Pablo y probablemente fue escrita desde Corinto, 49 - 54 d.C. La Iglesia: Fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero. Allí encontró una oposición violenta a su obra, pero tuvo éxito en ganar a algunos judíos y a numeroso griegos, que le hizo posible el establecimiento de una iglesia fiel. Lea Hechos 17:1 - 10. Marco Histórico: Pablo había enviado a Timoteo a animar y a fortalecer a la iglesia. Este a su regreso le dio un informe que evidentemente motivó al apóstol a escribir la carta. (ver 3:6). Temas Principales: Esta es una de las cartas más personales de todas las de Pablo. No es tan doctrinal o polémica como algunas de las otras. El cuerpo de de la carta consiste principalmente de recomendaciones, reminiscencias personales, consejos y exhortaciones. La verdad central, resaltada ampliamente, es la esperanza futura de la venida de Cristo. E n vida del apóstol Pablo, Tesalónica (la actual Salónica) era la capital de la provincia romana de Macedonia. Gozaba de una economía floreciente, debida en gran parte a su magnífico emplazamiento, con un puerto que se abría al mar Egeo y daba entrada y salida a buena parte del importante tráfico comercial entre Roma y Asia Menor. La población tesalonicense era numerosa. Estaba formada por una mezcla de residentes nativos y extranjeros, agrupados estos últimos en colonias de las más diversas nacionalidades, entre las cuales se contaba la judía, que debía de ser importante puesto que disponía de su propia sinagoga (Hch 17.1). El evangelio en Europa Pablo y sus colaboradores fueron los primeros en llevar a Europa el evangelio de Jesucristo. Habiendo zarpado del puerto de Troas, desembarcaron en Neápolis y luego se dirigieron a Filipos (Hch 16.11–12), desde donde, «pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica» (Hch 17.1; 1 Ts 2.1–2). El libro de los Hechos registra las discusiones que Pablo mantuvo con los judíos de Tesalónica durante tres sábados (Hch 17.2). La estadía del apóstol en la ciudad se prolongó probablemente por unos tres meses, a juzgar por todo lo que allí aconteció (Hch 17.4–9; cf. Fil 4.16 acerca de la ayuda recibida «una y otra vez» de los filipenses). La actividad de Pablo en Tesalónica dio como fruto la conversión de algunos judíos, «un gran número de griegos piadosos, y mujeres nobles no pocas» (Hch 17.4). Pero también provocó los celos de «judíos que no creían», los cuales «alborotaron la ciudad» hasta el punto de obligar al apóstol a abandonarla precipitadamente (Hch 17.5–10). Fecha y lugar de redacción Desde Tesalónica, Pablo se dirigió a Berea (Hch 17.10), luego a Atenas (Hch 17.15) y finalmente a Corinto (Hch 18.1), donde alrededor del año 50 redactó esta Primera epístola a los Tesalonicenses (=1 Ts) (3.6; cf. Hch 18.5). Es la carta más antigua de las que conocemos del apóstol y, probablemente, también el documento más antiguo del NT. La intención de Pablo era regresar pronto a Tesalónica, pero no pudo hacerlo. Así es que desde Atenas mandó a Timoteo (2.17–18; 3.2, 5–6), encargándole que animara a los creyentes y que luego se reuniera con él para informarle de la marcha de los asuntos en aquella iglesia. Timoteo hizo el viaje, y volvió a Corinto. En términos generales, las noticias que llevaba a Pablo eran buenas, aunque también hablaban de cierta falta de madurez entre los cristianos de Tesalónica. De todos modos, Pablo se sintió satisfecho, y no tardó en manifestarlo por escrito. Contenido y estructura La primera de las dos secciones principales en que se divide el texto (2.1–3.13 y 4.1–5.24) está precedida de un saludo (1.1) y una acción de gracias (1.2–10). Tras esta introducción, el apóstol recuerda su ministerio en Macedonia (2.1–16), expone las razones que lo movieron a enviar a Timoteo en vez de volver él mismo a Tesalónica (2.17–3.5) y da gracias a Dios por las buenas noticias de las que Timoteo, al regresar, había sido portador (3.6–13). La segunda sección contiene una exhortación a vivir en paz y en fidelidad a Dios (4.3–12). El retorno del Señor, dice, es inminente; pero el momento, desconocido. Por lo tanto, es necesario estar atentos y vigilantes (4.13–5.11), puesto que su día «vendrá así como ladrón en la noche» (5.2). Los que ya murieron, resucitarán (4.13–16); y juntos, ellos y «los que hayamos quedado, seremos arrebatados... para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor» (4.17). La carta concluye con una invitación a todos los creyentes (5.25–28), para que cumplan con solicitud sus responsabilidades como miembros de la iglesia de Jesucristo (5.12–24). ESQUEMA DEL CONTENIDO: Prólogo (1.1–10) 1. Ministerio de Pablo en Tesalónica (2.1–3.13) 2. Diversas exhortaciones (4.1–5.24) Epílogo: Salutaciones y bendición final (5.25–28). |
Primera Carta a los Tesalonicenses
Carta escrita por Pablo de Tarso en invierno del año 51, dirigida a la comunidad de Tesalónica, fundada en el año 50. Es el documento más antiguo del Nuevo Testamento.
Mientras está en Atenas le llegan noticias preocupantes, razón por la cual había optado por quedar solo en la metrópoli, enviado a Timoteo, pero éste ha regresado con buenas noticias. Parece escribir desde la vecina ciudad de Corinto, según Hechos 18,1.5. Les expresa su deseo de volver a Tesalónica. Remite la carta a través de Timoteo. [2]
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (1 Tes 1, 1)
Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. (1 Tes 1, 6)
... cómo abandonando los ídolos, os volvisteis al Dios vivo y verdadero, y vivir guardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. (1 Tes 1, 9b-10)
Según autores pertenecientes a la apologética católica, aunque no se nombra en todo el Nuevo Testamento a la Santísima Trinidad, se señala que ya en esta carta se habla del Espíritu Santo, de Dios Padre y de su Hijo. De la afirmación monoteísta de un sólo Dios vivo y verdadero. De la esperanza en la segunda venida de Jesucristo, y de su papel redentor.
Se afirma la creencia en la resurrección de los muertos.
Creían en esos momentos que la segunda venida de Cristo era inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos morían sin haber visto llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos. Por esta razón, Pablo continúa:
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues Él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4, 15-17)
Manifiesta que, a pesar de la inminencia del fin de los tiempos, no deben abandonar sus trabajos ni vivir a costa de nadie. [3]
Bibliografía
Escribe desde Corinto
Pablo cuenta haber encontrado fuerte oposición, sufrimientos e injurias en Filipos. Después, actuó en Tesalónica con éxito, dirigiéndose en especial a los paganos, a quienes dio un trato paternal, “suave y enérgico”. A continuación, la comunidad de Tesalónica sufrió persecución. [1]Mientras está en Atenas le llegan noticias preocupantes, razón por la cual había optado por quedar solo en la metrópoli, enviado a Timoteo, pero éste ha regresado con buenas noticias. Parece escribir desde la vecina ciudad de Corinto, según Hechos 18,1.5. Les expresa su deseo de volver a Tesalónica. Remite la carta a través de Timoteo. [2]
Cuestiones dogmáticas
Esboza algunos dogmas del cristianismo.Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (1 Tes 1, 1)
Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. (1 Tes 1, 6)
... cómo abandonando los ídolos, os volvisteis al Dios vivo y verdadero, y vivir guardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. (1 Tes 1, 9b-10)
Según autores pertenecientes a la apologética católica, aunque no se nombra en todo el Nuevo Testamento a la Santísima Trinidad, se señala que ya en esta carta se habla del Espíritu Santo, de Dios Padre y de su Hijo. De la afirmación monoteísta de un sólo Dios vivo y verdadero. De la esperanza en la segunda venida de Jesucristo, y de su papel redentor.
Kyrios
Se da a Jesús el título de Señor, que era habitualmente utilizado para dirigirse al dios nacional en los países del entorno de Judea (Egipto, Mesopotamia, etc.). Esta misma palabra (Kyrios) es la que se utiliza en la Biblia de los Setenta para traducir el tetragrama YHWH (Yahveh) que representa al Dios de Israel. Este hecho promueve la teoría de que ya en esta fecha Pablo de Tarso daba carácter de divinidad a Jesús. Hay autores que niegan esta posibilidad, aduciendo que el título de Señor también se daba tanto a los reyes y soberanos, como a los dioses personales del helenismo. Algunos defienden que Pablo diviniza a Jesús precisamente por influencia helenística, al modo de Dioniso. Otros, como Crossan, inciden en el hecho de que Pablo no abandona nunca su monoteísmo judío y que Jesús es proclamado Señor y Salvador con los mismos títulos que se daban al César de Roma.La resurrección de los muertos
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con Él. (1 Tes 4, 13-14)Se afirma la creencia en la resurrección de los muertos.
Creían en esos momentos que la segunda venida de Cristo era inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos morían sin haber visto llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos. Por esta razón, Pablo continúa:
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues Él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4, 15-17)
Manifiesta que, a pesar de la inminencia del fin de los tiempos, no deben abandonar sus trabajos ni vivir a costa de nadie. [3]
Organización de las comunidades
Un pequeño grupo de personas parece trabajar velando por el «orden de la comunidad». (1Tes 5,11-15)Jesús en la primera carta a los Tesalonicenses
Jesús de Nazaret en su aspecto humano, no era de interés para Pablo, aportando escasos datos biográficos. Pueden extraerse los siguientes en esta carta:- Dios ha resucitado a su Hijo Jesús de entre los muertos (1Tes 1,10)
- En Judea los judíos mataron al Señor Jesús (2,14-15)
- Jesús ha muerto y resucitado (4,14)
- Jesucristo murió por nosotros (5,9-10)
Referencias
- J.D.Crossan, J.L.Reed "En busca de Pablo" Ed.Verbo Divino. 2006
- Etienne Charpentier, Régis Burnet. "Para leer el Nuevo Testamento". Ed.Verbo Divino. 2006
- Biblia para la iniciación cristiana. Nuevo Testamento. Ed.Secretariado Nacional de Catequesis. Madrid, 1987. ISBN 84-7141-008-7
- ↑ 1Tes 1,5-9; 2,2.11-12.14; 3,4
- ↑ 1Tes 2,17-18; 3,1-2.4-5
- ↑ 1Tes 4,3.6.911; 5,14
- ↑ Birger Pearson, citado en J.D.Crossan, J.L.Reed "En busca de Pablo" Ed.Verbo Divino. 2006
Epístolas a los Tesalonicenses
De Enciclopedia Católica
La Iglesia de Tesalónica
Después de que Pablo y Silas, durante el segundo viaje misionero del Apóstol, dejaron Filipo, procedieron a Tesalónica. (Thessalonike, Salónica), quizás porque en la ciudad había una sinagoga de los judíos (Hechos 17:2). Tesalónica era la capital de la provincia romana de Macedonia. Era una ciudad libre, regida por una asamblea popular (Hechos. Hechos 17:5, eis ton demon) y magistrados (Cf. verso 6, epi tous politarchas). S. Pablo comenzó inmediatamente a predicar el Evangelio a los judíos y prosélitos.Por tres sucesivos sabbats explicó las Escrituras en la sinagoga, poco a poco conduciendo a los que escuchaban la tremenda verdad de que era necesario que Cristo muriera y resucitara de entre los muertos y que Jesús, a quien Pablo predicaba era ese Cristo. Algunos judíos creyeron y se pusieron de parte de Pablo y Silas.
Parece que Pablo permaneció algún tiempo en la ciudad porque según la lectura del Códice Bezæ (siglo V), y la Vulgata y las versiones coptas (Hechos 17:4), convirtió a un gran número no solo de prosélitos (ton te sebomenon) sino de gentiles griegos (kai Hellenon). En primer lugar es improbable que un gran número de estos últimos fueran ganados para la fe durante las tres semanas dedicadas a las sinagogas. Pablo hacía trabajo manual día y noche, para no se una carga para su conversos (1 Tes. 2:9). Y en segundo sería raro que lugar los conversos de la idolatría (1 Tes. 1:9) se hubieran convertido, después de un apostolado tan breve, en modelo para todos los que creen en macedonia y en Acaya” (1 Tes 1:7). En tercer lugar la iglesia de Filipos envió limosna dos veces a Pablo a Tesalónica (Fil., 4,16), un hecho que parece indicar que su estancia allí fue de más de tres semanas.
Sea lo que fuere, el éxito del apostolado de Pablo entre judíos prosélitos y helenos junto con la conversión de “no pocas damas nobles” (Hechos 17:4), desató la furia envidiosa de los judíos que reunieron un una muchedumbre de ociosos en el ágora y crearon tumultos en toda la ciudad. Asaltaron la casa de Jasón, sacaron al apóstol y lo arrastraron hasta el tribunal de los politarcas acusándole de dar cobijo a traidores, hombres que hacían de Jesús rey en vez del césar. Esa noche los hermanos lograron que su maestro escapara a Berea, donde el evangelio de Pablo encontró una acogida más entusiasta de la que le había dado la sinagoga de Tesalónica. Los judíos de esa ciudad llevaron a Pablo a Berea y allí también excitaron a las masas contra él. El dejó a Silas y Timoteo para completar su obra y se fue a Atenas. (Hechos 17:1-15).
Primera Epístola
Autenticidad
(1) Pruebas externas.(a) 2 Tesalonicenses.
La prueba externa mas fuerte en favor de 1 Tes. es 2 Tes., que, sea cual fuere su fecha, es el primer documento que presupone claramente que 1 Tes., fue escrita por Pablo.
(b) Manuscritos. La prueba de los manuscritos solos es tal que deja la autenticidad de esta epístola más allá de ninguna duda; en el texto griego del Códice Sinaítico (siglo cuarto), el Códice Vaticano (siglo cuarto) y Códice Alejandrino (siglo quinto); y es en las versiones Antigua Latina y Siríaca en las que se remonta la autenticidad hasta mediados del siglo segundo.
(c) Los Padres Apostólicos suministran pruebas del temprano uso de la Epístola como Sagrada Escritura. S. Ignacio de Antioquia (m. 110-17, d.C,. según la cronología de Harnack que seguiremos en este artículo, en Efes", X, i, probablemente usa el adialeiptos proseuchesthai, "ora sin cesar", de I Tes., v, 17; y sin duda tenía en mente 1 Tes. 2,4, cuando escribía a los Romanos (2,1) el pensamiento distintivo paulino ou thelo hymas anthropareskein alla theo, "Quiero que no agradéis a ningún hombre sino a Dios” . Porque San Ignacio, como los otros Padres Apostólicos, cita de memoria, sin la exactitud de los Padres posteriores y sin mencionar nunca el nombre del escritor sagrado que cita. El profesor de teología del colegio Margaret de Cambridge, Dr. Inge, dice: “La prueba de que Ignacio conocía Tesalonicenses es casi nula” (Cf. "The New Testament in the Apostolic Fathers", Oxford, 1905, p. 74). Contra tal escepticismo, el claro uso de S. Pablo por los Padres Apostólicos no admite duda. Harnack, a que no se le puede acusar de demasiada credulidad, piensa que S. Ignacio de Antioquia tenía una colección de Epístolas Paulinas y que hacia el año 117, S. Policarpo de Esmirna, había completado una colección (eine ganze Sammlung) y vivía verdaderamente según ella. (Cf. Chronologie der altchristlichen Litteratur, I, 249, note 2). En el “Pastor de Hermas (140 d.C) encontramos la frase de I Tes. v, 13, "estad en paz entre vosotros” (eireneuete en heautois) varias veces, utilizada casi como aparece en los códigos Vaticano y Alejandrino (Cf. Hermas, "Simil.", VIII, vii, 2; "Vis.", III, vi, 3; III, ix, 2, 10; III, xii, 3).
Los Padres apologéticos son claros y terminantes. S. Ireneo (181-9 d.C) cita I Tes., v, 23, expresamente atribuyendo las palabras a la Primera Epístola a los Tesalonicenses ("Contra hæreses", V, VI, 1 in P. G., VIII, 1138), y I Tes., v, 3, como dichos del Apóstol (ibid., V, XXX, 2 en P. G., VII, 1205). Tertuliano cita largos pasajes de cada uno de los cinco capítulos de I Tes. Para probar su tesis de la resurrección de los cuerpos ("Liber de resurrectione carnis", xxiv, en P. L., II, 874) y usa la epístola contra Marción ("Adv. Marcionem", V, XV en P. L., II, 541). S. Clemente de Alejandría (190-210 d. C.) cita frecuentemente esta breve carta -- Cf. "Pædagogus", I, v, 19 (edic. de Stählin., I, 101) y "Stromata", I, i, 6 (edic. de Stählin., II, 5) para I Tes., ii, 5-7; "Stromata", II, xi, 4, IV, xii (edic. de Stählin , II, 138 y 286),para una alusión a I Tes., iv, 3, y una cita exacta del mismo capítulo; "Pædagogus", II, ix, III, xii, IV, xxii (edic. de Stähli., I, 206 y 288, y P. G., VIII, 1352) para casi todos los versículos de I Tes., v, i.e. vers. 5, 8, 13, 15, 19, 22; "Stromata", I, xi (edic. de Stählin, II, 34) para una cita del mismo capítulo. Tan fuerte es la prueba externa a favor de la autenticidad de I Tes. que todos los especialistas excepto los que, siguiendo las pruebas internas, niegan la autenticidad paulina de todas sus epístolas.
(2) Pruebas internas
En I Tes. Se enseñan todas las principales doctrinas paulinas – L muerte y resurrección de Cristo (i, 10; iv, 14; v, 10); su divinidad y filiación del Dios vivo (i, 9, 10); la resurrección de los cuerpos (iv, 15-18), la mediación de Cristo (v, 10); la llamada de las naciones al reino de Cristo que es la Iglesia (ii, 12), santificación por la habitación del Espíritu Santo (iv, 8).
El estilo directo y plano, la preocupación afectuosa del escritor por sus hijos espirituales, su impaciencia con los judaizantes, la preponderancia de las afirmaciones personales sobre las doctrinales, la franca y honesta revelación del escritor – todas astas características distintivas paulinas son argumentos fuertes a favor de la autenticidad de esta carta.
Baur, el primer promotor de las ideas de la escuela Neo-Tubinga fue el primero fue el primero en dejar a un lado las pruebas externas y atacar seriamente la autenticidad de I Tesalonicenses por las pruebas internas (Cf. "Der Apostel Paulus", ed. 2, II, 94). Fue seguido por Nowack, "Der Ursprung des Christentums" (Leipzig, 1857), II, 313; Volkmar, "Mose, Prophezie und Himmelfahrt" (Leipzig, 1867), 114; y Van der Vries, "De beiden brieven aan de Thessalonicensen" (Leyden, 1865). Las razones de Baur y sus seguidores son triviales:
• La falta de doctrina hace la carta indigna de Pablo. Pero ya hemos notado que las principales líneas de la enseñanza de Pablo están incluidas en esta breve carta .Más aun, la carta en una revelación muy conmovedora del gran corazón de Pablo y como tal encaja en el conocido Apóstol.
• La carta es una falsificación torpe. El autor ha trabajado su historia partiendo de los Hechos. Pablo no habría escrito ii, 14-16. Es arbitrario comparar las angustias infligidas por los judíos a la iglesia de Tesalónica con los males causados a la iglesia de Judea. No es propio de Pablo poner a los judeo-cristianos como ejemplos para los conversos paganos (Baur, op. cit., 482).
• Esta objeción puramente subjetiva no tiene valor. El Apóstol tenía una menta mucho más amplia para estar sujeto a las estrechas ideas de Baur. Es verdad que en sus últimas cartas – a los corintios, romanos y gálatas, por ejemplo no podemos ver la yuxtaposición de los judíos con los gentiles cristianos, peor los judaizantes no causaban tantos problemas a Pablo cuando escribió a los Tesalonicenses como cuando escribió a los Romanos.
• La expresión ephthase de ep autous he orge eis telos, "la ira ha caído sobre ellos hasta el final” (ii, 16), naturalmente se refiere a la destrucción de Jerusalén (70 d.C) como un castigo realizado por matar al Señor Jesús. Esta es una asunción sin garantías. La frase eis telos es indefinida; no tiene artículo determinado ni ningún calificativo que la defina; modifica ephthase y no refiere a ningún final determinado o ya cumplido ni que se vaya a cumplir: S. Pablo ve de forma indefinida pero con seguridad el final que se acerca, lee la lectura legible de la pared y la interpreta:”La ira (de Dios) ha venido sobre ellos hasta hacer de ellos un final” (iv).
• Baur (op. cit., 485) encuentra la escatología de epístola, poco paulina. En Corintios, Romanos y Gálatas, por ejemplo, no hay esta inmersión en el futuro, nada se dice de la Parousía o segunda venida de Jesús. Pero la razón es clara – aquellos a los que escribía Pablo sus grandes y últimas epístolas no tenían las dificultades escatológicas de los Tesalonicenses. El adaptaba sus cartas a las necesidades de aquellos a quienes escribía. El hecho mismo de la aprehensión de una inmediata Parousía no sea mencionado en las últimas cartas hubiera prevenido al falsificador de introducir como paulino un tópico tan inusual.
Estatus en el Canon
Las dos epístolas a los Tesalonicenses están incluidas entre los libros canónicos aceptados por los concilios Vaticano I, Trento y Florencia y están entre los homologoumena de todas las listas primitivas de las Escrituras canónicas neotestamentarias. Por ejemplo, por mencionar solo las recibidas en el canon de Trento, estas dos epístolas están en las listas del Fragmento Muratoriano (195-205 d. C.), en los cánones de S. Atanasio de Alejandría (375 d.C.), del Tercer Concilio de Cartago (397 d.C), en el que tomó parte S. Agustín, el de S. Epifanio (403 d.C), el de Inocencio I (405 d.C) y en el de Gelasio (492 d. C). De hecho no hay razón para dudar de la canonicidad de ambas.Tiempo y Lugar
El textus receptus, al final de las dos Epístolas, afirma que fueron escritas desde Atenas (egraphe apo Athenon); y esto está también incluido en los códices Grandes Unciales A, B2, K2, L2 – es decir Alejandrino (siglo cuarto) Vaticano (correcto del siglo quinto) Mosquense y Angélico (ambos del siglo nueve); está de igual manera traducido en importantes manuscritos latinos, siríacos y coptos. Sin embargo no puede haber duda que las cartas fueron escritas durante la primera estancia de Pablo en Corinto. Timoteo había sido enviado a Tesalónica por Pablo, desde Atenas, (1 Tes 3:2). De ahí que algunos Padres infiriesen que, en esa misión, Timoteo llevara I Tesalonicenses. Pero la inferencia es errónea. Como dice Rendel Harris en "The Expositor" (1898), 174, Pablo puede haber enviado otra carta desde Atenas a los Tesalonicenses por medio de Timoteo, pero no pudo enviar I Tesalonicenses con él ya que Pablo dice claramente que Timoteo había vuelto de Tesalónica antes de escribir I Tesalonicenses (Cf. iii, 6). ¿Cuándo volvió? I Tes. No lo dice. Hechos, xviii, 5, da la respuesta. Cuando Timoteo volvió a Pablo desde Macedonia junto con Silas, el Apóstol estaba en Corinto. Las noticias que le trajo Timoteo fueron la ocasión para I Tesalonicenses. Más aún en el saludo con el que comienza cada carta, los nombre de Pablo, Silvano (i.e. Silas), y Timoteo se agrupan juntos; y sabemos que los tres estuvieron junto en Corinto (Hechos 18:5) durante la primera visita de Pablo a esa ciudad (ver también 2 Cor. 1:19). No tenemos pruebas de que estuvieran juntos en ningún otro lugar. I Tes. , fue, pues, escrita durante los dieciocho meses que Pablo permaneció en Corinto, es decir, en los años 48 ó 49, según la cronología de Harnack, "Chronologie der altchristlichen Litteratur" (Leipzig, 1897), I, 717; en el año 53 ó 54 según el esquema de la cronología paulina comúnmente aceptado. Ambas cartas son consideradas como las primeras paulinas que nos han llegado. Pocos consideran probado que Pablo escribiera a los Gálatas del sur antes de escribir a los Tesalonicenses: ver Zahn, "Einleitung in das Neue Testament" Leipzig, 1897), I, 138.Ocasión
Al llegar a Atenas, Pablo enseguida se puso a convertir a los judíos, prosélitos y gentiles de la ciudad. Entre estos últimos tuvo muy poco éxito. Los Epicúreos y Estoicos sobre todo le creyeron un charlatán del ágora y le ridiculizaron en la colina de Ares o le echaban fuera, (Hechos 17:16-32). Mientras tanto, el sentía temor por la iglesia de Tesalónica. Mientras él estuvo allí, solo los judíos intentaban aniquilar su obra; pero en su ausencia, los gentiles se unieron a los judíos (1 Tes. 2:14), atacando la fe de sus hijos. Pablo deseaba profundamente verles una vez más. En su intenso afecto y preocupación se arranca con el plural en primera persona:”Queríamos haber vuelto a vosotros, hasta yo, Pablo y eso una y otra vez; pero Satán lo impidió” (ii, 18). El obstáculo puesto por Satán era probablemente la seguridad contra su retorno que había dado Jasón y algunos amigos (Hechos 17:9). Al no ser capaz de seguir los deseos de su corazón, Pablo envió a Timoteo para salvar el rebaño de los voraces lobos (1 Tes. 2:2). Los Hechos no mencionan esta legación de Timoteo de Atenas a Tesalónica. Poco después Pablo salió hacia Corinto (Hechos 18:1). Timoteo, que había vuelto de Tesalónica, trajo el testimonio de los que había visto de las condiciones en las que estaban los fieles de esa ciudad. Rendel Harris en "El Expositor" (1898), 167, piensa que los Tesalonicenses enviaron a Pablo una carta con Timoteo y para hacer buena su teoría cita I Tes., i, 2, 5; ii, 1, 5, 9-13; iii, 3-6. Puede haber una cierta base para su conjetura en “También nosotros” (kai hemeis) de I, ii, 13; "También yo " (kago) de I, iii, 5, y en "tenéis siempre buenos recuerdos de nosotros” (echete mneian hemon agaphen) de I, iii, 6. Sea lo que fuere, ya por carta o de palabra, Timoteo informó completamente a Pablo de las necesidades de la comunidad cristiana de Tesalónica; y estas necesidades fueron la ocasión de la Primera Epístola a esa comunidad.Contenido
Ninguna otra carta de S. Pablo a una iglesia es tan fácil y tan epistolar; desafía el estricto análisis doctrinal y es más personal que doctrinal. Solo par hacer alguna división podemos considerar los capítulos i y iii como personales, y los iv y v como doctrinales.• Parte personal – desahogo libre de de los temores del corazón de un misionero. Lleno de gozo por oír que están firmes en la fe que él les predicó (i, 2, 8); habla con afecto sobre sus trabajos y su estancia entre ellos (I, 9-ii, 12); agradece a Dios porque han recibido de él la palabra de Dios (ii, 13 - 16); insinúa delicadamente sus aprehensiones por ellos diciéndoles cuanto deseaba verles cuando estaba en Atenas y cómo envió a Timoteo en su lugar y qué descanso y paz mental siente (ii, 17-iii, 10) con las noticias de Timoteo. A continuación sigue una oración breve y hermosa que resume los deseos del gran corazón del Apóstol (iii, 11-13).
• Parte Doctrinal. Con esta oración termino lo que se considera libre y epistolar. Sigue como una corta frase que sirve de transición “Por lo demás, hermanos…” y una exhortación directa muy paulina, sobre como “deberían andar parta agradar a Dios” por la pureza (iv, 1-8), el amos fraterno (iv, 9-10), y trabajo pacífico (vers. 11). La paz de la actividad diaria había sido alterada por una indolencia fanática debida a la supuesta llegada inminente de la Parousía. De ahí el pasaje escatológico que sigue. Los hermanos que han muerto tomarán parte en la Segunda Venida igual que los que están vivos; el tiempo de la Parousía es incierto así que lo que renecesita es estar alerta y no en estado letárgico (v, 1-11). La carta termina con una serie de breves y directa exhortaciones para que se respete a los maestros religiosos y las otras virtudes que constituyen la gloria de la vida cristiana (v, 12-22); las bendiciones y saludos apostólicos una petición de oraciones y el encargo de que la carta sea leída en público (verses 23-28).
Segunda epístola
Autenticidad
(1) Pruebas externas.Las pruebas de los manuscritos es la misma para Segunda Tesalonicenses es la misma que para la Primera Tesalonicenses y lo mismo las antiguas versiones. Los Padres Apostólicos y Apologéticos están más claramente a favor de II Tesalonicenses que de I Tesalonicenses. S. Ignacio, en Rom. x, 3, cita una frase de II Tes., iii, 5, eis ten hypomonen tou Christou, "en la paciencia de Cristo". S. Policarpo (XI, 3) refiere la carta a S. Pablo aunque, por un fallo de memoria, da por hecho que el Apóstol se gloría (2 Tes. 1:4) en otra iglesia macedonia, la de los Filipenses; Policarpo usa II Tes. (XI, 1) en otra parte II Tes., iii, 15. S. Justino (ca. 150 d.C.), en "Dialog.", xxxii (P.G., VI, 544), parece tener en mente el lenguaje escatológico de esta carta. Además está fijada como paulina en el canon de Marción (ca. 140 d.C.)
(2) Pruebas Internas.
La dependencia literaria de II Tesalonicenses de I Tesalonicenses es irrefutable. El escritor de la primera debe haber escrito la última y no mucho después. II Tes. ii, 15, y iii, 6, se explican por I Tes., iv, 1-8 y 11. Se acepta que el estilo de las dos cartas es idéntico; las oraciones (I, iii 11, v, 23; II, ii, 16, iii, 16), saludos (I, i, 1; II, i, 1, 2) agradecimientos (I, i, 2; II, i, 3), y transiciones (I, iv, 1; II, iii, 1) son notablemente parecidas en la forma. Dos tercios de II Tes. es igual que I Tes. En vocabulario y estilo. Más aún, la estructura de la Epístola, el tema de la misma, y los arranques emotivos de oraciones para los destinatarios y de la exhortación son todas característicamente paulinas. El argumento de la evidencia interna es tan fuerte que ha ganando la aprobación de críticos como Harnack (Chronologie, I, 238) y Jülicher (Einleitung, 40). Schmiedel, Holtzmann, Weizacker, y otros niegan la fuerza del argumento por las pruebas internas. Esta similitud con I Tesalonicenses en vocabulario y estilo juegan en contra de la autenticidad de II tesalonicenses; la carta es demasiado paulina, el autor fue un muy buen falsificador que unos sesenta años después tomó la Primera a los Tesalonicenses y la refundió. No se ha dado el motivo para tal falsificación, no se ha aportado ninguna prueba de ningún escritor post-apostólico tan listo como para hacer pasar esta carta por imitación paulina.
Escatología de Pablo: La principal objeción es que la escatología de Pablo en II Tes., contradice la de I Tes. : la carta es en esto no-paulina. En I Tes., iv, 14-v, 3, el escritor dice que la Parousía está lejana. Los no católicos que mantienen la autoría paulina de las dos cartas admiten generalmente que Pablo predijo la segunda venida dentro del tiempo de su propia vida y creen que los signos que narra en II Thess., ii, como preludio de esa venida no implican un largo intervalo ni que Pablo esperara morir antes de que esos signos ocurrieran. Los católicos insisten en que Pablo no pudo haber dicho que la Parousía ocurriría durante su vida. De haberlo hecho, hubiera errado; la palabra de Dios no puede ser errónea; el error sería del Espíritu Santo más que de S: Pablo. Verdaderamente, la Versión Douay parece implicar que la Parousía era inminente:” Entonces, nosotros los que estamos vivos, los que hemos quedado, seremos tomados con todos los demás hacia las nubes a encontrarnos con Cristo, en el aire, y así estaremos siempre con el señor,” (1 Tes.4:16). La Vulgata no es más clara: Nos, qui vivimus, qui residui sumus" etc. (iv, 15-17). El texto original resuelve la dificultad: hemeis oi zontes oi paraleipomenoi, ama syn autois arpagesometha. Aquí, la sintaxis helenística va en paralelo con la ática. La sentencia es condicional. Los dos participios de presente representan dos futuros precedidos por ei; los participios ocupan el lugar de una protasis. La traducción es: Nosotros, si estamos vivos -- si hemos sido dejados – (en la tierra) seremos elevados etc”. Una construcción similar es utilizada por Pablo en I Cor. xi, 29 (Cf. Moulton "Grammar of New Testament Greek", Edinburgh, 1906, I, 230). S. Pablo no es aquí más definido sobre el tiempo de la Parousía que en I Tes., v, 2, cuando escribió “que el día del Señor vendrá a la manera de un ladrón en la noche”. Hay en la Escatología de S. Pablo la misma indefinición sobre el tiempo de la Parousía que en los dichos escatológicos de Jesús tal como los relatan los Sinópticos (Mat. 24:5-45; Marc. 13:7-37; Lucas 21:20-36). "De ese día u hora nadie sabe, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre " (Marc. 13:32).
En el depósito de fe dado por el padre al Hijo, para que el Hijo lo entregue a la Iglesia, el tiempo de la Parousía no está contenido. Aceptamos que S. Pablo no conocía el tiempo de la Parousía; no podemos aceptar que lo supiera equivocadamente y lo escribiera erróneamente como palabra inspirada de Dios y parte del depósito de la fe.
Respecto al resto de las objeciones sobre que el carácter apocalíptico de ii, 2-12, es post-paulino y que depende de la tardía composición del Apocalipsis de Juan (93-96 d.C)) o, peor aun de la historia del Nerón redivivus (Tacitus "Hist.", II, viii), contestamos que esta afirmación es enteramente gratuita. S. Pablo consiguió sus ideas apocalípticas de la misma fuente que Juan, es decir de la revelación a él mismo o del Antiguo Testamento o de la tradición. La mayoría de los detalles de su descripción apocalíptica de la Parousía se dan en otros Apocalipsis (1 Juan 2:18; Mat. 24:24; Lucas 21:8; Marcos 13:22; Deuteronomio 13:1-5; Ezequiel 38 y 39; Daniel 7, 8, 9, 11, 12 etc.). El hombre de pecado, Belial, el casi completo triunfo del mal poco inmediatamente antes del fin de los tiempos, la casi general apostasía, los portentos y otros signos son familiares en el Antiguo Testamento y en los escritos apocalípticos del N. T.
Estatus en el Canon
La canonicidad de 2 Tes. puede ser tratada junto con la de 1 Tes.Tiempo y lugar
2 Tes. fue escrita en Corinto no mucho después de I Tes., porque ambos Timoteo y Silas aun están con Pablo (i, 1), y el silencio de Hechos muestra que, una vez que Pablo dejó Corinto, Silas ya no era su compañero de ministerio. Parece haber alusiones en iii, 2, a la problemática estancia de un año y medio en Corinto (Hechos 18);en ii, 14, a la carta recientemente escrita a los Tesalonicenses; y en iii, 7-9, a que el ministerio de Pablo entre ellos es recienteOcasión
La escatología de I Tes. Había sido mal entendida por los Tesalonicenses; ellos daban por hecho que el día del señor era inminente (ii, 2); habían sido confundidos por las exageraciones de personas liantes y quizás por una carta falsificada que se atribuía a Pablo (ii, 2; iii, 17). Más aún , la conducta desordenada de algunos (iii, 6, 11) preocupaba mucho al Apóstol. Esa preocupación es lo que muestra en la cartaContenido
Los tres capítulos en que se divide la carta actualmente analizan de forma apropiada el pensamiento. En el primero hay un saludo, agradecimientos por la fe y el amor de los tesalonicenses y una confirmación de la recompensa divina a ellos y a sus perseguidores. En el segundo capítulo está el pensamiento fundamental de la carta –la escatología. Se detallan ciertas señales que deben preceder a la Parousía. Hasta que esas señales aparezcan, no hay razón para tener miedo y abandonar los sentidos. El tercer capítulo es la petición normal de Pablo: oraciones, consejos para evitar el desorden y una alusión verdaderamente paulina al ejemplo que les ha dado y la final identificación de la carta por un saludo escrito por su propia mano.Bibliografía
De los Padres griegos cuyos comentarios a I y II Tesalonicenses nos han llegado, S. Juan Crisóstomo es de lejos el más conocedor. Teodoreto es breve y conciso. Teodoro de Mopsuestia (ca. 415 d.C.) fuerza al Apóstol a acomodarse a sus propias ideas. Eutalio el Diácono depende de Teodoreto. S. Juan Damasceno, de S. Juan Crisóstomo. Entre los Padres latinos, Ambrosiaster (ca. 730) a veces se equivoca en cuestiones de fe. Primasio (ca.556) reúne la explicación de Ambrosiaster, Pelagio, S. Agustín S. Jerónimo.Los grandes comentadores católicos de tiempos más recientes: JUSTINIANI (Lion, 1612), A LAPIDE (Amberes, 1614), CAYETANO (Roma, 1529), SALMERÓN (Madrid, 1602), KISTEMAKER (Münster, 1822), McEVILLY (Dublin, 1875), BISPING (Münster, 1873), MAUNOURY (Paris, 1878), ROEHM (Passau, 1885), JOHANNES (Dillingen, 1898), PANEK (Ratisbona, 1886), PRAT, La théologie de Saint Paul (Paris, 1908), PICONIO (Pans, 1837), PERONNE (Paris, 1881), TOUSSAINT (Paris, 1910).
Los principales comentarios protestantes son los de LIGHTFOOT (Notes, 1895), DRUMMOND (1899), FINDLAY (1904), MILLIGAN (1908), SCHMIEDEL (1892), B. WEISS (1896).
Fuente: Drum, Walter. "Epistles to the Thessalonians." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912.< http://www.newadvent.org/cathen/14629d.htm>.
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