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martes, 4 de junio de 2013

Eugenio I Papa, Santo


LXXV Papa, Junio 2
 
Eugenio I, Santo
Eugenio I, Santo

San Eugenio I nació en Roma. Fue elegido por expresa voluntad del emperador Constante, un año antes de la muerte de Martín, mientras éste era conducido en cadenas a Constantinopla. El clero romano y el mismo Eugenio I no se opusieron a la voluntad de Constante, probablemente no por sumisión o miedo, sino por motivos de oportunidad. Tal vez no quería indisponer al emperador quien, por ejemplo, hubiera podido hacer elegir a un papa monotelista; o quizás dando muestras de condescendencia no se quiso comprometer aún más la ya precaria posición del Papa Martín.

No hay duda de que la actitud de Eugenio fuera demasiado reverente y condescendiente, hasta tal punto que el Liber pontificalis le defino demasiado «benévolo, dulce y lleno de mansuedumbre». Se rescató hacia el final rechazando la epístola sinodal que le envió el patriarca Pedro, que contenía graves ambigüedades doctrinales en sentido monotelista, y negándose a suscribir una profesión de fe dictada por el mismo emperador. Antes bien, contestó a la provocación denunciando los abusos y las persecuciones que Martín había sufrido por parte de la Corte imperial, haciéndolos de público dominio.

Habría recibido el mismo trato que su antecesor si mientras tanto no hubiese muerto.

Se distinguió por varios reglamentos utilísimos que dio a la Iglesia en una época bastante azarosa. Prescribió que los curas tuviesen que guardar castidad perpetua.

Estuvo dotado del don de milagros, y murió en el Señor el 2 de junio del año 657.


San Eugenio I, papa
fecha: 2 de junio
†: 657 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Roma, en la basílica de San Pedro, san Eugenio I, papa, que fue sucesor de san Martín, mártir.

Eugenio fue un romano que había sido educado en el servicio de la Iglesia y que, al parecer, se distinguió por su bondad, su generosidad y su gentileza. Más o menos un año después de que el papa san Martín I había sido llevado fuera de Roma, pero cuando aún estaba con vida, se nombró a Eugenio para que ocupase su lugar y san Martín aprobó el nombramiento antes de morir. Se dice que Eugenio era candidato del emperador Constancio II, adicto al monotelismo; pero de ser cierta tal afirmación, el emperador debe haber quedado muy desilusionado por la actitud de su protegido. A raíz de su elección, el papa Eugenio envió delegados a Constantinopla, pero Constancio los hizo regresar a Roma con la exigencia de que el Papa manifestara públicamente estar de acuerdo con Pedro, el patriarca de Bizancio.

Los delegados eran portadores de una carta del jerarca bizantino, llena de ambiguos propósitos teológicos. Dicha epístola fue públicamente discutida en la iglesia de Santa María la Mayor y causó tal indignación a los clérigos y laicos presentes, que impidieron al papa Eugenio celebrar la misa, a menos que se comprometiera a responder con una rotunda negativa a las pretensiones del emperador. Tal vez se mostraron exigentes hasta este extremo, como una compensación por la ligereza con que habían aceptado a Eugenio, si éste era, efectivamente, el candidato de Constancio. De todas maneras, es muy posible que Eugenio hubiese corrido con la misma suerte que su antecesor, de no haber sido porque el emperador estaba muy ocupado en la guerra contra los árabes. Probablemente fue este papa quien recibió a san Wilfrido cuando el futuro santo, aún muy joven, partió de Inglaterra para hacer su primera visita a Roma.

Ver el Acta Sanctorum, junio, vol. I; Duchesne, Liber Pontificalis, vol. I, p. 341.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

 

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