Moniciones para la Misa. | |
La celebración Pascual Ciclo C. Ascensión del Señor
VII Domingo: Cristo glorificado es el Hombre nuevo Monición de Entrada Hoy estamos celebrando la solemnidad de la Ascensión del Señor. En las lecturas de hoy veremos que Cristo es la cabeza de la Iglesia. Él afirmó su autoridad y envió a sus seguidores a hacer discípulos y misioneros suyos en el mundo entero, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Pidamos al Espíritu de Cristo que nos de fe y fortaleza para ayudar a edificar la Iglesia. Con esta súplica empecemos nuestra celebración. De pie, por favor, para entonar el canto que dará inicio a nuestra Eucaristía de hoy. Primera lectura: Hc 1, 1-11 (Jesús se elevó a la vista de ellos) En esta lectura, tomada del libro de los Hechos de los Apóstoles, Lucas nos dice que Jesús ha convivido 40 días con sus discípulos, y los ha instruido con una nueva luz sobre el sentido del Reino de Dios. El momento de la Ascensión del Señor al cielo es la última acción personal de Jesús en el mundo. Él nos promete el Espíritu Santo. Escuchemos. Segunda lectura: Ef. 1, 17-23 (El Padre lo sentó a su derecha en el cielo) San Pablo, escribiéndoles a los efesios, indica que Cristo es dueño y Señor y estará sobre todas las cosas. Nosotros tenemos el Espíritu de Sabiduría para que comprendamos toda la profundidad de la esperanza cristiana y el poder de Jesús, para que en su nombre actuemos. Pongan mucha atención a este mensaje. Tercera lectura: Lc 24, 46-53 (Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo) Cristo nos invita a continuar su misión en todo el mundo. Por el poder del Espíritu Santo somos también sus testigos. Cristo sube al cielo para que los Apóstoles inicien la obra de predicación. De pie, por favor, para escuchar la Buena Nueva, pero antes entonemos el Aleluya. Oración Universal Exhortación Final (Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995, p. 489) Dios Padre nuestro, hoy se llena de júbilo nuestro corazón por la glorificación de Cristo Jesús. Él es el hombre nuevo; y en su exaltación gloriosa es dignificada la naturaleza humana. Por todo ello alabanza a ti, y gozo y esperanza para tus hijos: Donde está Él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar nosotros. Ilumina los ojos de nuestro corazón para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama en Cristo resucitado y cuál la riqueza de la gloria que tú das a tus elegidos. Mientras tanto, queremos cumplir la tarea que Él confió: anunciar a todos la buena nueva de tu amor de tu salvación. Danos la luz y la fuerza de tu Espíritu para esta misión. Amén. |
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
martes, 7 de mayo de 2013
Monición para la Ascensión del Señor - Ciclo C
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