Aunque tiene un exorcista designado para la diócesis, él también participa y atiende algunos casos.
En la Iglesia Católica, cualquier fiel puede rezar a Dios pidiendo protección y liberación contra las acechanzas del Demonio, sea para sí o para otra persona. Pero el exorcismo, el ceremonial oficial de la Iglesia que incluye órdenes al demonio para que deje de oprimir a una persona, está reservado al obispo.
En la práctica, por lo general un obispo delega esta función en un sacerdote exorcista, aunque hay algunos obispos en tiempos modernos que sí que han sido exorcistas con cierta asiduidad, como lo fue, por ejemplo Augusto Uribe Jaramillo en Colombia o como lo cuenta ahora Freddy Antonio de Jesús Bretón, el obispo de Baní, en República Dominicana.
El obispo Bretón ha comentado algunas de sus experiencias exorcísticas en Listín Diario.
Respecto al silencio de la Iglesia sobre la divulgación del rito, Freddy Bretón lo explica, sin pretextos: “No podemos predicar al demonio. No podemos hacerle publicidad al mal. Predicamos a Jesús Cristo”.
El obispo en un exorcismo
En la práctica, por lo general un obispo delega esta función en un sacerdote exorcista, aunque hay algunos obispos en tiempos modernos que sí que han sido exorcistas con cierta asiduidad, como lo fue, por ejemplo Augusto Uribe Jaramillo en Colombia o como lo cuenta ahora Freddy Antonio de Jesús Bretón, el obispo de Baní, en República Dominicana.
El obispo Bretón ha comentado algunas de sus experiencias exorcísticas en Listín Diario.
Respecto al silencio de la Iglesia sobre la divulgación del rito, Freddy Bretón lo explica, sin pretextos: “No podemos predicar al demonio. No podemos hacerle publicidad al mal. Predicamos a Jesús Cristo”.
El obispo en un exorcismo
“Me ha tocado estar en momentos de exorcismo: vi a una persona poseída por Satanás y ésta no mencionaba su nombre, el nombre de Dios, ni que le peguen un tizón prendido. No puede”, explica el obispo Bretón.
Refiere el caso de una joven tirada sobre el piso, retorciéndose como una culebra. “En este caso, usted podría decir: ´Ah, esos son los nervios, histeria´, pero el puntito es que usted le pida que diga bendito sea el nombre de Dios, y no lo dice ni matada”, declara al diario dominicano.
Un caso del padre Tardiff
Al obispo le gusta señalar un caso que atendió el padre Emiliano Tardiff, un misionero canadiense en República Dominicana, muy famoso en la Renovación Carismática, que murió en 1999 y está en proceso de beatificación.
“Emiliano Tardiff era un hombre de Dios que hacía maravillas. Una vez le estaba dando un retiro a sacerdotes en Suiza, cuando se aparecieron allá, no sé de qué otro país vecino, con una joven que se presumía estaba poseída por el demonio. Entonces, él se separó de los demás sacerdotes y se puso a hacerle una oración a la joven".
"Luego hicieron un experimento. Como era un retiro con sacerdotes, tenían el Santísimo expuesto para la ocasión. Seguido mandaron a buscar la custodia donde se coloca el Santísimo. Cuando le acercaban el Santísimo (a la joven) se retorcía y hacía de todo. Estaba poseída por el demonio. Luego retiraban la custodia y se tranquilizaba", señala el obispo.
Pero la historia sigue con una enseñanza sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía... y la percepción del endemoniado.
"No sé si fue idea del padre Tardif o de otro, pero sacaron la hostia consagrada y buscaron otra hostia igual, pero sin consagrar, y se la acercaron a la joven. Igual que con la custodia, esta se quedaba tranquilita. El padre Emiliano decía: nosotros no notamos la presencia de Cristo, pero el demonio sí sabe hacer la diferencia. Cuando le acercaban la hostia consagrada, la muchacha se ponía como una fiera, pero cuando le ponían la otra, sin consagrar, permanecía tranquilita”, concluye el obispo de Baní.
El ritual y los sacerdotes
“La Iglesia cuenta con un ritual para estos casos; el exorcismo es solo para un tipo de obra de mal, que es cuando el demonio subyuga a una persona, la posee. Por eso se habla de posesión diabólica”, puntualiza.
Por eso, agrega el obispo Bretón, “en cada diócesis se nombra un exorcista. Eso no lo puede hacer cualquier persona”.
Es al obispo a quien corresponde la designación del exorcista en su diócesis y a quien la Iglesia establece la condición de que este tiene que ser, según el prelado, “una persona de fe profunda, de buena conducta, sensata, de buen juicio, equilibrada, de buen testimonio, porque así lo manda la Iglesia a la hora de elegir a un sacerdote”.
En la diócesis de Baní el exorcista oficial.
ExorcismoVer también: Demonio | Posesión
El Papa recuerda la importancia del exorcismo
El Exorcismo, según el cardenal Medina
El Rito de los Exorcismos -Anuncio de publicación del decreto, 1998.Oraciones de liberación:Nota: solo un sacerdote autorizado por su obispo puede hacer exorcizar, pero los laicos pueden con prudencia orar por liberación privadamente según las siguientes oraciones:
Súplicas que pueden utilizar privadamente los fieles vs. el poder de las tinieblas
Oraciones de liberación del Padre Amorth
-El Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum» (www.upra.org) ofrece el curso «Exorcismo y oración de liberación»
El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que hace un ministro ordenado de la Iglesia, en nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo ha otorgado a su Iglesia para liberar del poder de Satanás, demonio. Por lo tanto no es oración personal sino de la Iglesia.
El Catecismo #1673: "Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (Mc 1,25 ss), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar".
Los exorcismos pueden ser simples o solemnes. El exorcismo simple se reza en el rito del bautismo.
El exorcismo solemne es un sacramental que sólo puede ser válidamente celebrado por un sacerdote con el permiso del Ordinario (obispo) del lugar. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no necesita un permiso particular para cada caso.
Solo el exorcista con la debida licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en el que se deben descartar causas naturales.
Según el Padre Amorth, exorcista de Roma, el poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes conserva toda validez. Es un poder general basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo, en este caso, se trata de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismos. Sólo al sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde el nombre de exorcista. "Habla un Exorcista", Planeta + Testimonio, pag. 43-44.
En algunas diócesis hay laicos que han sido preparados para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la dirección de un sacerdote. La liberación es oración para liberar de la opresión del demonio pero sin utilizar el rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este ministerio sin autorización de la Iglesia.
Jesús vino a liberarnos del poder de Satanás y darnos la gracia de ser hijos de Dios.
Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano el niño desde aquel momento. Mateo 17,18Jesús impartió su poder liberador a sus discípulos para que ellos y sus sucesores continuaran la misión de liberación y exorcismo en su nombre. Por lo tanto el protagonista en el exorcismo es Dios a través de su ministro y no el demonio.
El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño» Lucas 10,18-19El exorcista ante todo busca llevar la persona atribulada a un encuentro con Jesús. Para ello es necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia: la confesión, la eucaristía, la meditación de la Palabra, la comunidad, la catequesis... Es un camino de fe en al que se invita también a la familia Cf. Mc 9, 14-29.
Necesidad de diagnóstico y la prudencia El Padre Gramolazzo comenta:
Actualmente muchos viven una fe supersticiosa o de superstición y muchos tienden a no hacerse responsables, no saben afrontar el sufrimiento y atribuyen todo trastorno físico o espiritual a la acción del demonio. Pero frecuentemente el remedio es una verdadera y sincera confesión. Cuando en cambio se percibe aversión a lo sagrado, enfermedades desconocidas o incluso síntomas difíciles de identificar, es posible que sea necesario el exorcismo. La presencia demoníaca de cualquier forma hay que diagnosticarla en cada caso. En cambio debería haber más dedicación a la ascesis, a la oración, a la penitencia. La mentalidad popular ha exagerado los poderes de Satanás, que son los de un ángel común.
En la vida diaria para defenderse del mal basta con ser coherentes con el Evangelio, no tener miedo de testimoniar la propia fe y cuidar la propia relación con Dios. A veces es Dios mismo quien permite que algunos sean vejados u obsesionados; piénsese en algunos santos. Pero en estos casos nos hallamos ante planes divinos para nosotros impenetrables.
Juan Pablo II recuerda la importancia del exorcismoEl Padre Amorth, exorcista oficial de Roma, se lamenta de que por tres siglos, los exorcismos fueron casi abandonados por la Iglesia. Juan Pablo II, ha vuelto a recordar la importancia de estos. Durante la audiencia pública del 3 de Junio de 1998, El Papa Juan Pablo II habló de los deberes del exorcista y en 1999 se publicó el rito de exorcismo que remplaza al del 1614. El Papa, según el Padre Amorth, ha hecho al menos dos exorcismos durante su pontificado. El primer caso fue en abril del 1982, el segundo durante el año jubilar. Ambos casos se tratan de personas no identificadas que manifestaron señales de posesión durante una audiencia con el Papa. El mas tarde las rezó las oraciones del exorcismo por ellas en privado.
El Exorcismo, según el Cardenal MedinaLa Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presentó el nuevo rito de exorcismos en enero del 1999. El prefecto de dicha congregación, el Cardenal Medina, enseñó en dicha ocasión los siguientes puntos (todas las citas son del mismo cardenal o según indicado)
Según el Cardenal Jorge Medina Estevez, el nuevo ritual es una edición actualizada de la versión del texto de 1614. Añadió que las oraciones oficiales reconocían la realidad del demonio "en su forma substancial, como el maligno, el enemigo de Dios".
¿QUÉ ES EL EXORCISMO?: "El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del diablo".
Catecismo #1673:
"Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7.13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia."
"Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad." (cf. CIC can. 1172).En que se fundamenta: El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual existen Satanás y los otros espíritus malignos. La doctrina católica nos enseña que los demonios son ángeles caídos a causa de sus pecados, que son seres espirituales de gran inteligencia y poder".
ORACION DE LIBERACION Y EXORCISMO .
INVOCACIÓN
INICIAL:
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa
en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en
el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Invocación:
Bendita sea tu pureza, y eternamente lo
sea,
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María,
te ofrezco desde este día alma, vida y corazón.
Mírame con compasión; no me dejes, Madre mía.
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María,
te ofrezco desde este día alma, vida y corazón.
Mírame con compasión; no me dejes, Madre mía.
Apocalipsis
11: y 12 Y el templo
de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el
templo. Y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo. 12:1 Apareció en el cielo una gran señal: una
mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.
12:2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
12:3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
12:4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
12:12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
12:13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
12:14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 12:16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
12:2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
12:3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
12:4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
12:12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
12:13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
12:14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 12:16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
Padre
nuestro que estás en los cielos…
Dios te salve maría llena eres de gracias...
RESPONSORIO BREVE:
V. Cristo nos amó y nos ha librado por su sangre.
R. Cristo nos amó y nos ha librado por su sangre.
V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios.
R. Por su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos amó y nos ha librado por su sangre.
Antífona Magníficat: El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
MAGNIFÍCAT:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el todo poderoso ha hecho conmigo cosas grandes, su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona Magníficat: El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
Génesis capitulo 3,
3:14 Y Yahvé Dios dijo
a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y
entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás
todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar.
Padre nuestro que estás en los cielos…
Dios te salve
maría llena eres de gracias...
Dios te salve Reyna y madre de misericordia vida dulzura y …
Éxodo
Capítulo 15
15:1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel
este cántico a Yahvé, y dijeron:
Cantaré yo a Yahvé, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 15:2 Yahvé es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.
15:3 Yahvé es varón de guerra; Yahvé es su nombre.
15:4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. 15:5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra.
15:6 Tú diestra, oh Yahvé, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Yahvé, ha quebrantado al enemigo. 15:7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
15:8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Cantaré yo a Yahvé, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 15:2 Yahvé es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.
15:3 Yahvé es varón de guerra; Yahvé es su nombre.
15:4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. 15:5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra.
15:6 Tú diestra, oh Yahvé, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Yahvé, ha quebrantado al enemigo. 15:7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
15:8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar.
15:9 El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano. 15:10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. 15:11 ¿Quién como tú, oh Yahvé, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? 15:12 Extendiste tu diestra; La tierra los tragó.
15:13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. 15:14 Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.
15:15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán.
15:16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Yahvé, Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
15:17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Yahvé, En el santuario que tus manos,
oh Yahvé, han afirmado. 15:18 Yahvé reinará eternamente y para siempre.
Salmo 90 A LA SOMBRA DEL
OMNIPOTENTE.
|
Tú que habitas al Amparo del Altísimo, que vives a la sombra del
Omnipotente,
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en Ti". El te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: Su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará. Nada mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa. No se acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevará en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. "Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación". |
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V./ Envía tu Espíritu y todo será creado.
R./ Y repuebla la faz de la tierra.
Oremos:
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;
háznos dóciles a sus inspiraciones, para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Secuencia de Pentecostés:
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
ORACIÓN A LA INMACULADA
CONCEPCIÓN Inmaculada Madre de Dios, Reina de los cielos, Madre de misericordia,
abogada y refugio de los pecadores: he aquí que yo, iluminado y movido por las
gracias que vuestra maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del
Tesoro Divino, propongo poner mi corazón ahora y siempre en vuestras manos para
que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen santísima, lo entrego, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; Vos, en mi nombre, consagradlo a Jesús; y por la filial confianza que os tengo, estoy seguro de que haréis ahora y siempre que mi corazón sea enteramente de Jesús, imitando perfectamente a los santos, especialmente a San José, vuestro purísimo esposo. Amén. ¡Virgen Santísima, que agradaste al Señor y fuiste su Madre; inmaculada en el cuerpo, en el alma, en la fe y en el amor! Por piedad, vuelve benigna los ojos a los fieles que imploran tu poderoso patrocinio. La maligna serpiente, contra quien fue lanzada la primera maldición, sigue combatiendo con furor y tentando a los miserables hijos de Eva. ¡Ea, bendita Madre, nuestra Reina y Abogada, que desde el primer instante de tu concepción quebrantaste la cabeza del enemigo! Acoge las súplicas de los que, unidos a ti en un solo corazón, te pedimos las presentes ante el trono del Altísimo para que no caigamos nunca en las emboscadas que se nos preparan; para que todos lleguemos al puerto de salvación, y, entre tantos peligros, la Iglesia y la sociedad canten de nuevo el himno del rescate, de la victoria y de la paz. Amén.
Recuerda que estas oraciones te aportarán beneficios, según tu Fe en Dios y en San Benito.
ORACIÓN DE LA CRUZ
(signo de cruz) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Santa Cruz del Padre Benito.
La Santa Cruz sea mi Luz.
No sea el dragón mi guía. Apártate, satanás; no sugieras cosas vanas; venenosa es tu carnada, bebe tú mismo el veneno. Paz.
(signo de cruz) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
ORACIÓN PARA OBTENER GRACIAS
Tu Pasión y Muerte nos has liberado de la esclavitud del demonio y, mediante los prodigios de la Cruz, has glorificado a tu sirviente Benito otorgándole un poder ilimitado sobre las potestades infernales, concédenos, te suplicamos, mediante la intercesión de este santo, la victoria en la lucha asidua que sostenemos, no sólo contra el demonio, nuestro principal enemigo, sino también contra las doctrinas perversas y los malos ejemplos de la vida licenciosa, especialmente del hablar obsceno y del vestir inmodesto, con los cuáles los hombres de mala voluntad buscan perjudicar nuestras almas y nuestros cuerpos.
San Benito, especial protector nuestro, intercede por nosotros y ruega a Jesús nos conceda las gracias especiales necesarias para nuestra alma y nuestro cuerpo.
- Padre Nuestro, Avemaría y Gloria
ORACIÓN PARA CONFIARSE A SAN BENITO
Oh, Santo Padre Benito, que ayudas a cuantos acudimos a ti! Acógeme bajo tu protección; defiéndeme de todo mal que aceche mi vida; obtenme la gracia del arrepentimiento de mi corazón y una verdadera conversión para reparar las culpas cometidas, y para alabar y glorificar a Dios todos los días de mi vida. Hombre con corazón como el de Dios, recuérdame allá en lo alto porque, perdonados mis pecados, me devuelves la estabilidad en el bien; no permitas que me separe de él, acógeme en el coro de los bienaventurados, junto a ti y al grupo de los santos que han ido detrás tuyo hacia la eterna beatitud. Dios omnipotente y eterno, por los méritos y el ejemplo de San Benito, de su hermana, la virgen Escolástica y de todos los santos sacerdotes renueva en mí Tu Santo Espíritu; dame fortaleza en el combate contra las tentaciones del maligno, paciencia en las tribulaciones de la vida, prudencia en los peligros. Aumenta en mí el amor a la castidad, el deseo de la pobreza, el ardor en la obediencia, la humilde fidelidad en la observancia de la vida cristiana. Confortado por ti y sostenido por el amor de mi prójimo, puedo servirte alegre y unirme victorioso en la Patria Celestial a todos los santos. Por Cristo, Nuestro Señor.
Amén.
LETANÍAS A SAN BENITO
(Patrono de los exorcistas)
(Patrono de los exorcistas)
Señor, ten piedad Señor, ten piedad Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad Señor, ten piedad Señor, ten piedad Cristo, escúchanos Cristo, escúchanos Cristo, satisfácenos Cristo, satisfácenos Dios, Padre del Cielo Ten piedad de nosotros Dios Hijo, Redentor del mundo Ten piedad de nosotros Dios Espíritu Santo Ten piedad de nosotros Santísima Trinidad, único Dios Ten piedad de nosotros Santa María Ruega por nosotros Santo Padre Benito Ruega por nosotros Gloria de los Patriarcas Ruega por nosotros Compilador de la Santa Regla Ruega por nosotros Retrato de todas las virtudes Ruega por nosotros Ejemplo de perfección Ruega por nosotros Perla de Santidad Ruega por nosotros Santo Padre Benito Ruega por nosotros Aiuto nelle tribolazioni Ruega por nosotros Estrella que brilla en la casa de Dios Ruega por nosotros Inspirador de muchos Santos Ruega por nosotros Serafin de fuego Ruega por nosotros Querubín transformado Ruega por nosotros Autor de cosas maravillosas Ruega por nosotros Santo Padre Benito Ruega por nosotros Dominador de los demonios Ruega por nosotros Modello di Cernobiti Ruega por nosotros Sradicatore di idoli Ruega por nosotros Onore dei confessori della fede Ruega por nosotros Consolatore delle anime Ruega por nosotros Santo Padre Benedetto Ruega por nosotros Benedetto di nome e di grazia Ruega por nosotrosCordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ¡perdónanos, Señor!
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor!
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ¡ten piedad de nosotros, Señor!
» Antífona Bajo tu amparo nos acogemos, ¡oh Santo Padre Benito! No desprecies nuestras súplicas en todas nuestras necesidades y tribulaciones. Acude en nuestra ayuda en la lucha contra el enemigo maligno y ayúdanos a alcanzar, en el nombre del Señor Jesucristo, la vida eterna.
V. Él está bendecido por Dios.
R. Que defiende desde el cielo a Todos sus hijos.
» Oremos Dios Omnipotente y Eterno, que has honrado a tu amado San Benito con el don de Tu gran Amor para que vengan hacia Ti innumerables almas, humildemente Te suplicamos por sus méritos, que inflames y consumas nuestros corazones con el fuego de Tu Amor. Por Cristo, nuestro Señor.
BENDICIÓN DE LA CRUZ DE SAN BENITO
Esta bendición forma parte del ritual de la Iglesia Católica y solamente puede ser recitada por un Sacerdote.
(signo de cruz) In nòmine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen
V.Adjutòrium nostrum in nòmine Dòmini.
R. Qui fecit caelum et terram.
Exorcizo vos, numismata, per Deum + Patrem omnipoténtem, qui fecit caelum et terram, mare et òmnia, quae in eis sunt. Omnis virtus adversàrii, omnis exércitus diàboli et omnis incùrsus, omne phantàsma sàtanae, eradicare et effugare ab is numismàtibus: ut fiant òmnibus, qui eis usùri sunt, salus mentis et còrporis : in nòmine Patris + Omnipotentis, et Iesu + Christi Filii ejus, Dòmini nostri, et Spiritus + Sanctus Paràcliti, et in caritàte ejusdem Dòmini nostri Jesu Christi, qui ventùrus est judicare vivos et mòrtuos, et saeculum per ignem.
R. Amen.
Kyrie, Eleison. Christe, Eleison. Kyrie, Eleison.
V. Dòmine, exàudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te vèniat.
V. Dòmine vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Oremus: (Oratio)
Deus omnipotens, bonòrum òmnium largìtor, sùpplices te rogàmus, ut per intercessiònem sancti Benedicti his sacris numismàtibus tua benedictiònem +infùndas, ut omnes, qui ea gestàverint ac bonis opéribus inténti fùerint, sanitàtem mentis et còrporis, et gràtiam sanctificatiònis, atque indulgéntias (nobis) concéssas cònsequi merentur, omnésque diàboli insìdias et fraudes, per auxilium misericòrdiae tuae, stùdeant devitàare et in cospéctu tuo sancti et immaculàti vàleant apparére. Per Christum Dòminum nostrum.
R. Amen.
(signo de cruz) In nòmine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen
De los símbolos nace la fuerza de la fe
El origen de la medalla de San Benito es muy antiguo.
Seguramente proviene de la eficaz señal de la Cruz que hacía el Patriarca contra los asaltos del demonio, narrados por S. Gregorio.
Benedicto XIV, diseñó esta medalla.
En el anverso lleva la efigíe del Santo, con la Cruz en la derecha y la Regla en la mano izquierda; a su derecha, una copa de donde huye una serpiente (recuerdo del vino envenenado del que se salvó milagrosamente); a la izquierda, un cuervo se lleva el pan envenenado. Por debajo se leen las palabras: "EX S.M. CASINO MDCCCLXXX" (Dal Sacro Monte Cassino 1880). A los dos lados "CRUX SANCTI PATRIS BENEDICTI" (Cruz del Santo Padre Benito). Alrededor de la imagen: "EIUS IN OBITU NOSTRO PRAESENTIA MUNIAMUR" (Defiéndonemos en la hora de nuestra muerte con tu presencia).
En el reverso de la Medalla se representa una Cruz, que lleva en sus brazos algunas inscripciones, cuyas explicaciones son las siguientes:
C.S.P.B.: CRUX SANCTI PATRIS BENDICTI Santa Cruz del Padre Benito C.S.S.M.L.: CRUX SACRA SIT MIHI LUX La Cruz Santa sea mi luz N.D.S.M.D.: NON DRACO SIT MIHI DUX No sea el dragón (demonio) mi guía V.R.S.: VADE RETRO SATANA ¡Apártate, satanás! N.S.M.V.: NON SUADE MIHI VANA No me persuadas de cosas vanas S.M.Q.L.: SUNT MALA QUAE LIBAS Venenoso es lo que ofreces I.V.B.: IPSE VENENUM BIBAS Bebe tu propio venenoEn el fondo de la cruz está escritto "PAX": lema de la Congregación benedictina y luego de toda la Orden benedictina.
Los tres versos citados, en dísticos elegíacos con rima interna, forman parte de una serie muy antigua, al menos del siglo XIV, que acompaña, en un códice, la figura de un monje que con la cruz aleja la tentación. Estos versos bien expresan la confianza de los fieles en el patrocinio de San Benito contra los peligros espirituales y materiales provocados por el demonio.
Contra el Poder de las Tinieblas.
Súplicas que pueden ser utilizadas privadamente por los fieles en la lucha contra el poder de las tinieblas.
Ritual Romano de exorcismos y otras súplicas, Apéndice II
Versión castellana de la edición típica, 2005.
Ver también: Exorcismo
Versión castellana de la edición típica, 2005.
Ver también: Exorcismo
Oraciones
1. Señor Dios, apiádate de mi, siervo tuyo,
que, a causa de muchas insidias,
me he vuelto como un objeto perdido;
sálvame de la mano de mis enemigos
y ven a buscarme si estoy perdido,
acógeme cuando me encuentres,
y no me abandones,
así podré agradarte por siempre,
porque se que me has redimido con tu fuerza.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
2. Dios todopoderoso,
que das cobijo a los afligidos en tu casa
y conduces a los cautivos a la prosperidad,
mira mi aflicción
y ven en mi auxilio;
derrota al enemigo malvado,
para que, una vez vencida la acción del adversario,
la libertad me conduzca a la paz,
de modo que restablecido en la piedad serena,
proclame que eres admirable
Tú que diste fuerza a tu pueblo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
3. Oh Dios, creador y defensor del genero humano,
que formaste al hombre a tu imagen
y lo recreaste mas admirablemente
con la gracia del Bautismo,
dirige tu mirada sobre mi, siervo tuyo,
y se propicio a mis súplicas.
Te pido que nazca en mi Corazón
el esplendor de tu gloria
para que, eliminado plenamente todo temor,
pueda alabarte
con animo y espíritu sereno,
junto a mis hermanos en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
4. Oh Dios, origen de toda misericordia
y de toda bondad,
que quisiste que tu Hijo
sufriera por nosotros el suplicio de la cruz
para librarnos del poder del enemigo;
mira propicio mi humillación y dolor,
y concédeme,
pues me renovaste en la fuente bautismal,
que, habiendo vencido el ataque del Maligno,
me colme la gracia de tu bendición.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
5. Oh Dios, que por la gracia de la adopción,
quisiste que yo fuera hijo de la luz,
te pido que me concedas
no verme envuelto en las tinieblas de los demonios
sino que pueda por siempre permanecer plenamente
en el esplendor de la libertad recibida de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
que, a causa de muchas insidias,
me he vuelto como un objeto perdido;
sálvame de la mano de mis enemigos
y ven a buscarme si estoy perdido,
acógeme cuando me encuentres,
y no me abandones,
así podré agradarte por siempre,
porque se que me has redimido con tu fuerza.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
2. Dios todopoderoso,
que das cobijo a los afligidos en tu casa
y conduces a los cautivos a la prosperidad,
mira mi aflicción
y ven en mi auxilio;
derrota al enemigo malvado,
para que, una vez vencida la acción del adversario,
la libertad me conduzca a la paz,
de modo que restablecido en la piedad serena,
proclame que eres admirable
Tú que diste fuerza a tu pueblo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
3. Oh Dios, creador y defensor del genero humano,
que formaste al hombre a tu imagen
y lo recreaste mas admirablemente
con la gracia del Bautismo,
dirige tu mirada sobre mi, siervo tuyo,
y se propicio a mis súplicas.
Te pido que nazca en mi Corazón
el esplendor de tu gloria
para que, eliminado plenamente todo temor,
pueda alabarte
con animo y espíritu sereno,
junto a mis hermanos en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen
4. Oh Dios, origen de toda misericordia
y de toda bondad,
que quisiste que tu Hijo
sufriera por nosotros el suplicio de la cruz
para librarnos del poder del enemigo;
mira propicio mi humillación y dolor,
y concédeme,
pues me renovaste en la fuente bautismal,
que, habiendo vencido el ataque del Maligno,
me colme la gracia de tu bendición.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
5. Oh Dios, que por la gracia de la adopción,
quisiste que yo fuera hijo de la luz,
te pido que me concedas
no verme envuelto en las tinieblas de los demonios
sino que pueda por siempre permanecer plenamente
en el esplendor de la libertad recibida de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
Invocaciones a la Trinidad
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Sólo a Dios honor y gloria.
Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo;
sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.
Te invocamos, te alabamos, te adoramos,
oh santa Trinidad.
Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro,
oh santa Trinidad.
Líbrame, sálvame, vivifícame,
oh santa Trinidad.
Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso,
el que era, el que es y el que vendrá.
A ti el honor y la fuerza, oh santa Trinidad,
a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias
por los siglos de los siglos, oh santa Trinidad.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten piedad de mí.
Sólo a Dios honor y gloria.
Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo;
sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.
Te invocamos, te alabamos, te adoramos,
oh santa Trinidad.
Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro,
oh santa Trinidad.
Líbrame, sálvame, vivifícame,
oh santa Trinidad.
Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso,
el que era, el que es y el que vendrá.
A ti el honor y la fuerza, oh santa Trinidad,
a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias
por los siglos de los siglos, oh santa Trinidad.
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
ten piedad de mí.
Invocaciones a Nuestro Señor Jesucristo
Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí
Jesús, imagen del Padre, ten piedad de mí
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de mí
Jesús, resplandor de la luz eterna, ten piedad de mí
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de mí
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de mí
Jesús, Dios y hombre, ten piedad de mí
Jesús, Sumo Sacerdote, ten piedad de mí
Jesús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí
Jesús, camino, verdad y vida, ten piedad de mí
Jesús, pan de vida, ten piedad de mí
Jesús, vid verdadera, ten piedad de mí
Jesús, hermano de los pobres, ten piedad de mí
Jesús, amigo de los pecadores, ten piedad de mí
Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí
Jesús, salvación de los oprimidos, ten piedad de mí
Jesús, descanso de los abandonados, ten piedad de mí
Tú que viniste a este mundo, ten piedad de mí
Tú que libraste a los oprimidos
por el diablo, ten piedad de mí
Tú que estuviste colgado en la cruz, ten piedad de mí
Tú que aceptaste la muerte
por nosotros, ten piedad de mí
Tú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí
Tú que descendiste a los infiernos, ten piedad de mí
Tú que resucitaste
de entre los muertos, ten piedad de mí
Tú que subiste a los cielos, ten piedad de mí
Tú que enviaste el Espíritu Santo
sobre los Apóstoles, ten piedad de mí
Tú que te sientas
a la derecha del Padre, ten piedad de mí
Tú que vendrás a juzgar
a vivos y muertos, ten piedad de mí
b)Jesús, imagen del Padre, ten piedad de mí
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de mí
Jesús, resplandor de la luz eterna, ten piedad de mí
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de mí
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de mí
Jesús, Dios y hombre, ten piedad de mí
Jesús, Sumo Sacerdote, ten piedad de mí
Jesús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí
Jesús, camino, verdad y vida, ten piedad de mí
Jesús, pan de vida, ten piedad de mí
Jesús, vid verdadera, ten piedad de mí
Jesús, hermano de los pobres, ten piedad de mí
Jesús, amigo de los pecadores, ten piedad de mí
Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí
Jesús, salvación de los oprimidos, ten piedad de mí
Jesús, descanso de los abandonados, ten piedad de mí
Tú que viniste a este mundo, ten piedad de mí
Tú que libraste a los oprimidos
por el diablo, ten piedad de mí
Tú que estuviste colgado en la cruz, ten piedad de mí
Tú que aceptaste la muerte
por nosotros, ten piedad de mí
Tú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí
Tú que descendiste a los infiernos, ten piedad de mí
Tú que resucitaste
de entre los muertos, ten piedad de mí
Tú que subiste a los cielos, ten piedad de mí
Tú que enviaste el Espíritu Santo
sobre los Apóstoles, ten piedad de mí
Tú que te sientas
a la derecha del Padre, ten piedad de mí
Tú que vendrás a juzgar
a vivos y muertos, ten piedad de mí
Por tu encarnación Líbrame, Señor.
Por tu nacimiento, Líbrame, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno, Líbrame, Señor.
Por tu pasión y cruz, Líbrame, Señor.
Por tu muerte y sepultura, Líbrame, Señor.
Por tu santa resurrección, Líbrame, Señor.
Por tu admirable ascensión, Líbrame, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, Líbrame, Señor.
Por tu gloriosa venida, Líbrame, Señor.
Por tu nacimiento, Líbrame, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno, Líbrame, Señor.
Por tu pasión y cruz, Líbrame, Señor.
Por tu muerte y sepultura, Líbrame, Señor.
Por tu santa resurrección, Líbrame, Señor.
Por tu admirable ascensión, Líbrame, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, Líbrame, Señor.
Por tu gloriosa venida, Líbrame, Señor.
Otras invocaciones al Señor
Cuando se nombra la cruz, puede el fiel oportunamente hacer la señal de la cruz.Sálvame, Cristo Salvador, por la fuerza de la Cruz Ì:tú que salvaste a Pedro en el mar, ten piedad de mí.
Por la señal de la santa Cruz Ì,
de nuestro enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
Por tu Cruz, Ìsálvanos, oh Cristo Redentor,
tú que muriendo destruiste nuestra muerte
y resucitando restauraste la vida.
Tu Cruz Ì adoramos, Señor,
tu gloriosa pasión contemplamos:
ten misericordia de nosotros,
Tú que padeciste por nosotros.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,
porque con tu Cruz Ìhas redimido al mundo.
Invocaciones a Santa María Virgen
Bajo tu protección nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa;
hazme fuerte contra tus enemigos.
Madre mía, confianza mía.
María, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí.
Dignísima Reina del mundo,
Virgen perpetua María,
intercede por nuestra paz y salvación,
tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.
María, Madre de gracia,
Madre de misericordia,
defiéndenos del enemigo,
y ampáranos en la hora de la muerte.
Socórreme, oh piadosísima Virgen María,
en todas mis tribulaciones,
angustias y necesidades,
alcánzame de tu Hijo querido
la liberación de todos los males
y de los peligros de alma y cuerpo.
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir,
que ni uno solo de cuantos han acudido a tu protección
e implorado tu socorro,
haya sido desamparado por ti.
Yo pecador, animado con esta confianza,
acudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes;
a ti vengo,
ante ti me presento con dolor.
No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas,
antes bien inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente.
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa;
hazme fuerte contra tus enemigos.
Madre mía, confianza mía.
María, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí.
Dignísima Reina del mundo,
Virgen perpetua María,
intercede por nuestra paz y salvación,
tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.
María, Madre de gracia,
Madre de misericordia,
defiéndenos del enemigo,
y ampáranos en la hora de la muerte.
Socórreme, oh piadosísima Virgen María,
en todas mis tribulaciones,
angustias y necesidades,
alcánzame de tu Hijo querido
la liberación de todos los males
y de los peligros de alma y cuerpo.
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir,
que ni uno solo de cuantos han acudido a tu protección
e implorado tu socorro,
haya sido desamparado por ti.
Yo pecador, animado con esta confianza,
acudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes;
a ti vengo,
ante ti me presento con dolor.
No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas,
antes bien inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente.
Invocación a san Miguel Arcángel
Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha;
sé nuestro amparo contra la maldad
y las asechanzas del demonio.
Pedimos suplicantes
que Dios lo mantenga bajo su imperio;
y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja con el poder divino, en el infierno
a Satanás y los otros espíritus malignos,
que andan por el mundo
tratando de perder las almas. Amén.
sé nuestro amparo contra la maldad
y las asechanzas del demonio.
Pedimos suplicantes
que Dios lo mantenga bajo su imperio;
y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja con el poder divino, en el infierno
a Satanás y los otros espíritus malignos,
que andan por el mundo
tratando de perder las almas. Amén.
Letanías
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por mí.
San Miguel, ruega por nosotros / por mí.
San Gabriel, ruega por nosotros / por- mí.
San Rafael, ruega por nosotros / por mí.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por mí.
San Juan Bautista, ruega por nosotros / por mí.
San José, ruega por nosotros / por mí.
San Pedro, ruega por nosotros / por mí.
San Pablo, ruega por nosotros / por mí.
San Juan, ruega por nosotros / por mí.
Todos los santos Apóstoles, rogad por nosotros / por mí.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros / por mí.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por mí.
San Miguel, ruega por nosotros / por mí.
San Gabriel, ruega por nosotros / por- mí.
San Rafael, ruega por nosotros / por mí.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por mí.
San Juan Bautista, ruega por nosotros / por mí.
San José, ruega por nosotros / por mí.
San Pedro, ruega por nosotros / por mí.
San Pablo, ruega por nosotros / por mí.
San Juan, ruega por nosotros / por mí.
Todos los santos Apóstoles, rogad por nosotros / por mí.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros / por mí.
(Pueden añadirse los nombres de otros Santos y Beatos)
De todo mal, Líbranos / me, Señor.
De todo pecado, Líbranos / me, Señor.
De las insidias del diablo, Líbranos / me, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos / me, Señor.
Cristo, óyenos / me.
Cristo, escúchanos / me.
De todo pecado, Líbranos / me, Señor.
De las insidias del diablo, Líbranos / me, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos / me, Señor.
Cristo, óyenos / me.
Cristo, escúchanos / me.
PLEGARIAS DE LIBERACIÓN
Padre Gabriele Amorth- exorcista de la diócesis de Roma
De su libro, "Un Exorcista Cuenta Su Historia"
Ver también: exorcismo | maleficio | Oraciones contra el poder de las tinieblas
Oraciones contra el maleficio (del ritual griego)
Oraciones contra el maleficio (del ritual griego)
Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.” “No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo... de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!
Oración contra todo malEspíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Oración por la curación interiorSeñor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!
ORACION DE LIBERACION
Monseñor Morales.
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.
Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.
Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.
El Ritual del Exorcismo Católico
El exorcismo está presente en muchas culturas; no obstante no ha existido religión que dé más énfasis a la existencia de los demonios que el Cristianismo ni ritual de exorcismo que haya cobrado tanta importancia como el católico-romano, rito que pocos conocen a detalle y que aquí revelaremos todos sus pormenores.
El ritual del exorcismo católico es algo que ha despertado un gran interés en la cultura popular, dando lugar a películas como El Rito, El Exorcismo de Emily Rose o la famosa trilogía de El Exorcista. Pocos son sin embargo los que tienen un conocimiento sobre qué sucede en el mismo más allá de cuestiones generales como echar agua bendita y recitar oraciones. Y es que, como se podría suponer por sentido común, el exorcismo es en realidad un proceso complejo en el que existen muchos pasos que se deben dar de forma necesaria y oraciones que deben disponerse en cierta secuencia para lograr los efectos espirituales requeridos para la expulsión de El Maligno y sus huestes. Además, algo que no se puede dejar de lado es que muchas de las oraciones empleadas en el exorcismo católico son oraciones que la Iglesia no ha dado a conocer a quienes no están inmersos en ella, oraciones que la gente ni siquiera sabe que existen y que, a pesar de que se encuentran en internet, a muchos ni se les ocurre buscarlas o simplemente no saben cómo encontrarlas. Por ello este artículo, a diferencia de muchos, no pretende exponer generalidades sino más bien esos detalles que pocos conocen y algunos quisieran conocer.
Empezando entonces con nuestro tema, tenemos que el procedimiento del exorcismo católico ha estado, desde 1614, codificado de forma oficial dentro de un documento que se conoce como Rituale Romanum (Ritual Romano). El Rituale Romanum es un texto que habla sobre los diversos sacramentos y otras cuestiones como las exequias, las procesiones, las bendiciones y, desde luego y como ya se dijo, el exorcismo. Como se ve, todas ellas remiten a procedimientos, a prácticas, lo cual evidentemente es inherente al concepto de ritual.
Centrándonos en lo del exorcismo, al menos en teoría está dispuesto que cada diócesis del mundo disponga de un sacerdote facultado para llevar a cabo exorcismos según los parámetros del Rituale Romanum. Es la forma oficial, fuera de lo indicado en el Rituale Romanum al sacerdote no le es dada la potestad de practicar el rito del exorcismo.
Hay sin embargo algo muy importante y es que hace muy poco, apenas en 1999, el cardenal Jorge Medina Estévez presentó de forma pública la nueva versión del Rituale Romanum en la Ciudad del Vaticano. Tal actualización fue el resultado de más de diez años de trabajo y fue aprobado por Juan Pablo II para su uso en todo el mundo. Lo polémico en relación a nuestro tema es que, entre el abanico de cambios, el ritual romano del exorcismo fue modificado a causa de las peticiones de la Conferencia Episcopal Alemana para que el exorcismo fuese eliminado, peticiones estas movidas en gran medida por lo sucedido en el exorcismo de la joven alemana Anneliese Michel: en ese exorcismo la joven murió, los sacerdotes y los padres de la joven fueron enviados seis meses a prisión y se armó todo un escándalo mediático que empañó la imagen de la Iglesia. Como se desprende de lo anterior, el exorcismo no fue eliminado pero si modificado; aunque, y esto debido más que todo a la opinión de un abundante sector del clérigo, en el prólogo a la obra revisada se permitió, para el exorcista que así quisiese, hacer uso del antiguo ritual.
Aquí mostramos por completo lo que es el nuevo ritual del exorcismo. Aunque, si se quieren conocer más detalles como cuáles son las condiciones para realizar el exorcismo o tales o cuales oraciones alternativas a las presentadas en la versión estándar del exorcismo, se puede entonces descargar un pdf en el que no solo se muestra el nuevo ritual sino muchas cuestiones vinculadas al mismo. El link para su descarga es el siguiente: http://www.mediafire.com/?fceie13r27996qv
Finalmente y antes de presentar el ritual, cabe decir que las partes del mismo conformadas por instrucciones se han puesto en negrita y los numerales se han conservado como en el documento original para evitar confusiones que se derivarían de su alteración.
Para acabar, he aquí el poderoso ritual del exorcismo romano, un ritual que cada vez la Iglesia se muestra más renuente a llevar a cabo, un ritual que solo se administra de manera oficial luego de un análisis exhaustivo en el que se ha descartado toda posibilidad de causa natural y se han dado todas las condiciones estipuladas de manera oficial para la catalogación del caso como “posesión demoníaca”:
..
NUEVO RITUAL DEL EXORCISMO ROMANO
39. Antes de comenzar el rito del exorcismo, el ministro que ha de ejercerlo debe disponerse adecuadamente, según las circunstancias, diciendo la siguiente oración en secreto:
Señor Jesucristo, Verbo de Dios Padre,El exorcista puede añadir también otras oraciones, como por ejemplo “En el nombrede Jesucristo…” (Apéndice II, 7), “Bajo tu amparo” (Apéndice II, 8), “San MiguelArcángel…” (Apéndice II, 9), “Príncipe gloriosísimo…” (Apéndice II, 6).
Dios de toda criatura
que diste a tus santos Apóstoles la potestad
de someter a los demonios en tu nombre
y de aplastar todo poder del enemigo;
Dios santo,
que al realizar tus milagros
ordenaste: “huyan de los demonios”;
Dios fuerte,
por cuyo poder
Satanás, derrotado,
cayó del cielo como un rayo;
ruego humildemente con temor y temblor
a tu santo nombre
para que fortalecido con tu poder,
pueda arremeter con seguridad contra el espíritu maligno
que atormenta a esta criatura tuya.
Tú que vendrás a juzgar al mundo por el fuego purificador
y en él a los vivos y los muertos.
Amén.
.
.
Ritos iniciales
.
40. El sacerdote exorcista accede al lugar de la celebración, con los ornamentosadecuados que, según la costumbre será el alba, o el sobrepelliz sobre lavestidura talar, y la estola morada. Hecha la debida reverencia al altar o, faltandoéste, a la cruz, se encamina a la sede. El sacerdote y los fieles hacen la señal dela cruz de la manera habitual:En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
-Todos responden-
Amén.
Luego el exorcista saluda a los fieles extendiendo las manos:
Dios, Padre omnipotenteO bien:
que quiere que todos los hombres se salven
esté con todos ustedes.
Todos responden:
Y con tu espíritu.
El Señor esté con ustedes.Entonces, el sacerdote puede preparar al fiel atormentado por el diablo y a los demáspresentes con delicada humanidad a través de breves palabras.
Todos responden:
Y con tu espíritu.
.
41. Si fuera oportuno, el exorcista bendice el agua, diciendo con las manos juntasuna de las siguientes oraciones:
Dios, que para la salvación del género humano,42. O bien:
hiciste brotar de las aguas el sacramento de la nueva vida,
escucha, con bondad, nuestra oración
e infunde el poder de tu bendición X sobre esta agua,
para que sirviendo a tus misterios,
asuma el efecto de la divina gracia
que espante los demonios y expulse las dolencias
y así, al ser rociados, tus fieles sean liberados de todo daño;
que en el sitio que será aspegido con esta agua,
no resida el espíritu del mal y se alejen todas las insidias del oculto enemigo;
haz que tus fieles,
manteniéndose firmes por la invocación de tu santo nombre
sean libres de todas las asechanzas.
Te lo pedimos, por Cristo, nuestro Señor.
-Todos responden-
Amén.
.
Dios todopoderoso,.
fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo,
bendice X esta agua,
que vamos a usar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados
y alcanzar la ayuda de tu gracia
contra toda enfermedad y asechanza del enemigo.
Concédenos, Señor, por tu misericordia,
que las aguas vivas siempre broten salvadoras,
para que podamos acercarnos a ti con el corazón limpio
y evitemos todo peligro de alma y cuerpo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
-Todos responden-
Amén.
43. Si se hace la mezcla de la sal, en la bendición del agua, el exorcista la bendice diciendo:
Te suplicamos, Dios todopoderoso,Luego mezcla la sal con el agua, sin decir nada.
que bendigas ? en tu bondad esta sal creada por ti.
Tú mandaste al profeta Eliseo
arrojarla en el agua estéril para hacerla fecunda.
Concédenos, Señor,
que al recibir la aspersión
de esta agua mezclada con sal
nos veamos libres de los ataques del enemigo,
y la presencia del Espíritu Santo nos proteja siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
-Todos responden-
Amén.
.
44. Luego, el exorcista, asperge con el agua bendita al fiel atormentado, a los presentes y al lugar, diciendo:
Esta es el agua que Dios ha bendecido.
Que ella sea para nosotros fuente de salvación y de vida.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
-Todos responden-
Amén.
O bien dice el sacerdote:
Que esta agua nos recuerde que hemos sido bautizados
y con ella, hagamos memoria de Jesucristo,
que nos redimió con su muerte y resurrección.
-Todos responden-
Amén.
.
.
Súplica litánica
.45. Después el exorcista, con estas u otras palabras semejantes, se dirige a lospresentes y los invita a la oración:
Queridos hermanos,.
supliquemos intensamente la misericordia de Dios
para que movido por la intercesión de todos los santos
atienda bondadosamente la invocación de su Iglesia
a favor de nuestro hermano(a) N.
que sufre gravemente.
46. Enseguida el exorcista y los fieles, en la medida de las posibilidades, searrodillan. Quien preside la celebración u otra persona comienza las letanías.Pueden agregarse, en el lugar correspondiente, algunos nombres de santos osantas (por ejemplo, del patrono del lugar, del fiel atormentado, etc.) y tambiénalguna intención especialmente apta para la situación. Quienes participan seunen en las respuestas comunes.
Señor, ten piedad..
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por él (por ella).
San Miguel, Gabriel y Rafael, rueguen por él (por ella).
Todos los santos Ángeles de Dios, rueguen por él (por ella).
San Elías, ruega por él (por ella).
San Juan Bautista, ruega por él (por ella).
San José, ruega por él (por ella).
Todos los santos Patriarcas y Profetas, rueguen por él (por ella).
Santos Pedro y Pablo, rueguen por él (por ella).
San Andrés, ruega por él (por ella).
Santos Juan y Santiago, rueguen por él (por ella).
Todos los santos Apóstoles y Evangelistas, rueguen por él (por ella).
Santa María Magdalena, ruega por él (por ella).
Todos los santos Discípulos del Señor, rueguen por él (por ella).
San Esteban, ruega por él (por ella).
San Lorenzo, ruega por él (por ella).
Santas Perpetua y Felicidad, rueguen por él (por ella).
Todos los santos Mártires, rueguen por él (por ella).
San Gregorio, ruega por él (por ella).
San Ambrosio, ruega por él (por ella).
San Jerónimo, ruega por él (por ella).
San Agustín, ruega por él (por ella).
San Martín, ruega por él (por ella).
San Antonio, ruega por él (por ella).
San Benito, ruega por él (por ella).
Santos Francisco y Domingo, rueguen por él (por ella).
Santos Ignacio (de Loyola) y Francisco (Javier), rueguen por él (por ella).
San Juan María (Vianney), ruega por él (por ella).
Santa Catalina (de Siena), ruega por él (por ella).
Santa Teresa de Jesús, ruega por él (por ella).
Todos los Santos y Santas de Dios, rueguen por él (por ella).
Muéstrate propicio, líbranos (líbralo[a]), Señor.
De todo mal, líbranos (líbralo[a]), Señor.
De todo pecado, líbranos (líbralo[a]), Señor.
De las insidias del diablo, líbranos (líbralo[a]), Señor.
De la muerte eterna, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu nacimiento, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu santo ayuno, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu cruz y tu pasión, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu muerte y sepultura, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu santa resurrección, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por tu admirable ascensión, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Por la venida del Espíritu Santo, Paráclito, líbranos (líbralo[a]), Señor.
Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Tú que por nosotros fuiste tentado por el diablo, ten piedad de nosotros.
Tú que libraste a los atormentados de los espíritus inmundos, ten piedad de
nosotros.
Tú que diste a tus discípulos el poder sobre los demonios, ten piedad de
nosotros.
Tú que sentado a la derecha del Padre intercedes por nosotros, ten piedad de
nosotros.
Tú que vendrás a juzgar a vivos y muertos, ten piedad de nosotros.
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Para que nos perdones, te rogamos, óyenos.
Para que nos indultes, te rogamos, óyenos.
Para que nos confortes y conserves en tu santo servicio, te rogamos, óyenos.
Para que eleves nuestras mentes hacia deseos celestiales, te rogamos, óyenos.
Para que concedas a tu Iglesia servirte con plena libertad, te rogamos, óyenos.
Para que le concedas la paz y la verdadera concordia a todos los pueblos, te
rogamos, óyenos.
Para que nos escuches, te rogamos, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos,
Cristo, escúchanos.
47. Concluidas las letanías, el exorcista dice, de pie, la siguiente oración:
Señor y Dios nuestro,Todos se ponen de pie.
a quien pertenece compadecerse siempre y perdonar,
escucha nuestra súplica
para que la compasión de tu misericordia
libere a este servidor tuyo N. (servidora tuya N.)
que está sujeto(a) por las cadenas del dominio diabólico.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos responden:
-Amén-
.
48. O bien:
Dios y Padre nuestro,Todos se ponen de pie.
que nos ves quebrantados por nuestra fragilidad,
te rogamos suplicantes
por este hermano nuestra N. (hermana nuestra N.),
para que apartes de él (ella) el espíritu del mal
y lo (la) restituyas a la plena libertad de tus hijos
para que así, te alabe siempre
con la multitud de tus santos.
Por Cristo, nuestro Señor.
-Todos responden-
Amén.
.
.
Oración con salmos
.
49. Después el exorcista puede recitar, según las circunstancias, uno o varios salmos, o bien algunos versículos o estrofas escogidas. Aquí se propone un solo salmo pero pueden añadirse otros, según los textos indicados en el capítulo II. Los salmos pueden ser introducidos con una sentencia neotestamentaria y concluidos con una oración, tal como puede verse a continuación. Quienes están presentes en la celebración pueden participar de los modos acostumbrados en la Liturgia para la oración con salmos.
.50. Salmo 90:
Bajo la protección del AltísimoOración:
Les he dado poder de caminar sobre serpientes y para vencer todas las fuerzas del
enemigo. (Lc. 10,19)
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
su brazo es escudo y coraza.
Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
«Él se entregó a mí, por eso, yo lo glorificaré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
me invocará, y yo le responderé. Estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación».
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
R. Tú eres, Señor, mi refugio.
Señor, tú eres nuestra defensa y nuestro refugio;.
te pedimos que libres a tu hijo(a) N.
de la trampa de los demonios
y de la palabra cruel de los perseguidores.
Protégelo(a) bajo la sombra de tus alas
rodéalo(a) con el escudo de tu fortaleza
y muéstrale la clemencia de tu salvación.
Por Cristo, nuestro Señor.
-Todos responden-
Amén.
51. A continuación el exorcista proclama el Evangelio; todos lo escuchan de pie.Puede tomarse también una perícopa de las propuestas en el capítulo II (nn.76-80).
.52. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Juan 1,1-14:
Al principio existía la Palabra,.
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
Él no era luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera
que, al venir a este mundo,
ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo,
y el mundo fue hecho por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron,
a los que creen en su Nombre,
les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre,
ni por obra de la carne,
ni de la voluntad del hombre,
sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.
.
Imposición de las manos
.
53. Luego, el exorcista impone las manos sobre la cabeza del fiel atormentado mientras dice:Hágase tu Voluntad, Señor, sobre nosotros.
del modo como todos esperan de ti.
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
Envía tu Espíritu y las cosas serán creadas, y renovarás la faz de la tierra.
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
Salva a tu siervo(a) que espera en ti, Dios mío.
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
Sé para él (ella), Señor, una torre de fortaleza frente al enemigo,
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
Que el enemigo no se aproveche de él (ella), y que el hijo de la impiedad no añada
más dolor.
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
Envíale, Señor, tu auxilio y cuídalo desde tu morada.
-Todos dicen-
Señor, ten piedad.
.
Símbolo de fe o promesas bautismales
.El exorcista invita a profesar la fe. Si se usa para ello el Símbolo, se invita a recitarlocon las siguientes palabras:
Profesemos nuestra fe, que es la victoria que vence al mundo..
Si se emplean las renuncias y promesas bautismales, se dice:
Renovemos ahora las promesas de nuestro bautismo, con las cuales, un día,
renunciamos a Satanás y a sus obras y prometimos servir a Dios en la santa Iglesia
católica.
Primera forma.Todos juntos recitan el Símbolo:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,O bien:
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
-En las palabras que siguen, hasta “María Virgen”, todos se inclinan.-
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.
Creo en un solo Dios,.
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
En las palabras que siguen, hasta “se hizo hombre”, todos se inclinan.
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
56. Otra forma:
Exorcista:¿Renuncian a Satanás?.
Todos:Sí, renuncio.
Exorcista:¿Renuncian a todas sus obras?
Todos:Sí, renuncio.
Exorcista:¿Renuncian a todas sus vanidades?
Todos:Sí, renuncio.
Exorcista:¿Renuncian al pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Todos:Sí, renuncio.
Exorcista:
¿Renuncian a las seducciones de la iniquidad, para que no los domine el pecado?
Todos:
Sí, renuncio.
Exorcista:
¿Renuncian a Satanás, que es el autor y el príncipe del pecado?
Todos:
Sí, renuncio.
Exorcista:
¿Creen en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra?
Todos:
Sí, creo.
Exorcista:¿Creen en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor,
que nació de la Virgen María,
padeció y fue sepultado,
resucitó de entre los muertos
y está sentado a la derecha del Padre?
Todos:Sí, creo.
Exorcista:¿Creen en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la Vida eterna?
Todos:Sí, creo.
57. Luego el exorcista introduce a la oración del Señor diciendo con las manos juntas:
Unidos como hermanos y junto a N., invoquemos a Dios como Jesucristo nos enseñóO bien:
para que Él nos libre de todo mal.
No sabemos orar como conviene, pero el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad y.
Él mismo interpela y ruega a Dios por nosotros. Movidos por el Espíritu digamos
juntos:
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos el mal.
Junta las manos y los presentes concluyen la oración aclamando:
Porque tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
.
Señal de la cruz.
58. Luego el exorcista muestra la cruz y, con ella, bendice al fiel atormentado mientrasdice:Ante la Cruz de nuestro SeñorO bien:
aléjense de aquí,
todas las fuerzas enemigas.
Por medio del signo de la Cruz,O bien:
nuestro Señor te libre del enemigo.
La santa Cruz sea, para ti, luz y vida..
Soplo.
59. Si parece conveniente, el exorcista sopla sobre el rostro del fiel atormentado,diciendo:Con el Espíritu de tu boca, Señor
expulsa los espíritus malignos,
mándales alejarse
porque se aproxima tu Reino.
.
.
Oración del exorcismo
.60. Luego el exorcista pronuncia la fórmula deprecativa del exorcismo mayor (n.61). Si es oportuno también añade la fórmula imperativa. Otras fórmulas tanto deprecativas como imperativas, se proponen en el capítulo II, nn.81-84
.
61. Fórmula deprecativa:
Dios, creador y defensor del género humano,62. Fórmula imperativa
dirige tu mirada sobre este siervo tuyo (sierva tuya) N.
a quien formaste a tu imagen
y llamas a ser partícipe de tu gloria.
El antiguo adversario lo (la) atormenta cruelmente,
lo (la) oprime con fuerte violencia
y lo (la) inquieta con cruel terror.
Envía sobre él (ella) tu Espíritu Santo
para que lo (la) haga fuerte en la lucha
le enseñe a rogar en la tribulación
y lo (la) defienda con su poderosa protección.
Escucha, Padre santo,
el gemido de tu Iglesia suplicante;
no permitas que tu hijo (hija)
sea poseída por el padre de la mentira;
no dejes que este servidor (servidora)
a quien Cristo redimió con su Sangre
sea retenido (retenida) por la cautividad del diablo;
impide que el templo de tu Espíritu
sea inhabitado por los espíritus inmundos.
Escucha, Dios misericordioso,
la oración de la bienaventurada Virgen María,
cuyo Hijo, muriendo en la Cruz,
aplastó la cabeza de la antigua serpiente
y encomendó a la Madre todos los hombres como hijos.
Que resplandezca en este siervo tuyo (sierva tuya) la luz de la verdad
entre en él (ella) el gozo de la paz,
lo (la) posea el Espíritu de la paz
y llenando su corazón le dé la serenidad y la paz.
Escucha, Señor. la oración de San Miguel Arcángel
y de todos los ángeles que te sirven.
Dios de todo bien, impide decididamente la acción diabólica;
tú que eres la fuente de la verdad y del perdón,
expulsa las falaces insidias del diablo;
Señor de la libertad y de la gracia,
desata los lazos de la perversidad.
Tú que amas y salvas al hombre
que escuchas paternalmente la oración de los apóstoles Pedro y Pablo
y de todos los santos que con tu gracia vencieron las asechanzas del Maligno.
Libra a este siervo tuyo (esta sierva tuya)
de toda potestad ajena
y custodia la firmeza que necesita.
para que restituido (restituida) a la serenidad espiritual
te ame de corazón y te sirva con sus obras,
te glorifique con sus alabanzas y te celebre con su vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
-Y todos responden-
Amén.
.
Te declaro anatema, Satanás, enemigo de la salvación humana;
reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre,
que, con justo juicio, condenó tu soberbia y tu envidia:
apártate de este siervo (esta sierva) N.,
a quien Dios hizo a su imagen,
colmó con sus dones
y adoptó como hijo (hija) de su misericordia.
Te conjuro, Satanás, príncipe de este mundo:
reconoce el poder y la fuerza de Jesucristo,
que te venció en el desierto,
superó tus insidias en el Huerto,
te despojó en la Cruz,
y resucitado del sepulcro
transfirió tus trofeos al reino de la luz:
retírate de esta criatura N.,
a la cual Cristo al nacer hizo su hermano (hermana)
y al morir lo (la) redimió con su Sangre.
Te conjuro, Satanás, que engañas al género humano,
reconoce al Espíritu de la verdad y de la gracia
que repele tus insidias y confunde tus mentiras.
Sal de N., criatura plasmada por Dios,
a quien el mismo Espíritu marcó con su sello poderoso;
retírate de este hombre (esta mujer),
a quien Dios hizo templo sagrado
con una unción espiritual.
Por eso, retírate, Satanás,
en el nombre del Padre X, y del Hijo X, y del Espíritu X Santo;
retírate por la fe y la oración de la Iglesia;
retírate por la señal de la santa Cruz,
de nuestro Señor Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
-Todos responden-
Amén.
Otras fórmulas deprecativas e imperativas que pueden añadirse o cambiarse conaquéllas que aquí se han indicado, pueden verse en el capítulo II, nn. 81-83.
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Acción de gracias
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63. Después de la liberación del fiel atormentado, el exorcista y los presentes entonan el siguiente cántico:«Mi alma canta la grandeza del Señor,O bien:
y mi espíritu se estremce de gozo en Dios, mi salvador,
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,.
porque ha visitado y redimido a su Pueblo,
y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor,
como lo había anunciado mucho tiempo antes,
por boca de sus santos profetas,
para salvarnos de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres
y se acordó de su santa Alianza,
del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos,
lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida.
Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor preparando sus caminos,
para hacer conocer a su Pueblo la salvación
mediante el perdón de los pecados;
gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios,
que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente,
para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte,
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
64. Luego el exorcista pronuncia la siguiente oración:
Señor y Dios, creador y salvador de todo hombre,.
que a este amado siervo tuyo (esta amada sierva tuya) N.
recibiste con misericordia;
te pedimos que lo (la) conserves con tu providencia
y lo (la) custodies en la libertad que le concedió tu Hijo.
Garantiza, Señor, que el espíritu de impiedad
no tenga poder en adelante sobre él (ella);
ordena, Señor, que lo (la) colmen
la bondad y la paz del Espíritu Santo,
de tal manera que nunca tema al Maligno,
porque el Señor Jesucristo permanece entre nosotros,
Él que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
-Todos responden-
Amén.
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Rito de conclusión
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65. Luego se procede a la despedida. El exorcista, dirigiéndose a los presentes dice conlas manos extendidas:El Señor esté con ustedes.El exorcista bendice a los presentes:
-Todos responden-
Y con tu espíritu.
Que el Señor los bendiga y los proteja.O bien:
R. Amén.
Haga brillar su rostro sobre ustedes y los bendiga.
R. Amén.
Les descubra su rostro y les conceda la paz.
R. Amén.
Y que la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo X y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
-Todos responden-
Amén.
La paz de Dios,.
que supera todo lo que podemos pensar,
tome bajo su cuidado los corazones y pensamientos de ustedes,
en el conocimiento y el amor de Dios
y de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
R. Amén.
Y que la bendición de Dios todopoderoso,
del Padre, del Hijo X y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
-Todos responden-
Amén.
66. Si el exorcismo debe ser reiterado, el exorcista reserva la bendición indicada en el n.65 para el final.
APÉNDICE:
Es conveniente presentar la siguiente información para quienes estén interesados en conocer la antigua forma del exorcismo y la vieja versión del Rituale Romanum (Ritual Romano):- EL EXORCISMO EN EL RITUAL ROMANO ORIGINAL: Ver de la página 269 a la página 286
- LINK DE DESCARGA DEL RITUAL ROMANO ORIGINAL: http://www.mediafire.com/?yllou2q3dxo7ibm
- ESTRUCTURA DEL RITUAL ROMANO ORIGINAL:
- I (caput unicum)
- II DE SACRAMENTO BAPTISMI (Sacramento del Bautismo)
- III DE SACRAMENTO CONFIRMATIONIS (Sacramento de la Confirmación)
- IV DE SACRAMENTO POENITENTIAE (Sacramento de la Penitencia)
- V DE SANCTISSIMO EUCHARISTIAE SACRAMENTO (Sacratísimo Sacramento de la Eucaristía)
- VI DE SACRAMENTO EXTREMAE UNCTIONIS (Sacramento de la Extremaunción)
- VII DE EXSEQUIIS (Sobre las Exequias)
- VIII DE SACRAMENTO MATRIMONII (Sacramento del Matrimonio)
- IX DE BENEDICTIONIBUS (Sobre las Bendiciones)
- X DE PROCESSIONIBUS (Sobre las Procesiones)
- XI DE LITANIAE APPROBATAE (Letanías aprobadas)
- XII DE EXORCIZANDIS OBSESSIS A DAEMONIO (Sobre el exorcismo de los poseídos por el Demonio)
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FUENTES: 1 – 2
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BIBLIOGRAFÍA:
-Antiguo Rituale Romanum
-Documento oficial de la Iglesia sobre el nuevo rito de exorcismo
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