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domingo, 24 de febrero de 2013

EL LIBRO DE LOS EJEMPLOS



EL LIBRO DE LOS EJEMPLOS

Fábulas, Parábolas, Episodios para mejorar la propia  vida
Por Pier  D’Aubrigy
1.    MIRABAN LOS MUROS DESDE LEJOS

  -¿Quién soy yo?  Pregunta un día un joven al anciano. Eres lo que piensas, le responde al anciano. Te lo explico con una historia: - Un día, desde los muros de la ciudad, hacia el poniente se veía sobre la línea horizontal, muy distante, dos personas abrazadas. –“son el papá y una mamá, pensó una niña inocente”. –“Son dos amantes, añadió un hombre de mundo”. Son dos mercaderes que han concluido un buen negocio, pensó un negociante. Es un padre que abraza a su hijo que vuelve de la guerra, pensó una madre. –Es una hija que abraza a su  papá de regreso de un viaje, pensó un hombre que aun sentía la pena de la muerte de una hija. –Que bello es ver dos personas que se abrazan dijo un hombre de Dios. – Y concluyó el anciano: todo pensamiento, revela a quien habla. Examina tus pensamientos y podrás decir más cosas sobre ti que cualquier maestro.
2.    LA ILUSIÓN DE UNA CHICHARRA QUE QUERÍA EMIGRAR 
 –Una chicharra quería irse a vivir lejos. Una abeja la vio cuando empacaba sus maletas y le preguntó a dónde se marchaba. Me voy al Oriente, ¿Por qué?, le pregunta la abeja, no te encuentras bien aquí? No, responde la chicharra. Aquí todo el mundo me odia por mi canto y por  eso he decidido partir. Entonces la abeja le dijo: lo que  debes cambiar es tu sonsonete, porque de lo contrario, donde vayas llevarás ese canto y serás mal vista.3.    COMO PERROS PERDIDOS
-Un estudiante, un comerciante y un hombre de gobierno fueron asaltados por los ladrones en un desierto. Fueron despojados de todo y vagaban como perros perdidos hasta que se encontraron con un ermitaño que los recibió. Les dio de beber y de comer y les dijo: Como ven esta celda es muy pequeña pero cada uno puede improvisar un refugio porque el invierno empieza y  pueden morir. Los 3 hombres dijeron en coro: Queremos seguir el viaje!
 
–Es imposible, les dijo el monje. Van a encontrar caminos bloqueados por la nieve. – El estudiante dijo: Y que voy hacer yo sin mis libros? –Cómo voy a responder por mis negocios urgentes, dijo el comerciante y qué voy a hacer con mi pueblo, prorrumpió el hombre de gobierno. -El ermitaño les animó para que puestos de acuerdo pudieran hacer algo. –Hicieron tres casetas de piedra y cuando ponían el techo, empezó a caer la nieve. –El invierno fue largo pero se les hizo breve por la experiencia de esa aventura que lograban pasar juntos y  con vida.
 

      -Pudieron conversar, reír, coger leña, agua, preparar alimentos. Fue algo inolvidable.
 
-El monje de vez en cuando, participaba con ellos  les hablaba de Dios, de su amor, de su justicia hasta hacerlos estremecer de las verdades eternas. Llegó la primavera. Debían partir pronto, pero cada uno aplazaba la salida. Ayudaron al ermitaño a preparar los terrenos y sembrados, a cuidar las ovejas y contemplar el azul del cielo. Un día les dijo: Ya no los oigo hablar de libros, ni de negocios, ni de los súbditos. Qué ha pasado?
 Y los tres se miraron callados. – Antes estaban preocupados de lo pasado. Ahora se sentían contentos, unidos y en paz, parecían patronos de ellos mismos, les dijo el monje.

 –Reconocieron, pero querían saber por qué: se sentían más contentos, libres de preocupaciones y palparon la presencia de Dios en ese humilde monje amigo. – Partieron juntos con la existencia y amistad de Dios que  les regaló esos días el ermitaño y pudieron disfrutar de un sol maravilloso en el camino de regreso como un anticipo del cielo.
4.    Los monjes y el cazador. 

-Un día San Antonio estaba en recreación con sus hermanos en el desierto, cuando llegó un cazador y quedó sorprendido y escandalizado de ver jugar a los monjes. El santo, le quiso dar una lección: le pidió el favor de lanzar la flecha de su arco, lo que hizo al instante. Ahora te ruego no dejar de lanzar la flecha hasta que yo te lo diga.
 Al poco tiempo el cazador se detuvo y dijo de no poder seguir porque la cuerda del arco se había destemplado. Era necesario esperar un rato. Como ves, dijo el santo, es necesario dejarlo reposar. Lo mismo ocurre con nuestro espíritu, para que soporte la fatiga. Es lo que estamos haciendo. Y el cazador quedó impresionado de la respuesta.
5.    EL PASTOR Y EL PÁJARO
-En la  plaza de una ciudad, un sabio respondía a todas las preguntas que le hicieran sus oyentes. Un cazador curioso que bajaba del monte, quiso ponerlo en aprietos: tomó un pájaro vivo que llevaba y en sus manos, lo  escondió en sus espaldas y le preguntó al sabio: ¿Qué tengo en las manos? Y le respondió: Un pájaro. ¿Vivo o muerto? Eso está en tus manos. –Pensaba entre sí el cazador, si me dice que está vivo, lo degüello al instante y si me dice que está muerto, lo echo a volar. –
 
  El sabio dijo al público: como ese pájaro que está en las manos vivo o muerto, según lo quieras, así es la felicidad: está en nuestras manos y aunque pueda depender de circunstancias externas, lo esencial depende de nosotros mismos.
6.    UNA PARROQUIA DIFÍCIL
-    San Gregorio el taumaturgo del año 213-270, tuvo una juventud serena y de mucho estudio en las ciencias humanas y divinas. Se retiró al desierto a vivir en soledad. El obispo de Amsea al conocer sus virtudes lo llamó y lo preparó para hacerlo sacerdote.
-     Gregorio no se sentía digno pero ante la insistencia del obispo accedió. Tuvo una parroquia muy grande con miles de idólatras y sólo con 17 cristianos. Con su santidad de vida y milagros, logró convertirlos a la fe cristiana. Fue uno de los hechos más bellos en ese siglo III.
7.    FUE LLAMADO POR SU NOMBRE.
 -Se narra la hermosa leyenda de Elena de Troya, que siendo reina fue raptada y obligada a una vida de perdición donde perdió hasta la memoria. Un día en el puerto fue reconocida por un antiguo súbdito que le preguntó su nombre y no  entendió. Le pidió que le mostrara las manos y le dijo:
 

¿Tú eres Elena, Elena, no recuerdas? Y ella como quien despierta de una pesadilla, abrazo al viejo amigo llena de lágrimas. Dejó esa mala vida y volvió a ser la reina de Troya. –Dios en cualquier momento nos llama por el nombre y nos permite reconocer la dignidad de ser sus hijos. Hijos de Dios.
8.    ERMITAÑO QUE QUIERE ABANDONAR SU SOLEDAD
-Un ermitaño después de haber pasado 60 años en un desierto apartado llevando una vida muy mortificada, alimentándose hasta con hierbas peligrosas, cayó en desánimo y se consideraba inútil sin hacer algo extraordinario como los padres del desierto, resolvió abandonar su vida de ermitaño y volver a la ciudad a la vida ordinaria. Pero Dios quiso enviarle un ángel que le dijo:
 

-¿Qué es lo que piensas hacer? –¿Podrás hacer otra maravilla mayor que la vida que llevas?, ¿quién te ha dado las fuerzas para resistir tantos años y comer hasta hierbas venenosas? –Pide a Dios fuerzas con humildad que la corona no está lejos. El hombre de Dios acogió el mensaje y terminó allí su vida santamente. (Es un apotegma de los padres del desierto).
 
9.    A TRAVES DEL AGUA CRISTALINA
– Tres amigos, después de ingresar a la vida monástica, se preguntaron sobre esa experiencia. Dos de ellos habían decidido dedicarse más bien a trabajar  por la paz de los hombres. Otro quiso dedicarse a cuidar enfermos. El tercero quiso permanecer en la vida solitaria. – Al tiempo los dos primeros se desanimaron en la vida activa en la caridad y regresaron a la soledad donde encontraron a su compañero quien tomó agua en una vasija y les dijo a sus dos amigos que la echaran  a un  estanque y miraran. En un principio no vieron nada por la agitación del agua, pero ya quieta, se vieron sus caras reflejadas en el agua y el  ermitaño comentó: En medio de los hombres no se puede , a causa de la agitación del mundo, ver los pecados; si permaneces en el desierto, puedes por el conocimiento de tí mismo llegar hasta la visión de Dios. (De los apotegmas de los Padres).
10.    AL CAMINAR LE CONTABAN LOS PASOS. 

– Un santo anacoreta vivía en un apartado desierto, dónde sólo era visto de Dios y de los ángeles. Para proveerse del agua debía caminar mucho y un día muy cansado decidió hacer su celda cerca de la fuente. De regreso mientras caminaba, sintió que alguien venía cerca y contaba sus pasos. Pregunta quién es y le responde un ángel: Vengo en nombre del Señor a contar tus pasos para darte la recompensa. El buen hombre se dio cuenta y puso su celda aun más apartada para ganar méritos para el cielo.
11.    EL ESCLAVO, EL PATRÓN Y EL HOMBRE DE ESTUDIOS

–    En un país y en tiempos lejanos, un patrón tenía un esclavo que amaba y respetaba profundamente, de la misma manera que el esclavo lo amaba y respetaba. Ambos vivía muy contentos. Un día apareció un brillante estudioso que le dijo al esclavo: Tu patrón goza de muchas cosas y tú de nada. Él posee una casa muy grande con hermoso jardín, gracias a tu trabajo.
–     Tiene ovejas que le dan muchas ganancias porque tú se las cuidas. ¿No serías muy feliz si estuvieras en su lugar? No creo, respondió. Mi patrón y yo vivimos felices.
–     Dile que cambien de lugar y lo verás. Así el patrón se pasó a la casita del esclavo y este a la de su patrón. Pasó el tiempo y le preguntaron cómo se sentía y respondió: no comprendo tu consejo. En esta casa tan grande siento inseguridad, frío, me hace falta cuidar las plantas que son mi placer y el manejar dinero me quita hasta el sueño tranquilo que tenía antes. – pero ahora él está a tu servicio. Si pero no tengo el gusto de ver las ovejas y sentarme debajo de la roca a descansar y lo envidio. –el hombre de estudios se acercó al patrón y le pregunta: ¿Cómo te has sentido ahora? –te diré que la casa en muy pequeña pero acogedora y caliente. Me cansa trabajar la tierra pero me da un sueño tranquilo y puedo comer mejor.

 El hombre de estudios entendió que las cosas no son como se ven a primera vista. Una cosa es la teoría y otra la vida real. La aparente felicidad que buscaban se derrumbó.
 

 El esclavo y su patrón se sentaron a la mesa, bebieron un poco de vino y volvieron a su antigua y normal vida de antes. En la vida lo que importa es estar bien con lo que la Providencia nos ha dado y nuestro trabajo ha merecido. La felicidad está más cerca sin aspiraciones inútiles.
12.    ¿Dónde habita Dios? 


 - Una niña se encontraba con su abuelo al pie de un pozo. Apenas habían mirado el lugar lleno de agua, pregunta: ¿Abuelo dónde habita Dios? –el viejo alzó del suelo a la nieta y la acercó a la orilla del pozo. Mira al fondo y dime qué ves. –veo el reflejo de mi cara, responde la niña. Pues bien, Dios habita allí, dice el abuelo. Vive dentro de ti.
13.     OJOS SIN LUZ 

-    Un hombre venido de lejos, llegó a un pueblo donde sus habitantes eran grises y sus ojos no tenían luz. Algunos se acercaron atraídos por la luminosidad de sus ojos y por el aspecto de su cuerpo.
 
-    Le preguntaron de dónde venía y les respondió: Vengo del desierto de Dios. Y qué es ese desierto de Dios? –Es un lugar dónde se ora, se da acción de gracias y se adora al verdadero Dios. Estos hombres cambiaron de aspecto y le dijeron: -Nosotros hemos abandonado a Dios porque nos causaba peso, fatiga e impedimentos. –el hombre del desierto de Dios les dijo: Quizá por eso habéis perdido la luz. Queréis volver a Él de nuevo? – es muy difícil, le contestaron.
 
-    Dios ya no se acordará de nosotros. Al contrario, responde el hombre. Dios sólo espera que volváis a Él. Hizo una piadosa oración y todos se unieron a él. Un rayo de luz, despejó el color de sus rostros y la niebla de sus ojos.
 
-    –Qué maravilla, exclamaron y se miraban los unos a los otros. Vamos a orar con todo el pueblo pero el hombre del desierto los detuvo: no es fácil, si queréis, venid conmigo al desierto. Los hombres de aquel lugar lo siguieron y vivieron un tiempo en la ley de Dios, oraban, adoraban y vivían en continua acción de gracias. Cuando regresaron a su pueblo sus ojos eran resplandecientes y no hubo necesidad de hablar, ni explicar, porque todos eran atraídos por estos. Eran nuevos hijos de Dios, el pueblo sacerdotal…
14.    LAS FLORES DEL DESEO – 

-Un monje miraba el prado magníficamente florecido y preguntó al anciano: -¿Es duro para los monjes la castidad? Es como tener delante esas espléndidas flores perfumadas y no poder coger ni siquiera una…Un hombre casado que oyó esas palabras, observó: Y qué decir de nosotros los casados que hemos cogido una flor, la hemos saboreado por su perfume pero el deseo de conocer otras, no nos ha permitido vivir en castidad. –Una mujer presente, dijo: -Que sufrimiento tan grande tenemos de no poder ser acogidas por aquel a quien amamos. –El Señor, al escuchar a los tres, dijo: Tienen razón los tres. La castidad es difícil para todos. Por eso he prometido a los puros de corazón que verán a Dios.
15.    LO QUE ES UN BUEN HIJO 

-    Una pareja se casaron en avanzada edad y lograron con muchos deseos tener un hijo. Le levantaron con todo amor en la ley del Señor. Aunque muy pobres lo pusieron en la escuela de un sabio donde creció en el espíritu.
-     Ya joven, este buen hijo, un día quería dar a sus padres una muestra de gratitud y les preguntó qué querían que les traje como regalo. Le respondieron: nada hijo, nos basta tu cariño y presencia. Sin embargo al insistir, le pidieron que le calmaran un poco el antojo que tenían de beber una copa de vino.
 
-    El muchacho no tenía dinero. Un día mientras caminaba por el bosque para traer la leña, encontró una fuente que se precipitaba en una bellísima cascada. Bebió de esa agua y sintió que era un vino dulce y genuino. Llenó la cantimplora que llevaba y corrió a su casa a llevarles el regalo. – Aquí les traigo el vino que querían. Está muy bueno.
 
-    Los papas tomaron el vino pero no saborearon más que una agua pura. Se miraron mutuamente, se sonrieron y le dijeron: Está muy bueno, querido hijo.
 
-    La próxima semana les traeré más y así lo hizo por varias veces. Sus padres siguieron su ocurrencia y bebían el agua con mucho gusto y entusiasmo, felices de ver la sonrisa a flor de labios de su adorado hijo. Muchos achaques de los ancianos padres desaparecieron como de milagro y bendecían a Dios que les había dado un hijo que era todo amor para con ellos, sin esperar otro vino que el del amor.
16.    TRES JÓVENES AFRICANOS
 –En una ocasión fueron presentados al jefe 3 jóvenes que habían sido enviados a la selva y querían ponerles a prueba sus capacidades y juzgarlos si eran dignos de ser unos valientes guerreros del rey. Fueron muchos los peligros de la selva pero volvieron sanos y salvos.
 ¿Qué han hecho para darles una buena responsabilidad? Se hizo silencio y luego empezaron los jóvenes a hablar.
 
–Uno había matado a un leopardo, otro había luchado con una pantera. Sólo el tercer quedó callado. –y tú Mabú qué has hecho, le pregunta el jefe.

 –Yo sólo he podido coger un panal de mil de abejas selváticas. Los otros dos se rieron. El jefe le pregunta y  por qué no hiciste una prueba de audacia, digna de un guerrero. – Tú sabes, jefe, que mis padres están viejos y enfermos; tenía qué pensar en ellos y lo he hecho al traerles esa miel.
 –El jefe se levantó, entregó la lanza a Mabú y dijo: antes que ser cazador, somos hijos y sólo hay un modo de ser agradecidos con detalles que no es fácil entender por los demás. Eres el guerrero que necesitamos.
17.    UN PLATO PARA LA ABUELA
-Una anciana vivía fuera de la ciudad con su hija y un nieto. Con el pasar de los años, sus manos se volvían más débiles y lo mismo sus ojos y sus oídos. Quería ser útil pero no lo lograba. Por eso la abuelita derrochaba el agua, dejaba caer los platos y cometía otros errores. Un día la hija desesperada porque la mamá había roto el plato más precioso, mandó a su hijo a comprar uno de madera para la abuela. El muchacho se resistió por esa prueba para su abuelita, pero tuvo que obedecer y regresó a la casa con 2 platos.
 

–Te había dicho de comprar uno sólo, le insistió la mamá, no me has entendido. – Sí, dijo el hijo. He comprado el otro plato para cuando tú seas vieja. (Tradición de la india).
18.    LA MONTAÑA INACCESIBLE 

-Cerca de un pequeño pueblo había una montaña tan alta que raras veces se podía divisar la cima. Los jóvenes querían escalarla pero los ancianos eran contrarios por ser una empresa ardua, peligrosa e inútil. Sólo encontrarán nieve, viento y heladas.
 
-Los muchachos llegaron a viejos con la nostalgia de escalar la montaña.
 –En el pueblo existían peleas y rencores. El rey fue informado y un día vino para dialogar con ellos y les dijo también: ¿Porqué les prohibís a los jóvenes escalar el monte? No es razón decir que vuestros padres no lo escalaron. –Les mando que suban hasta donde sean capaces. Que construyan un refugio y tengan los primeros auxilios.

–    Los ancianos obedecieron y grande fue la sorpresa para los que sentían ese deseo desde hacía muchos años.

–     –LA EMPRESA COMENZÓ Y SE LOGRÓ LLEVAR A SU FIN. LLEGARON VARIOS JÓVENES A LA CIMA Y AUNQUE ENCONTRARON FRÍO, NIEVE Y HELADAS, PUDIERON GOZAR DE ESE TRIUNFO. ENCONTRARON UNA CAJA SELLADA QUE PUDIERON ABRIR Y TENÍA UN MENSAJE QUE HABÍAN DEJADO OTROS JÓVENES QUE EN OTROS TIEMPOS HABÍA ESCALDO LA MONTAÑA Y RELATABAN LAS PROHIBICIONES DE LOS MAYORES.
 

–    – AL TENER NOTICIA, EL REY, LES DIJO: SABÍA POR LOS ARCHIVOS QUE EN TIEMPOS PASADOS HABÍA TENIDO ESA EMPRESA Y QUE AHORA RENOVABAN CON HEROÍSMO.
 
19.    UNA INGENUA VISITA DE PÉSAME
-Una niña de 6 años fue a visitar a su vecina que había perdido su hijita de su misma edad y por una enfermedad incurable.
 

-Cuando regresó a su casa, la mamá le preguntó a qué había ido dónde la vecina y le dijo: Para consolarla por la muerte de su hijita. Y qué les has dicho.
 

–Sólo me senté en sus rodillas y me puse a llorar con ella.
20.    EL HOMBRE TRISTE Y EL SABIO
 – Un hombre muy triste fue en busca de un sabio. ¿Cuál es tu problema? Le pregunta el sabio. Es la tristeza que me persigue continuamente. Y no crees que eso sea una mera ilusión?  Pero el amigo le dice: Yo sé cuán real es mi tristeza. –es curioso que todos digan lo mismo, dijo el sabio. Cuando una persona está triste jamás piensa que sea una ilusión. Quizá la tristeza aparece real, mientras que la felicidad nos hace decir: esto es un sueño. Si pensaras que esa tristeza es imaginaria, desaparecería. El hombre pensó que aquí estaba el secreto  de su realidad y aceptó la enseñanza que le trajo paz y seguridad.
 
21.    HAY QUE MOVER LA COMPASIÓN DE DIOS
 – Tres amigos que caminaban fueron sorprendidos por un temporal que los hizo refugiarse en una gruta. De repente una gran  piedra se desprendió de lo alto y les tapó la entrada de la gruta.
 
Quisieron moverla pero les fue imposible. Sólo Dios los podía salvar.
 
Con humildad se pusieron orar a Dios y a moverlo a compasión. –Señor, por mis deseos de asistir a mis padres al llevarles todos los días la leche, ayúdanos, Señor. La piedra se movió unos milímetros. 
 
-Otro dijo: Me enamoré de una joven pobre y ciega que para atraerla la colmé de regalos y de oro, pero como no quiso seguirme le dejé el oro y la dejé tranquila. Si he dicho la verdad, danos un signo, Señor. La piedra se movió otros milímetros.
- El último dijo: “Tenía varios trabajadores a mi servicio. Les di el salario justo pero uno de ellos se ausentó y no pude darle lo suyo. Con su dinero compré una oveja que con el tiempo se convirtió en rebaño. Después de mucho tiempo apareció el trabajador y me pidió lo que le correspondía. – le mostré el rebaño y le dije que le pertenecía. Creyó que me burlaba de él pero cuando le expliqué, pudo irse muy contento con su rebaño. Dios sabe que digo la verdad y por eso le pido que nos de un signo. Al momento la piedra se corrió y tal forma que los tres amigos pudieron salir tranquilos.
 
-Todos había tocado el corazón de Dios: El primero con su paciencia y amor filial;  el segundo con el respeto a la más débil y el tercero con la justicia y la honestidad extremas.
22.    OBEDECER A SI MISMO
 – Un joven reaccionario dijo un día a sus amigos: Ya no quiero obedecer a nadie, ni a mis padres, ni maestros, ni a las leyes…mientras decía esto un sabio que pasaba le dijo: -siempre tendrás un patrón a quien obedecer: a ti mismo.
23.    EL RACIMO DE UVAS
– Un día se presentó a la portería del Convento un buen campesino que traía uno bello racimo de uvas. Cuando abrió el portero le dijo sonriendo: -Recíbeme estas uvas, las más bellas de mi viña.
 
-    El monje sonrosado, le dijo: ¿para mí?  Sí, porque siempre me has servido con amor y generosidad. El hermano portero vio las uvas tan bellas y pensó: ¿Porqué no llevarlas al abad y darle este pequeño gusto?  - Se las llevó y el superior quedó muy a gusto, pero pensó: las llevaré al anciano enfermo que le harán bien.

 – El anciano las tomó y llevó al cocinero que tanto se sacrificaba por él y la comunidad. Pero el hermano cocinero quiso darlas al hermano sacristán y éste al más joven como una muestra de acogida, pero no las tomó sino que las llevó al atento portero que se asombró de la vuelta que dieron las uvas hasta regresar de nuevo a él.
24.    LOS TRES MANDICANTES
-Un buen amigo vio a tres mendicantes juntos y les dio una ofrenda. Uno dijo:  quiero un dulce que hace mucho que no pruebo.

-Otro: quiero algo para masticar algo y el tercero dijo que tenía mucha sed.

-El amigo donante al oírlos les dijo: dadme el dinero que les daré gusto a los tres. Compró 3 racimos de uvas que endulzó la boca del primero; aplacó un poco el hambre del segundo y calmó la sed del tercero. Los pobres quedaron muy contentos y daban gracias a Dios que les había mandado su ángel. El buen amigo les dio dinero para que a su vez hicieran uso en lo mejor que quisieran.
25.    LA FAMILIA DE LA IRA 

– Un día un solitario interrogó a la ira: ¿Dime cuáles son tus padres, hermanos e hijos? – Y la ira respondió: mi padre es el orgullo. Mi madre la sensibilidad y el amor propio. Mis hijos son la enemistad, el rencor y el odio. Mis enemigos son la dulzura y la humildad que no me dejan ni respirar. (Migne, 212 por San Juan Clímaco, 8º grado).
26.    NO ARROJAR LEÑA A LAS LLAMAS
– Cuando Juan era superior del monasterio de Escete, un monje lo insultó terriblemente. El santo lo escuchó con toda tranquilidad y al ser interrogado por su actitud dijo:
 

-Cuando una casa se consume en las llamas es tontería arrojarle leña. Este hermano estaba tan arrebatado de la ira que si lo hubiera reprendido, su cólera aumentaría mucho más. El fuego se apaga sólo.
 
27.    COMO PLUMA AL VIENTO 

–Una mujer que se acusaba con frecuencia de maldecir y calumniar se acercó a San Felipe Neri quien le preguntó: Estos pecados le ocurren con frecuencia? –Muy a menudo, respondió.
 
-El santo le dijo: tu pecado es grande pero mayor es la misericordia de Dios, pero debes corregirte y le puso esta penitencia: vete a la casa, mata una gallina y al volver aquí, quítale las plumas. La mujer obedeció.
 Ahora vuelve por el mismo camino y recoge las plumas. Esto es imposible le contestó. Pues esto te quería decir. Comprende lo imposible que es reparar la calumnia. Es más fácil recoger las plumas de la gallina.
28.    GRAN PENITENCIA: CERRAR LA BOCA 

-Un joven que deseaba seguir el camino de la perfección, preguntó un día al anciano que si podía darle un cilicio o collar de clavos para hacer penitencia y llegar a la perfección.

El anciano trazó una cruz sobre los labios del joven y le dijo: Vete tranquilo, que no hay mejor cilicio que evitar todo lo que puede salir por esa puerta.
29.    TRES AMIGOS POR EL CAMINO
 –Elí, Beri y Calán, recorrían un mismo camino. Elí les dice: estoy muy contento de ir con ustedes. Beri agrega: yo lamento dejarlos antes y Calán dice: lamento que no puedan seguir conmigo hasta el final. Elí lamenta que el camino nos tenga que separar después de tan especial amistad de viajeros con las mismas ideas. Cuando se fue dice Calán al compañero que todavía tiene al pie: -Quiero decirte que Beri es antipático y habla mucho. Dudo de su sinceridad.
 –Estoy de acuerdo, afirmó. Me agrada estar contigo, sería un placer volvernos a encontrar,  dice Calán llorando y abrazando a Elí. Pero cuando se alejó dejó escapar un suspiro y dijo entre sí: La soledad es mejor que una estúpida compañía y continuó el camino cantando.
30.    MARÍA ELIGIÓ LA MEJOR PARTE 

– Un eremita se acercó un día a visitar un convento. Mientras el abad lo acompañaba en el recorrido, el eremita se expresaba maravillosamente de ver a los monjes ocupados en sus menesteres y dijo: -Porque se ocupan de tantos trabajos materiales sabiendo que Jesús alabó a María porque se puso a escucharlo y reprendió a Marta por ocuparse demasiado de las labores de la casa.
- El abad no respondió nada. Lo llevó a la celda para que pudiera orar y estar en silencio. Ya tarde empezó a sentir hambre y buscó al abad para preguntarle si era día de ayuno. No, le responde, hemos comido todos y porqué no me has llamado? –Para serte franco, pensé que cómo habías elegido la mejor parte, te bastaría el alimento espiritual.
 
- El eremita bajó la cabeza, pero el abad concluyó con dulzura: Si Marta no hubiera trabajado,¿ cómo habría podido descansar María y estar al pie de Jesús?
31.    LA GRAN BARCA DEL REY
 – Una noche, por el río, debía pasar la gran barca del rey. Pero al caer la tarde las aguas habían arrastrado del pueblo vecino unos troncos de madera muy peligrosos para la navegación. Y ¿cómo avisar al rey? Había que evitar una catástrofe. La noche estaba oscura, el viento era fuerte y los árboles impedían oír otra voz.
 
–Los vecinos no sabiendo qué hacer acudieron al gurú que aunque viejo y ciego podría ayudarles aunque los jóvenes no creían.
 

–El viejo maestro pidió una antorcha y salió con algunos de ellos. Se subió a un montículo vecino y desde allí vigilaba como un perro de caza a su presa.
 –Allí viene la barca de un pescador, dice a los amigos, vive en el pueblo y para él no hay peligro, la barca es pequeña y pasa fácil el obstáculo, además conoce muy bien los peligros.
 

–Ahí viene otro navegante con barca de carga y varios ayudantes. Tampoco tiene peligro porque conoce muy bien el trayecto y están lejos del obstáculo.
 
–Más tarde se oyeron notas musicales. Allí viene la gran barca del rey. Va derecho al peligro. Encendamos la antorcha y gritemos juntos: ¡Peligro!

 –Aunque los otros no veían nada, obedecieron. Vieron que la Barca del rey respondía a la voz de alarma y encendieron sus luces y con suma atención pasaron el peligro.
 
–Preguntaron al gurú, cómo haces para ver lo que nosotros no hemos visto, siendo tú ciego y él respondió: -Veo con mis oídos y los otros sentidos. Siento cualquier ruido distinto. Con el olfato y  el viento me oriento, con el movimiento de los remos y el incienso de la Barca del rey.

 –En conclusión, les puedo decir que la lección que quieren aprender es esta: Cuando la vida se hace oscura  por cualquier problema y el viento de las pasiones se enardece, detengámonos a escuchar las voces secretas del corazón y sintamos el olor de los antiguos perfumes de la infancia. Serán los guías mejores para superar los obstáculos más que cualquier razonamiento.
32.    EL HOMBRE QUE FUE POR AGUA 

– Muchas veces mientras buscamos a Dios, nos buscamos a nosotros mismos.
 
–Un día, un hombre que ardía en deseos de ver al Dios del universo, oró tan intensamente que Él se le mostró. Era mucho más de lo que se imaginaba: Inmenso, Divino, todo serenidad y paz.
 
-Dios le dice: -¿Quieres caminar conmigo? Y el fiel se llenó de alegría. Caminaron y caminaron, hasta que el buen Dios le pidió que le trajera un poco de agua.

 –Caminó hasta que vio un río y cuando llegó encontró una bellísima mujer, amistosa y buena. Hablaba con tanta dulzura que parecía una flor. Se enamoraron y se casaron muy pronto. Tuvieron hijos pero ocurrió que en ese país sufrió una peste y emigraron..
 
–Atravesaron el río que llevaba una gran creciente y fue tanta el agua que los arrastró y ahogó a la  familia. Sólo se salvó nuestro amigo.

 –Desesperado por el dolor se sentó en una piedra y comenzó a llorar amargamente. –En esos momentos apareció el Dios del universo que le habló:
 -Amigo, ¿dónde está el agua que te pedí? –Hace horas que espero beber unos pocos tragos. ¿Cómo así, hace apenas pocas horas? .
 -Y yo creía que esas horas eran doce años que pasé distraído.
33.    LA ORACIÓN DE PERDÓN 

 - Es  santo Juan, llamado el limosnero, Patriarca de Alejandría supo que un amigo suyo no quería perdonar ni reconciliarse con un adversario.
 
-  Lo mandó llamar a su casa y lo invitó a participar a la Misa en su Capilla. Cuando llegó el momento del Padrenuestro, dejó a su amigo que lo pronunciara solo en las palabras: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos…

- El santo Patriarca le dice con mucha dulzura: Piensa lo que están diciendo en el momento más solemne del Misterio Eucarístico. Para ser perdonados, estás prometiendo perdonar…Entonces aquel noble señor se arrojó a los pies del santo y prometió reconciliarse sin demora con su adversario.
34.    UN JOVEN QUE SE CREÍA MUY BUENO

- Un aspirante se dirigió a un virtuoso abad para pedirle el ingreso a la vida religiosa. El abad quiso conocer sus costumbres y el joven con orgullo le dijo: Yo visto siempre de blanco, no bebo más que agua. En invierno me tiro a la nieve y llevo clavos en los zapatos. Le pido a mi doméstico que me de azotes varias veces al día.

- En este preciso momento vieron cerca a un caballo que bebía agua y se revolcaba en la nieve. Ves este caballo, dice el abad, es blanco, bebe agua y se revuelca en la nieve. Los clavos no le molestan en su patas y recibe constantemente azotes. No obstante no es más que un simple animal.
35.    SOMOS COMO ÁRBOLES INMENSOS

-    El maestro y el discípulo recorrían una vasta llanura cubierta de hierba con algunos árboles gigantes.

 – Maestro, pregunta el discípulo, nosotros que somos tan espirituales, somos como esos grandes árboles, en medio de la verde llanura. El maestro le dice: No lo sé, habría que preguntarle a Dios. Él ve las cosas desde lo alto: los árboles inmensos y la grama de la llanura. Para Él todo es igual: un manto verde.
36.    VENTA DE “LA VERDAD”

- En una ciudad se tenía un negocio en que decía: “Venta de la Verdad”. Un hombre que la deseaba entrañablemente entró y la pidió.
 
La empleada le dijo muy amablemente si quería la verdad total o parcial. –La verdad total, por supuesto. Nada de falsedad, ni defensas, ni racionalización. Quiero mi verdad pura y simple, toda íntegra.
 La empleada lo miró con mucha consideración y le indicó su precio. Es muy alto. Y cuánto es, pues quería llevarla de todas maneras. Si usted quiere esta, deberá pagarla perdiendo hasta el descanso por el resto de su vida. El hombre salió triste del negocio y dijo: Creía poder alcanzar la Verdad a un precio módico. (Anthony de Mello).
37.    CUANDO TODOS ERAN DIOSES 

–Hubo un tiempo en que todos los hombres eran dioses, pero abusaban tanto de la divinidad que Brahama, jefe de los dioses, decidió quitarles a todos su poder divino y esconderlo donde no pudieran encontrarlo. Pero dónde esconderlo? Este era el problema.
-Cuando los dioses menos fueron llamados a consejo para evaluar el problema, dijeron: -Enterremos la divinidad del hombre en el fondo de la tierra o del mar. Pero Brahama los refutó: No, esto no basta, porque el hombre siempre ha explorado la tierra y el mar y la encontrará. Los dioses menores no pudieron ver el lugar donde esconder la divinidad. –Entonces Brahama dijo: - La esconderemos profundamente dentro del mismo hombre, porque no pensará buscarla en su propio “yo”. Desde entonces el hombre ha caminado por tierra y mar, explorando, zambulléndose y excavando, tratando de buscar algo que ya lleva dentro de sí mismo.
38.    CÓMO PUEDO VIVIR CON DIOS 

- Jesús caminaba un día cerca al mar y uno de sus discípulos se la acercó y le dijo: -¿Señor, cómo puedo alcanzar a vivir con Dios? Jesús se acercó al agua con el discípulo y lo sumergió completamente.

- Cuando la sacó del agua le dice: ¿Cómo te has sentido? – Sentía que se me iba la vida. Mi corazón palpitaba enloquecido. Trataba desesperadamente de respirar y de huir. Entonces el Señor le dice: Podrás ver al Padre cuando la sed de Él sea tan intensa como lo que has manifestado hace poco, con esa necesidad de respirar y huir.
39.    UN ASALTO DE LOS LADRONES 

- Maloni viajaba y de repente fue asaltado por un banda de ladrones que lo despojaron de sus bienes. Al final les quiso dar unos libros que llevaba pero ellos le dijeron y ¿para qué esos libros? –es el favor que les quiero hacer. Cuando lleguen a sus casas, podrán regalar los libros a sus hijos y ellos aprenderán a no ser como sus padres.
40.    EL SECRETO PARA VER A DIOS
-    Un jefe de familia fue a visitar al Rama Krisna y le dijo: Hemos oído que has visto a Dios. Quiero que me digas qué debo hacer para yo verlo también. Todo depende de la voluntad de Dios pero también de tu propia voluntad. Si estás sentado al pie de un lago y ves hermosos peces no puede cogerlos. Es necesario una vara, una cuerda, una carnada y arrojarla al agua. Tú lo podrás sentir y sacarlo con mucha paciencia.

 –Querer ver a Dios y no hacer el menor esfuerzo es imposible.
 
41.    CANSADO QUERÍA CAMBIA SU CRUZ POR PESADA
 –Cansado de sus sufrimientos y penas, un hombre se quejó a Dios y Él le dijo: Vete mañana muy temprano a la plaza, cerca de la Iglesia: allí cada año se realiza el mercado de las cruces; son muchas, de todas las medidas y tu puedes escoger la que te venga mejor, pues cada uno debe llevarla. Deja la tuya y toma la que quieras.
 –El amigo se levantó y aun oscuro se dirigió a la plaza. Miró y vio infinitud de cruces: pequeñas, grandes, sutiles, gruesas, altas, bajas: eran para todos  los gustos y condiciones. Empezó dejando la suya y frotándose las manos, se puso a buscar la más apropiada pero no fue fácil.
 
-Vio una pequeña pero con muchos nudos. Otras eran ligeras pero al tomarlas eran incómodas. Unas parecían manejables pero pesadas. Otras suaves pero grandes y muy incómodas. Después de ver muchas y cuando creía encontrarla, vio a su lado una que creía era la mejor. La probó y era justamente la que siempre había llevado. (Cita de Carlos Lapucci, La Biblia de los pobres, Mondadori, 1985).
42.    CÓMO SE ORA LA PALABRA 

- Tres monjes, muy estudiosos de la Biblia, fueron un día al hombre de oración para pedirle consejo de cómo se hace la Lectio Divina.
 
- Uno dijo: he leído la Biblia desde el principio y he logrado aprenderla de memoria. El otro dijo: yo también la he leído y aprendí a salmodiarla con el canto.
 
     -  El tercero, muy tímido, ante la sabiduría de los otros dos no se atrevía a hablar, pero el hombre de Dios lo animó y él dijo: yo sólo he leído una frase que he podido aprenderla y repetirla de día y de noche con mis labios, mente y corazón, sin  poder seguir más adelante. El gran hombre de oración respondió: Este es el modo de orar la Palabra. (Cita E. Olivera, Il sogno di Dio, Citta Nuova).
43.    PEDÍA UN CUARTO DE  HORA MÁS DE VIDA 

-Se cuenta de un buen súbdito que por más de 50 años había servido a su príncipe de la casa real quien al final de su vida quiso ir a visitarlo y pedirle, ya que lo amaba mucho, qué quería que hiciera por él.
 –Majestad, deseo sólo que me alcances vivir siquiera un cuarto de hora más.
 

 –Me pides lo imposible! Dime algo que yo pueda hacer y el enfermo muy angustiado, suspiró diciendo: Qué desilusión…os he servido por más de 50 años y no puedes darme un momento más de vida! Si hubiese servido a Dios fielmente, ahora me daría no un cuarto de hora sino una eternidad de vida feliz y dicho esto espiró.
 
44.    FELIZ ENGAÑO DE DIOS
- Un solitario hablaba con Dios y le decía: Oh Dios mío, tú me has engañado. Creía encontrar en tu seguimiento una cruz muy pesada de sufrimientos y penitencias y en cambio no he encontrado sino gozo, consuelo y paz. Tú me has engañado.
45.    UNA LEYENDA DE SANTO DOMINGO 

-Entender a Dios es imposible, dice Domingo de Guzmán, durante una de sus lecciones en la Sorbona. –Cómo así ¿No estamos aquí para eso? Le dicen unos estudiantes.

      –Nosotros somos como las hormigas que llegaron un día al pie de un altísimo monte de azúcar. No se dieron cuenta de su altura y cada una llevó al hormiguero un granito y dijeron: mañana volveremos a traernos todo el monte de azúcar.
 

     –Tratemos de no ser como estas hormigas. Que lo poco que podemos entender de Dios no nos vuelva ciegos. (Antigua leyenda dominicana).
46.    BÚSQUEDA DE DIOS

- Dos amigos mercantes decidieron ponerse en búsqueda de la cosa más preciosa del mundo. Partieron para encontrarse de nuevo. – Uno partió en busca de la perla más preciosa hasta que logró encontrarla. Jamás se había visto una gema más bella. Volvió a su patria pero el amigo no aparecía.

- Pasó mucho tiempo hasta que el amigo que se había ido en busca de Dios, regresara. Había consultado a maestros de toda la comarca, había estudiado y leído, había renunciado a todo pero sin encontrar a Dios.
 
Un día mientras lo buscaba, muy fatigado, se sentó a la orilla de un río y vio un ave acuática que cuidaba sus polluelos que se la alejaban. Al caer el sol, la madre no descansaba hasta que los reunía a todos bajo sus alas.

-    El hombre sonrió y regresó a su país. –Se encontró con el amigo que le mostró la piedra preciosa, nunca vista. Y tú que ¿has encontrado?
 
-    He buscado a Dios. ¿Y lo has encontrado? Pregunta el amigo asombrado. He descubierto que era Él el que me buscaba a mí.
47.    EL FILÓSOFO Y EL BARQUERO 

- Un filósofo que atravesaba un río, durante el trayecto, preguntó al barquero: ¿Conoces las matemáticas? –No, le responde. Entonces has perdido la mitad de tu vida.

-    Y entonces conoces la astrología? Tampoco. Has perdido al menos tres cuartas partes de tu vida.
-     En ese momento la barca se accidentó y se partió en dos. El barquero le grita al filósofo: ¿Sabes nadar? No. Entonces has perdido las cuatro partes de tu vida.
48.    LA RIQUEZA DE UN SOLITARIO 

–Un santo ermitaño cansado de caminar pasó la noche bajo un árbol, cuando llegó un hombre desesperado y le dijo:
 
La piedra, la piedra! Dame por favor esa piedra preciosa que llevas. Dios se me apareció y me dijo que viniera a este lugar donde encontraría a un santo que me daría una piedra que me haría muy rico.

-El ermitaño revisó la bolsa y sacó una piedra. Probablemente es esta que encontré en el camino, llévatela. El hombre observó que era una un diamante del tamaño de un huevo. La tomó y se fue feliz a su casa. Pasó toda la noche sin  poder dormir.
 

Al día siguiente, antes de amanecer se fue a buscar al hombre de Dios y le dice: Dame esa riqueza que te permite dar ese diamante tan fácilmente y  dormir y vivir siempre en paz.
49.    EL LIBRO SIN FINAL
- Un hombre escribió un libro y cuando le faltaba el final llegó el ángel de la muerte que le dijo: Es tu hora, sígueme. Por favor, déjame terminar el libro. Sólo le falta el final y ¿ qué sentido tendrá?

- Pero el ángel le dice, tu libro tendrá sentido, ahora viene conmigo. –El hombre lo siguió y el libro tuvo gran éxito. Era una obra de interés y su importancia era precisamente el hecho de no tener final que sirvió a muchos escritores y filósofos para escribir su final con sentidos diversos y sorprendentes.

- El autor fascinado dijo: de verdad, no pensaba que hubiese tan variado y rico final para mi libro. Lo que yo pensaba era muy sencillo y el ángel de la muerte se lo confirmaba con un movimiento de ojos.
50.    UN FUNERAL SUNTUOSO
 – Cuando a Tachuan le llegó la hora de su muerte, su familia le expresó el deseo de hacerle el más suntuoso funeral. Pero Tachuan les dijo: No es necesario. Dejad mi cuerpo en el desierto. Como féretro y tumba tendré el cielo y la arena. Como objetos funerarios, el sol, el agua y la luna. Mis adornos serán las estrellas en medio de miles de ángeles que me harán compañía. Seré devorado en cielo abierto por los cuervos y los buitres, así como lo sería de los gusanos bajo la tierra. ¿No sería parcialidad de privilegio favorecer a unos y despreciar a otros porque son meros gusanos?
51.    LA VERDADERA RIQUEZA 

-En un pueblo, un campesino acumuló tanta riqueza que pudo construir la casa más hermosa. -  -Un día se fue en su mula a otro país y vio una casa más bella que la suya. Se imaginó que era la del rey pero le dijeron que era del rico más poderoso de la ciudad.
 
-El campesino regresó a su casa y se dedicó a trabajar mucho más hasta hacer otra casa mejor de las que había visto. Volvió a salir en una carroza con un caballo finísimo. Visitó otro país y vio por centenares casas más bellas que la suya. Entonces regresó y se puso de nuevo a trabajar.
 Mientras iba su caballo se reventó de cansancio y tuvo que seguir a pie. Ya de noche divisó en el camino una pequeña luz se fue acercando y encontró la celda de un santo ermitaño que encontró feliz en su grande pobreza y soledad. ¿Cómo haces para vivir en esta morada tan pobre? Me conformo así y me siento muy bien y tú porqué no estás bien? Y porqué me dices esto? Porque te veo en los ojos que no estás bien y buscas lo que no hay: riquezas.
 

-Yo tengo la riqueza en mis ojos. Has notado el atardecer, los prados, la luna y las estrellas que tratan de iluminar el universo y aunque las estrellas creen iluminar el cielo, apenas sale la luna desaparecen tristemente.
- La luna también se engaña de inundar la tierra con su luz, pero al salir el sol se ve en el cielo, desaparece. Si aquellos que se glorían de su bienes meditaran sobre estas cosas, encontrarían la alegría que han perdido.
 
- El campesino apenas intentó sonreír y el ermitaño le dijo: Tú respecto de mi, eres como un rey. Esto es una exageración por una casa que tengo y unas riquezas…No es esto de lo que te hablo, le dice el ermitaño y acercando la luz a su cuerpo le mostró que no tenía piernas. El campesino se puso a llorar.
52.    HAY QUE CONFIAR EN LA  PROVIDENCIA DE DIOS  

-San Vicente de Paúl en una ocasión se le acercó el ecónomo para hacerle sabe que no tenía nada para comprar lo ordinario en las necesidades de la casa. El santo con cara serena le dice: Qué bella noticia, ¡alabado sea Dios!  Ha llegado el momento de demostrar nuestra confianza en le divina Providencia. Los tesoros de la bondad de Dios son infinitos y la falta de confianza lo deshonra. Y no faltó nada.
53.    ¿QUÉ PUEDO HACER PARA SALVARME? 

–    Un hermano se acercó a Macario de Egipto y le dice: Padre, dígame como puedo salvarme.

-    El anciano le dijo: coge una piedras va al Cementerio e insulta a los muertos.
-     Cuando regresó le preguntó si le habían respondido algo y él joven dijo que nada. Ahora vuelve de nuevo y alábalos. Se fue y les hizo muchas alabanzas. El santo la pregunta si le han respondido algo. Nada contesta. Ves entonces que ni los insultos, ni las piedras, ni las alabanzas han causado respuesta.

-     Esto es lo que debes hacer si quieres salvarte: no hacer caso de las injurias ni de las alabanzas de los hombres, como los muertos y así podrás salvarte. (Apotegmas de los Padres del desierto)
54.    SANTO TOMAS NO QUISO SER OBISPO 

– Santo Tomás de Aquino se alejó de todos los honores y alabanzas. Cuando el Papa Clemente IV le ofreció la dignidad de obispo de Nápoles, no la aceptó y le pidió la gracia que obtuvo de no aceptar ninguna dignidad eclesiástica.
 
- Cuando se le concedió el título de “doctor” lo aceptó sólo por obediencia. Cuando era estudiante un condiscípulo le dio el apelativo del “buey mudo” a causa del gran silencio y su robustez.
 
- Un día durante la lectura en la comida, le llamaron la atención por haber dicho un error. Volvió a leerla correctamente y aunque estaba seguro que se trataba de una equivocación, dijo después a sus compañeros: No tiene importancia hacer una sílaba larga o breve. Lo que importa es la humildad y la obediencia.
 
55.    LA CARIDAD VALE MÁS QUE EL AYUNO
  – El Padre Avito, a los 60 años fue a visitar a un hermano conocido por su virtud en la Siria.
 
  - Al terminar el largo viaje, el monje llegó y encontró a Marciano quien lo invitó a comer, pero Avito le dijo que nunca ha comido antes de las vísperas y a veces hago ayuno por dos y tres días. Marciano le dice: por este vez, cambia la costumbre ya que estás débil y no debes esperar hasta vísperas.
- Avito afligido le dice: Creía encontrar a un asceta pero te veo poco mortificado.
- Marciano reaccionó y le dijo que hubiera preferido comer carne antes que oír frases semejantes. Y le dio esta lección: Aunque yo haga la misma vida tuya y estimo el ayuno más que el alimento, creo que la caridad está por encima de todo como lo manda la ley divina, mientras que el ayuno depende sólo de nuestra voluntad. Vale más las leyes divinas que nuestros sacrificios. Esta fue la bella lección: La caridad vale más que el ayuno. (Historia de los monjes de Siria).

56.    UNA LECCIÓN DE SAN FRANCISCO DE SALES
 

–San Francisco de Sales un día en que recibió agravios y odios de una persona, le dijo: Aunque no me amas, yo si te amo y si me sacases un ojo con el otro te miraría amistosamente.
57.    DEFINICIONES 

- Le preguntaron a Talete cuál sería el más antiguo del mundo.
 
– Dios, porque no tiene principio.
 
– y la cosa más bella? –el mundo porque es obra de Dios.
 -Y la más sutil y ligero? La inteligencia porque en un instante puede recorrer el universo entero.
 –¿Y lo más fuerte que hay? –La necesidad.
 - ¿Y lo más sabio?- El tiempo que hace olvidar todas las cosas.
58.    ORAR SIN CANSARNOS 

–Un joven pidió a su maestro cómo y cuánto debía orar para ser acepto a Dios.
 
- El anciano sonríe y le cuenta esta historia:
 -Un campesino rico a la hora  de morir fue preguntado por sus hijos cómo había logrado acumular su fortuna y él les respondió:
 
- Hay un día del año en el cual si nos cuidamos con empeño en el propio trabajo, uno se vuelve rico. Es inútil tratar de descubrir cuál es ese día específico: No se dejen llevar de la pereza y trabajen todos los días del año en el temor de que aquel día bendito llegue sin que estén trabajando.
 
Las pruebas y las fatigas de todo el año serían perdidas.
 
- Así también en la oración, Dios nos visita cuando quiere y el momento de su venida es imprevisible. El no descasa en su amor para nosotros. Nuestra acción de gracias debe ser continua: adoración ininterrumpida y nuestro “si” constante. Vivir en  oración toda la vida, como sumergidos en el corazón de Dios sin salir nunca.
59.    PENSAR DE VERDAD EN DIOS
–    Un enamorado iba distraído a llevar un regalo a su novia y en  el camino tropezó con una persona que oraba a Dios en la calle pero distraída. Esa persona le gritó enfadada y le dijo: Estás ciego? No ves que estoy meditando en Dios?
 

–Perdóname pero es que estoy embebido en un amor que no me deja ver ni caminar normalmente. - -Tu en cambio, no sé qué en qué Dios estás pensando.
60.    QUIEN ENCUENTRA A DIOS, CALLA 

–Ves esa abeja y sientes su zumbido? Pregunta el maestro a su discípulo.
 
 -Ese ruido cesa cuando la abeja ha encontrado el néctar para chupar.
 -Ves esa ánfora? Cuando se llena de agua se siente el rumor y cesa cuando está llena totalmente y cesa el rumor. - Preparo un biscocho y pongo el aceite a hervir. Cuando esta frito no se siente ya nada.
 
- Así cuando los hombres discuten y hacen ruido es porque no han encontrado a Dios.
 
- Quien encuentra a Dios calla y adora.
61.    LOS TRES POZOS 

–    Un hombre decidió excavar un pozo. Excavó 20 metros y no encontró el agua que buscaba. Lo dejó y fue abrió en otro lugar más hondo pero tampoco encontró.

-    Finalmente pasó a otro lugar y cavó más hondo aun, pero sin ningún resultado-
-     Desanimado dejó la empresa. La profundidad total de los 3 pozos eran de 100 metros. Si hubiera tenido paciencia en el primero habría alcanzado lo que buscaba.
 
-    Así pasa con la gente que cambia sus creencias. Para alcanzar el resultado es necesario ahondar en la propia fe con todo el corazón, sin dudar de su eficacia.
 
62.    EL AGUA POTABLE 

– Un discípulo turbado va al maestro y le dice: He discutido con algunos teólogos y aun me quedan dudas de la existencia de Dios.

- El maestro le responde: si deseas beber agua del pozo, debes recogerla con dulzura en la superficie. No revolverla. Si la agitas o peor si lo hacen los otros, el lodo subirá del fondo y no tendrás el agua potable.
63.    SABER VIVIR CON DIOS

–Un célebre docto quería saber cuál era el camino de la verdad, Dios le invitó a que fuera a la iglesia y hablara con un pobre cubierto de llagas.
 
-    Se fue y lo encontró. Lo saluda y le dice: Dios te de una buena jornada. Gracias, no he tenido ningún día mala. Dios te de fortuna. Gracias, nunca he tenido infortunios.
 
-    Que seas feliz. Nunca me sentido menos feliz. El docto impresionado le dice que le hable claramente y el pobre le dice con mucho gusto:
-     Me has dicho que Dios me conceda una buena jornada y yo te he respondido que no he tenido día malo. Cuando tengo hambre, alabo a Dios. Si siento frío, si cae granizo o nieve, si llueve, si hace un buen tiempo o malo, alabo a Dios. Si soy despreciado, alabo a Dios. Por eso no he tenido días malos, sé vivir con Dios y por eso no tengo infortunios. Dios hace lo mejor. No me siento desgraciado  porque siempre he querido hacer la voluntad de Dios.

-    Y si Dios te arroja al infierno qué podrías decir? Si me manda al infierno aun me quedan dos brazos para abrazarlo: la humildad y el amor. Lo agarro de tal modo que Él mismo tendría que acompañarme al infierno. Allí estaría mejor con Dios que en el cielo sin poseerlo.
 
-    El maestro comprendió que el abandono con la humildad es el camino seguro hacia Dios. Añade con la pregunta:
-     Dé donde has venido? De Dios. ¿Cuándo lo has encontrado? Cuando dejé las criaturas. ¿Y dónde está Dios? En los corazones puros y en los de buena voluntad.
 
-    Y quién eres tú? Yo soy un rey. ¿Y dónde esta tu reino? En mi alma. Gobierno mis sentidos inferiores y exteriores, mis deseos y facultades están sometidos a mi alma. Este reino es más grande que todos los reinos de la tierra.
-    ¿Quién te ha llevado a tal perfección? Mi silencio y mis pensamientos en la unión con Dios. No he podido descansar en cosa alguna distinta de Dios. Ahora le he encontrado y en Él descanso y tengo la paz eterna.  (Tulero).
64.    LOS NIÑOS Y EL AGUILUCHO 

–    Un papá atravesaba el bosque con dos de sus niños. Vieron un aguilucho que levantaba el vuelo. El niño que iba de la mano del papá, con gozo se puso a batir las manos pero tropezó y calló. El otro que estaba seguro en los brazos de su padre se alegró de ver el ave cerca que no conocía. En la vida espiritual el primero es el que se abandona de las manos de Dios y el segundo es la confianza en Dios.
65.    “SI DIOS QUIERE”
 –Un campesino trabajó todo el día en su viña y regresó a su casa. Dijo a su mujer: mañana terminaré.
 
-    La buena esposa le dice: terminarás pero “si Dios quiere” pues la voluntad del hombre puede cambiar.
 
-    Te aseguro que ninguno me podrá impedir a terminar mañana. Muy temprano salió a terminar su trabajo y de ida se encontró al Sultán y su comitiva. Lo llamó para que le indicara el mejor camino hacia la montaña. Se vio obligado a ir y ya muy tarde pudo regresar a su casa.
-     –Porqué has venido tan tarde? Ábreme la puerta, si Dios quiere. Necesito descansar, si Dios quiere. Mi querida esposa: he aprendido tu lección.
66.    LA GUERRA O LA PAZ 

– Un rey estaba indeciso si debía hacer la guerra o no.
 
Sus ministros eran de diversas opiniones y el rey le dice: Quien preconiza la guerra contra los tusis es un ignorante, pero también lo es el que sostiene lo contrario. Qué debo hacer?
Un consejero la dijo: Lo mejor es no pensar en la guerra y en la no guerra. Sólo con el pensamiento de la paz nace la sabiduría y la sabiduría alimenta el pensamiento de la paz.
Sabiduría y paz es una misma cosa.
 
68- ESTÁN HECHOS EL UNO PARA EL OTRO. –

- Un ciudadano dice: me es difícil creer en el amor de Dios.
 
- Porqué? Porque no me siento digno. Y qué cosa lleva a la dignidad?
- Cuando el amor de Dios nace del corazón no puede dudar que también Dios muestra su amor por ti. Tú no puedes aplaudir con una sola mano. Así, mientras el sediento grita:
 
Dónde está el agua  deliciosa, el agua grita: Dónde esta el que necesita beber el agua.

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