sábado 03 Noviembre 2012
San Ermengol de Urgel
Leer el
comentario del Evangelio por
San Pedro Pietrelcina : “El que se ensalza
será humillado, y el que se humilla será ensalzado.” (Lc 14,11)
Lecturas
Pablo a los Filipenses 1,18b-26.
Pero ¡qué
importa! Después de todo, de una u otra manera, con sinceridad o sin ella,
Cristo es anunciado, y de esto me alegro y me alegraré siempre.
Porque
sé que esto servirá para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes y a
la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo.
Así lo espero
ansiosamente, y no seré defraudado. Al contrario, estoy completamente seguro
de que ahora, como siempre, sea que viva, sea que muera, Cristo será
glorificado en mi cuerpo.
Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte,
una ganancia.
Pero si la vida en este cuerpo me permite seguir
trabajando fructuosamente, ya no sé qué elegir.
Me siento urgido de
ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor,
pero por el bien de ustedes es preferible que permanezca en este cuerpo.
Tengo la plena convicción de que me quedaré y permaneceré junto a todos
ustedes, para que progresen y se alegren en la fe.
De este modo, mi
regreso y mi presencia entre ustedes les proporcionarán un nuevo motivo de
orgullo en Cristo Jesús.
Salmo 42(41),2.3.5bcd.
Como la cierva
sedienta
busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira
por ti, mi Dios.
Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar
el rostro de Dios?
Al recordar el pasado,
me dejo llevar por la nostalgia:
¡cómo iba en medio de la multitud'
y la guiaba hacia la Casa de Dios,
entre cantos de alegría y alabanza,
en el júbilo de la fiesta!
Lucas
14,1.7-11.
Un sábado, Jesús
entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban
atentamente.
Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros
puestos, les dijo esta parábola:
"Si te invitan a un banquete de bodas,
no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada
otra persona más importante que tú,
y cuando llegue el que los invitó a
los dos, tenga que decirte: 'Déjale el sitio', y así, lleno de vergüenza,
tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten,
ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te
invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos
los invitados.
Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se
humilla será ensalzado".
Extraído de la Biblia, Libro del
Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por
San Pedro Pietrelcina (1887-1968) capuchino
Buona giornata
8/8
“El que se ensalza será humillado, y el que se humilla será
ensalzado.” (Lc 14,11)
La humildad es la verdad, y la
verdad es que yo no soy nada. Por
consiguiente, todo lo bueno que tengo
viene de Dios. Pero a veces
malgastamos lo que Dios ha puesto de bueno en
nosotros. Cuando veo la gente
que me pide algo, a veces ni pienso en lo
que podría darles, sino en lo que
no soy capaz de dar y por tanto, muchas
almas quedan sedientas porque yo no
he sabido transmitirles lo que Dios
les quería dar.
La idea que el Señor viene cada día a
nosotros y nos da todo, nos
tendría que llevar a la humildad. Sin
embargo, pasa lo contrario porque el
demonio despierta en nosotros
sentimientos de orgullo. Esto no nos honra.
Hay, pues, que luchar contra
nuestro orgullo. Cuando nos parece que nos
puede, paremos un instante,
hagamos un acto de humildad. Entonces, Dios que
ama los corazones
humillados vendrá en nuestra ayuda.
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