Lucas 17, 20-25. Tiempo Ordinario. Dejar que Jesús reine en mi alma es abrirle las puertas para que Él haga lo que quiera. conmigo. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||
jueves 15 Noviembre 2012
Jueves de la trigésima segunda semana del tiempo ordinario San Alberto Magno Leer el comentario del Evangelio por Imitación de Cristo : “En medio de vosotros y dentro de vosotros” Lecturas Pablo a Filemón 1,7-20. Por mi parte, yo he experimentado una gran alegría y me he sentido reconfortado por tu amor, viendo cómo tú, querido hermano aliviabas las necesidades de los santos Por eso, aunque tengo absoluta libertad en Cristo para ordenarte lo que debes hacer, prefiero suplicarte en nombre del amor, Yo, Pablo, ya anciano y ahora prisionero a causa de Cristo Jesús, te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión. Antes, él no te presto ninguna utilidad, pero ahora te será muy útil, como lo es para mí. Te lo envío como si fuera yo mismo. Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino voluntario. Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor. Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mi mismo. Y si él te ha hecho algún daño o te debe algo, anótalo a mi cuenta. Lo pagaré yo, Pablo que firmo esta carta de mi puño y letra. No quiero recordarte que tú también eres mi deudor, y la deuda eres tú mismo. Sí, hermano, préstame ese servicio por amor al Señor y tranquiliza mi corazón en Cristo. Salmo 146(145),7.8-9a.9bc-10. Hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. ¡Aleluya! Lucas 17,20-25. Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: 'Está aquí' o 'Está allí'. Porque el Reino de Dios está entre ustedes". Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: 'Está aquí' o 'Está allí', pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación. Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. Leer el comentario del Evangelio por Imitación de Cristo, tratado espiritual del siglo XV II, capítulo 1, 1-2 “En medio de vosotros y dentro de vosotros” “El Reino de Dios está en medio de vosotros” (Lc 17,21), dice el Señor. ¡Conviértete de todo corazón a Dios, olvida el mundo y tu alma encontrará el reposo! ¡Aprende, ante todo, a recogerte en tu interior y verás que el reino de Dios viene a ti! Porque el reino de Dios es “paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Rm 14,17) Esta alegría no se da a los hombres sin fe. Cristo viene a ti y te hará experimentar su consuelo si le has preparado dentro de ti una morada digna de él. “Ya entra la princesa, bellísima...” (Sal 44,14) Le gusta habitar en el interior. Al hombre interior, Dios le concede frecuentes visitas, conversaciones y consuelos, una gran paz y una familiaridad que confunde. Ea, pues, ¡prepárate para que se digne habitar en tu interior! Porque “el que me ama, se mantendrá fiel a mis palabras. Mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y haremos morada en él.” (Jn 14,23) |
![La Santidad como tarea.](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZRDvl5IyCRc9anzcuUyzPW4gsibT_rjaM07cRsH_UAPbSOlqSOtrZFLw_Y9PrkV5F9mgm0QpXS1c8TMdM6geeuDv3po9boA3j3qSSgmK6FnHB9zbnB0HCbKq1JX4mGR7l5SEV9TtXWD4/s1600/VCarmen%255B1%255D.jpg)
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
jueves, 15 de noviembre de 2012
El Reino de Dios entre nosotros
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