La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda.
La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino”.
___________________________________________
…
“En estos decenios ha aumentado la «desertificación» espiritual.
Si
ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas
de la historia, lo que podía significar una vida, un mundo sin Dios,
ahora lamentablemente lo vemos cada día a nuestro alrededor.
Se ha difundido el vacío.
Pero
precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este
vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su
importancia vital para nosotros, hombres y mujeres.
En
el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para
vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed
de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma
implícita o negativa.
Y en
el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia
vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma
mantengan viva la esperanza. La fe vivida abre el corazón a la Gracia de
Dios que libera del pesimismo…”
extraído de:
Afrontar la desertificación espiritual…
___________________________________________
Links:
No hay comentarios:
Publicar un comentario