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| Resario de Soano, Beata |  
MártirMartirologio Romano: En la localidad de Puzol, también cerca 
de Valencia, beatas Rosario (Petra María Victoria) Quintana Argos y 
Serafina (Manuela Justa) Fernández Íbero, vírgenes del Instituto de Hermanas 
Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia y mártires, que en 
el furor de la citada persecución alcanzaron la gracia del 
martirio. († 1936)
 Fecha de beatificación: 11 de marzo de 2001, 
junto a otros 232 mártires, por el Papa 
Juan Pablo II.
  Nació 
el 13 de mayo de 1866, en Soano (Santander), hija 
de Antonio Quintana y Luisa Argos, de familia piadosa, creció 
ayudando a la familia en los trabajos del hogar y 
del campo. A los 14 años murió su madre y 
ella hubo de hacerse cargo de la casa, educar a 
sus hermanos y hermanas menores y ayudar a su padre. 
Se hizo terciaria franciscana y frecuentaba el convento capuchino de 
Montehano, donde, escuchando un sermón del P. Luis Amigó, decidió 
hacerse religiosa. 
 El 8 de mayo de 1889, venciendo la 
oposición de su familia, ingresó en la Congregación de las 
Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en el Santuario 
de Montiel (España). Hizo su primera profesión en 1891. Adquirió 
los conocimientos que no había podido adquirir en su pueblo. 
Fue maestra de novicias, consejera y de 1914 a 1926, 
Superiora General. Jovial, afable, de fácil relación, austera en su 
vida, muy sensible a las necesidades de los pobres, a 
quienes acogía y servía siempre con simplicidad y humildad. Se 
preocupó grandemente por la formación y el progreso espiritual de 
las religiosas. Como Vicaria general acompañó a las hermanas durante 
la guerra civil española, les buscó refugio y las animó 
a la perseverancia. Se distinguió en la práctica de la 
caridad, la fidelidad a Dios y al prójimo y su 
profunda devoción a la Eucaristía.
 
 Su último gesto fue un 
testimonio de fe: quitándose el anillo, signo de alianza perpetua 
con el Señor, lo entregó a su verdugo y le 
dijo: “Tómalo en señal de mi perdón”.
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