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sábado, 16 de junio de 2012

Ternura del Sagrado Corazón con los hombres


Jesús que mira a todos los hombres como hermanos suyos amándolos con la mayor ternura.
 
I. Jesús es nuestro amigo

Del amor a Dios procede necesariamente el amor a los hombres que son hijos suyos. Jesús tiene para nosotros Corazón de amigo; así quiere Él mismo llamarse, y con razón, pues tiene de amigo el afecto, la fidelidad y el incesante desvelo. ¡Oh, palabra dulce! ¡Oh título amable! ¿Qué cosa hay incomparable con este amigo fiel? ni ¿qué es todo el oro y plata su comparación? (Eccl. 6).

Discípulo afortunado que reclinásteis vuestra cabeza sobre el Corazón de Jesús, y fuísteis objeto de su predilección, decidnos si el divino Salvador sabe amar a sus amigos, y si Él mismo es aquel amigo fiel que da la vida y la inmortalidad, sirviendo al mismo tiempo de defensa y baluarte a sus amigos (Ibid). Jesús es en efecto al amigo verdadero que no nos abandona en la desgracia ni aún en la muerte; que mira por nuestros intereses y nos ama con un amor puro y desinteresado. ¡Oh! ¡cuán mal he correspondido yo hasta aquí a su amistad divina! Dios mío, ¡cuán sensible es mi corazón para con las criaturas y cuán duro para Vos! ¡Ah! ¡Si al menos no hubiese yo jamás abandonado a este amigo!... ¡Si no le hubiese hecho traición!... ¡Oh Jesús mío! perdonad mi infidelidad.


II. Es nuestro hermano

El Corazón de Jesús es el Corazón de un hermano. Al título de amigo junta el Salvador otro todavía más tierno; el título de hermano. ¿Qué cosa hay más dulce que el amor fraternal? ¿Que cosa más íntima que los lazos que unen entre sí a los hermanos? "Id a mis hermanos, dijo Jesús a la Magdalena, y decidles de mi parte: suba a mi Padre y vuestro Padre" (Jo.20). Por otra parte este título no es en los labios de Jesús un nombre vano; puesto que en esta cualidad quiere que participemos de sus bienes haciéndonos coherederos de Él. Cohœeredes Christi (Rom. 8).

Pero lo que más hace resaltar la fuerza de este amor, es nuestra indignidad e ingratitud; por cuanto nosotros le hemos tenido en poco, le hemos rechazado, ultrajado y hasta entregado a la muerte, y a pesar de esto Él nos ha amado buscándonos para rescatarnos del infierno, y de infelices desterrados que éramos nos ha hecho hijos de Dios, abriéndonos las puertas del cielo.

Ahora bien: ¿Queréis dar al Salvador una prueba de agradecimiento al favor insigne que os dispensa recibiéndoos por hermanos? Amad a vuestro prójimo, y socorred a Jesucristo en sus pobres, seguros de que mirará como hecho a su persona lo que hicieseis con el más pequeño de los suyos. ¡Qué felices sois pudiendo de este modo pagar a Jesucristo lo mucho que le debéis!


III. Es nuestro Padre

El Corazón de Jesús es para nosotros un Corazón de Padre. Los vínculos que unen al Padre con los hijos son más íntimos aún que los que unen entre sí a los hermanos. Pues bien: Jesucristo ha querido tomar el nombre de Padre de sus escogidos, y amarles con una ternura paternal. "Heme constituido Padre de Israel, reconociendo a Efraín como a mi primogénito. Yo trataré con respeto a Efraín" (Jer. 31). Este Padre amantísimo a derramado su sangre para darnos la vida, y aún ahora nos alimenta con su preciosa carne, de manera que le pertenecemos con más justo título que los hijos pertenecen a su madre natural. "Heme aquí, dice el Salvador, y conmigo los hijos que Dios me ha dado" (Heb. 2) ¿Qué deben a su padre los hijos más queridos? ¿Qué debo yo a Jesucristo? ¿Qué me toca hacer por Él?


IV. Es nuestro esposo

El Corazón de Jesús es para nosotros Corazón de esposo. Sobre la unión de los hermanos entre sí, y la de un padre con sus hijos, hay otra todavía de mayor excelencia y que identifica más: esta unión es la de los esposos. ¿Quién es capaz de comprender, y menos aún de explicar lo que encierra la mística alianza de la criatura con el Creador? ¿Quién habría podido persuadirse jamás que el Hijo de Dios llegara a tal exceso de amor para con el hombre caído, ni de que nuestro corazón, desfigurado por la culpa, lleno de imperfecciones, despreciable en sus afectos y desarreglado en sus deseos, había de celebrar una unión tan estrecha con su Dios? Y sin embargo, es así. "Habéis herido mi Corazón, hermana mía, Esposa mía, dice el alma fiel. Vulnerasti cor meum, soror mea, sponsa" (Can. 4).

Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, dice el profeta, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; porque me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo ceñido de corona, y como esposa ataviada con sus joyas (Is. 61). En esta unión que se celebra entre el Corazón de Jesús y el corazón del hombre, la caridad sirve de lazo. Mi amado para mí: yo para Él. Dilectus meus mihi, et ego ili (Cant. 2). Mas ¡oh Dios! ¡quién podrá aspirar a una amistad tan íntima? La justicia, la pureza y la humildad nos disponen a ella. Dios nos las concede por su bondad, y sólo con una constante fidelidad se conserva.

Escucha, alma mía, lo que te dice el Señor: Te desposaré conmigo para siempre mediante la justicia, la misericordia y la fidelidad, y conocerás que Yo soy el Señor (Os. 2).
 


Devoción al
 Sagrado Corazón de Jesús


Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Devoción de los Nueve Primeros Viernes
Fiesta del Inmaculado Corazón de María







 
"Al consagrarnos al Corazón de María, descubrimos el camino seguro
al Sagrado Corazón de Jesús, símbolo del Amor Misericordioso de Nuestro Salvador"
S.S. Juan Pablo II, 22 de septiembre de 1986.




    
 Significado del Corazón Corazón en las Sagradas Escrituras Corazón en el Catecismo de la Iglesia
 






Sagrado Corazón de Jesús


Pintura alemana del Sagrado Corazón
En la Iglesia católica, el Sagrado Corazón es la devoción referida al corazón físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino. Metafóricamente, se refiere a la vida emocional y moral de Jesús, especialmente, a su amor por la humanidad.

Introducción

El Sagrado Corazón de Jesús es representado por un corazón humano con una corona de espinas y heridas, a veces con llamas o una cruz, y simboliza el amor y el dolor de Jesucristo por los hombres.

Historia

Sacre Cœur en la bandera francesa símbolo de la Francia católica
Emblema de los chuanes
La devoción al Corazón de Jesús es de origen medieval, siendo los escritos de santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis de Helfta y la beata Ángela de Foligno los testimonios más antiguos. Sin embargo, la fuente más importante de la devoción, en la forma en que la conocemos actualmente, es Santa Margarita María Alacoque de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció. En dichas apariciones, Jesús le dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían muchas gracias divinas. El confesor de santa Margarita María Alacoque fue San Claudio de la Colombière, quien, creyendo en las revelaciones místicas que ella recibía, propagó la devoción. Los jesuitas extendieron la devoción por el mundo a través de los miembros de la Compañía, y los libros de los jesuitas Juan Croisset y José de Gallifet fueron fundamentales para esta difusión. A pesar de controversias y de opositores, como los jansenistas, los fieles confiaron en la promesa que Jesús hizo a la Santa: "Mi Corazón reinará a pesar de mis enemigos"'.
El padre Mateo Crawley-Boevey SS.CC. ideó un movimiento de regeneración de las familias y de la sociedad a través de una cruzada moral, y para ello fundó la Obra de la Entronización del Sagrado Corazón en los Hogares, con repercusiones en todo el orbe. Uno de sus intereses fue conseguir el establecimiento del Reinado Social.
A mediados del siglo XX, el capuchino Italiano san Pío de Pietrelcina y el beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús.

El Sagrado Corazón en el Magisterio de la Iglesia

En su encíclica papal Auctorem Fidei, Pío VI mencionó la devoción al Sagrado Corazón.
Después de las cartas de la beata María del Divino Corazón (1863-1899) con la petición, en el nombre del propio Cristo, para que el papa León XIII consagrara el mundo entero al Sagrado Corazón de Jesús, el pontífice designó comisiones de grupos de teólogos para examinar su petición sobre la base de la revelación mística y la tradición sagrada. Esta investigación resultó positiva. Siguiendo la revisión teológica, León XIII, en su encíclica Annum Sacrum (25 de mayo de 1899) dijo que la humanidad en su totalidad debía ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, declarando su consagración el 11 de junio del mismo año.
Pío XII desarrolla en su encíclica Haurietis Aquas el culto al Sagrado Corazón que queda en parte plasmado en el siguiente punto del Catecismo de la Iglesia Católica:
En el punto 478 que "Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo...del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc."Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).1

España y el Sagrado Corazón

Promesa que Jesucristo le hizo al padre Bernardo de Hoyos
A través de los jesuitas, el culto y devoción al Sagrado Corazón llega a España (y a la América española).
Con la llegada de Felipe V de España, ésta se ve reafirmada por la carta que escribe a Benedicto XIII en 1727, pidiendo Misa y Oficio propio del Sagrado Corazón de Jesús, para todos sus Reinos y Dominios.2
En Valladolid, el 14 de mayo de 1733, Bernardo de Hoyos, estudiante de Teología en el colegio San Ambrosio de los jesuitas (actual Santuario Nacional de la Gran Promesa), recibió la aparición sobrenatural de Jesús para revelarle la promesa de que: "Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes".
Variante del escudo de España vigente durante el periodo de la Restauración en el que se incorporó el Sagrado Corazón y que fue muy utilizada por los partidarios del Carlismo durante la Guerra Civil.3
La consagración pública de España al Sagrado Corazón fue hecha primero por Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria-Este (pretendido Carlos VII de España) y después el rey Alfonso XIII lo hará de forma oficial en Getafe, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica.
El hermano de Carlos Mª de los Dolores, Alfonso de Borbón y Austria-Este publicó el 3 de junio de 1932 un Decreto sobre el escudo de España utilizado por sus partidarios, donde entronizó en él el Sagrado Corazón.4
Durante la Guerra Civil española muchos soldados del bando nacional llevaban Sagrados Corazones de fieltro adheridos a la ropa y era devoción que servía para detener las balas enemigas; se les llamaba "detentes".
También fue muy utilizada (y lo sigue siendo en la actualidad) en España la imagen del Sagrado Corazón fijada a la puerta como símbolo de la condición católica de una casa. Una imagen sedente era con frecuencia entronizada en la principal sala de la casa acompañado de algún lema, del tipo El Sagrado Corazón de Jesús reina en esta casa.
Probablemente, una de las celebraciones más espectaculares relacionadas con el Sagrado Corazón de Jesús en España se da en Alhaurín el Grande (Málaga), donde la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno realiza sendas salidas procesionales el sábado y domingo posteriores al Corpus Christi, días en los que es procesionada la imagen del titular. Esta celebración es conocida como Día de Jesús. A la fiesta acuden las mejores Bandas de Andalucía e incluso de España, entre ellas la de la legión, cuyo I Tercio "Gran Capitán" de Melilla es Hermano Mayor Honorario de esta Hermandad desde 1947. La imagen del Nazareno es llevada en procesión a la Parroquia de Nuestra Señora la Encarnación a hombros de sus hermanos, que desde 1988 le cantan su Himno. En la mañana del domingo se oficia en honor de la imagen una solemne función religiosa, tras la cual vuelve a su ermita, donde recibe culto el resto del año. Uno de los rasgos distintivos de esta fiesta en honor del Sagrado Corazón de Jesús es la salida en las procesiones de nazarenos portando los enseres de la Hermandad, entre los que se encuentran las ricas túnicas bordadas en oro, estandartes, bocinas, báculos, mazas, cruces de procesión e incluso los tradicionales cirios, enseres efímeros realizados con flores encañadas y en cuyo interior se pone una vela.

Monumentos en España

Hispanoamérica y el Sagrado corazón

Basílica del Sagrado Voto Nacional en Quito, Ecuador
A la vez que la devoción al Sagrado Corazón se extendía por España, por mediación de los jesuitas y apoyados por la carta del Rey de España al papa, la devoción se vio impulsada por América y las Filipinas.
La República del Ecuador, el 25 de marzo de 1873, fue el primer país en el mundo que se consagró oficialmente al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Esto se hizo en la Presidencia del doctor Gabriel García Moreno. El Gobierno Nacional, determinó que en honor a esta consagración se construyera en Quito una gran basílica denominada Basílica del Voto Nacional.
En el Perú, la iglesia de San Pedro de los jesuitas (Basílica y Convento de San Pedro) es el Santuario Nacional del Corazón de Jesús. En junio se realizan en esta iglesia las celebraciones del Sagrado Corazón de Jesús durante todo el mes, culminando con una procesión de su imagen; esta procesión se lleva a cabo desde 1878.
El Sagrado Corazón de Jesús es además el patrono de la Armada de Chile y también el de los ferrocarrileros.
Hasta la reforma constitucional de Colombia en 1991, este país aparecía consagrado al Sagrado Corazón de Jesús en las primeras páginas de la antigua constitución[cita requerida], los procesos de desarme y reintegración de grupos izquierdistas como el M-19 y su puja para un país libre de todo tipo de lineamientos llegaron a eliminar dicha consagración de la nueva constitución[cita requerida]. Esta consagración venía desde la Constitución de 1886 en la cual el Partido Conservador ligado altamente a la religión católica decidió incluirla.
En Colombia en el año 2008 se renovó la consagración al Sagrado Corazón. El acto se llevó a cabo en el templo llamado del Voto Nacional, construido como voto de todos los colombianos pidiendo el fin de la llamada "Guerra de los Mil Días", por iniciativa de Bernardo Herrera Restrepo. Además en todas las iglesias de Colombia, desde ese día, se declara al Corazón de Jesus patrono de Colombia.

En México para ser mas exactos en León (Guanajuato) se encuetra el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús (León, Guanajuanto) el mejor de México; además la Catedral de Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas tiene al Sagrado Corazón como patrono. En casi todos los templos católicos de este país se le dedica una capilla.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

  1. DS 3812"Mas aquel amorosísimo conocimiento que desde el primer momento de la Encarnación tuvo de nosotros el Redentor divino, está por encima de todo el alcance escrutador de la mente humana; toda vez que, en virtud de aquella visión beatífica de que gozó apenas acogido en el seno de la Madre divina, tiene siempre y continuamente presentes a todos los miembros del Cuerpo místico y los abraza con su amor salvífico.""De la ciencia del alma de Cristo, Encíclica Mystici corporis, de 29 de junio de 1943.
  2. P. Juan de Loyola S.I., Tesoro escondido en el Sacratísimo Corazón de Jesús, imprenta de Alonso del Riego, impresor de la Real Universidad. Página 99-100.
  3. Menéndez Pidal y Navascués, Faustino, Hugo. El escudo. P. 212. At Menéndez Pidal y Navascués, Faustino; O´Donnell y Duque de Estrada, Hugo; Lolo, Begoña. Símbolos de España. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1999. ISBN 84-259-1074-9
  4. Melchor Ferrer, Historia del Tradicionalismo Español.



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