SAN DIONISIO SSEBUGGWAWO (1865-1886) nació en Bulimu, Uganda, y falleció en Namugongo, cerca de Kempala, en ese mismo país.
La evangelización de Uganda comenzó en 1879, con la llegada de los primeros misioneros europeos. Al principio parecía una labor fructífera, pues muy pronto se apuntaron varios triunfos, sobre todo conseguir el apoyo del rey Mutes, quien los veía con buenos ojos. Sin embargo, todo cambió a la muerte del monarca.
Su sucesor, el joven rey Mwanga, estuvo apegado al principio a la fe cristiana, igual que su padre. Sin embargo, los consejeros reales, quienes se aprovechaban de su corta edad en beneficio de sus propios intereses, consiguieron fomentar su animadversión contra los cristianos.
El pretexto era que el cristianismo era una religión extranjera, y por lo tanto los misioneros tenían que ser espías europeos.
El joven rey descargó su odio contra un camarada suyo de diecisiete años de edad, San Dionisio Ssebuggwawo.
Una ocasión que se encontraban de cacería, el rey le preguntó a Dionisio si era cierto que él impartía clases de catecismo. Cuando el joven le respondió tranquilamente que en efecto así era, el iracundo Mwanga le atravesó el cuello con su lanza.
Todo el día y toda la noche permaneció San Dionisio desangrándose, hasta que a la mañana siguiente fue decapitado.
San Dionisio Ssebuggwawo fue canonizado en 1964 por el papa Paulo VI.
SAN DIONISIO SSEBUGGWAWO nos ofrece un ejemplo de la cruel oposición que sufrieron los evangelizadores de África.
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