Rosario de Getsemaní

Primer Misterio

Jesús, Dios Doloroso.
“- Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos”

En la finca Getsemaní, cerca de Pedro, Juan y Santiago, experimentas una tristeza profunda en la noche oscura y fría. Te alejas de ellos.
Cerca de una enorme piedra sufres y te angustias. Las horas de la noche parecen màs largas. Las horas de la Pasión. Te inquietas. Sientes tu alma tan triste hasta la muerte.
Te adoro Cristo.
Un Padre nuestro y diez Ave Marías, Gloria.

Segundo Misterio
Jesús, Dios Doloroso.

“Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho.
Que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre”.

Desasosiego y lágrimas brotan de tu Ser. Deseas que ese Cáliz de dolor se aparte, pero más deseas la voluntad del Padre. Miras los efectos del pecado en el mundo entero, desde el inicio hasta los pecados del ùltimo día. Sufres una agonía profunda en tu alma. Tú, que eres puro y perfecto. El Hijo de Dios Vivo.
Te adoro Cristo.
Un Padre nuestro y diez Ave Marías, Gloria.

Tercer Misterio
Jesús, Dios Doloroso.

“Y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato.
Padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin”-.

Rostro en tierra haces oraciòn. Miras la Pasión cercana que te espera. La crucifixión ingrata y cruel se acerca.
Dios Padre desea que seamos salvos, Tú eres el Cordero que nos limpias y nos quitas los pecados del mundo. Y sudaste sangre en todo tu Cuerpo.
Te adoro Cristo.
Un Padre nuestro y diez Ave Marías, Gloria.

Cuarto Misterio
Jesús, Dios Doloroso.

-“Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas”-.

Buscas consuelo y solidaridad en tus Apòstoles, pero están dormidos. Les reclamas que no pudieron orar ni siquiera por una hora.
El maligno también estuvo ahí influyendo para que Pedro, Juan y Santiago no te acompañaran.
Y les dices:"Velad y orad para no caer en tentación: pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil"(Mt). La oraciòn es tu fuerza. que te une con el Padre.
Te adoro Cristo.
Un Padre nuestro y diez Ave Marías, Gloria.

Quinto Misterio
Jesús, Dios Doloroso.

-“Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén”.

De nuevo te apartas por segunda vez y dijiste: "Padre mío, si no es posible que esto pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad".
Mirando a los Apóstoles de nuevo dormidos, por tercera vez repite las mismas palabras. Insistes en la oraciòn al Padre.
Cuando llega la hora vas hacia los apóstoles listo para tu entrega, y que la Pasión del alma y cuerpo continúe, por tu gran misericordia por el mundo entero.
Te adoro Cristo.
Un Padre nuestro y diez Ave Marías, Gloria.

!Cada gota de tu Sangre Señor, fue por mi!
!Cada gota de tu Sangre Señor, fue para mi!
!Cada gota de tu Sangre Señor, salve mi alma para la vida eterna!