Discípulo y maestro iban una mañana por el campo y el discípulo pedía al maestro que le dijera cuál era la dieta necesaria para la purificación. Por más que el maestro insistiese en que todo alimento es sagrado, el discípulo se negaba a creerlo.
- Debe de existir un alimento que nos aproxime a Dios -insistía.
- Bueno, tal vez tengas razón. Aquellas setas de ahí, por ejemplo -dijo el maestro.
- El discípulo se animó, pensando que las setas le traerían la purificación y el éxtasis. Pero, cuando estuvo cerca de ellas, dio un grito:
- ¡Son venenosas! ¡Si como una sola de ellas, moriré en una hora!
- Aparte de esta rápida manera de acercarse a Dios a través de la comida, no conozco ninguna más -respondió el maestro.
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
jueves, 13 de octubre de 2011
Llegar a Dios a través de la comida
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