Pedí a Dios ser fuerte
con el fin de ejecutar proyectos grandiosos.
Y él me hizo humilde para conservarme débil.
Pedí a Dios que me diera salud para realizar grandes empresas.
Y él me dio enfermedad para comprenderlo mejor.
Pedí a Dios riqueza para conservarlo todo.
Y él me dejo pobre para no ser egoísta.
Pedí a Dios poder para que los hombres precisaran de mi.
Y él me dio humildad para que de él precisara.
Pedí a Dios todo para gozar de la vida.
Y él me dio la vida para gozar de todo.
SEÑOR: No recibí nada de lo que pedí,
pero me diste lo que precisaba.
¡Alabado seas, Señor ¡Entre todos los hombres,
nadie tiene más que yo!
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
jueves, 13 de octubre de 2011
Justo lo que necesitaba
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