Hora de la tarde, fin de las labores.
Amo de las viñas, paga los trabajos
de tus viñadores.
Al romper el día, nos apalabraste.
Cuidamos tu viña del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas, nos lo das de balde,
que a jornal de gloria no hay trabajo grande.
Das al vespertino lo que al mañanero.
Son tuyas las horas y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos dale crecimiento.
Tú que eres la viña, cuida los sarmientos.
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 12 de octubre de 2011
Hora de la tarde
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario