La prostitución: "una violación de los derechos humanos de las mujeres"
Está comprobado que cuando costumbres irregulares se toleran o incluso se protegen, se crean las condiciones ideales para que crezca. La corriente a favor de la legalización de la prostitución, que ya se ha plasmado en algunos países muestra con facilidad que el número de personas que se prostituyen ha aumentado. Un breve análisis de la situación actual y de la posición feminista.
De todos es conocido, que la expansión tan tremenda que ha experimentado la epidemia del sida en todo el mundo, se ha debido a tres factores que han resultado ser el caldo de cultivo ideal, si es que acaso, alguien lo hubiera diseñado intencionadamente: la droga, la homosexualidad y la prostitución. Si la familia monógama hubiera sido un logro universal, el virus VIH seguiría probablemente recluido a unas aldeas africanas, y por lo tanto desconocido.
Lamentablemente, las costumbres en lo referente a la sexualidad humana, han "progresado" por caminos sin cauce, y ahora nos encontramos con todos los problemas ocasionados por la riada.
Se suele oír con frecuencia, con intención paralizante, que la prostitución ha sido de siempre, el oficio más antiguo del mundo. No sé a que viene tal aseveración, pues además de que a la prostitución, igual que a la esclavitud, no debe dársele el estatuto de oficio, ¿no es más lógico pensar que fue la caza, el oficio más antiguo?. La antigüedad de cualquier mal social o personal, no le confiere un estatuto de legitimidad especial. El dolor de muelas, o el crimen, son también costumbres antiquísimas, y siempre hay que seguir luchando contra ellas.
Lo paradójico resulta ser, que ahora que vivimos décadas en las que la dignidad de las personas, especialmente de la mujer, es reconocida, la prostitución está adquiriendo en muchos países del planeta cotas hasta ahora nunca imaginadas.
Una de las mayores prácticas vejatorias contra la mujer, con frecuencia fuente de violencia y de explotación mafiosa, y principal vehículo de epidemias como el sida, es tolerada como si fuera un cáncer imposible de vencer. Hasta se presenta a veces el problema como un mal subjetivo al que conduce la aplicación de unas costumbres impregnadas de moral cristiana. Sin embargo, basta mirar otras culturas, como la china, para descubrir que en pocos lugares como allí está tan mal consideradas los tratamientos indignos de la persona que se dan con la pornografía o la prostitución.
Para colmo de la locura, están las corrientes de opinión que la manera que tienen de luchar contra los males, es autorizándolos, legalizándolos, dándoles más facilidades para su expansión.
Entre las diversas reacciones sociales para luchar contra la prostitución, considero que son de elogiar las acciones de grupos feministas. Si verdaderamente luchan estos grupos para defender la dignidad de la mujer, ahí están muchos de ellos dando verdaderamente la batalla.
Las tentativas de ciertos Estados, especialmente Holanda, de legalizar la prostitución, fueron denunciadas durante un coloquio organizado por la UNESCO, en París, con ocasión del Día Internacional de la mujer, en 1996. En el coloquio que se dedicó a formas de violencia contra las mujeres, se advirtió del importante aumento que ha experimentado en los últimos tiempos la "industria del sexo", sobre todo en Asia, Europa del Este y Cuba. Con el pretexto de asegurar una mejor protección sanitaria, la legalización lleva a legitimar el sistema y la acción de los proxenetas. "No se puede considerar que la prostitución es un trabajo normal, sin despreciar el derecho fundamental de las mujeres a ser libres de toda explotación sexual", indicó Janice Raymond, profesora de la Universidad de Massachusetts y directora de la Coalición contra los tráficos de mujeres. Francia suscribió este análisis y confirmó que no cambiaría la legislación vigente. Está comprobado que cuando costumbres irregulares se toleran o incluso se protegen, se crean las condiciones ideales para que crezca con facilidad el número de personas que se prostituyen.
Iniciativas novedosas, que deberían haber surgido mucho antes, son las de penalizar a los clientes de la prostitución. Suecia es un país que está dando un tanto marcha atrás después de décadas de permisividad que tantos males ha traído, el 1 de Enero de 1999 entró en vigor la ley que castiga la compra de servicios sexuales. Precisamente fueron grupos feministas las que han abogado por esta ley. El gobierno sueco quiso mostrar que la sociedad mantiene una posición crítica frente a quien explota a la mujer. La nueva legislación incluye penas de hasta seis meses de cárcel para los clientes.
En el simposio sobre prostitución que se celebró en Madrid a partir del 26 de Junio del 2000, Suecia estaba en el punto de mira de todos los participantes. En Madrid la prostitución esta ya en cada esquina, y el Parque del Retiro se ha convertido en el mayor burdel al aire libre del mundo. La pionera legislación sueca recibió los elogios de expertos en el congreso. Sus ventajas: no criminalizar a las mujeres y prohibir la compra de servicios sexuales. En su primer año de aplicación, once clientes fueron condenados y otros 42 están siendo investigados, según explicó la parlamentaria sueca Elisabeth Markstrûm. La ley, en un año, ya había conseguido reducir el ejercicio de la prostitución callejera un 35 por ciento. La diputada afirmó que el reto es conseguir, además, que sea efectiva también respecto a la que no se exhibe en la calle. Además, la falta de uniformidad en el tratamiento legal ha propiciado un «éxodo» de muchas de estas mujeres a otros países con legislación más benévola, como Dinamarca o Noruega. «No queremos una legislación permisiva -aseguró Markstrûm-, porque la prostitución es una cuestión de poder y no vamos a permitir a los hombres comprar a las mujeres».
Las medidas políticas y policiales contra la prostitución no deben bajar la guardia, así se consiguen los éxitos. El que fue hasta el año 2002 alcalde de Nueva York , Rudolph Giuliani, consiguió que la criminalidad descendiera un 45% y los homicidios un 60%. La Times Square se vació de sex shops a medida que se instalaban otros negocios más honrados. Con una campaña a favor del mayor civismo, Giuliani hizo de la Gran Manzana una ciudad más habitable. El alcalde llevaba tres años tratando de marginar la industria del sexo. Lo estaba consiguiendo, pues en Junio de 1998, un tribunal de apelación federal dio luz verde para que se aplique la ordenanza municipal por la que 138 de los 155 comercios relacionados con el sexo y la pornografía tendrán que cerrar y salir de las zonas comerciales y residenciales de la ciudad. La ordenanza municipal quería evitar las concentraciones de los sex shop y negocios de este tipo, pues establece que haya una separación mínima de 150 metros entre ellos, y que la misma distancia se mantenga entre cada uno de ellos y una escuela, iglesia o zona residencial.
En Febrero de 1999, la Cuba de Fidel Castro también criticó enérgicamente la prostitución y el proxenetismo. Resulta que la Cuba contra la que Fidel se alzaba, famosa por ser el burdel de América, esta volviéndolo a ser a escalas superiores de la mano del turismo sexual. La prostitución constituye además una vía de propagación de enfermedades sexuales, especialmente el virus del SIDA, expresó Castro.
En otros países, deben ser intereses de otro tipo, o quejas vecinales, los que acaben haciendo el trabajo que las autoridades deberían realizar únicamente motivadas por la defensa de la dignidad de las personas. Marbella es ejemplo de aislamiento de las prostitutas para no deteriorar el turismo, o Valencia y Madrid, ciudades en las que los vecinos deben salir a la calle, para que sus barrios no sean focos de droga y prostitución.
Manuel Prieto, comisario general de Extranjería, en el Congreso sobre prostitución de Junio del 2000 en Madrid, destacó el aumento de mujeres procedentes de Nigeria y de Colombia en España. Dijo: "Algunas saben a qué vienen, pero la inmensa mayoría no y cuando llegan las quitan los pasaportes, les controlan, las multan si no se aplican demasiado. Un 27% de ellas sufre violencia de sus proxenetas". Prieto informó de que en los cuatro primeros meses del año, del 2000, la policía ha desarticulado 82 redes de tráfico de mujeres, las mismas que en todo 1999, si bien insistió en que la figura del proxeneta no está penalizada y el artículo de la Ley de Extranjería sobre la denuncia de las redes no funciona por miedo.
Así pues, la situación de las leyes es la siguiente. A comienzos del 2000, en la UE había dos polos opuestos que dividen a los Estados miembros en el debate que se plantea sobre la prostitución. Italia y Francia se muestran favorables a la legalización de esa actividad, mientras que en Suecia y Holanda se llega a penalizar a los clientes que usen el "servicio". España se encuentra a caballo entre las tendencias más y menos permisivas. El Parlamento Europeo pidió a los Quince en Mayo del 2000, que centren sus esfuerzos contra la explotación forzada de mujeres y niñas. Sólo un 5% de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen voluntariamente, aunque la frontera entre lo voluntario o involuntario, ¿dónde está?, ante la atracción de dinero fácil... Los países de la UE abordan de manera diferente el debate teórico sobre si la prostitución tiene que considerarse como una profesión regulada, exactamente como otra cualquiera, o si se trata de una forma de sometimiento que no debe ser permitida. De hecho, el concepto en los Quince es el mismo, lo que cambia es la forma de intentar resolver el problema. En España son los proxenetas los perseguidos.
En Suecia y Holanda es un delito que los clientes usen el "servicio". El dinero está siempre en el centro de esta práctica ilegal. Ningún país comunitario penaliza a las prostitutas.
La posición feminista
Hay que volver a destacar los posicionamientos de muchos de los colectivos feministas, que aunque sufren el descrédito cuando adquieren posturas de sus componentes radicales, podría ser la voz más escuchada por los gobiernos, a la hora de frenar esta verdadera explotación de la mujer.
La total ausencia de medidas contra la prostitución en la mayor parte de los países, ha permitido que crezca incontroladamente. La consecuencia es un mercado del sexo en el que las mafias campan a sus anchas a pesar de la acción policial. Un gran negocio en el que todo vale, incluido la prostitución infantil, el turismo sexual, etc., basado en la explotación de miles de mujeres. Son la carne de cañón de un negocio sumergido que mueve miles de millones de euros anuales que escapan al fisco y que además suele estar unido al tráfico de drogas y a otras actividades ilegales.
La solución, además de otras medidas más profundas, puede ir encaminada en la línea que propuso el Lobby Europeo de Mujeres durante La Conferencia de Ministros de la UE sobre Violencia contra las Mujeres, de Febrero del 2002 en Santiago de Compostela. Este Lobby puso también la prostitución en debate. Denise Fuchs, presidenta del Lobby Europeo de Mujeres, entidad que agrupa a 3.000 ONG, intervino para pedir que la prostitución y la trata se consideren "una violación de los derechos humanos de las mujeres", y no sólo desde la perspectiva de la inmigración o de la lucha contra el crimen organizado.
Fuchs declaró a un periódico que "La prostitución no es una actividad laboral, sino algo que mina la imagen de la mujer y de sus derechos. Nunca es una elección realmente libre y por eso resulta una hipocresía decir que el problema se resuelve reglamentando la actividad". Según el Lobby, entre 60.000 y 100.000 mujeres entran cada año en la UE víctimas de las redes de proxenetismo. "Educar a los niños en el respeto y que luego vean que se puede comprar a una mujer es algo que mina los esfuerzos de lucha contra la violencia", añadió. El Lobby es partidario de tipificar como delito la compra de servicios sexuales, es decir, criminalizar al cliente. En Suecia así se hace ya, como hemos visto, pues han tipificado como delito la compra de servicios sexuales, penalizando al cliente. En España, una comisión del Senado está estudiando el modo de hacer frente a los diferentes aspectos de esta insostenible situación.
Sobre las misma fechas, el 22 de Febrero del 2002, se celebró en Madrid (España) una Jornadas nacionales contra la violencia a las mujeres, y las organizaciones feministas de la Red Social contra la Violencia hacia las Mujeres declaró que estaban «totalmente en contra» de la legalización de la prostitución como actividad laboral. Durante la jornada, a la que asistieron asociaciones de todo el país, las portavoces de la Red calificaron de «escandaloso» que algunas organizaciones planteen la regularización de esta actividad. «La prostitución está ligada al tráfico de mujeres, el segundo gran negocio del mundo, después del tráfico de armas, y prueba de ello es que el 90% son inmigrantes. No es una forma de vida», aseguró Milagros Rodríguez Marín, de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos.
En resumen, muchos países y personas se preguntan cómo luchar contra la prostitución, y deben darse cuenta que la clave para enfrentarse al problema es que la sociedad recupere la capacidad de indignación, pues en nombre de la libertad sexual y de la modernidad se han dado muchos pasos atrás, y se ha olvidado la defensa de los Derechos Humanos en el sentido en el que fueron recogidos en 1949 en la Convención de Ginebra. Pero para actuar hay que reconocer los fallos, y eso no está al alcance de todos.
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