San Bernardo de Claraval
San Bernardo nace en Borgoña, Francia (cerca de Suiza) en el año 1090. Con sus siete hermanos recibió una excelente formación en la religión, el latín y la literatura. Durante algún tiempo se enfrió su fervor cristiano y empezó a inclinarse hacia lo mundano, las amistades que tenía, por más atractivas que le parecían, lo dejaban vacío y lleno de hastío.
Una noche de Navidad, se quedó dormido y le pareció ver al Niño Jesús en Belén en brazos de María, y que la Santa Madre le ofrecía a su Hijo para que lo amara y lo hiciera amar mucho por los demás. Desde este día pensó en consagrarse a la religión y al apostolado. Bernardo se fue al convento de monjes benedictinos llamado Cister, y pidió ser admitido.
Bernardo contó la noticia a su familia y amigos pero todos se opusieron. Él les habló tan maravillosamente de las ventajas y cualidades que tiene la vida religiosa, que logró llevarse al convento a sus cuatro hermanos mayores, a su tío y 31 compañeros. Mas tarde, habiendo muerto su madre, entra en el monasterio su padre. Su hermana y el cuñado, de mutuo acuerdo decidieron también entrar en la vida religiosa.
Durante su vida fundó más de 300 conventos para hombres, e hizo llegar a gran santidad a muchos de sus discípulos. Lo llamaban "el cazador de almas y vocaciones". Con su apostolado consiguió que 900 monjes hicieran profesión religiosa.
La familia que alcanzó a Cristo, nos presenta a san Bernardo de Claraval y a su familia. Van pasando por las páginas del libro la vida de los padres y los siete hermanos. Cada uno, desde luego, tiene su propia personalidad, pero lo que los unifica es la vocación de entregar por completo su vida a Cristo. Tienen sus luchas personales, pero al final sus corazones sólo pueden ser saciados por esa fuente insondable que es Jesús y a Él recurren dejándolo todo.
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