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miércoles, 24 de agosto de 2011

San Lorenzo, Diácono y Mártir



10 de Agosto

San Lorenzo
Mártir
Año 258

Señor Dios: Tú le concediste a este mártir un valor impresionante
para soportar sufrimientos por tu amor, y una generosidad
total en favor de los necesitados. Haz que esas dos cualidades
las sigamos teniendo todos en tu Santa Iglesia:
generosidad inmensa para repartir nuestros bienes entre los pobres,
y constancia heroica para soportar los males y
dolores que tú permites que nos lleguen.

Su nombre significa: "coronado de laurel".
Los datos acerca de este santo los ha narrado San Ambrosio, San Agustín y el poeta Prudencio.
Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice. Su oficio era de gran responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los pobres.

En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución en el cual ordenaba que todo el que se declarara cristiano sería condenado a muerte. El 6 de agosto el Papa San Sixto estaba celebrando la santa Misa en un cementerio de Roma cuando fue asesinado junto con cuatro de sus diáconos por la policía del emperador. Cuatro días después fue martirizado su diácono San Lorenzo.
La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que la Sumo Pontífice lo iban a matar le dijo: "Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?" y San Sixto le respondió: "Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás". Lorenzo se alegró mucho al saber que pronto iría a gozar de la gloria de Dios.
Entonces Lorenzo viendo que el peligro llegaba, recogió todos los dineros y demás bienes que la Iglesia tenía en Roma y los repartió entre los pobres. Y vendió los cálices de oro, copones y candeleros valiosos, y el dinero lo dio a las gentes más necesitadas.

El alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, llamó a Lorenzo y le dijo: "Me han dicho que los cristianos emplean cálices y patenas de oro en sus sacrificios, y que en sus celebraciones tienen candeleros muy valiosos. Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me los trae, porque el emperador necesita dinero para costear una guerra que va a empezar".

Lorenzo le pidió que le diera tres días de plazo para reunir todos los tesoros de la Iglesia, y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba con sus limosnas. Y al tercer día los hizo formar en filas, y mandó llamar al alcalde diciéndole: "Ya tengo reunidos todos los tesoros de la iglesia. Le aseguro que son más valiosos que los que posee el emperador".

Llegó el alcalde muy contento pensando llenarse de oro y plata y al ver semejante colección de miseria y enfermedad se disgustó enormemente, pero Lorenzo le dijo: "¿por qué se disgusta? ¡Estos son los tesoros más apreciados de la iglesia de Cristo!"

El alcalde lleno de rabia le dijo: "Pues ahora lo mando matar, pero no crea que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser mártir, lo martirizaré horriblemente".

Y encendieron una parrilla de hierro y ahí acostaron al diácono Lorenzo. San Agustín dice que el gran deseo que el mártir tenía de ir junto a Cristo le hacía no darle importancia a los dolores de esa tortura.

Los cristianos vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor hermosísimo y sintieron un aroma muy agradable mientras lo quemaban. Los paganos ni veían ni sentían nada de eso.

Después de un rato de estarse quemando en la parrilla ardiendo el mártir dijo al juez: "Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo". El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo. Cuando sintió que ya estaba completamente asado exclamó: "La carne ya está lista, pueden comer". Y con una tranquilidad que nadie había imaginado rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, y exhaló su último suspiro. Era el 10 de agosto del año 258.

El poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió mucho para la conversión de Roma porque la vista del valor y constancia de este gran hombre convirtió a varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a disminuir en la ciudad.

San Agustín afirma que Dios obró muchos milagros en Roma en favor de los que se encomendaban a San Lorenzo.

El santo padre mandó construirle una hermosa Basílica en Roma, siendo la Basílica de San Lorenzo la quinta en importancia en la Ciudad Eterna.


SAN LORENZO, mártir (+ 258)

-"<¿A donde vas, oh padre, sin tu hijo? ¿A donde, oh sacerdote, sin tu diácono?".
-"Hijo mío, respondió el Pontífice, no creas que te abandono. Mayores son los combates que a ti te aguardan. No llores; la separación será solo de tres días".

Este fiel servidor y diacono amante era San Lorenzo, que había nacido en Huesca y ahora formaba parte de los siete diáconos que la Iglesia de Roma había elegido entre los prohombres de la ciudad cristiana para encargarse de la asistencia a los pobres. Lorenzo era la persona de confianza del Papa Sixto y el que mas influía en la cristiandad después de el.

San Lorenzo es, sin duda, uno de los mártires más famosos de la antigüedad y uno de los que mejor se conocen los detalles de su martirio. Es desconocida su vida en muchos de los detalles de su juventud, pero a cambio conocemos interesantes pormenores de su martirio. Los historiadores y artistas nos han legado unas paginas emocionantes de sus últimos años que son el broche de oro de aquella que hubo de ser maravillosa vida entregada al amor de Jesucristo y de su Iglesia manifestada en sus hermanos los cristianos.

España ya había sido generosa en su amor a Jesucristo, pues ya en varias partes de la Península valientes cristianos habían derramado su sangre por confesar valientemente su fe. Ahora le tocaría la suerte a este español pero en suelo romano. ¿Cómo había llegado hasta Roma Lorenzo y había escalado el puesto mas elevado y de mayor confianza del Romano Pontífice? Aurelio Prudencio, en su cántico a los mártires, Peristephanon, Las coronas, canta así la vida sencilla y por otra parte sublime de Lorenzo: "Era el primero de los siete varones que se agrupaban junto al ara; grande en el grado levítico y más noble que sus compañeros. El tenía las llaves de las cosas sagradas; presidía el arcano de la clase celeste, y gobernando como fiel custodio, dispensaba las riquezas de Dios".

Él era llamado sencillamente "el Diacono del Papa".

La situación de Roma en estos días era caótica. San Cipriano dice: "En Roma los prefectos se ocupan diariamente en la persecución, condenando a muerte a los que son conducidos delante de ellos y apoderándose de sus bienes".

Los paganos creían que los cristianos eran muy ricos y solo ansiaban apoderarse de sus riquezas. Tertuliano decía con su característica dureza: "El dinero que a vosotros los paganos os divide, es para nosotros los cristianos un lazo de unión. Como estamos unidos con toda la sinceridad del alma, no vacilamos en poner nuestras bolsas a disposición de todos".

Pocas horas después del martirio de su Obispo San Sixto, cogieron preso a Lorenzo para ver si podían sacarle las supuestas riquezas de la Iglesia. El Prefecto Cornelio Secularis le dice: "Quiero que me presentes lo que tu debieras darme espontáneamente: El pueblo, el fisco, pide vuestras riquezas, que he oído que son inmensas". "Si, somos inmensamente ricos, le dice Lorenzo. Yo te prometo entregarte todo para el Imperio. Ven mañana y lo tendrás". Mientras, hace presentarse a los pobres, enfermos, lisiados, etc... en una explanada. Le llama y le dice: "Estos son nuestros tesoros. Tomadlos". Y enfurecido el Prefecto le dice: "Pagaras esta burla como te mereces". Y mando que preparasen un horno encendido y que fuera asado en el como un animal. Y el valiente confesor de Jesucristo le dice: "Ya estoy asado por esta parte, dadme la vuelta y comed".

Momentos antes de su martirio había pronosticado: "Veo un Príncipe futuro que cerrara los templos paganos"... Uno años después era una realidad la paz y libertad para la Iglesia. La sangre de Lorenzo y de tantos otros mártires no habla sido infecunda.

Era San Lorenzo uno de los siete diáconos de la Iglesia de Roma, cargo que gran responsabilidad, ya que consistía en el cuidado de los bienes de la Iglesia y la distribución de limosnas a los pobres. El año 257, el emperador Valeriano publicó el edicto de persecución contra los cristianos y, al año siguiente, fue arrestado y decapitado el Papa san Sixto II, San Lorenzo le siguió en el martirio cuatro días después. Según las tradiciones cuando el Papa San Sixto se dirigía al sitio de la ejecución, San Lorenzo iba junto a él y lloraba. ¿”Adónde vas sin tu diácono, padre mío? ", le preguntaba. El Pontífice respondió: "No pienses que te abandono, hijo mío, pues dentro de tres días me seguirás".

San Agustín dice que el gran deseo que tenía San Lorenzo de unirse a Cristo, le hizo olvidar las exigencias de la totura. También afirma que Dios obró muchos milagros en Roma por intercesión de San Lorenzo. Este santo ha sido, desde el siglo IV, uno de los mártires más venerados y su nombre aparece en el canon de la misa. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina. Constantino erigió la primera capilla en el sitio que ocupa actualmente la iglesia de San Lorenzo extra muros, que es la quinta basílica patriarcal de Roma.

BREVE HISTORIA DE NUESTRO SANTO PATRÓN
San Lorenzo, Diácono y Mártir, 10 de Agosto.
Fiesta patronal y mayor de nuestro pueblo.
Su nombre significa: "Coronado de laurel".
Latín: Laurel, laureado.
Fundó la orden de La Merced.

Los datos acerca de nuestro santo nos llegan de la mano de los padres de la Iglesia San Agustín y San Ambrosio:

Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, uno de los siete hombres de confianza del Papa Sixto II, quien le nombró administrador de los bienes de la Iglesia y distribución de las ayudas a los pobres y necesitados.

Corría el año 258; el emperador romano Valeriano publicó un decreto en el cual ordenaba la persecución de los cristianos condenándolos a muerte.

El seis de agosto el Papa Sixto II cuando celebraba misa en un cementerio de Roma fue asesinado junto a cuatro de sus diáconos por las huestes del emperador. Cuatro días después fue asesinado el diácono Lorenzo.

Nota a destacar es la salida que da a la importunación con que le molestaban y asediaban para que entregara los bienes y tesoros de la Iglesia. Pidió tres días de tiempo para poderlos recoger; y tras ellos reunió a un gran número de pobres, huérfanos y necesitados; y los presentó al tirano como depositarios de dichos bienes.

Fue brutalmente torturado y asado en una parrilla y según cuenta la tradición en medio del martirio dirigiéndose a sus verdugos les dijo: "Podéis darme la vuelta, que por este lado ya estoy asado."

Como mártir que fue, la iconografía representa su imagen con una palma en la mano y también aparece una parrilla, instrumento propio de su martirio. ..

Que San Lorenzo fuera español, no parece que haya duda, después de los muchos trabajos aparecidos para probarlo. También parece cierto que nació en Huesca y que fueron sus padres Orencio y Prudencia. Por este motivo es también patrón de esta ciudad.

El Poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió de mucho para la conversión de Roma porque a la vista del valor y tenacidad de este gran hombre hizo que se convirtieran varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a disminuir en la ciudad.

Afirma San Agustín que Dios obró muchos milagros en Roma en favor de los que se encomendaban a nuestro santo. También dice que el gran deseo que tenía San Lorenzo de unirse a Cristo, le hizo olvidar las exigencias de la tortura. Este santo ha sido, desde el siglo IV, uno de los mártires más venerados y su nombre aparece en el canon de la misa. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina.

El Papa mandó construirle una gran basílica en la ciudad, siendo la Basílica de San Lorenzo la quinta en importancia en la Ciudad Eterna. Son muchas también las iglesias y catedrales en el mundo dedicadas a nuestro santo; y muchos los pueblos y ciudades que lo tienen como patrono.


Oración

Señor, que fortaleciste al diácono san Lorenzo para que resistiera los tormentos y diera testimonio de Ti, te pedimos por su intercesión nos concedas proclamar Tu Nombre con firmeza y valentía y así seamos dignos de entrar en tu morada eterna.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

Asombroso

Cuando estaba en la parrilla, lejos de desesperar, no experimentando dolor alguno Lorenzo le dijo a sus verdugos que lo dieran vuelta y le echaran sal porque ya estaba bien cocido.
El tirano enfurecido mandó atizar el fuego y Lorenzo exclamó: "recibid, Señor, este sacrificio, en olor de suavidad " y expiró.








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