I. Introducción a  la Biblia. Fundamentos
I.1¿Cuál es el origen de la Fe cristiana?
Empecemos entonces por diferenciar distintas fuentes de autoridad dentro de la fe cristiana:
I.1.1. La fuente y fundamento absoluto de la fe radica en el acontecimiento de la revelación, esto es la automanifestación de Dios en Jesucristo. La revelación no es una verdad que se propone, sino una verdad que acontece, como dice Benedicto XVI. Por esto mismo, la Eucaristía, actualización del acontecimiento Cristo, es principio, centro y culmen de la vida de la Iglesia.
I.1.2. La siguiente fuente o nivel de autoridad es la Escritura. Ésta se encuentra entre el acontecimiento revelatorio y las afirmaciones dogmáticas de la Iglesia. ¡ La Escritura no es en sí y en cuanto tal "revelación"! (error muy común), sino testimonio privilegiado del acontecimiento, con una autoridad singular puesto que, podemos decir, que es parte de ese mismo acontecimiento.
I.1.3. El tercer nivel o fuente de autoridad es el dogma de la Iglesia. Los dogmas de la Iglesia no tienen más función que interpretar la Escritura para cada generación.
En esta escuela nos centramos en el estudio del testimonio tan cercano al acontecimiento Cristo que forma parte de él: la Escritura.
I.2.1 ¿Qué es la Biblia? Origen de su autoridad
"El plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas; las obras que Dios realiza en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y las realidades que las palabras significan; a su vez, las palabras proclaman las obras y explican su misterio." (DV # 2)
Es importante comprender que la biblia no es precisamente "un" libro, sino más bien una pequeña biblioteca -biblía- de setenta y tres libros, redactada por autores muy distintos y a través de diferentes géneros literarios en su medio histórico y cultural. Los setenta y tres libros se distinguen en dos grupos mayores:
*Antiguo Testamento -46 libros- (El término -Antiguo Testamento- es referido por Pablo en 2Cor 3, 14.)
y *Nuevo Testamento -27 libros-.
Más adelante hablaremos de la cuestión sobre canonicidad, inspiración, interpretación e inerrancia.
La Escritura polarizada en la tôrah para el pueblo de Israel -Antiguo Testamento-, ahora, con el nuevo pueblo de Dios, se polariza en Cristo.
Más que aceptar la autoridad de un "canon" judío, miramos el modo de aceptar Jesús sinceramente las Escrituras de Israel y de su autoridad, aunque afirma la autoridad de su propia persona como más originaria y como clave para la inteligencia de su verdad última (Jn 6, 39; Jn 1, 18).
Sin embargo, el criterio decisivo para los primeros escritores del Nuevo Testamento es el cumplimiento de las Escrituras en Cristo, de hecho es de este modo que fueron aceptadas y reclamadas por la Iglesia de los orígenes para el anuncio del misterio de Cristo.
I.2.2 De la palabra oral a la escrita en el Antiguo Testamento
A partir de la misma Escritura podemos vislumbrar los primeros pasos hacia la redacción de la palabra. Es la Escritura misma que nos ofrece constantes exhortaciones a conservar la palabra recibida del Señor y las promesas de la indefectibilidad de la palabra misma.
De este modo, leemos en Is 59, 21:
"Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre".
También en Dt 30, 14:
"Sino que la palabra está bien cerca de ti; está en tu boca, en tu corazón, para que la pongas en práctica"
Descubrimos el paso de una etapa de palabra "contingente", ligada a una situación específica en la que interviene un profeta o enviado de Dios con una interpretación, juicio, estímulo o exhortación, a la etapa de la palabra fijada en la tradición, que pasará a ser posteriormente escrita, y en todas las circunstancias hay que referirse.
Desde estas etapas se llegará a dar el título de dabar a colecciones cada vez más amplias de oráculos y exhortaciones de Yhwh, hasta la noción de que toda la Escritura de Israel es palabra de Dios. En esta historia van tomando forma un primer grupo tôrah (Gén, Éx, Lev, Núm, Dt), libro de la Ley como fundamento de la Alianza o Testamento entre el pueblo y Dios, un segundo grupo Nebi´îm, profetas, libro de la interpretación de la historia de Israel a la luz de la alianza, y un tercer grupo Ketubîm que se llaman "escritos", desarrollos que extienden el mensaje de la ley y de los profetas en distintas direcciones.
I.2.3 De la palabra oral a la escrita en el Nuevo Testamento
Desde el mismo anuncio apostólico del acontecimiento Cristo y como momento intrínseco suyo nace el Nuevo Testamento. La palabra pronunciada por Dios en el pasado encuentra su cumplimiento ahora -Mt 5, 17-. Descubrimos una etapa intermedia, cuando la palabra se refiere a lo que dijeron los profetas y autores bíblicos. Y una transición hasta llamar a la predicación y enseñanza apostólica tanto oral como escrita "palabra" (cf. Lc 1, 4 -la palabra oral-; Hch 1, 1 -la palabra escrita-). Como Lucas, también Pablo cita el Antiguo Testamento hasta noventa y tres veces y con una innumerable reminiscencias bíblicas, pero no lo usa para "probar", sino que va desde Cristo al Antiguo Testamento y desde éste a la vida cristiana.
De hecho ya se usaban entonces profesiones de fe -1Cor 12, 3; Rom 10, 9; 1Cor 8, 6; Rom 4, 25-, himnos -Fil 2, 6-11; Col 1, 13-20-, textos litúrgicos -1Cor 11, 23-26-. Aunque el carácter de palabra de Dios no se aplicará hasta después, porque lo que prima en ese momento, al parecer, es la predicación oral -1Tes 2, 13-. Al recibir las cartas de Pablo, Pablo y sus receptores pensaban en ellas como un escrito ocasional. De hecho Lucas no parece conocerlas todavía como los futuros primeros documentos de las Escrituras cristianas.
En un primer momento, y como primera aproximación que extenderemos durante el curso, van compaginándose en una colección de cartas paulinas -que cita la 2ª carta de San Pedro (3, 16)-, y después en un grupo de cuatro escritos que pertenecen al género "evangelio" y otros escritos como Hechos. El criterio de discernimiento fue la memoria de Jesús transmitida auténticamente por las comunidades eclesiales. Los escritos fueron reconocidos como garantía objetiva de la autenticidad de la tradición y de la fe.
I. 3 Primeros conceptos generales para acercarnos a la Biblia.
Revelación."Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo"
La plenitud de la revelación no es, propiamente hablando, la palabra escrita. Ésta constituye su recopilación oficial, su memoria auténtica. Hemos de distinguir el acontecimiento Cristo del testimonio de los testigos auténticos y autorizados. Es la persona misma de Jesucristo, el que constituye la plenitud de la revelación, la palabra escrita es parte de la transmisión que forma parte de la tradición apostólica. Por eso no podemos decir que la palabra escrita constituye la plenitud de la palabra de Dios a los hombres, el mismo Nuevo Testamento da fe de que esta memoria no refiere el acontecimiento más que de manera incompleta -Cf. Jn 21, 25-.
Pero sí que reconocemos en el Nuevo Testamento la expresión oficial de la fe eclesial, el sentido verdadero de lo que Dios ha hecho por los hombres en Jesucristo. Mas la palabra final, Jesucristo, no excluye una palabra primera, que tampoco puede decirse que sea recogida en su totalidad en el Antiguo Testamento, ya que éste mismo da testimonio del hecho de que Dios habló a las naciones antes de hablar a Israel.
Canon (canòn) bíblico.
Es la lista oficial de los libros de la Escritura que dan testimonio autorizado de la revelación de Dios. Y esta lista oficial se produce en la Iglesia, donde en un principio es co-inherente la tradición y la Escritura, con los criterios de la recta regla de fe, apostolicidad y asiduo uso en el culto.
*Canon cristiano del Antiguo Testamento.
En el judaísmo hasta cerca del año 100 d.C., existe un sólido núcleo de libros autorizados: Torá, profecía y otros escritos. Torá y profecía eran las colecciones cerradas en la época de Jesús, mientras que el número de libros, en la tercera parte de las Escrituras judías, parece haber sido considerado de modo diferente por grupos de saduceos, fariseos, esenios, samaritanos, judíos de la diáspora… El canon cristiano del Antiguo Testamento tiene una larga historia hasta llegar el Concilio de Trento con una adhesión formal, retomando lo dicho en el concilio de Hipona (393 d.C) y de Cartago (397 d.C) y la confirmación del Papa Inoncencio I (a. 405).
*Canon cristiano del Nuevo Testamento.
El canon del Nuevo Testamento más primitivo existente se halla en la Cartafestal de Atanasio, del 367, y confirmado en sus veintisiete libros por el concilio de Hipona y de Cartago y por el Papa Inocencio.
- Inspiración.
Sabiendo que la Escrituraes una expresión privilegiada de una narración de Dios a través de las formas de la comunicación humana, podemos definir la inspiración como una persona escogida y elegida por Dios que escribe como verdadero autor personal la experiencia salvífica de la que él mismo fue protagonista.
Mas siempre debemos reconocer que Jesús como Palabra de Dios es el verdadero libro inspirado para comunicar y dar la salvación.
- Inerrancia y verdad.
¿En qué sentido la Escritura no tiene error? Es la verdad del plan salvífico de Dios sobre el hombre y para el hombre. Los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra.
- Apócrifo (apokryphos)
Es oculto, escondido, secreto. Designa un escrito de la literatura religiosa judía y cristiana generalmente atribuido a un personaje bíblico, no acogido en el canon de las Escrituras cristianas. Entre los apócrifos del Nuevo Testamento entre el II y IV s.d.C. están algunos "evangelios".
- Hermenéutica (hermeneutiké)
Es el arte de interpretar, traducir, "explicar". Es la teoría acerca de la compresión, la explicación y la interpretación de textos literarios. Esta ciencia bíblica quiere recoger las nociones y las normas prácticas que deben tenerse presente para entender bien los escritos bíblicos y exponer su significado.
- Exégesis (exegéomai)
Es conducir afuera, traer desde, explicar, revelar. Es el procedimiento con el cual se busca comprender un texto en su intención original. En Dei Verbum (# 12) se pide que la Biblia sea interpretada con el Espíritu con la cual fue escrita.
LA BIBLIA
La Revelación de Dios en la Biblia
Dios    viene al encuentro del hombre y se revela a Sí mismo. La historia de    la Revelación y su palabra están escritas en la Biblia. En ella    conoces tu origen y tu destino. Nadie jamás ha dicho cosas tan profundas,    tan maravillosas e importantes para el hombre, como las que están contenidas    en la Biblia.
Leer la Sagrada Escritura es escuchar a Dios.
Estudiar    la S.E. es estudiar lo más hermoso que existe. Hoy se oye con frecuencia:    "Dios ya no habla en nuestro mundo; está callado". ¡No    es cierto! Dios siempre ha hablado y sigue hablando a los hombres. Y lo hace    a través de su Palabra contenida en la Biblia.
¿Queremos escuchar a Dios ? Abramos la Sagrada Escritura. Ahí    está todo lo que debemos hacer para llegar al cielo. Ahí está    el camino para la verdadera felicidad. Ahi está la solución para    todos nuestros problemas. Sólo tenemos que abrir, leer, meditar, interiorizarlo,    vivirlo y transmitirlo.
La Biblia no es letra muerta o muda. Ella nos interroga , nos interpela, nos    anima, nos acusa, nos enseña, nos amonesta. A quien medita la Biblia    le pasará lo que aquellos dos discipulos de Emaús, cuyos corazones    ardían al hablarles Jesús por el camino de la vida(Cfr. Lc. 24,    13-15) Abrir la Biblia es comprometerse con Dios , que nos habla. No se puede    ir a la Biblia como curioso, sino como creatura ante el Creador, como hijo ante    su Padre, como siervo ante el Señor, que tu siervo escucha". La    Biblia es un libro, no sólo para estudiar, sino para meditar, vivir y    transmitir. "Bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la practican"(cf.    Lc 11,28).
Sólo seremos felices si, además de leer y entender la Palabra    de Dios, la practicamos, la hacemos vida. Este es el objetivo de esta charla:    hacer vida la Palabra de Dios, encontrar en ella un mensaje personal y transmitirlo    a los demás.
¡Qué hermoso saber que Dios ha hablado a la humanidad, al hombre,    a cada hombre! Primero se escogió un Pueblo, el pueblo de Israel; pero    en él estábamos representados todos los pueblos. ¿Por qué    se escogió ese pueblo? La respuesta sólo Dios la sabe? Después    fundó un nuevo pueblo, su Iglesia, abierto a todas las fronteras de raza,    lengua y color. En la Biblia Dios nos habla a todos, sin excepción. Sólo    pide oídos abiertos para escucharle, docilidad de corazón para    aceptar su Palabra y voluntad decidida para ponerla en práctica, cueste    lo que cueste. 
    UN LIBRO ESPECIAL    
De seguro habrás entrado en una librería o en una biblioteca.    Si lo has hecho reflexiona sobre esos objetos que llamamos libros. En ellos    están contenidos millones de palabras, millones de ideas. Los libros    representan el pensamiento de un número incalculable de mentes humanas;    hombres que han querido comunicar un mensaje a sus semejantes, hombres que han    expresado por escrito su mundo interior, ese mundo que sólo el ser humano    logra dar a conocer a otros hombres. 
Tal vez entre aquellos libros se encuentre uno más: la Biblia. Ese es un libro especial más que cualquier otro. ¿Por qué?
1.- Porque su mensaje no es humano, sino divino. El mismo Dios es su autor, si bien fue escrito por hombres.
2.- Porque en la Biblia encuentras lo que Dios te dice de sí mismo, del hombre y del mundo. Si buscas conocer a Dios, es allí, en la Biblia, donde podrás descubrirlo . De igual manera, si quieres conocer al hombre y el mundo, Dios te habla de ellos en la Biblia.
3.- Porque en ese libro se encuentra el relato de la historia humana desde sus comienzos (Génesis) hasta su futuro fin ( Apocalipsis). Ningún otro libro te habla con tanta profundidad y acierto del origen último del universo y del ser humano; y nadie puede descubrirte el destino final de la humanidad y del universo entero.
4.- Porque en los relatos de la Biblia encuentras la explicación y el sentido de tu vida a la luz del acontecimiento más trascendental que haya sucedido y que pueda acontecer; la encarnación, muerte y resurección del Hijo de Dios.
5.- Porque la Biblia te revela el don más grande que Dios ha podido hacer a la humanidad a ti: tu propia salvación.
    Seguramente por eso millones de personas han encontrado y siguen encontrando    en la Biblia una respuesta auténtica y definitiva a las inequietudes    de su vida, a los problemas y aspiraciones de su existencia.
"En    la Sagrada Escritura, la Iglesia encuentra sin cesar su alimento y su fuerza    (Cf DV 24), porque, en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo    que es realmente: la Palabra de Dios(Cf 1 Ts 2, 13). "En los libros Sagrados,    el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos    para conversar con ellos"(DV 21) (NC 104). 
¿Qué significa la palabra Biblia?
    Biblia es una palabra griega que significa libros. Proviene de una ciudad llamada    Biblos, donde se fabricaba el papiro para hacer libros. Hoy día, Biblia    significa el Libro Santo escrito por hombres, bajo la inspiración y dirección    de Dios. No es un sólo libro, sino una colección de Libros Sagrados,    que narran la historia de la Salvación, es decir, todo el esfuerzo de    Dios para salvarnos, para atraernos a El y formar con El una comunión    de vida y de amor.
A la Biblia se la llama también Sagrada Escritura, La Escritura, Palabra    de Dios, Libro de la Revelación.
Se la llama Sagrada Escritura porque trata de asuntos sagrados y religiosos.
Palabra de Dios, ya que es el mismo Dios el que se comunica con nosotros a través    de la Biblia. Libro de la Revelación, ya que Dios se nos revela, es decir    corre el velo cuando la leemos; y porque los que la escribieron lo hicieron    por medio de la revelación de Dios. No se la inventaron ellos. 
¿Cómo encontrar un pasaje en la Biblia?
Cada libro se encuentra dividido en capítulos y cada capítulo en versículos o versos. Ejemplo: si se nos dice "Mateo 16, 12" quiere decir: Evangelio de san Mateo, capítulo 16, versículo 12. Si se nos dice por ejemplo, "Lucas 1, 20-26", significa: capítulo 1, del versículo 20 al 26.
La    Biblia antes de ser escrita fue una enseñanza oral. Su redacción    se debe a tradiciones y hechos históricos que pasaban de generación    en generación desde tiempos muy antiguos. Nosotros estamos acostumbrados    a leer y escribir y no comprendemos facilmente el mundo oriental antiguo, en    donde no se escribía sino que sólo se memorizaba. Esta transmisión    oral se facilitaba porque se hacia en verso, con cierta cadencia musical que    ayudaba a recordarla.
Más tarde, estos autores sagrados la escribieron en cueros de res; largas    tiras de cuero llamadas "pergaminos, que se enrollaban en dos cilindros    de madera. Cada rollo era un libro. Se escribian con plumas de ave, untadas    en tinta.
También    se escribieron las antiguas Biblias en "papiros" que eran láminas    sacadas de una planta egipcia llamada papiro.
Más    tarde vinieron los códices, que son manuscritos muy antiguos que contienen    textos de la Biblia. Hay en el mundo más de 1.140 manuscritos bíblicos.    Varios de estos códices son del siglo cuarto.
Los más famosos están en el Vaticano, en Jerusalén y en    Londres. En 1859 el sabio alemán Tishendorf encontró en un antiquísimo    monasterio del Monte Sinaí unos pergaminos magnificamente escritos donde    está todo el N.T. y gran parte del Antiguo, Son 346 páginas escritas    con pluma, hace 16 siglos, en mayúsculas todo, sin puntos ni comas. Es    el famoso 'Códice Sinaítico". 
¿En qué idioma se escribió la Biblia?
    Tres son los idiomas en que se escribío la Biblia: Hebreo, arameo y griego.
Casi todo el A.T. fue escrito en hebreo, que era la lengua propia de Israel.    Sin embargo, más tarde el arameo suplantó al hebreo, siendo un    dialecto de éste en el que Jesús hablaba a su pueblo. Finalmente    en griego se escribieron algunos libros del A. T. y todos los del Nuevo, exceptuando    el evangelio de san Mateo, que se escribió en arameo. 
¿En qué géneros literarios se escribió la Biblia?
    Hay diferentes formas de expresión en la Biblia, que llamamos géneros    literarios: novelas, alegorias, fábulas, poemas, leyendas, refranes,    metáforas, simbolismos, hipérboles, antropomorfismos, etc. Cada    vez que leamos la Biblia tenemos que tener en cuenta estos géneros literarios    para saber distinguir entre fondo ( ideas) y forma ( el modo de decir esas ideas),    entre la realidad y la ficción, entre el núcleo histórico    y el ropaje literario que lo expresa.
La legua semita ( hebreo y arameo) usa mucho las imágenes. Por eso encontramos    en la Biblia imágenes como p.e. el fruto del árbol del paraíso,    la creación de Eva de la costilla de Adán, la fuerza en el cabello    de Sansón, la ballena que se tragó a Jonás, etc. Lo importante    es fijarnos, sobre todo, en el fondo, es decir, en el mensaje que encierra ese    ropaje literario o ese hecho narrado o esa poesía hermosa.
Los géneros literarios que encontramos en la Biblia son éstos:
* Historia: de tipo poético-popular ( Génesis),    de tipo informativo ( Reyes), de tipo anuncio ( Evangelios y Hechos)
*    Ley : textos que recogían    normas y costumbres por las que se regia el pueblo(Levítico)
*    Profecía: revela    la existencia de un mensajero que habla en nombre de Dios.
*Lírica: Expresa sentimientos, vivencias    internas, pasión, amor... con un lenguaje simbólico y religioso    (Salmos, Cantar de los Cantares, Lamentaciones)
*Sabiduría:    se refiere a las narraciones de experiencias de vida; son reflexiones sobre    diversas realidades de la vida, sobre los grandes interrogantes de los hombres,    formulados por sabios y pensadores ( Proverbios, Job, Eclesiastés).
* Cartas: escritos enviados por un remitente a    un destinatario. Cartas proféticas, reales, temáticas, acción    apostólica ( las de san Pablo)
*Apocalíptica: relato de las revelaciones    obtenidas mediante visiones y sueños, expresados en forma enigmática    y simbólica. Al final de la historia, el bien triunfará sobre    el mal.
* Midrash: consiste en ir haciendo una reflexión    religiosa acerca de hechos que la tradición narra, para sacar de ellos    lecciones de santidad. P.e. los libros de Tobías, Jonás, Ruth,    Judit. 
¿Qué condiciones se necesitan para tener    éxito al leer la Sagrada Biblia?  
    Orar, pidiendo a Dios me ilumine para entender su mensaje.
Leer despacio, para poder digerir bien.
Humildad, sabiéndome necesitado de Dios.
No buscar ciencia profana, sino un mensaje espiritual para salvarme.
No dejar pasar el día sin leer una página de la Sagrada Biblia.
Leer explicaciones o pedirlas: buenos libros que comenten la S.E.
Leer la S. E. en el orden más fácil para entenderla: Evangelios,    Hechos, Génesis y Exodo, Samuel y libros de los Reyes, Tobías    y Judit, Salmos. Proverbios. Eclesiástico. Santiago, san Pablo. 
¿Cómo se divide la Sagrada Biblia? 
    La Sagrada Biblia se divide en dos grandes partes: A.T. y N.T. La palabra testamento    significa pacto o alianza, que Dios hizo con los hombres.
El A.T. comprende los sucedido desde la creación del mundo, hasta que    llegó el tiempo de la venida del hijo de Dios, y contiene los pactos    o testamentos (significa la última voluntad de una persona, pero en el    término griego diathéke y además pacto, alianza) que hizo    Dios con los primeros padres, con los patriarcas (Noé, Abraham, Moisés),    con los profetas y con el pueblo de Dios. Narra también los éxitos    que obtuvieron quienes cumplieron estos pactos o testamentos, y los fracasos    que sufrieron quienes no los cumplieron. Por eso, la Biblia nos enseña    a hacer el bien y a evitar el mal. A hacer el bien, que gusta a Dios; y a evitar    el mal que le hiere y le pone triste.
El N.T. contiene lo que sucedió desde el nacimiento del Hijo de Dios    en Belén, sus enseñanzas, su vida, su pasión, su muerte,    resurrección y Ascensión a los cielos. Y, además, la historia    de los apóstoles, las cartas de algunos de ellos, y el libro del Apocalipsis,    que trata del fin del mundo. El primer pacto que hizo Dios fue con Moisés.
El segundo pacto o Nueva Alianza lo hizo a través de Jesucristo, su Hijo.    El antiguo Pueblo de Israel viene ahora sustituido con un nuevo Pueblo: La Iglesia,    por El Fundada.
Estos dos testamentos no son independientes uno del otro sino que el antiguo    es preparación para el nuevo y ambos están estrechamente unidos.    Ambas alianzas constituyen la historia de la salvación, en la cual Dios    interviene con sus palabras y con sus obras en la vida de los hombres para llevar    a cabo su plan.
Todos nosotros junto con Dios los protagonistas de esta historia sagrada; todos    con Dios estamos dentro de ella porque todos los hombres vamos en peregrinación    hacia el Padre.
Es siguiendo la historia del Pueblo escogido como nosotros llegamos a descubrir    nuestra propia historia. Igual que el Pueblo de Israel, Dios nos ofrece su amor    y nos hace comprender cómo podemos responderle, no obstante nuestras    rebeldías y pecados. 
¿Cuántos libros contiene la Sagrada Escritura?
Para un acercamiento provechoso a este libro, te será útil tener presente estos datos:
    1.-Biblia, significa libros. En efecto, la Biblia es una colección de    73 libros, realizados por diferentes escritores y en distinto tiempo, aunque    inspirados por Dios a través del E.S., dividida en dos partes: el    Antiguo y el Nuevo Testamento:
a) 46 del Antiguo Testamento, estos, a su vez se dividen en: 
- La Ley o Pentateuco
- Los profetas: Anteriores, Posteriores ( Mayores, Menores)
- Los Escritos : Grandes, "Meguilot", Ultimos
- Deuterocanónicos: ( los libro que fueron definidos como revelados por la Iglesia católica y que otras confesiones cristianas no católicas consideran no revelados.)
b) 27 del Nuevo Testamento
- Evangelios
- Hechos de los Apóstoles
- Epístolas: de San Pablo, a los Hebreos, Católicas.
- Apocalipsis.
¿Qué temas tratan los libros del A. T.?
    Génesis: creación del mundo y del    hombre. La respuesta del hombre; el pecado y las consecuencias del pecado .    La reacción de Dios: patriarcas.
Exodo:    narra la esclavitud de los israelitas en Egipto, como conscecuencia del pecado;    Dios manda a Moisés para liberar a su pueblo para que sea libre y lo    adore en el monte santo. Dios demuestra su poder ante el faraón, modelo    y paradigma de la soberbia. Dios hace un pacto con el hombre y le da sus mandamientos    como único camino de la verdadera libertad y felicidad.
Levítico,    Número y Deuteronomio: leyes que Dios dio a los israelitas. despedida    y muerte de Moisés.
Josue: historia de cómo los israelitas,    con la ayuda especialísima de Dios, se apoderaron de la Tierra Prometida.
Jueces: narración de los hechos famosos    de los primeros jefes que tuvieron los israelitas, durante 300 años.
Ruth: bella historia de los antepasados de David.
Samuel: historia de Samuel, y de los primeros reyes:    Saúl y David.
Reyes: Salomón y demás reyes.
Crónicas o Paralipómenos: otra historia    de los reyes de Israel.
Esdras y Nehemías: narración de los    hechos que sucedieron cuando Israel volvió del destierro.
Tobías, Ester y Judit: bellísimas    historias de estos personajes, que son ejemplo para nosotros.
Macabeos: sucesos heroicos que por intervención    especial de Dios lograron los cinco hermanos Macabeos para libertad de Israel.
Job: historia del hombre más atormentado    y más paciente de la antiguedad.
Salmos: 150 himnos en forma de oración,    para todas las ocaciones y circunstancias de nuestra vida.
Proverbios: más de tres mil refranes de    profunda sabiduría, compuestos por Salomón y otros sabios.
Eclesiastés o Qohélet, Cantar de los Cantares,    Sabiduría; tres libros que los antiguos atribuyeron a Salomón.    En ellos se esconden las grandes verdades eternas.
Eclesiástico o Sirácida: más    de mil consejos prácticos para tener éxito en la vida.
Los profetas: escritos que anuncian los premios    que Dios dará a los buenos y los castigos que se autoinfligen quienes    desobedezcan a Dios. 
¿Qué temas tratan los libros del N. T.?
Los    Santos Evangelios: la vida, enseñanzas, pasión, muerte,    resurrección y ascensión de Jesús.
Los hechos de los apóstoles: la primera    iglesia primitiva, en sus primeros 40 años, después de la muerte    de Jesús, Historia de san Pablo.
Catorce cartas de san Pablo: el gran teólogo.    En sus cartas se contiene prácticamente toda la teología.
Carta de Santiago: fe con obras.
Las dos cartas de san Pedro y san Judas.
Las tres cartas de san Juan: consecuencias del    mandamiento nuevo.
Apocalipsis:    libro misterioso, donde se narra lo que sucederá al final del mundo.     
La    palabra "canon" viene de la lengua griega y corresponde a la expresión    "una caña recta que sirve para sostener derecha alguna cosa".    Es pues, como una regla de fe para determinar una cosa verdadera o falsa.
Hay    cuatro cánones o listas oficiales de libros de la biblia:
-    El canon de los judíos: ellos sólo aceptan 39 libros del A.T.    No acepatan ningún libro del N.T.
- El canon de los protestantes: ellos sólo aceptan 39 libros del A.T.    y 27 del Nuevo. Total: 66 libros.
- El canon de los católicos: aceptamos los 46 libros del A.T. y los 27    libros del N.T. En total: 73
- El canon de los ortodoxos ( o sea los 200 millones de cristianos del Oriente    Medio):
aceptan como los católicos todos los 73 libros de la Biblia. 
¿Cuándo fue establecido el Canon de la Biblia?
    Desde los primeros tiempos del cristianismo la Iglesia católica consideraba    algunos escritos como "canónicos" ( o inspirados) y otros los    rechazó. A éstos últimos los llamó apócrifos.
Las primeras desiciones de la Iglesia en relación al Canon de la Biblia    se Dieron en el Concilio Ecuménico de Hipona ( África) en el año    393. La última definición fue en el Concilio de Trento en 1546.     
¿ Cuáles son los criterios de Canonicidad?
    Responderemos a esta pregunta: ¿Qué criterios tuvo la Iglesia    para saber que un libro es inspirado? Es difícil responder a esta pregunta.    Sabemos que la Iglesia aceptó ciertos libros de la Biblia, pero no sabemos    con precisión el motivo. Aquí nos encontramos con algo del misterio    de la Iglesia, que requiere nuestra fe. A la raíz de todo esto está    el poder que Jesús entregó a Pedro: "Te doy las llaves del    Reino..."(Mt. 18, 18). Es decir, el Espíritu Santo garantiza las    decisiones de la Iglesia y la guarda de todo error.
Aun así, podemos establecer los siguientes criterios: 
a) El origen apostólico, es decir, que un libro tenga como autor seguro a un apóstol.
b) El uso que hizo la Iglesia primitiva de ciertos libros; eso es, los libros que fueron usados por los apóstoles y las primeras comunidades cristianas, seguramente son Canónicos.
c) La coherencia, es decir, que la enseñanza de un libro sea coherente con el resto de la Escritura.
d) Para el Antiguo Testamento la Iglesia asumió el Canon o lista de libros ya aceptados por los hebreos.
¿Qué son los libros apócrifos?
    Se llaman apócrifos ciertos libros religiosos, que la Iglesia no ha aceptado    como inspirados, a pesar que su contenido sea semejante a los de la Biblia.    La palabra apócrifo es griega y quiere decir "oculto, escondido".
Los apócrifos del A.T. fueron escritos por judíos con el deseo    piadoso de añadir consejos o exhortaciones morales, o compretar la historia    bíblica con ejemplos y cuentos. Los apócrifos del N.T. fueron    escritos por cristianos con el fin de satisfacer la curiosidad de los fieles,    sobre los hechos de Jesús, la Virgen... no presentes en los Evangelios.    Por eso, narran cosas ejemplares pero falsas, pueriles y fantasiosas sobre la    infancia de Jesús.
La Iglesia los ha exluido por varias razones: 
a) Su autor es incierto.
b) Sos escritos muy recientes, algunos de la Edad Media.
c) Tienen falsas o autor, contienen errores, exageraciones, etc.
    Del A.T. tenemos: Libros de Enoc, Libro de los Jubileos o "Pequeño    Génesis", 3 y 4 de los Macabeos, oración de Manasés    o salmo penitencial, 3 y 4 libro de Esdras", Salmos de Salomón.
Del N.T. tenemos: Evangelio de Tomás, Evangelio de los Hebreos, Evangelio    de Pedro, Protoevangelio de Santiago, La Asunción de María, Carta    de Nuestro Señor a Abgar, cartas apostólicas, 3 carta de san Pablo    a los Corintios. 
¿Cómo saber si una Biblia es católica?
Es    bastante fácil distinguir una edición católica de la Biblia.    Hay tres señales:
a) Libros del A.T.: Si el A.T. consta de al menos 46 libros y están incluidos    los deuterocanónicos ( Tobías, Judit, 1 y 2 de Macabeos, Sabiduría,    Eclesiástico y Baruc) esa Biblia es casi seguro católica. Se dice    "casi" ya que algunas Biblias protestantes incluyen estos libros al    final del A.T.
b) La aprobación eclesiástica: Sólo en la Biblia de edición    católica se encuentra en las primeras páginas la autorización    de la iglesia que permite la impresión y garantiza la buena traducción    de la edición.
El "No hay dificultad" (Nihil Obstat) y la autorización de    un obispo para imprimirla( Imprimatur).
c) Las notas explicativas: las Biblias no llevan ninguna nota, porque ellos    dicen "cada cual tiene el E.S. para interpretar la Biblia". 
¿Qué    conclusiones podemos sacar de lo que hemos hablado de la Biblia?
Primera conclusión: la Biblia es más que un libro, es Dios quien    nos habla. Para oirlo necesitamos fe para crecer en él, debemos abrirle    nuestro corazón e inteligencia; esperanza, para estar ciertos de que    sólo siguiendo su voluntad y aceptando las invitaciones que nos hace    el E.S. podemos ser verdaderamente felices; y caridad, para ser generosos y    dar los frutos que Dios espera de nosotros.
Segunda conclusión: Dios siempre ha estado junto al hombre, está presente en los hechos diarios y nos acompaña en nuestra peregrinación de vuelta a El, es decir, durante toda nuestra vida.
Tercera conclusión: Dios nos escucha y nos habla siempre porque somos suyos, nos ama y formamos parte de su plan de salvación.
Cuarta conclusión: la historia de la presencia de Dios es eterna, pues ha existido siempre y desde siempre estamos en su plan divino.
Quinta conclusión: Leer la Biblia es el medio para animarnos a tener siempre presente a Dios en nuestras vidas. La Biblia nos entusiasma por Dios y nos llena de amor hacia El. Nos anima a llenarnos de obras buenas. Nos da gran temor y aversión hacia el pecado. La Biblia consuela mucho y lleva arrepentimiento, la conversión y cambio de vida.
La Biblia
Autor: .
A. ¿Cómo estudiar la Biblia?
Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe
Autor: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá     
Hoy  día en muchas familias católicas encontramos la Biblia  como el libro  sagrado de la casa. Ojalá que pronto  llegue el día que cada católico  sea un asiduo lector  de la Escritura Sagrada.
Pero muchos que  comienzan a leerla,  después de algunos capítulos la dejan de lado por  no  comprender casi nada. Dicen que leer la Biblia les resulta  difícil.  Es un libro tan largo y a veces difícil,  especialmente para uno que  sabe poca historia y poca geografía,  y no tiene costumbre de ubicar lo  que lee en  su propio contexto.
También se da el caso de  católicos  que, comienzan a leer la Biblia, y se dejan llevar  por  interpretaciones parciales, caprichosas y fanáticas que poco a poco  lo  llevan a uno a adherir, por mero sentimentalismo, a  algunas de las  muchas sectas bíblicas ya existentes, apartándose, por  ignorancia, de  la Iglesia Católica.
Y no faltan los que  quieren leer toda la  Biblia sin alguna explicación; o toman  la Biblia como un juego de  naipes abriendo el libro  al azar, o saltando por aquí o por allá y   piensan que Dios automáticamente les comienza a hablar. Es un  riesgo  muy grande; es como jugar a la suerte.
Para  evitar estos  peligros, no basta leer la Biblia con fe  y devoción. Hay que juntar la  fe, la oración y  la devoción con el estudio. Leer la Biblia sin una   adecuada preparación es tentar a Dios. Hay que prepararse para  leerla.  Si no, puede suceder cualquier cosa. La historia de  nuestra fe es así.
Queridos  hermanos, esta carta tiene como  finalidad introducirnos en el estudio  de la Biblia. Hoy, más  que nunca, debemos tener una cierta preparación  para iniciar una  lectura seria de la Biblia. Para muchos, la Biblia  sigue  siendo un hermoso libro cerrado que adorna nuestra biblioteca. El   problema es: ¿cómo leer, cómo comenzar con este libro? Siempre  ha  sido difícil la iniciación a la lectura de la  Biblia. Exige de nosotros  paciencia, humildad, serenidad y una cierta  disciplina intelectual.
En esta carta vamos a indicarles algunos consejos  prácticos para comenzar el estudio de la Biblia.
Las mejores Biblias
Muchas personas se preguntan cómo conseguir una buena edición moderna  de la Biblia Católica.
Hoy  existen muy buenas Biblias católicas;  les recomendamos la Biblia de  Jerusalén, la Biblia de América, la de La Casa de la Biblia y otras.
Da  pena ver gente ansiosa de conocer la Biblia  y lo hace con ediciones  demasiado antiguas, incluso incompletas, sin  introducciones, ni  comentarios; o con ediciones de bolsillo que está  bien para llevarlas a  un paseo pero no para hacer  estudios serios con ellas.
 Una Biblia de uso personal  
Conviene  que cada persona tenga su propia Biblia en la  que libremente vaya  subrayando los textos más importantes o más  significativos en relación  con nuestra vida de fe, con nuestro  seguimiento de Cristo, con nuestra  vida de oración, de evangelización,  etc. E incluso uno va poniendo  anotaciones personales, inquietudes originadas  de la propia reflexión y  experiencia pastoral, apuntes tomados de  cursillos, retiros, libros...  Sólo así se aprenden las cosas, y  con gusto.
Conocer bien la propia Biblia
Es  decir, antes  de estudiar el texto sagrado, hay que echar un vistazo   general a la edición de su Biblia; ver qué dicen  los editores sobre el  manejo del libro, ver cómo se  citan los libros, qué introducciones hay,  qué notas, mapas, o  temas especiales, etc... Esto puede ahorrar mucho  tiempo y trabajo.  No hay por qué anotar en cuadernos o papelitos cosas   que ya están muy bien puestas en las notas más  importantes.
Así  por ejemplo, la Biblia Latinoamericana pone una especie  de  introducción muy buena, titulada: «¿Qué hubo en el mundo  antes de la  Biblia?». También tiene un «Índice del Evangelio»  bien práctico y una  serie de temas breves con el  título de «La enseñanza bíblica» que  pueden ayudar mucho. Además  hay otros temas.
La Biblia de  Jerusalén, entre tantas cosas  excelentes, trae casi al final una  sinopsis cronológica muy útil  para ubicar los acontecimientos bíblicos  dentro de la historia, de  la geografía y de las otras culturas  relacionadas con la  Biblia. La Nueva Biblia Española tiene, al final,  un vocabulario  bíblico teológico muy bueno. Cada uno debe  familiarizarse bien con  su propia Biblia.
Leer y estudiar las Introducciones 
Es  muy conveniente  leer las Introducciones que se ponen a cada libro o  a  los diversos grupos de libros. Casi todas las Biblias  modernas  católicas tienen muy buenas introducciones. La Biblia de Jerusalén  es  excelente en este punto y es la que ha  inspirado casi todas las  ediciones posteriores de la Biblia.
Algunas  personas se dedican  primero a leer y estudiar todas las  introducciones de cada libro y  luego comienzan la lectura del  texto bíblico mismo. Es lo mejor.
Leer y meditar la Biblia
A  continuación, ya se puede comenzar a leer y a  estudiar el texto  bíblico. Pero la Biblia es muy larga,  y para todos nosotros nos  resultará muy difícil, si no  imposible, leerla toda desde la primera  página hasta la última.  Por tanto, hay que ser prácticos.
Si es la primera  vez que te acercas a la Biblia, te proponemos un  itinerario de lectura:
a)  Empieza con el Evangelio de San  Lucas. En él podrás conocer los rasgos  más atrayentes de  Jesús de Nazaret, nacido de María.
b) Continúa con el  libro de los Hechos de los Apóstoles. Allí podrás ver  la hermosa actividad de la Iglesia naciente.
c) Después te  recomendamos volver a los Evangelios, primero Marcos, luego el de  Mateo y finalmente el de Juan.
Puedes intercalar, al fin,  la lectura de alguna Carta de los Apóstoles: por ejemplo,  a los Corintios, los Tesalonicenses, etc.
Otra forma es tener un  calendario litúrgico y leer las lecturas que corresponden al día.
  El Nuevo Testamento 
Para  el cristiano lo más importante son  los cuatro Evangelios, que son el  alma de toda la  Biblia, y luego los otros libros del Nuevo Testamento.  Eso  ha de ser el objetivo constante de nuestra lectura o  estudio. Pero  es bueno conocer, siquiera básicamente, el Antiguo Testamento:   Génesis, Éxodo, Deuteronomio, Josué, 1 y 2 de Samuel, 1  y 2 de Reyes,  Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar, Sabiduría, Isaías,  Jeremías,  Ezequiel, Amós, Miqueas, Jonás.
Lectura y meditación de la Biblia  
Después  de haber leído la introducción de un libro, comienza  a leer el texto  mismo. No te apresures en leer  todo de una vez. Lee solamente un  pasaje, o un  párrafo. Lee con atención y respeto, abriendo tu corazón a   lo que Dios te quiere expresar. Subraya los textos que  te impactan.
En  la primera lectura de un texto, te  conviene leer siempre las notas  explicativas que se encuentran debajo  del texto bíblico. Estas notas  explicativas y los comentarios van  a clarificarte la comprensión de los  textos bíblicos más difíciles.  Son explicaciones escritas por  especialistas y hay que tratar de  entenderlas y, normalmente, han de  ser aceptadas con confianza. Muchas  personas, por no leer atentamente  las notas explicativas quedan sin  comprender un texto en su contexto  propio, sin comprender los  diversos estilos y doctrinas, y luego  abandonan la lectura por  aburrimiento.
Los cursillos bíblicos  intensivos, con un buen profesor, pueden  ayudar mucho, y quizás sean  imprescindibles para comprender ciertos problemas  y notas técnicas.
Y  ahora, ¡a comenzar!... Trata de organizar  tu vida de tal manera que  todos los días encuentres  un momento de 5 a 10 minutos para la Biblia.   Busca un lugar tranquilo. Lee sistemáticamente, no saltando de una   parte a otra, ni abriendo el libro al azar. Nunca  leas la Biblia para  satisfacer tu curiosidad o sólo para  saber más, sino para indagar lo  que Dios quiere decirte.  Pues la Biblia es la Palabra de Dios, es la   carta que El envía a sus hijos. En la Biblia  no busques ciencia, sino  sabiduría. No tengas miedo de subrayar  y poner anotaciones en tu  Biblia. La Biblia no es  un libro para guardar, sino para ser leída.  Dice san  Jerónimo: «No debes retirarte al descanso nocturno sin haber  llenado  tu corazón con una pequeña parte de la Palabra de  Dios».
Principales Biblias Católicas
Entre las Biblias Católicas más conocidas, y más  usadas hoy entre nosotros, están las siguientes:
1.  La Biblia  de Jerusalén: Se llama así sencillamente por haber sido  preparada  por un numeroso equipo internacional de biblistas, bajo la  dirección  de la famosa «Escuela Bíblica de Jerusalén». Apareció  primeramente en  francés (1956), de la que se sacó la primera edición   española en 1967. Luego ha seguido una segunda edición española  en  1975, revisada y mejorada.
Es la mejor Biblia desde  el punto de  vista crítico, teológico y académico, con notas  explicativas. Su  criterio ha influido decididamente en todas las otras  ediciones de la  Biblia. Es imprescindible para un estudio serio  de la Biblia. Sin  embargo el precio de esta Biblia  es generalmente muy elevado.
2.  La Biblia Latinoamericana: Se la  conoce con este nombre, ya muy  popularizado. Fue preparada por  un equipo latinoamericano de pastoral.  Ya han salido, al menos,  81 ediciones (1990). Tiene el mérito de estar  muy adaptada  al lenguaje latinoamericano y, sobre todo, en las  introducciones y  comentarios refleja muy bien la realidad y  problemática sociopolítico-religiosa de  América Latina. Ha recibido  muchas alabanzas y fuertes críticas de  distintos sectores de la Iglesia  y de la sociedad. En  nuestro medio ambiente y para fines pastorales  es, con mucho,  la mejor Biblia.
Generalmente no es un libro muy caro;  muchas veces ha sido subvencionada para el bien del pueblo.
También existe un Nuevo Testamento Latinoamericano, que es la parte  más importante de toda la Biblia Latinoamericana.
3.  Otras  Biblias: Hay también muchas otras ediciones católicas de la  Biblia,  todas muy buenas, aunque no hayan tenido, en nuestro medio,  el  éxito de las dos mencionadas. Entre éstas no podemos  dejar de nombrar  las Biblias: Nacar-Colunga y la Nueva Biblia  Española de Juan Mateo.
El  gran valor de estas ediciones  modernas de la Biblia es, sobre todo,  que se basan  en los textos originales (hebreo-griego), y no en la  Vulgata  Latina como anteriormente se hacía. Además en sus  introducciones y  comentarios recogen lo mejor de las investigaciones  bíblicas modernas.
Últimamente  apareció la Biblia de Estudio de  las Sociedades Bíblicas, elaborada  por biblistas católicos y  evangélicos, y que cuenta con el  respaldo del CELAM para ser utilizada  en América Latina.
Quien medita cada día
la sagrada ley divina
con esta meditación
a la  gloria se encamina.
Quien medita cada día
las Sagradas Escrituras
verá la mano  de Dios
en todas las criaturas.
Cuestionario
¿Cuál  es la  regla de oro para la interpretación de la Biblia? ¿Se  pueden  sacar frases de su contexto y darles una interpretación  personal? ¿Qué  significa interpretar la Biblia dentro de la Tradición  Católica? ¿Cuál  es la postura protestante? ¿En qué se basan?  ¿Qué acontece al  interpretar la Biblia en forma personal y  sin tomar en cuenta la  Tradición? ¿Qué se espera, al  respecto, del Ecumenismo?
| La Biblia  | 
| Autor: . | 
La Biblia
(Traducción argentina)
1990
Ver también: Créditos
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- Índice -
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Estadísticas y gráficos (Concurrencias: 858330. Palabras: 31303)
- El Antiguo Testamento- GENESIS
- EXODO
- LEVITICO
- NUMEROS
- DEUTERONOMIO
- JOSUE
- JUECES
- PRIMER LIBRO DE SAMUEL
- SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL
- PRIMER LIBRO DE LOS REYES
- SEGUNDO LIBRO DE LOS REYES
- ISAIAS
- JEREMIAS
- EZEQUIEL
- OSEAS
- JOEL
- AMOS
- ABDIAS
- JONAS
- MIQUEAS
- NAHUM
- HABACUC
- SOFONIAS
- AGEO
- ZACARIAS
- MALAQUIAS
- SALMOS- 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 88. 89. 90. 91. 92. 93. 94. 95. 96. 97. 98. 99. 100. 101. 102. 103. 104. 105. 106. 107. 108. 109. 110. 111. 112. 113. 114. 115. 116. 117. 118. 119. 120. 121. 122. 123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131. 132. 133. 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 141. 142. 143. 144. 145. 146. 147. 148. 149. 150.
 
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- JOB
- PROVERBIOS
- RUT
- CANTAR DE LOS CANTARES
- ECLESIASTES
- LAMENTACIONES
- ESTER
- DANIEL
- PRIMER LIBRO DE LAS CRONICAS
- SEGUNDO LIBRO DE LAS CRONICAS
- ESDRAS
- NEHEMIAS
- ESTER SUPLEMENTOS GRIEGOS
- JUDIT
- TOBIAS
- PRIMER LIBRO DE LOS MACABEOS
- SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS
- SABIDURIA
- ECLESIASTICO
- BARUC
- CARTA DE JEREMIAS
- DANIEL SUPLEMENTOS GRIEGOS
 
- El Nuevo Testamento- EVANGELIO SEGUN SAN MATEO
- EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS
- EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS
- EVANGELIO SEGUN SAN JUAN
- HECHOS DE LOS APOSTOLES
- CARTA A LOS ROMANOS
- PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS
- SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS
- CARTA A LOS GALATAS
- CARTA A LOS EFESIOS
- CARTA A LOS FILIPENSES
- CARTA A LOS COLOSENSES
- PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES
- SEGUNDA CARTA A LOS TESALONICENSES
- PRIMERA CARTA A TIMOTEO
- SEGUNDA CARTA A TIMOTEO
- CARTA A TITO
- CARTA A FILEMON
- CARTA A LOS HEBREOS
- CARTA DE SANTIAGO
- PRIMERA CARTA DE SAN PEDRO
- SEGUNDA CARTA DE SAN PEDRO
- PRIMERA CARTA DE SAN JUAN
- SEGUNDA CARTA DE SAN JUAN
- TERCERA CARTA DE SAN JUAN
- CARTA DE SAN JUDAS
- APOCALIPSIS
 
Historia
- Biblia y Revelación
- Cómo se escribió la Biblia
- Panorama Histórico - Literario
- Los idiomas de la Biblia
- Versiones de la Biblia
Estructura
- Todos los Libros de la Biblia
 
- Antiguo Testamento:
- Nuevo Testamento:
Otros recursos
Biblia, Fe y Vida – Introducción al Estudio de la Biblia
5En este pequeño libro (37 páginas) se nos hace una breve introducción para el inicio  al estudio de la Biblia, en el cual se nos explica el origen de la  misma, su historia, su evolución hasta llegar a ser la Sagrada  Escritura, inspirada por Dios. También se nos explica sobre los géneros  literarios de la misma y la aplicación que hoy se da a la Palabra de  Dios; finalmente nos sugiere un posible método-guía para reuniones  bíblicas. Veamos un fragmento del libro:
BIBLIA, FE, VIDA – INTRODUCCION A LA BIBLIA
José L. Caravias sj
 4. TODO ESTA ORIENTADO POR DIOS HACIA CRISTO
La experiencia de Cristo resucitado llevó a los cristianos a relativizar el pasado. Este ahora sólo tenía valor y sentido en cuanto les ayudaba a descubrir y a vivir mejor la nueva presencia de Dios en Jesucristo, Emmanuel, esto es, “Dios con nosotros” (Mt 1,23).
El contacto progresivo con la realidad, sin embargo, hizo que los cristianos alargasen ese descubrimiento de la acción inspiradora de Dios hacia Cristo en el Antiguo Testamento. Así llegaron a la conclusión de que no sólo el Antiguo Testamento, sino todo lo que existe está siendo orientado por Dios hacia Cristo.
El problema nació al ponerse en contacto con el mundo pagano. Por una intuición de la fe los cristianos percibieron el valor universal de Cristo para todos los hombres. Por ello en las comunidades cristianas se llegó a suprimir toda distinción entre judíos y paganos convertidos. Pero el problema estaba en que los paganos no tenían el Antiguo Testamento que les pudiera orientar hacia Cristo. La búsqueda de la solución a este problema les llevó a un alargamiento de la experiencia inicial.
San Pedro apoyándose en el hecho de la conversión del pagano Cornelio (Hch 10,1-18), decidió admitir a paganos en el seguimiento de Jesús (Hch 15,9-11). San Pablo dio un fundamento teórico a esta nueva actitud: “En Cristo fueron hechas todas las cosas… Todo está hecho por medio de El y para El” (Col 1,16-17). O sea, que la orientación hacia Cristo no comenzó sólo con Abrahán y el pueblo hebreo, sino mucho antes, desde el momento en que Dios creó el mundo.
“Hay un sólo Señor, Cristo Jesús, por quien existen todas las cosas” (1 Cor 8,6). El “proyecto misterioso” de Dios, tomado desde siempre, es “reunir en Cristo todas las cosas, tanto los seres celestiales como los terrenales” (Ef 1,10). Hablando a los paganos, Pablo decía: “Cristo vino como evangelizador de la paz; paz para ustedes que estaban lejos, para los judíos que estaban cerca. Por El, en efecto, llegamos al Padre, los dos pueblos, en un mismo Espíritu” (Ef 2,17-18).
El mismo pensamiento está expresado en San Juan: “Por El se hizo todo y nada se hizo sin El” (Jn 1,3). Esta es la base doctrinal para la abertura inmensa que se inició en el Concilio de Jerusalén. Bajo esta premisa comenzaron a encarar toda la realidad de la vida de los hombres, y les llevó a descubrir la misma inspiración o tendencia básica en todas las cosas. Lo que habían descubierto en el Antiguo Testamento, a la luz de la resurrección de Cristo, les abrió una nueva ventana sobre la realidad de la vida humana y les reveló ahí la existencia de una acción salvadora de Dios, presente en el mundo, desde la Creación. Así como Dios inspiró al pueblo hebreo, llevándolo a encontrar a Cristo, así también estaba El mismo inspirando toda la realidad, conduciéndola hacia Cristo. Esta era la Buena Noticia anunciada al mundo entero (Ef 3,6; Col 1,25-29). En todo y en todos actúa la inspiración del Espíritu Santo, estimulándolos a caminar hacia Cristo. El Padre llama a todos.
Esta abertura de Dios hacia todos los pueblos ya estaba insinuada en el Antiguo Testamento (Am 9,7; Jonás; 2º Isaías; Rut).uestra vida y realidad en la vida y realidad de Cristo, pasando del “hombre viejo” al “hombre nuevo”, haciendo así la unión de los dos Testamentos y la “relectura” de nuestro pasado.
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