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miércoles, 27 de julio de 2011

El Ser Padre




¡Voy a ser Padre!

Tener un bebé es una experiencia maravillosa... también para el papá. Usted, como padre, puede participar en esta emocionante jornada e incluso ayudar a la futura mamá a traer al mundo al nuevo bebé.

Dos cosas vienen a la mente cuando le dicen a uno que va a ser padre: un sentimiento de alegría jamás antes sentido y el temor de no estar listo para asumir el cargo más importante que un hombre puede realizar en su vida. Para mí, el día llegó el 23 de junio de 1997, después de un poco más de un año de casado y sin pensar mucho en la responsabilidad que estaba a punto de asumir.

La noticia
Cuando mi esposa me dijo que estaba embarazada, mi primera pregunta fue, ¿y cómo te ayudo yo? Una pregunta que duró los nueve meses del embarazo, pues los dolores, achaques y todo lo demás sólo los sentía ella, y lo único que yo podía hacer era mantenerme a su lado, brindándole apoyo moral que muchas veces me era difícil darle por no saber que era lo que ella sentía o pensaba.

Embarazo compartido
Traté de involucrarme lo más que pude. Fui con ella al doctor cuantas veces me fue posible. Fui a la tienda a comprar los muebles para la recámara del bebé, y le tomé de la mano cuando le dijeron en el hospital que su embarazo era de alto riesgo. La abracé frecuentemente para darle ánimo cuando tuvo que dejar su trabajo tres meses antes de tener al bebé, porque no podía realizar sus funciones sin sentirse cansada, agotada y hasta frustrada con su difícil embarazo.

Fueron nueve meses duros, pero también de mucha alegría. Recuerdo cuando nos confirmaron que sería una niña, cuando le compramos su primer trajecito, su cuna..., y cuando vimos por primera vez sus ojitos, manitas, y hasta su cabello, a través de un ultrasonido.

Superando las barreras
Esos fueron momentos que nos ayudaron a superar, entre tantas cosas, la diabetes gestacional que sufriá Lilian, las inyecciones diarias de insulina y las visitas a las salas de emergencia por múltiples razones, ya que, como era nuestra primera experiencia, todo vaso de agua era un mar de angustias para ambos.

Los temores
Nunca había estado en un parto. Lo más cercano a esta experiencia fueron las dos ocasiones que estuve en la sala de espera cuando mis hermanas Maria y Rosa tuvieron a sus hijos.
Por eso, nunca pensé que estaría listo para ser parte del nacimiento, y menos para poder ayudar a mi esposa a dar a luz. Asistí a las clases de rigor de Lamaze para estar preparado, pero mi único pensamiento era no desmayarme cuando llegara la hora.

Momentos inolvidables
Y el día llegó. Un poco más tarde de lo esperado y tras casi 20 horas de espera en el hospital, nació Alejandrita. Fue un día muy emocionante en todos los sentidos. Comenzó la tarde anterior, cuando Lilian empezó a sentir los dolores. Para la media noche los dolores persistían, pero no lo suficiente para hacer otra cosa más que esperar. Una noche de poco dormir se esfumó, y una mañana de poca acción se convirtió en las dos horas más intensas de mi vida.

Cuando inició la fase final del parto, iniciaron también los dolores y las decisiones: ¿Más medicamento? ¿Menos medicamento? ¿Podré aguantar otro grito de la mujer que más quiero en la vida? ¿Cómo podré ayudarla?

Con una inyección terminaron los dolores y en poco tiempo Alejandra vino al mundo, con aquel pelo negro abundante que ya habíamos visto antes en el ultrasonido.

Ahora que nuestra bebita tiene 10 meses de edad, la alegría de ser padre continúa siendo uno de los sentimientos más increíbles de mi vida. Ver sus primeros movimientos, escuchar sus primeras palabras, verla dar sus primeros pasos, dar muestras de entendimiento...es el inicio de una relación que durará toda la vida.

¿Quiere participar más en el embarazo de su pareja y no sabe que hacer para "compartir" esta etapa tan especial de sus vidas?

A continuación están algunas sugerencias para ofrecerle apoyo a la futura mamá y para que usted, como papá, participe también en esta emocionante espera:
  • Trate de acompañarla a las citas con el médico y haga preguntas sobre el desarrollo del bebé, el embarazo o cualquier duda que tenga.
  • Acompáñela a caminar todos los días como parte de su rutina de ejercicios.
  • Comprenda que debido a los cambios hormonales, su pareja pudiera no estar dispuesta a llevar la misma vida sexual que antes.
  • Lea libros y folletos sobre el desarrollo de su bebé.
  • Tome clases de preparación para el parto junto con su esposa. Si decide presenciar el parto, podría ser testigo de una experiencia inolvidable y le ofrecerá un gran apoyo a la mamá.
  • Si fuma, deje de hacerlo. Piense en los daños que le está causando a la salud de su esposa y a la de su bebé que va a nacer.
Solamente sabrás lo que es ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, henchido de legítimo orgullo.
Sabrás lo que es ser padre cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.
Conocerás la dicha de ser padre cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer.
Únicamente sabrás lo que es hacerse padre cuando radiante pasees a tu hijo en su dorado cochecito, le hables aunque sepas que no te entiende aún y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña cosa que constituirá su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que significa ser padre cuando en la noche corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz.
Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tú le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.
Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por vez primera a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos que, sin embargo, le enseñarán a ser compartido.
Cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que se esconde en su corazón. Y sobre todo cuando se abrace a ti, tomando tu mano simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza, que le dará seguridad en su andar.
Sabrás lo que es ser padre cuando reclame tu tiempo y tu tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen en las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.
Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas cómo contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Papá Noel y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo, en tu caricia y en tu beso incondicional, cuánto le amas.
Sabrás lo que es ser padre cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar por todos y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar. Y cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.
Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.
Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía y quizás sea el teléfono o el internet la lejana liga que te una a él.
Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.
Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma. Pero es sólo entonces que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de

!!MUCHAS FELICIDADES A TODOS LOS PAPÁS!!

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