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lunes, 3 de julio de 2017

UNA PINTURA DE RAFAEL



Una pintura de Rafael


Hay un refrán que dice: “La palabras mueven, los ejemplos arrastran”. Estos dichos populares son expresión de esa sabiduría que tiene el aval de la experiencia cotidiana. Son irrefutables. Y es la pura verdad que más que las palabras lo que mueve y conmueve a grandes y pequeños son los ejemplos que vemos. Y tanto para el mal como para el bien.

Un joven artista intentaba copiar a la perfección una de las más hermosas pinturas del mundo, hecha por Rafael. Había viajado a Florencia a estudiarla, y luego se dedicó a reproducir esta obra maestra. Al terminar, el artista admitió que había realizado un cuadro hermoso, pero que no podía compararse con la excelencia del original. “¡Ah, si pudiera posesionarme del espíritu de Rafael!”, exclamó el joven, “solo entonces podría pintar como el gran maestro.”

Cristo Jesús, con sus palabras y, sobre todo con su ejemplo nos anima a superarnos y avanzar de virtud en virtud a la perfección de la vida cristiana. Pero Jesús se dejó mover y arrastrar por el Divino Espíritu. Ora con frecuencia pidiendo al Señor que te llene de los dones del Espíritu Santo, para asemejarte cada vez más a la belleza y santidad de Jesús, el divino modelo.

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