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miércoles, 6 de julio de 2016

PORQUE ES TARDE



Porque es tarde


Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un guardián siempre vigilante, un pastor que nos acompaña con solícito cuidado.

Porque es tarde, Dios mío, porque anochece ya y se nubla el camino,
porque temo perder las huellas que he seguido, no me dejes tan solo y quédate conmigo.

Porque he sido rebelde y he buscado el peligro, y escudriñé curioso las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor, y quédate conmigo.

Porque ardo en sed de ti y en hambre de tu trigo ven, siéntate a mi mesa, dígnate ser mi amigo.
¡Qué aprisa cae la tarde...! ¡Quédate conmigo! Amén.

Confiar en Dios que nos ama, es fundamental para aceptar, con ánimo sereno, los contratiempos y dificultades de cada día. Nunca tendrás pruebas superiores a tus fuerzas. El Señor correrá a darte una mano cuando te hundas. Basta que lo invoques con fe y todo redundará para tu mayor bien.

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