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jueves, 26 de mayo de 2016

Fallece a los 100 años el cardenal Capovilla, secretario del Papa Juan XXIII


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 Fue creado cardenal por el papa Francisco en el consistorio celebrado el 22 de febrero de 2014. Durante su vida ha coexistido con nueve papas
Ha muerto el cardenal Loris Capovilla. A sus cien años, el que fuera secretario de Juan XXIII, y “mano derecha” del artífice del Concilio Vaticano II, ha fallecido en la clínica Palazzolo de Bérgamo, donde fue ingresado hace días. Capovilla, que en octubre cumpliría 101 años, fue creado cardenal por Francisco, en lo que supuso un reconocimiento a su figura y a la de Roncalli, a quien también proclamó santo.
El cardenal, que habría cumplido 101 años en octubre , fue hospitalizado en la clínica Palazzolo di Bergamo. Nacido en Pontelongo 14 de octubre de 1915, fue ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1940.
 Durante diez años, desde 1953 a 1963, fue secretario de Angelo Giuseppe Roncalli , por primera vez cuando era Patriarca de Venecia, y luego durante el papado, como Juan XXIII. Desde 1988 vivía en Sotto il Monte Giovanni XXIII. Fue la memoria viviente de Roncalli.
El sucesor de Juan XXIII, el Papa Pablo VI, lo elevó a la dignidad episcopal, con sede en la Archidiócesis de Chieti el 26 de junio de 1967, consagrándolo el 16 de julio siguiente. Introdujo en la diócesis la reforma del Concilio Vaticano II, pero hizo prevalecer los componentes de la meditación y la atención a los problemas sociales, en una dimensión eclesial.
El 25 de septiembre de 1971, es transferido a la Sede Titular de la Archidiócesis de Mesembria. Es nominado a la Prelatura Territorial de Loreto, con el título de Arzobispo; con tal cargo, luchó contra el devocionalismo que caracterizaba las frecuentes peregrinaciones al Santuario de la Santa Casa.
Fue creado cardenal por el papa Francisco en el consistorio celebrado el 22 de febrero de 2014. Durante su vida ha coexistido con nueve papas.
Según apunta RV, Capovilla acompañó al Papa en las visitas y en las celebraciones, compartió con él alegrías y dificultades, siendo espectador partícipe de su paternidad pastoral. Pero sobre todo fue testigo directo de la extraordinaria intuición de convocar el concilio ecuménico Vaticano II, que el Pontífice anunció sorpresivamente en 1959, guiando la preparación y la primera fase.
Tras la muerte de Juan XXIII Mons. Capovilla se dedicó a cultivar su memoria y a promover el conocimiento de su figura y de su obra. Se ocupó personalmente de la publicación de sus escritos principales. También es autor de numerosos volúmenes sobre el pontífice bergamasco. Con su deceso, el Colegio Cardenalicio resulta compuesto por 213 cardenales (114 electores y 99 no electores).
Uno de sus legados fue el “testamento” espiritual, “Mis años con Juan XXIII”, editado en España por La Esfera de los Libros.

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