miércoles, 18 de noviembre de 2015

Los primeros golpes en la Puerta Santa

LOS PRIMEROS GOLPES EN LA PUERTA SANTA



17 noviembre 2015


Se llevó a cabo la «Recognitio» en vista del Jubileo de la Misericordia y fue extraída del muro la llave que permitirá abrir la Puerta Santa




El martes 17 de noviembre por la tarde, los primeros golpes de martillo golpearon el muro que cierra la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Se llevó a cabo hoy la «Recognitio» de la Puerta Santa: «Después de una oración del cardenal arcipreste Angelo Comastri, que guió la procesión del Capítulo de la Basílica, y la admonición de un ceremonioso, cuatro ‘sampetrini’ horadaron con un martillo el muro que sigila la Puerta Santa dentro de la Basílica, para extraer la cajita metálica que custodia desde el momento de la clausura del Gran Jubileo del Año 2000 los ‘documentos’ del Año Santo, entre los que están la llave que permitirá abrir la Puerta Santa, las manijas, el pergamino de la escritura, mosaicos y medallas conmemorativas».
Todo este material fue sigilado dentro del muro construido para cerrar la Puerta Santa, cerrada por última vez durante la fiesta de la Epifanía, el 6 de enero, de 2001, al final del Jubileo. «Después de haber rezado en el altar de la Confesión -se lee en la nota vaticana-, el corteo de la procesión llegó a la Sala capitular en donde la cajita metálica fue extraída de la puerta y fue abierta con el soplete oxhídrico. Además del Maestro de las ceremonias litúrgicas del Santo Padre, monseñor Guido Marini», que tomó posesión de los documentos y de los objetos de la «Recognitio», «estaba presente el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización».
Hasta el Año Santo de 1975, el muro que clausuraba la Puerta Santa, después de haber sido oportunamente cortado y apuntalado, era derribado lentamente después de los tres toques con el martillo de plata con el que el Pontífice lo golpeaba diciendo: «Aperite mihi portas iustitiae… Haec porta Domini… Introibo in domum tuam, Domine». En aquella ocasión, la noche de Navidad de 1974, sucedió un pequeño accidente que quedó inmortalizado por las compras de video: algunos fragmentos de piedra rozaron a Pablo VI al caer desde la parte superior del muro. Al momento de clausurar la Puerta Santa, la ceremonia fue simplificada desde entonces: el Papa ya no usaba la paleta, la cal y los ladrillos para sellar una porción del muro, sino que simplemente cerraba la Puerta con llave, dejando a los «sampetrini» la tarea de la construcción del muro.
Después de 1975, la Puerta Santa, que hasta entonces se había mantenido dentro de la Basílica, se encuentra en su exterior tal y como se puede ver en la actualidad. También en los dos jubileos celebrados por Juan Pablo II (el Jubileo extraordinario de la Redención de 1983 y el ordinario del año 2000), la Puerta Santa fue abierta y cerrada sin la presencia del muro y los ladrillos.
La que Francisco abrirá el próximo 8 de diciembre no será la primera Puerta Santa Jubilar que atravesará el Pontífice. De hecho el programa del viaje a la ciudad de Bangui, la capital de la República Centroafricana, incluye una apertura anticipada del Jubileo, prevista para el próximo domingo 29 de noviembre.

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