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lunes, 1 de diciembre de 2014

ADVIENTO Y NAVIDAD

 

Sagrada Familia





















1) EL ADVIENTO
SIGNIFICADO Y CONTENIDO
Adviento significa venida. Este tiempo nos prepara para la venida del Señor. La venida de Cristo al mundo se realiza en un triple plan:
PASADO: venida histórica a Palestina,
PRESENTE: venida sacramental, hoy,
FUTURO: venida gloriosa al fin del mundo.

Cristo está viniendo hoy y aquí, a nosotros, dentro de nosotros. Nos está haciendo concorpóreos suyos, solidarios de su persona y de su misterio redentor. Mediante el don de su palabra y de la eucaristía, Cristo se graba en nosotros. Nos hace su cuerpo. Su venida gloriosa al final de los tiempos no será otra cosa que la revelación de las venidas que ahora realiza en nosotros. Hay continuidad real entre su venida actual y su venida gloriosa. Exactamente igual como la semilla se prolonga en el fruto. Esta es la verdad de fe más grandiosa. Quien quiera encontrarse con el Cristo viviente, debe penetrar en el misterio de su presencia, a través de la liturgia. Es necesario que el cristiano tenga mirada interior. El adviento es radicalmente cercanía y presencia del Señor.
Poinsetia

LOS GRANDES TESTIGOS DEL ADVIENTO


Son tres: El profeta Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María.
Isaías anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón.
Juan el Bautista señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de austeridad y de ardiente espera.
María es la figura clave del adviento. En ella culmina la espera de Israel. Es la más fiel acogedora de la palabra hecha carne. La recibe en su seno y en su corazón. Ella le prestó su vida y su sangre. María es Jesús comenzado. Ella hizo posible la primera navidad y es modelo y cauce para todas las venidas de Dios a los hombres. María, por su fidelidad, es tipo y madre de la Iglesia.
Poinsetia

LAS ACTITUDES FUNDAMENTALES DEL ADVIENTO


1. Actitud de espera. El mundo necesita de Dios. La humanidad está desencantada y desamparada. Las aspiraciones modernas de paz y de dicha, de unidad, de comunidad, son terreno preparado para la buena nueva. El adviento nos ayuda a comprender mejor el corazón del hombre y su tendencia insaciable de felicidad.
2. El retorno a Dios. La experiencia de frustración, de contingencia, de ambigüedad, de cautividad, de pérdida de la libertad exterior e interior de los hombres de hoy, puede suscitar la sed de Dios, y la necesidad de «subir a Jerusalén» como lugar de la morada de Dios, según los salmos de este tiempo. La infidelidad a Dios destruye al pueblo. Su fidelidad hace su verdadera historia e identidad. El adviento nos ayuda a conocer mejor a Dios y su amor al mundo. Nos da conocimiento interno de Cristo, que siendo rico por nosotros se hace pobre.
3. La conversión. Con Cristo, el reino está cerca dentro de nosotros. La voz del Bautista es el clamor del adviento: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios ... » (Is 40,3-5). El adviento nos enseña a hacernos presentes en la historia de la salvación de los ambientes, a entender el amor como salida de nosotros mismos y la solidaridad plena con los que sufren.
4. Jesús es el Mesías. Será el liberador del hombre entero. Luchará contra todo el mal y lo vencerá no por la violencia, sino por el camino de una victimación de amor. La salvación pasa por el encuentro personal con Cristo.
5. Gozo y alegría. El reino de Cristo no es sólo algo social y externo, sino interior y profundo. La venida del Mesías constituye el anuncio del gran gozo para el pueblo, de una alegría que conmueve hasta los mismos cielos cuando el pecador se arrepiente. El adviento nos enseña a conocer que Cristo, y su pascua, es la fiesta segura y definitiva de la nueva humanidad.

vela de NavidadABECEDARIO PARA LA NAVIDAD

Agradecer a Dios el habernos regalado las personas con las que convivimos.

Buscar el bien común por encima de los intereses personales.Corregir con esmero a aquel que se equivoca.Dar lo mejor de uno mismo, poniéndose siempre al servicio de los otros.Estimar a los otros sabiendo reconocer sus capacidades.Facilitar las cosas dando soluciones y no creando más problemas.Ganar la confianza de los otros compartiendo con ellos sus preocupaciones.Heredar la capacidad de aquellos que saben ser sinceros con valentía y respeto.Interceder por los otros a Dios, antes de hablarle de nuestras cosas.Juzgar a los otros por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que aparentan.Limitar las ansias personales frente a las necesidades del grupo.LLenarse con lo mejor que uno encuentra en el camino de la vida.Mediar entre los compañeros que no se entienden.Necesitar de los otros sin ningún prejuicio.Olvidar el miedo al qué dirán dependiendo de la opinión de los demás.Preocuparse por los más débiles o más necesitados.Querer siempre el bien de las personas.Respetar las opiniones de los demás, los derechos de las personas y de los animales.Salir al encuentro del otro, no esperando que él dé el primer paso.Tolerar los defectos y límites propios y ajenos con sentido del humor.Unirnos todos para vivir en paz y armonía.Valorarse con realismo sin creerse superior a los demás.X es una incógnita que invita a la búsqueda constante de la verdad con mayúscula.Yuxtaponer ilusiones y esperanzas, trabajos y esfuerzos por crear fraternidad.Zambullirse sin miedo en el nuevo día que Dios regala cada mañana.











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