Hoy, 19 de noviembre, conmemoramos a Santa MATILDE de HACKEBORN, Mística.
SANTA MATILDE DE HACKEBORN (1241-1299) nació en el castillo de Helfta, en la alta Sajonia, Alemania, en el seno de una noble y poderosa familia de terratenientes.
A pesar del linaje de su familia, Hackenborn, Santa Matilde se crió en un ambiente de suma religiosidad. Su hermana mayor, Gertrudis de Hackeborn, era abadesa en el convento cisterciense de Helfta.
A la edad de siete años, Santa Matilde ingresó como educanda al monasterio benedictino de Rodersdorf, pero en una visita que le hizo con su madre a su hermana se impresionó tan favorablemente del monasterio que eligió entonces la vida religiosa para siempre.
Con 19 años de edad, Santa Matilde fue elegida como directora de la escuela del convento, cargo que ejerció con gusto, pero no tanto como su labor al frente del coro, donde fue maestra de canto y primera cantante. Por otro lado, siempre fue muy devota del Sagrado Corazón de Jesús.
A causa de una enfermedad cuando cumplió los 50 años, Santa Matilde de Hackeborn estuvo a punto de morir. Fue entonces cuando reveló el mayor de sus secretos: la monja de Helfta siempre había tenido visiones místicas.
Las experiencias que la maravilla de la gracia divina le había concedido las había compilado en escritos sueltos, y éstos dieron lugar al Liber Specialis Gratiae, el Libro de la gracia especial, una de las obras más célebres y más hermosas de la literatura mística de la Edad Media.
Santa Matilde de Hackeborn falleció tranquilamente a la edad de 59 en su convento en el corazón de Alemania, pero la fama de su vida y de su Libro de la gracia especial se propagaron rápidamente; tanto, que en Italia llegaron a influir a los primeros escritores del Renacimiento, como Boccaccio y Dante.
A Santa Matilde de Hackeborn, o de Halfte, se le recuerda como la cantante del amor divino.
SANTA MATILDE DE HACKEBORN nos enseña el valor de la alegría para disfrutar los atributos que Dios nos otorgó.
SANTA MATILDE DE HACKEBORN (1241-1299) nació en el castillo de Helfta, en la alta Sajonia, Alemania, en el seno de una noble y poderosa familia de terratenientes.
A pesar del linaje de su familia, Hackenborn, Santa Matilde se crió en un ambiente de suma religiosidad. Su hermana mayor, Gertrudis de Hackeborn, era abadesa en el convento cisterciense de Helfta.
A la edad de siete años, Santa Matilde ingresó como educanda al monasterio benedictino de Rodersdorf, pero en una visita que le hizo con su madre a su hermana se impresionó tan favorablemente del monasterio que eligió entonces la vida religiosa para siempre.
Con 19 años de edad, Santa Matilde fue elegida como directora de la escuela del convento, cargo que ejerció con gusto, pero no tanto como su labor al frente del coro, donde fue maestra de canto y primera cantante. Por otro lado, siempre fue muy devota del Sagrado Corazón de Jesús.
A causa de una enfermedad cuando cumplió los 50 años, Santa Matilde de Hackeborn estuvo a punto de morir. Fue entonces cuando reveló el mayor de sus secretos: la monja de Helfta siempre había tenido visiones místicas.
Las experiencias que la maravilla de la gracia divina le había concedido las había compilado en escritos sueltos, y éstos dieron lugar al Liber Specialis Gratiae, el Libro de la gracia especial, una de las obras más célebres y más hermosas de la literatura mística de la Edad Media.
Santa Matilde de Hackeborn falleció tranquilamente a la edad de 59 en su convento en el corazón de Alemania, pero la fama de su vida y de su Libro de la gracia especial se propagaron rápidamente; tanto, que en Italia llegaron a influir a los primeros escritores del Renacimiento, como Boccaccio y Dante.
A Santa Matilde de Hackeborn, o de Halfte, se le recuerda como la cantante del amor divino.
SANTA MATILDE DE HACKEBORN nos enseña el valor de la alegría para disfrutar los atributos que Dios nos otorgó.
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