“Esta es la clave, que nos eleva: ir simplificando, reduciendo, unificando. Es lo que permitió el ascenso de “el peregrino ruso” y de quienes hablan en Filocalía, una gran sencillez y simpleza”.
“Distiende tu cuerpo cada vez que te acuerdes, y haz coincidir esta relajación con una actitud de confianza absoluta en Dios y su Providencia…”.
“No pienses nunca que estás lejos del Señor. En Él nos movemos, somos y existimos”.
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