jueves, 14 de agosto de 2014

La catequesis básica sobre la familia

En definitiva, inicia cuando cada bautizado busca asumir, sencilla y confiadamente, todo lo que enseña nuestra madre la Iglesia, vive los sacramentos, reza y lee la Biblia, y actúa según el mandato fundamental de Cristo
 
La catequesis básica sobre la familia
La catequesis básica sobre la familia
Es importante conocer qué es el amor humano, cómo se relaciona con el matrimonio, de qué maneras se encarna en la vida familiar. Es importante estudiar el plan de Dios sobre la familia como lugar de encuentro entre las personas, en la fecundidad que permite la llegada de los hijos, en las relaciones que ayudan a madurar a cada uno: a los esposos, a los hijos, a otras personas relacionadas con cada familia.

Pero es mucho más importante educar en las raíces de la vida cristiana que sostienen el matrimonio como sacramento y como vínculo de amor. Porque un cristiano vive y actúa plenamente como cristiano en tanto en cuanto está unido a Dios, suplica y acoge su gracia, conoce mejor su fe, ora con la propia comunidad y en familia, busca modos concretos de entrar en contacto con la Palabra de Dios para que dé frutos en su propio corazón y en el de su familia.

En otras palabras, la catequesis básica sobre la familia es aquella que lleva a todos y a cada uno de sus miembros a un mayor conocimiento de su identidad como miembros del Cuerpo místico de Cristo, como parte viva de la Iglesia católica, como hijos en el Hijo.

Por eso, todo esfuerzo orientado a que los bautizados se preparen bien al matrimonio, y luego lo puedan vivir desde la fe y para el amor, se construye desde la transmisión de las verdades fundamentales que Dios nos ha ofrecido a través de la Encarnación, Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de su Hijo, desde la acción del Espíritu Santo en los corazones.

Lo anterior no excluye promover iniciativas, teológica y pastoralmente bien orientadas, para conocer tantos aspectos y dimensiones de la vida esponsal, de la paternidad y de la maternidad, de las relaciones entre hermanos. Pero esas iniciativas surgen desde una experiencia profunda de Cristo, desde el encuentro con Él como miembros de la misma Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, y con la protección materna de la Virgen María.

La catequesis básica sobre la familia, en definitiva, inicia cuando cada bautizado busca asumir, sencilla y confiadamente, todo lo que enseña nuestra madre la Iglesia, vive los sacramentos (especialmente la Eucaristía dominical y la confesión frecuente), reza y lee la Biblia, y actúa según el mandato fundamental de Cristo: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros” (Jn 13,34).

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