*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
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viernes, 9 de mayo de 2014
La diferencia de la devoción en el tiempo
Un ejemplo de como era la devoción en
la Iglesia antes del Concilio Vaticano II:
La jaculatoria decía así: «Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío».
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