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jueves, 27 de marzo de 2014

Dice el viejo refrán “Dios da pan a quien no tiene dientes”

Jesus Divina Misericordia
Queridos hermanos que han venido hasta aquí a leer esta meditación, ante todo te agradezco por tu buena disposición y ojala la misma sirva para crecimiento de nuestras almas.
Hay un viejo refrán que reza “Dios da pan a quien no tiene dientes”, lógicamente en la realidad esto no es así, porque si habláramos de Dios refiriéndonos de esta forma sobre El, estaríamos hablando de un Dios vengativo o falto de Caridad, pero el o los refranes mas allá de enseñar mal, son un pequeño ejemplo con errores humanos que intentan dejar una enseñanza mas que cuestionar a alguien, en este caso a Dios.
Cuando aplicamos este refrán, lógicamente nos estaría indicando de que alguien no aprovecha o aprovecha mal todo lo que Dios le brinda, y cuando lo apreciamos de esta forma, ya el refrán no nos suena tan mal.
Pero cierto es que diariamente vivimos de una manera tan agitada que no nos damos cuenta de todo lo que Dios con Amor nos ha dado y nos da, así, nos es mas fácil quejarnos que agradecer.
Nos duele un dedo, nos quejamos, no alcanza el dinero, nos quejamos, trabajamos de mas, nos quejamos, estamos enfermos, nos quejamos, y así la lista seria verdaderamente interminable, somos unos quejosos caminando.
Ahora bien, ¿No será tiempo de hacer un alto?, para así poder evaluar todo lo que Dios nos regala, comenzando por la vida, por el día a día en que a pesar de los errores, también sirven para nuestro crecimiento y formación, por nuestra familia, por nuestro trabajo, por cosas mas simples, una flor, una mascota, por cosas mas simples aun y mas directa, por nuestros sentidos, olfato, tacto, oído, gusto y vista, que sin ellos nuestra vida seria mas dificultosa.
Hay dos compañeras que la mayor parte del tiempo van a nuestro lado y que pocas veces nos percatamos de ellas, nuestras manos, si, nuestras manos, con ellas podemos hacer muchísimas cosas, inclusive realizar creaciones únicas.
Nos dice la Palabra de Dios, que Dios creo al hombre a Su imagen y semejanza, lo formo del barro, y le dio vida, el soplo o aliento de vida, lo creó.
Sin ser Dios, nosotros tenemos en menor escala (mucho menor) el Don de crear, claro no damos vida a través de un soplo, pero si podemos hacer con nuestras manos muchas creaciones, que aunque carentes de vida, nos deleitan el alma, imaginemos por un momento, si algo inanimado, nos alegra el alma, nosotros que somos seres animados tendríamos que agradar a Dios de mayor forma que un objeto nos agrada a nosotros. Sin embargo en un alto porcentaje esto no es así, aun con todo esto Dios nos ama.
Pero volviendo a las manos, las cuales pueden crear muchas cosas que deleitan, hacer otras tantas que ayudan, incluso en la distancia pueden ayudar, ya que si juntas las manos, puedes rezar y la oración no tiene limites. Aun con todo esto, muy pocas veces o casi nunca damos Gracias a Dios por nuestras manos… ¡Claro! a veces no agradecemos por la vida, como hemos de acordarnos de las manos, los sentidos, los pies o cualquier parte de nuestro cuerpo.
Quiero que veas el siguiente vídeo y entonces comprenderás que aquí veras a alguien que directa o indirectamente da Gracias a Dios, por lo que le ha dado… otros quizás dirían quitado….

EL NO TIENE LO QUE TU TIENES, PERO TIENE LO QUE A TI TE FALTA
Quizás, ahora que has visto comprendes hacia donde iba con estas palabras escritas,  el no tiene sus manos, sin embargo no se quedo en la vida llorando o dando lastima porque no las tiene, busco la manera de seguir adelante, de ser útil, de sentirse útil y de no sentir ausencia, por que quien desea superarse, aunque se le quitara todo podría superarse siempre.
Ahora tu, que has venido hasta aquí, que quizás te quejas demasiado de lo que no tienes o podrías tener, ¿No seria justo que en este momento le diéramos Gracias a Dios por todo lo que si tenemos?… reza conmigo esta pequeña oración.
Amado Dios y Padre Eterno, te doy las gracias por todo lo que me regalas cada día, especialmente cada parte de mi cuerpo, que guarda en el, el precioso aliento de Tu ser, que me ha dado la Vida.
Te doy las gracias por la vida que me das cada día, para disfrutar todo el universo que me rodea, cercano y lejano con el cuál, como Padre de Amor deseas colmar mis días.
Te pido perdón, por las veces que no reconozco las cosas simples, que finalmente son las mas valiosas.
Bendíceme cada día de mis días y nunca permitas que me aparte de Ti, Amen.
Ahora que rezamos juntos, te dejo este consejo final, cuida tu cuerpo, no lo dañes ni lastimes, no lo vistas inapropiadamente, si lo ofendes, ofendes al Espíritu Santo, porque el cuerpo es el Tempo del Espíritu Santo, recuerda, de nuestro cuerpo también tendremos que rendir cuentas a Dios, por ello, si deseas cambiar, que el cambio comience por ti, no sigas las modas del Mundo, sigue a Dios porque solo siguiéndole a El serás conducido al Cielo.
Dios este contigo

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