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miércoles, 26 de febrero de 2014

Mi voto de servicio








Fue lo más grande que pudo sucederme en la vida. No lo cambiaría por nadie, por nada ¡por nada!

Dios mío, hice un voto para servirte.
Tocaste mi corazón y bañado en lágrimas
Los ojos, de rodillas y absorto prometí servirte;
No me he olvidado de aquel día como nunca jamás.

Ahora mi vida ya no es mía, te lo entregue
Y lo ratifico cada día la promesa que te hice.
Tantas promesas hice a la ligera y te pedí perdón;
Pero de esta no me he olvidado, fue de corazón.

Tu amor fue único: Incondicional, grande y eterno
Para mi, pecador; al punto de sacrificar a tu Hijo,
No sabría agradecerte, yo no lo merecía
Por eso por amor me entregué y lo ratifico cada día.

Con amor me sedujiste, no lo pude resistir,
Corrí a tus brazos tiernos de Padre amante,
descanse cual niño desamparado al sentir
el calor paterno y materno en uno pero más grande.

¡Oh qué amor, que calor, que ternura!
Fue lo más grande que pudo sucederme en la vida.
No lo cambiaría por nadie, por nada ¡por nada!
Es eterno, es infinito, no se acaba, perdura. Aleluya.

Desde el día en que o derramaste en mi corazón
No se ha agotado al contrario ahora es rebosante,
Gracias a tu precioso Espíritu santo, y de gozo y emoción,
He prometido servirte y amarte eterna ente para siempre...

No sé si mi amor puede ser incondicional, Señor,
Por que me amaste primero pero quisiera
Amarte y servirte solamente en respuesta a tu gran amor,
por gratitud, a cambio de nada, ni la vida siquiera.

Pero... me es imposible, te fallo cada día,
quisiera amarte como tu deseas que te ame,
con todo mi ser; pero no puedo siento que la vida
de este mundo opaca los sentimiento y distrae!

Tu amor es grande en mi y rebosante;
Pero en mío tan pequeño, tan poco y opaco;
Entonces lloro por que siento que no te amo,
¡Peor cuánto anhelo que sea fervoroso y vehemente!

¡Ah; pero hay un momento glorioso que viene,
un momento hermoso y único de pura adoración,
cuando siento la presencia de tu Santo Espíritu
entonces puedo prorrumpir con todo mi ser: ¡Te amo!

Entonces comienzo con un nudo en la garganta,
Con un mover de cada fibra de mi corazón;
Se esclarece mi mente y el enemigo se ataranta,
Desaparezco del mundo y me visualizo ante ti
lleno de emoción.

Se suelta mi lengua para la alabanza,
Se rompe mi corazón para derramarla ante ti;
Mi mente concentrado en ti, huye el diablo,
dejando su acechanza. Nada es el mundo solo tú,
Solo tú eres todo en mi.¡¡¡Aleluya!!!


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