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lunes, 3 de febrero de 2014

El Carpintero

       
 

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto.
Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continúa. Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño mal entendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta del hermano mayor, al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. “Estoy buscando trabajo por unos días”, dijo el extraño, “quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.
 “Si”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo para usted”. “Mire al otro lado del arroyo, aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Bueno, el pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca mas.
” El carpintero le dijo: “Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho.
” El hermano mayor le ayudo al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente, un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.
Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: “Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho”.
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. “¡No, espera!”, le dijo el hermano mayor, “quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti”
“Me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, “pero tengo muchos puentes por construir”.
 
 Ser Como Niños
Si tienes la sonrisa de un niño, darás una de las mayores expresiones de amor.
Si tienes la mirada de un niño, serás transparencia pura.
Si tienes la ilusión de un niño, llegarás a ser grande.
Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño, llenarás de alegría tu vida.
Si cantas y ríes fuerte como los niños, será para expresar que eres la persona más feliz del mundo.
Si tienes la amistad de los niños, no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.
Si oras como un niño, no será para que el mundo vea cuán bueno eres.
Si abrazas como los niños, serás fuerte, grande, desinteresado, y todo ello por amor.
Si tropiezas como un niño, podrás levantarte enseguida y sin sentir vergüenza.
Si tu alma es pequeña como la de un niño, podrás entrar al Reino de los Cielos, simplemente como las almas de los niños.

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