*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
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miércoles, 8 de enero de 2014
Los hijos deletrean Amor como T-I-E-M-P-O
Hay pequeños ojos que te observan, y lo hacen día y noche;
Hay pequeños oídos que pronto reciben cada palabra que expresas;
Hay pequeñas manos que anhelan ansiosamente hacer todo lo que haces.
Y un pequeño niño que sueña con el día cuando llegue a ser como tú.
Tú eres el ídolo del pequeño, eres el más sabio entre los sabios.
Y de ti nunca se levantan sospechas en su pequeña mente.
Devotamente cree en ti, y cree todo lo que dices y haces.
Y cuando crezca como tú, dirá y hará las cosas igual que tú.
Hay un pequeñín de ojos atentos que siempre cree que tienes la razón.
Y sus oídos están siempre atentos, y día y noche te observa.
Y en todo lo que cada día haces, dejas el ejemplo.
Al pequeño niño que espera un día crecer, y ser igual que tú.
Los hijos creen en sus padres y desean ser igual a ellos, son las personas más importantes en sus vidas. Por el resto de sus vidas recordarán el ejemplo que les hayan dado. Disfruten el tiempo que pasan junto a sus hijos y nietos. Es uno de los más grandes regalos que puedan obsequiarles.
Salmo 128: 5-6
Bendígate Jehová... todos los días de tu vida... y veas a los hijos de tus hijos.
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