viernes, 6 de diciembre de 2013

Persona íntegra



En un centro comercial en un lugar de los Estados Unidos una pareja se acercó a comprar un artículo. La dependiente les atendió y no se percató que al darles el cambio, se le fue la mano y les dio mucho dinero de más. Ellos, que tenían prisa, tampoco se dieron cuenta del error.


Ya fuera del centro comercial fueron a un restaurante. Al revisar su billetera, el hombre se percata de que había recibido mucho dinero como cambio; ¡Unas cincuenta veces más de lo que pagó! Se había dado una confusión de la denominación de los billetes. El dijo a su pareja que debían ir de inmediato a devolver lo que no era suyo, y retornaron al centro comercial enseguida.

Al acercarse hacia la dependiente, la llamaron aparte para no avergonzarla ante otros ni complicarle la vida. - Señorita, usted me dio dinero de más como cambio de la compra que le hice hace unos minutos. Aquí le devuelvo su dinero y deme lo que es correcto y tenga más cuidado la próxima vez. La mujer se quedó boquiabierta y, siendo responsable, llamó a su jefe de sección y le explicó de qué se trataba. El hombre se acercó presto a la pareja, asombrado también, y le explicó al honrado caballero: - Señor, ¿ve esa cámará de TV? Allí se ha grabado todo, desde que usted hizo la compra, cuando se le dio cambio de más y ahora que usted ha retornado ese dinero que por error se le dio. Nuestra compañía quiere honrarle y pedirle que nos permita publicar este hecho ejemplar que ya casi no se da en estos días.

Un tanto nervioso, el aludido tomó del brazo al jefe de sección de ese centro comercial y, en voz baja le dijo: - Señor, olvídese de lo ofrecido; si usted hace eso me pondría en problemas. Yo soy casado, y la mujer que está conmigo no es mi esposa. !!!

Sí, amados. Se trataba de un caso extraordinario de honradez; pero no había integridad en aquel hombre.

Abrazos, besos y bendiciones.


Como en cursillos...tres días

La vendedora de flores sonreía, su arrugado rostro
Por impulso tomé una de sus flores.

- "Se ve muy bien esta mañana" , le dije.


- "¡Claro!" , exclamó - "sobran los motivos" .

Aquella mujer vestía tan pobremente y se veía tan frágil que su actitud me intrigó.

- "Sobrelleva sus problemas admirablemente" , la elogié.

Ella me explicó entonces:

- "Cuando crucificaron a Cristo, el viernes santo, fué el día más triste de la historia.
Y tres días después, Él resucitó. Por eso he aprendido a esperar tres días siempre que algo me aflige. Las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese tiempo."

Seguía sonriendo al despedirse de mí.
Sus palabras me vienen a la mente cada vez que estoy en dificultades:

"HAY QUE ESPERAR TRES DIAS"...



Hacerse nada


¿Alguna vez has jugado dominó? Cuando yo era muchacho, jugar dominó era uno de los pasatiempos favoritos. Hace algún tiempo, mientras visitaba a una familia, vi a un joven muchacho y a su abuelo jugando ese juego. Al pensar en los días de mi niñez me vino a la mente un torrente de recuerdos.


Lo extraño del juego de dominó es que se gana perdiendo. Para ganar, tienes que perder tus fichas. El que primero se deshace de sus fichas gana el juego. Tienes que dar para obtener, perder para ganar, ser reducido a nada para llegar a la cima.

No es como el béisbol, el tenis u otros juegos, en los que el mayor número de carreras, puntos o anotaciones determina al ganador. ¡No! En el dominó, el que triunfa es el que primero llega a la nada.

La regla del hombre natural es: «Consigue todo lo que puedas.» La regla del hombre espiritual debería ser: «Da todo lo que puedas.» En la esfera espiritual, sólo conservaremos para siempre aquello que damos.

En la vida cristiana debemos reducirnos a nada antes de llegar a ser algo. La semilla que se guarda en el granero se enmohece y se deteriora, pero si se «bota» en el suelo aumenta 30, 60 y 100 por uno. «... si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo. . .» (Juan 12,24).

Recuerda, Jesús lo dio todo. Él es nuestro ejemplo.

Autor desconocido



En un océano o en un acuario?


Nuestra vida es como un océano, con muchas riquezas y posibilidades. Pero muchas veces nos encerramos en un acuario, limitamos así nuestra existencia y nos reducimos a nuestro pequeño mundo, porque tenemos miedo al océano desconocido. De esta manera restringimos nuestro potencial, nuestros talentos, porque estamos aprisionados en un espacio que achicamos nosotros mismos….. y dejamos de crecer.


Somos como la carpa japonesa, que puede crecer según el tamaño de su ambiente. En un pequeño tanque, no pasa generalmente de cinco a siete centímetros, pero puede alcanzar tres veces más ese tamaño si se le coloca en un lago.

Lo mismo ocurre con las personas, crecen de acuerdo con el ambiente que las rodea. No nos referimos al desarrollo físico, sino al desarrollo de las potencialidades y talentos que todos sin excepción llevamos dentro. Pero si el medio en que vivimos no es estimulante, acabamos por enterrar nuestros talentos.

Dios a puesto ante nosotros el agua y el fuego, la vida y la muerte.
Se nos dará aquello a lo que extendamos la mano.

“DE TI DEPENDE QUEDARTE EN EL ACUARIO O SUMERGIRTE EN EL OCÉANO

Autor desconocido


Cuerpo y Sangre de Cristo


1. El domingo es el núcleo de todo el año litúrgico; porque celebra la muerte y la resurrección del Señor, la cual es el centro de toda la historia y la fuente de la que dimana toda la gracia salvadora, Así fue entendido y celebrado por los Apóstoles y las primeras comunidades cristianas. 

2. Desde los orígenes, la Eucaristía es el centro del domingo. Así lo expresaban los mártires de Abitinia, cuando, sorprendidos un domingo mientras celebraban la Eucaristía, al ser interrogados por qué habían transgredido la severa orden del emperador, respondieron: “Sine dominico non possumus”, es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir.

3. Sin embargo, el domingo no se agota en la celebración de la Eucaristía, sino que se prolonga en otras celebraciones y vivencias; vg. la familiar, la preocupación y atención a los pobres, el descanso, etc.

4. Por eso, es preciso insistir y dar un realce especial a la Eucaristía dominical y el domingo mismo, como día especial de la fe, día del Señor Resucitado y del don del Espíritu. La participación en la Eucaristía debe ser para cada bautizado el centro del domingo. Es un deber irrenunciable, que se ha de vivir no solo para cumplir un precepto sino como necesidad de una vida cristiana verdaderamente consciente y coherente. El deber de la participación eucarística, cada domingo, es un aspecto específico de la propia identidad de la comunidad cristiana, aun viviendo en circunstancias de pequeñas minorías y en condiciones de aislamiento y dificultad.

5. La Eucaristía dominical, congregando semanalmente a los cristianos como familia de Dios en torno a la mesa de la Palabra y al pan de vida, es también el antídoto más eficaz contra la dispersión, por ser el lugar privilegiado donde se cultiva y vive continuamente la comunión.

6. Por todo ello, la Eucaristía del domingo ha de ser el centro de la piedad de los padres y de la familia como tal. Los hijos, viendo a los padres y participando con ellos en ella, la irán incorporando a sus vidas y la convertirán en el alimento principal de su piedad. La participación como familia en la Eucaristía dominical es un ideal hacia el que hay que tender; de este modo, se está significando su supremacía sobre las demás actividades nobles y dignas del domingo.

7. La Eucaristía, si se participa debidamente, especialmente por la recepción de la sagrada comunión, urge a vivir la dimensión de la caridad cristiana. Por eso, los padres deben ser ejemplo vivo para los hijos en la preocupación por los pobres necesitados.


El arquitecto de la Virgen


A un arquitecto le pidieron construir un templo cuyo titular fuese la Virgen.
El día de la inauguración los cientos de fieles que asistieron a la celebración, incluso el Obispo, se quedaron sorprendidos y, en cierto modo, decepcionados: la imagen de María no ocupaba ningún retablo. No se encontraba en el centro del altar. Mucho menos cerca del sagrario.

La estatua de la Virgen, el arquitecto, la diseñó e ideó para ponerla y colocarla sentada en el primer banco.

Ante las protestas de los asistentes, la explicación del arquitecto fue la siguiente: 

“La Virgen no está para que la contemplemos y admiremos, sino para que la imitemos. Es la primera, el modelo y nosotros vamos detrás, la seguimos. Su postura ante Dios y los hombres la debemos hacer nuestra. Caminando tras sus huellas llegaremos hasta Jesucristo. Ella, y por eso la he puesto en el primer banco, es la primera oyente de la Palabra de Dios para saber cómo tiene que responder ante El”.


 Reflexión:

¿Para qué está la Virgen?
Para llevarnos al encuentro con Jesús. Sin ese horizonte, nuestra devoción hacia Ella, puede convertirse en una contradicción. En algo sin sentido.

¿Para qué está la Virgen?
Para abrir nuestros oídos, como lo hizo Ella, a la Palabra de Dios. Mirar a la Virgen es saber que, es grande, porque cumplió la voluntad del Señor.

¿Para qué está la Virgen?
Para que tomemos ejemplo, nítido y sencillo, de una mujer que –sin grandes riquezas- tuvo el mayor tesoro en su alma: CRISTO

¿Dónde poner a la Virgen?
En el llano (sin adulterarla) y en lo alto (sin perderla). En el término medio está la virtud.

¿Dónde colocar a la Virgen?
Cerca de Dios. Ella, recoge nuestras súplicas, nuestros deseos y, como Madre, las susurra al oído del Padre. Luego, sus manos abiertas, nos harán llegar las GRACIAS que vienen del Padre.



La herencia


En cierta ocasión un padre de familia ya adulto y preocupado por su despedida de este mundo llamó a sus dos únicos hijos para explicarles su preocupación.

Hijos míos-les dijo- Mi vida pronto llegará a su fin y es necesario que tome una decisión sobre a quien dejaré mis bienes. La decisión que debo tomar no es nada fácil puesto que ustedes me han demostrado ser muy buenos hijos.

Para mi sería muy fácil dividir mi herencia en partes iguales sin embargo eso no sería justo y por lo tanto he decidido ponerlos a prueba para tomar mi decisión final.

Mi herencia será para quien con el menor gasto posible logre llenar con cualquier cosa esta habitación en su TOTALIDAD.

Al paso de los días siguientes ambos hijos se pasaban los días enteros haciendo cálculos para llenar la habitación con la menor inversión de dinero.

Pensaron en mil cosas como el algodón, granos, tierra incluso hasta en la basura.
Llegado el día se presentaron los dos ante su padre. El primero de ellos, sintiéndose muy seguro y orgulloso por su idea le dijo a su padre:

-Pues bien papá, como estoy seguro de que ganaré quiero empezar a llenar esta habitación con el agua que compré-

-Muy buena idea- dijo el padre-pero, entonces, vamos primero a ver la idea de tu hermano-

-Pero papá, que acaso no ves que no ha traído nada? Yo en cambio tengo el camión de bomberos ahí afuera esperando?-

-Es cierto hijo pero vamos a escucharlo-

 Papá- Dijo el otro hijo-Aunque lo que yo traigo llenará también en su totalidad esta habitación, no lo hará como el agua que ha traído mi hermano…Toma, tan solo pude comprar esta vela que si la enciendes cubrirá las tinieblas de esta habitación- y se retiró tristemente. 

-Espera hijo, aún no he tomado una decisión-

Luego de unos minutos el padre se dirigió a sus hijos.
-Ambos han hecho la elección perfecta sin embargo me decido por la vela ya que su luz también iluminará el corazón de mi heredero para no desampararte a ti hijo-
Autor desconocido

El agua lo cubre todo pero ahoga al ser humano mientras que la Luz del Espíritu Santo representada en la vela llega hasta nuestros corazones para darle sentido a nuestras vidas.

Ven, Espíritu Santo,

Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu y se renovará la faz de la Tierra.

Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo;
Concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.


Te siento en todo.....


Te siento, Señor, tan cerca de mí,
En el aire que respiro,
En el sol que me acaricia.
En la brisa que refresca.

Te siento, Señor, en la amistad sincera.
En los niños que sonríen.
En las gentes que me cruzan.

Te siento, Señor, en la lucha de vivir.
En el trabajo que realizo.
En la gente que me llama.

En todos cuantos me escuchan.
En aquellos que me aman y me hacen sentir su afecto.

Te siento, Señor, en el trino de los pájaros.
En las puestas del sol brillante que tiñen de rojo el
horizonte.
En el disgusto y en la alegría.
En la renuncia y en el dolor.

TE SIENTO EN TODO, SEÑOR, PORQUE EN TODO ESTÁS, MI 
DIOS.


Tan cerca de mi...


Te siento, Señor, tan cerca de mí,
En el aire que respiro,
En el sol que me acaricia.
En la brisa que refresca.


 Te siento, Señor, en la amistad sincera.
En los niños que sonríen.
En las gentes que me cruzan.

Te siento, Señor, en la lucha de vivir.
En el trabajo que realizo.
En la gente que me llama.
En todos cuantos me escuchan.
En aquellos que me aman y me hacen sentir su afecto.

Te siento, Señor, en el trino de los pájaros.
En las puestas del sol brillante que tiñen de rojo el
horizonte.
En el disgusto y en la alegría.
En la renuncia y en el dolor.

TE SIENTO EN TODO, SEÑOR, PORQUE EN TODO ESTÁS, MI DIOS.
Autora: Ana Maria Rabatte.


El recolector de basura


Me subí a un taxi rumbo a la central de autobuses y cuando íbamos por el carril de la derecha, por poco nos, estrellamos con un carro que así de repente y de la nada salió como bólido de donde estaba estacionado.

El conductor del taxi en el que iba alcanzo a frenar a todo lo que daba, el taxi se derrapo y por un pelo de rana casi le pegamos al auto que quedo frente a nosotros.

Después de esto, el conductor del otro auto, el tipo que casi causo el accidente, asomando la cabeza por la ventanilla comenzó a gritarnos una cantidad horrible de insultos y majaderías.


 Todavía recuperándome del susto, lo que acabo de sacarme de mis casillas fue la actitud del chofer de mi taxi, quien en forma extremadamente amistosa y cortes le sonreía y saludaba con la mano al conductor del otro auto.
Yo estaba furioso y confundido, pero no me quede con las ganas y le pregunte al chofer de mi taxi que porque se ponía a sonreír y saludar al tipo que casi nos hizo chocar, arruinar su taxi, y posiblemente hasta enviarnos al hospital.
Entonces, el taxista con voz pausada me contó lo que ahora yo llamo.
LA LEY DEL CAMIÓN DE BASURA

Mire, me dijo, ¿ve aquel camión de basura? Si, le dije, ¿y eso que tiene que ver?.

Pues, así como esos camiones de basura existen, hay muchas personas que van por la vida llenos de basura, frustración, rabia, y decepción. Tan pronto como la basura se les va acumulando necesitan encontrar un lugar donde vaciarla, y si usted los deja seguramente le vaciaran su basura, sus frustraciones, sus rabias, y sus decepciones.

Por eso cuando alguien quiere vaciar su basura en mi, no me lo tomo personal:
Sino tan solo sonrió, saludo, le deseo todo el bien del mundo y sigo mi camino.
Hágalo usted también y le agradara el haberlo hecho, se lo garantizo.

A partir de ese día. Comencé a pensar que tan a menudo permito que estos camiones de basura me atropellen; y me pregunto a mi mismo cuan a menudo recojo esa basura y la esparzo a otra gente en casa, en el trabajo, en el grupo, o en la calle.

Así que me prometí que ya jamás lo iba a permitir. Comencé a ver camiones de basura y así como el niño de la película “” el sexto sentido “”” decía que veía a los muertos,

Bueno ahora así yo veo a los camiones de basura. Veo la carga que traen, los veo que me quieren echar encima su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones y tal y como el taxista me lo recomendó, no me lo tomo personal, tan solo sonrió, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante…..

Los buenos líderes saben que tienen que estar listos para su próxima reunión.

Los buenos padres saben que tienen que recibir a sus hijos con besos y abrazos.

Los lideres y los padres saben que tienen que estar física y mentalmente presentes y en su mejor estado para la gente que realmente es importante para ellos.

EN RESUMEN LA GENTE EXITOSA NO PERMITE QUE LOS CAMIONES DE BASURA ABSORBAN SU DIA………………………………………


Amor, riqueza y éxito


Una mujer regaba el jardín de su casa y vio a tres viejitos con sus años de experiencia frente a su jardín.

Ella no los conocía y les dijo:

No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que coman algo.

Ellos preguntaron:
-¿Está el hombre de la casa?
-No, respondió ella, no está.
-Entonces no podemos entrar, dijeron ellos.
Al atardecer, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.
-¡Entonces diles que ya llegué invítalos a pasar!
La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.
-No podemos entrar a una casa los tres juntos, explicaron los viejitos.
-¿Por qué?, quiso saber ella.


 Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó:

Su nombre es Riqueza.

Luego indicó hacia el otro.

Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor. Ahora ve adentro y decide con tu marido a cuál de nosotros 3 desean invitar a vuestra casa.
La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron.

El hombre se puso feliz: ¡Qué bueno!
Y ya que así es el asunto entonces invitemos a Riqueza, que entre y llene nuestra casa.

Su esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿porqué no invitamos a Éxito? La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo.
¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar estaría entonces lleno de amor.

Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo a su mujer.
Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped.

La esposa salió y les preguntó ¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor que venga y que sea nuestro invitado.

Amor se levantó de su silla y comenzó a avanzar hacia la casa. Los otros 2 también se levantaron y le siguieron.

Sorprendida, la dama les preguntó a Riqueza y a Éxito:
Yo invité sólo a Amor ¿porqué Uds. también vienen?.

Los viejitos respondieron juntos:
-Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros 2 habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde vaya él, nosotros vamos con él.

Donde quiera que haya amor, hay también riqueza y éxito.

Autor desconocido

MI DESEO PARA TI ES. . .

Donde haya dolor, te deseo paz y Felicidad.

Donde hay falta de fe en ti mismo, te deseo una confianza renovada en tu capacidad para superarla.

Donde haya temor, te deseo amor y valor.


 

La última cena


A Leonardo Da Vinci le llevó siete años completar su famosa obra titulada "La Última Cena". Las figuras que representan a los 12 apóstoles y a Jesús fueron tomadas de personas reales. La persona que sería el modelo para ser Cristo fue la primera en ser seleccionada. Cuando se supo que Da Vinci pintaría esta obra, cientos de jóvenes se presentaron ante Leonardo Da Vinci para ser seleccionados. Da Vinci buscaba un rostro que mostrara una personalidad inocente, pacífica y a la vez bella. Buscaba un rostro libre de las cicatrices y los rasgos duros que deja la vida intranquila del pecado. Finalmente, después de algunos meses de búsqueda seleccionó a un joven de 19 años de edad como su modelo para pintar la figura de Jesús. Por 6 meses Leonardo da Vinci trabajó para lograr pintar al personaje principal de esta magnánima obra.

Durante los 6 siguientes años, Da Vinci continuó su obra buscando a las personas que representarían a 11 apóstoles; dejando para el final a aquel que representaría a Judas, el apóstol que traicionó a Cristo por 30 monedas de plata. Por semanas estuvo Da Vinci buscando a un hombre con una expresión dura y fría. Un rostro marcado por cicatrices de avaricia, decepción, traición, hipocresía y crimen. Un rostro que identificaría a una persona que sin duda alguna traicionaría a su mejor amigo. Después de muchos fallidos intentos en la búsqueda de este modelo llegó a los oídos de Leonardo Da Vinci que existía un hombre con estas características en el calabozo de Roma.


 Este hombre estaba sentenciado a muerte por haber llevado una vida de robo y asesinatos. Da Vinci viajó a Roma en cuanto supo esto. Este hombre fue llevado ante Da Vinci a la luz del sol. Leonardo vio ante él a un hombre sin vida, un hombre cuyo maltratado cabello largo caía sobre su rostro escondiendo dos ojos llenos de rencor, odio y ruina. Al fin Leonardo Da Vinci había encontrado a quien modelaría a Judas en su obra. Por medio de un permiso del rey, este prisionero fue trasladado a Milán al estudio de Leonardo Da Vinci. Por varios meses este hombre se sentó silenciosamente frente a Da Vinci mientras el artista continuaba con la ardua tarea de plasmar en su obra al personaje que había traicionado a Jesús. Cuando Leonardo dio el último trazo a su obra se volvió a los guardias del prisionero y les dio la orden de que se lo llevaran. Mientras salían del recinto de Da Vinci el prisionero se soltó y corrió hacia Leonardo Da Vinci gritándole: "¡Da Vinci!! ¡Obsérvame!! ¿No reconoces quién soy?" Leonardo Da Vinci lo estudió cuidadosamente y le respondió: "Nunca te había visto en mi vida, hasta aquella tarde fuera del calabozo de Roma." El prisionero levantó sus ojos al cielo, cayó de rodillas al suelo y gritó desesperadamente: "¡Oh Dios, tan bajo he caído!" Después volvió nuevamente su rostro al artista y le gritó: "Leonardo Da Vinci!! Mírame nuevamente, pues, ¡¡¡Yo soy aquel joven cuyo rostro escogiste para representar a Cristo hace siete años!!!"

Autor desconocido.


¿Tanto podrá cambiar el rostro de un hombre por el tipo de vida que lleva? ...

Desde luego que si. Y esto sucede cuando te alejas de Dios.
Cuando tienes un encuentro personal con Jesús a través de un retiro espiritual la gente inmediatamente descubre tu rostro iluminado y lo comenta.
Así pues, cuando te alejas de Dios o simplemente haces actos desagradables a Dios tu rostro cambia, el peso de tus pecados hacen que la piel se cuelgue y refleje una imagen no muy buena que la misma gente rechaza…


Estar con Dios...


Cuanto más profunda es la oración, se siente a Dios más próximo, presente y vivo. Cuando hemos “estado” con Dios, cuando lo hemos experimentado, Él se convierte en “Alguien” por quien y con quien superar las dificultades. Se aceptan con alegría los sacrificios y nace el amor. Cuanto más “se vive” a Dios, más ganas se tienen de estar con Él. Se abre el corazón del hombre para recibir el amor de Dios, poniendo suavidad donde había violencia, poniendo amor y generosidad donde había egoísmo. Dios va cambiando al hombre.









Orar...

Quien tiene el hábito de orar, en su vida ve la acción de Dios en los momentos de más importancia, en las horas difíciles, en la tentación, etc.

En cambio, si no oramos con frecuencia, vamos dejando morir a Dios en nuestro corazón y vendrán otras cosas a ocupar el lugar que a Dios le corresponde.
Sin la oración nuestro corazón se puede llenar con:

El egoísmo que nos lleve a pensar sólo en nosotros mismos sin ser capaces de ver las necesidades de los que nos rodean.

El apego a las cosas materiales convirtiéndonos en esclavos de las cosas en lugar de que las cosas nos sirvan a nosotros para vivir.

El deseo desordenado hacia los placeres, apegándonos a ellos como si fueran lo más importante.

El poder que utilizamos para hacer nuestra voluntad sobre las demás personas.

Por lo tanto, nunca dejes de orar.

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