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Pedro Friedhofen, Beato |
Nació en Weitersburg, cerca de Koblenz, Alemania.
Siendo aun niño murieron sus padres, y tuvo la necesidad de trabajar como deshollinador.
En su juventud, estableció con esfuerzo un taller pero nuna olvidó destinar parte de sus ganancias para los más necesitados.
Dios lo inspiró y en su afán de caridad y servicio, con varios jóvenes que compartían sus ideas, organizó la Cofradía de San Luis, siempre procurando ayudar a los más desposeidos.
Poco después tomó los hábitos e hizo votos de castidad y pobreza.
Se distinguió por su ferviente devoción a la santísima Virgen, en su advocación de María Auxiliadora, a quien solicitaba protección.
Su amor a Dios en el servicio al prójimo lo llevó a fundar en su país, en 1849, la congregación de los Hermanos de la Misericordia de María Auxiliadora.
Su congregación creció, aun con penurias, enfermedades que soportó con paciencia, y calumnias y envidias que toleró con valor hasta su muerte, acaecida en la sede de su fundación.
Su obra se ha extendido en Europa, Malasia y Brasil con el apostolado a beneficio de los indigentes y los enfermos, para quienes se han fundado hospitales, clínicas de rehabilitación, hospicios, asilos y otros establecimientos como éstos.
Beatificado por Juan Pablo II en 1985.
Beato Pedro Friedhofen, fundador
fecha: 21 de diciembre n.: 1819 - †: 1860 - país: Alemania canonización: B: Juan Pablo II 23 jun 1985 hagiografía: Congregación
En Coblenza, en Alemania, beato Pedro Friedhofen, religioso, que, desempeñando el oficio de caminero, fundó después la Comunidad de Hermanos de la Misericordia de María Auxiliadora, a causa de lo cual sufrió plácidamente y con ánimo sereno muchas burlas y molestias.
Nacido em 1819 en un pueblo del interior de Alemania, Weitersburg de Koblenz, Pedro Friedhofen tuvo una vida breve, marcada por grandes dificultades y pruebas. A los dieciocho meses de edad, el joven Pedro pierde a su padre, y con nueve años, a su madre. Sus estudios fueron interrumpidos en la escuela primaria, pero para aprender el oficio de deshollinador, y viajar con Jacob, su hermano mayor. Unos años más tarde la muerte de Jacob llevó a Pedro, con poco más de 20 años, a asumir la responsabilidad de la esposa de su hermano y de los diez hijos y uno por venir. Sin embargo, ni la habilidad con la que ejerció su profesión, ni su lucha contra la discapacidad de pulmón que padecía, eran suficientes. En su trabajo, cantaba himnos a María y sabía que Dios estaba cerca de él, haciendo de este hábito una forma de culto. Sobrevivió por su fe, oración apasionada, y lectura de la Biblia, mientras cultivaba una profunda devoción a María.
Por su dedicación al apostolado seglar natural y el deseo de compartir con otros la alegría de vivir unido a Dios, fundó la Hermandad de San Luis, bajo estrictas normas y el consentimiento del Obispo de Trier, en diversas parroquias de la región. Viajante a causa de su profesión, tuvo experiencia de primera mano del sufrimiento y el aislamiento de las personas, especialmente entre los enfermos, lo que despertó más y más su dedicación a los desvalidos, y el deseo de consagrarse al Señor junto con otros de su mismo parecer, y fundar los Hermanos de la Misericordia. Este deseo fue apoyado por algunas personas de iglesia, pero las dificultades para la creación de una nueva congregación eran muchas, lo que hizo que Pedro repensara varias veces su proyecto. Como alternativa para dar continuidad a sus ideales y aprender sobre el cuidado de los pacientes, Pedro asiste el convento de los Hermanos Alessianos, una fraternidad laica con una forma parecida a la pretendida por él. En este período de prueba, Pedro se encuentra en conflicto con sus convicciones, en una congregación donde los votos perpetuos estaban prohibidas: un voto de pobreza no era posible. El Secretario de Finanzas de la ciudad administraba las finanzas del convento y tenía voz en la elección de nuevos candidatos para el convento. Los hermanos cuidando los enfermos aceptaban pagos a cuenta propia y tenían cuentas personales.
Después de muchas batallas y decepciones, Pedro se mudó a Koblenz en 1850, buscando mejores condiciones para la creación de la nueva congregación, y mientras desarrolla su trabajo en un hospital y en un convento. La confianza y la creencia en la Congregación por parte del público y de la comunidad médica fue creciendo. En 1852, el padre Lorenzi recibió los votos solemnes de Pedro Friedhofen y un hermano, comenzando así el noviciado de los Hermanos de la Misericordia. En las primeras horas del 21 de diciembre de 1860 murió santamente en Koblenz; una gran multitud participó de sus funerales. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 23 de junio de 1985.
Los Hermanos de la Misericordia de María Auxiliadora están especialmente presentes en Alemania, Brasil y Malasia; esta breve hagiografía la hemos hecho sobre la base de la que la Congregación tiene en su página brasilera.
fuente: Congregación
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