San Buenaventura Superior General de los Padres Franciscanos, Cardenal, Doctor de la Iglesia. Famoso mundialmente por su sabiduría, sin embargo seguía siendo muy humilde y se iba a la cocina a lavar platos con los hermanos legos.
Dicen sus biógrafos que Fray Gil, uno de los hermanos legos más humildes, le preguntó un día a Fray Buenaventura;
¿Padre mío: a ti, el Señor te ha enriquecido con muchos dones y gracias. Pero nosotros, ignorantes y sin letras, ¿qué podemos hacer para salvarnos?
El gran sabio le respondió:
"Oh mi querido Fray Gil: Aunque Dios le diera al hombre una sola gracia, la de poder amarle, con eso le bastaría".
Nuestro Gil, con un poco de atrevimiento en su agudeza natural, volvió a preguntarle:
¿Puede un analfabeto amar a Dios tanto como un letrado?
Y el perspicaz Buenaventura enhebró el mismo hilo del lenguaje figurado:
Una viejecita puede amarle más que un maestro en teología.
"Y entonces el hermano Gil, inconteniblemente jubiloso, salió a la huerta conventual, que era como un balcón sobre la ciudad, y, de cara a ella, se puso a gritar:
¡Tú, vieja pobrecilla, simple y analfabeta, ama a Dios, y podrás ser mayor que el hermano Buenaventura!
“Y es que Fray Gil que se decía el borriquillo de Dios, al saber que aunque fuera mas ignorante que la más pobre viejecita, si amaba a Dios más que Fray Buenaventura, estaría en el cielo más cerca de Dios que el mismo Fray Buenaventura“
Y de pura emoción se fue elevando por los aires, y quedó allí suspendido entre cielo y tierra en éxtasis y permaneció en su éxtasis, deliciosamente inmóvil, durante tres horas. Sería una de las ocasiones en que San Buenaventura fue testigo presencial.
¿Qué nos enseña?
Hay que cumplir cada quien con la misión que Dios nos encomienda, Utilizando para bien los talentos que El mismo nos ha concedido y nos pedirá cuentas de ellos….. San Mateo 25, 14 - 30
Porque ante Dios lo que importa no es hacer grandes obras que llamen la atención, sino el que hagamos bien lo que nos toca hacer, sin vanagloriarnos de nada…... 1 Corintios 4, 7
Hay que demostrar con hechos que cumplimos con el mandamiento del amor.
Palabra de Dios
Jesús les dijo;
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente este es el gran mandamiento el primero. San Mateo 22, 37-38
Les doy un mandamiento nuevo:
Que se amen los unos a los otros, ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. San Juan 13, 34
Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor te exige: tan sólo que practiques la justicia, que seas amigo de la bondad y te portes humildemente con tu Dios. Miqueas 6, 8
¿Qué nos dicen los Santos?
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. San Agustín
Amemos a Dios y adorémosle con corazón sencillo y espíritu puro, que eso busca él por encima de todo. San Francisco de Asís
Religión o as bajo la manga...
El ser humano quiera o no quiera, profesa alguna religión o creencia, se supone que a medida que crece, también lo hace en su Fe, religión o creencia, sin embargo, según los hechos, ese suponer no existe, desafortunadamente, en nuestros tiempos, la sociedad nos enseña a creer o tener fe en nosotros mismos o en el peor de los casos, nos hacemos un dios a nuestra medida.
Con el transcurso del tiempo nos damos cuenta que tenemos un As bajo la manga que en cualquier momento nos va a sacar de nuestros apuros, es aquí en donde recurrimos a eso que nunca le dimos importancia; Dios. Entonces si, es cuando imploramos y rogamos a Dios por quien nunca antes nos preocupamos por conocerlo y por lo tanto se convierte en el As de nuestra salvación.
Pero, ¿Qué pasa si nos falla o no nos responde como esperamos? Lo más fácil es que nos volvamos contra él.
Ciertamente, la vida es así, mientras no necesitemos la ayuda de Dios jamás vamos a volver la vista hacia él.
Muchas de las veces, esta necesidad de Dios en las situaciones difíciles de nuestras vidas, nos llevan a una conversión, más por conveniencia que por convicción, pero no importa, lo bueno es que encontramos nuestra conversión a Dios aunque hayamos pasado por situaciones no muy agradables, desgraciadamente hay casos que a pesar de todo, la conversión no se dio.
Conocer, amar y servir a Dios cuesta mucho, pero qué mejor que nuestro acercamiento, aceptación y compromiso con Dios, se diera de una manera inteligente, libre y voluntaria.
Dios no es ningún As, tampoco un amuleto que se cuelgue en el cuello, mucho menos un mago que con sólo frotar una lámpara se nos aparecerá y cumplirá nuestros deseos, Dios existe y nos ama y siempre estará atento a nuestras necesidades, no importa lo que hayamos hecho, sólo espera que lo conozcamos, le amemos y le sirvamos como sus hijos.
Como hijos que somos, tenemos un padre terreno al cual queremos, amamos y servimos, nos sentimos orgullosos con él porque lo tenemos a nuestro lado, lo vemos, lo abrazamos, lo sentimos y lo extrañamos cuando no está, nuestro amor crece y madura al paso del tiempo, es nuestro ejemplo y apoyo, sin él, no seríamos lo que ahora somos.
Fuimos creados por Dios con inteligencia, voluntad y libertad;
Ø Inteligentemente, permanecemos al lado de nuestro padre aquí en la tierra; nos mantiene mientras aprendamos a hacerlo solos.
Ø Voluntad, por ella respondemos al amor que recibimos de él a lo largo de nuestras vidas.
Ø Libertad, para mantenernos con él por el resto de su vida.
Sin embargo, tendremos la suficiente inteligencia, voluntad y libertad para conocer, amar, servir y bendecir a Dios y no verlo como un As bajo la manga?
Adulto mayor....
DÉJALO HABLAR.....porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.
DÉJALO VENCER.....en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.
DÉJALO IR A VISITAR....a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir.
DÉJALO CONTAR....sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando lo escuchamos.
DÉJALO VIVIR ....entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.
DÉJALO GRITAR....cuando se ha equivocado. porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión.
DÉJALO TOMAR UN PUESTO. en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque el año próximo tendrás remordimientos de conciencia si el abuelito ya no existe más.
DÉJALO ENVEJECER....con el mismo paciente amor con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza.
DÉJALO REZAR...como él sabe; como él quiere, porque el adulto mayor descubre la sombra de DIOS en el camino que le falta recorrer.
DÉJALO MORIR ......entre brazos llenos de piedad, porque el AMOR de los hermanos sobre la tierra, nos hace presentir mejor el torrente infinito de amor del PADRE en EL CIELO.
Autor? No importa... Ámalos
Incrédulos y desobedientes...
¿Será posible que una persona INCREDULA y DESOBEDIENTE a la voz de Dios, prospere en TODAS las áreas de su vida?
¡NO! No es posible.
Las consecuencias de la INCREDULIDAD y DESOBEDIENCIA a la voz de Dios NO conduce a ninguna parte, AUNQUE EN UN PRINCIPIO ASI LO PAREZCA...
Tarde o temprano se manifiestan produciendo dolor y frustración.
La FE y la OBEDIENCIA a la voz de Dios, son dos pilares fundamentales que hemos de tener en cuenta, para que nos vaya bien EN TODO lo que hagamos y emprendamos.
Caso contrario POR MAS QUE LO INTENTES, al final todo te saldrá mal. (pagarás las consecuencias de tus errores)
Al hacer un examen detallado de cada uno de los personajes que sobresalieron en la Biblia, se destacan la FE y la OBEDIENCIA, de las cuales se desprenden todas las demás virtudes que les caracterizaron. Es allí donde estuvo la clave de su éxito, aunque todo a su alrededor estuviese en contra.
Dios no desea que las cosas te salgan mal, al contrario. Desea que PROSPERES en todas las áreas de tu vida.
Dios desea que el estilo de vida que lleves DESDE ESTE MOMENTO, sea radicalmente MEJOR...
EXAMINATE…
¿Como me he comportado hasta hoy, como esposo o esposa?
¿Como me he comportado hasta hoy, como padre o madre?
¿Como me he comportado hasta hoy, como hijo o hija?
¿Como me he comportado hasta hoy, como empleado o empleada, o como jefe?
¿Como me he comportado hasta hoy, en el entorno donde vivo?
¿Como me he comportado hasta hoy, en mi servicio cristiano a mi prójimo?
Respóndete en tu interior, pues es necesario REAFIRMAR los pilares de la FE y OBEDIENCIA RADICAL a su voz, en TODO lo que hagas...
Ya no le cuestiones más a Dios, pues eso LIMITA o CONDICIONA tu obediencia. Ya no antepongas tu lógica a su lógica.
Obedece, descansando en sus PROMESAS aunque humanamente te parezca imposible.
FIJATE BIEN...
No hay maneras PARCIALES de obediencia a la voz de Dios, a Dios no se le puede obedecer a medias.
El lo asegura categóricamente. Por algo te ha dejado LINEAMIENTOS CLAROS, (los encuentras en la Biblia o en el catecismo de la iglesia católica) para que los pongas en práctica en TODAS las facetas de tu vida, NO HACERLO, lógicamente te conducirá a CONSECUENCIAS evidentes de fracaso.
Para OBEDECER, necesitaras de la FE.
Obedecerás con la plena convicción, que Dios te respaldará en todo lo que hagas por él y por tu prójimo.
Obedecerás con docilidad, a todo cuanto te pida hacer por él, sin importar lo que te esté demandando.. .
Obedecerás sin cuestionarle, para RENUNCIAR a toda interferencia por muy gratificante que parezca ser...
¿HABRA DIFICULTADES? Si, si las habrá, y muchas.
Pero contarás con la promesa que nuestro Señor te hace hoy...
Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación, pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.
Juan 16, 33
Si obedeces, te irá bien. Te irá muy bien, aunque todo a tu alrededor marche mal.
Dios NO desea que las cosas te SALGAN MAL. De ti depende que así sea...
De ti depende, GENERAR CONSECUENCIAS de acuerdo al estilo de vida que ADOPTES...
14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra ignorancia, 15 más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, 16 como dice la Escritura: "Seréis santos, porque santo soy yo." 1 Pedro 1, 14-16
La oración de intercesión...
La oración de intercesión es sin duda la oración que toca el corazón de Dios.
Es la oración generosa por excelencia, desinteresada que vence las barreras del egoísmo y hace temblar al mismo diablo, que no puede entender, como una criatura frágil y egoísta como el ser humano, puede morir a si mismo para clamar ante Dios por otros.
Siento en mi corazón, que Dios no puede dejar de agradarse en esto.
Santifica, Jesús, debe sentir en esos instantes que oramos por otros, que al fin entendimos su mensaje de Cruz.
Por otra parte, este tipo de oración tiene un doble efecto en el que la da, sana los egoísmos, libera la vanidad, la ambición, sana el corazón ya que además de hacer un bien a otro nos hacemos uno a nosotros mismos.
Sana el alma, si oramos por nuestros enemigos, si oramos por aquellos que no entendemos, por los que no nos quieren con insistencia, el Señor nos da la gracia de amarlos aun con las diferencias. Aun sin que esa persona se entere.
Crea un vinculo de amor entre el que intercede y el hermano enfermo, o necesitado, construye lazos de amor fraterno. (Aun sin conocerlo)
Da paz al que la hace y al que la recibe.
Alivia el dolor del otro, reconforta, sana heridas de desvalorización de desamor al sentirse amado, al sentirse acompañado.
Cumpliéndose así la frase hay mas alegría en dar que en recibir. Pensaba mientras escribía esto, cuantas veces los hermanos sienten vergüenza en pedir oración, algunos hasta se sienten culpables, sin embargo cuanto bien nos hacen al pedirnos, cuanto bien nos regalan. :)
Cris Cristal Valles
Abrazos, besos y bendiciones
Comprometerse es...
Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.
Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
Todos tenemos compromisos de diversa índole y según el estado de la persona (como padres de familia, hijos, trabajadores, estudiantes, etc.) Aún así, hay personas que esperan exista un contrato, una promesa o una ineludible consecuencia para saberse con un compromiso, como la celebración del matrimonio, la firma en el contrato de trabajo, el inscribirse en la escuela o el nuevo hijo que nacerá próximamente.
El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. La realidad es que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un sueldo, asistir a la escuela y estar un rato en casa. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad y al egoísmo.
No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes que tenemos:
Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar. ¿Cuántas veces hemos cancelado un compromiso personal para estar con la familia? Normalmente sucede lo contrario. Parte del compromiso de ser padres, implica buscar la amistad de los hijos.
Como esposos: Partiendo de la fidelidad como indispensable, hace falta avivar el amor y la comprensión: cuidar el aspecto personal como antes de casarse; hacer pequeños obsequios: la flor, el dulce, el CD con la música que más le gusta a la pareja; salir juntos al cine o a cenar; terminar una pequeña riña con un beso y un abrazo... Y tantos y tantos detalles que parecen olvidarse con el paso del tiempo
Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios, ¿qué otra cosa haces? Los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos. Cabe hacer un paréntesis en el ámbito escolar: estudiar todas las materias a conciencia y con profundidad, entregando todo los trabajos solicitados, independientemente del gusto y preferencia que se tenga
Como trabajadores: Es muy significativo la forma en la que se vive el horario (los extremos de rigurosa entrada y salida para cumplir, o en su caso: los retrasos) ¿Das un poco más de tu tiempo si hace falta? No olvidar procurar un ambiente amable y las buenas relaciones. Parte de nuestro compromiso laboral es la actualización de conocimientos para el perfeccionamiento profesional.
Como amigos: ¿Nuestras amistades son “utilitarias”?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva, es necesario llamar, buscar, enviar correo electrónico y visitar a las personas con las que tenemos un mutuo afecto, estar pendientes de su bienestar personal y familiar.
Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo, se de be participar en las elecciones, apoyar campañas que beneficien a todos: en el área de salud, laboral, legislativa... lo peor que nos sucede es creer que poco podemos hacer como si viviéramos aislados. Promover la seguridad, la limpieza, la creación de lugares de sano entretenimiento y los servicios básicos para el lugar donde vivimos, es una manera de comprometernos con nuestra sociedad y nuestra nación.
En todos los casos existe la obligación grave de cuidar el buen nombre de personas, instituciones y empresas con las que tenemos relación. Es un tanto triste ver como un estudiante repudia su escuela, como las personas prefieren y exaltan los beneficios que se dan en otro país, como se quejan de su cónyuge con personas ajenas, anhelar por inconformidad el trabajo en otra empresa o tener un jefe “a modo”...
¿¡Cuántos son los compromisos y cuántas cosas implican!? Si, parece mucho, hemos vivido con los ojos cerrados a la responsabilidad y pensando sólo en recibir beneficios, con el temor a dar más de nosotros mismos. Seamos honestos, en esto no existe temor sino egoísmo.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.
Finalmente te pregunto:
Luego de vivir tu cursillo; ¿Cómo andas con tu compromiso con Cristo?
Abrazos, besos y bendiciones
Entrar descalzo
Jesús me presentaba uno a uno a mis hermanos de comunidad ,y descubrí cómo habitualmente entro en el interior de cada uno sin descalzarme, simplemente …entro...
Sin fijarme en el modo; entro.
Experimenté una fuerte necesidad de pedir perdón al Señor…y a mis hermanos.
Sentí que el Señor me invitaba a descalzarme y...luego a caminar.
Inmediatamente experimenté una resistencia: "no quería ensuciarme".
Me resultaba más seguro andar calzada. Entonces…vi dos cosas que me impiden entrar descalza en los otros: comodidad y temor.
Vencido ese primer momento comencé a caminar y el Señor a cada paso iba mostrándome algo nuevo.
Advertí cómo descalza podía descubrir: las alternativas del terreno que pisaba, distinguir lo húmedo y lo seco el pasto de la tierra, Necesitaba mirar a cada paso lo que pisaba, estar atenta al lugar donde iba a poner mi pie.
Me di cuenta de cuántas cosas del interior de mis hermanos me pasaban por alto, las desconozco, no las tengo en cuenta para entrar calzada, la mirada puesta en mí... o... dispersa en múltiples cosas.
Pude ver también cómo descalza caminaba más lentamente, no usaba mi ritmo actual, sino tratando de pisar suavemente.
Donde mis zapatillas habían dejado marcas, mi pie no las dejaba.
Pensé entonces: ¡cuántas marcas habré dejado en el corazón de mis hermanos a lo largo del camino!
Experimenté un gran deseo de entrar en los otros sin dejar un cartel que diga:
¡Aquí estuve yo!
Por último fui atravesando distintos terrenos.
Primero el pasto, luego un camino de tierra hasta llegar a una subida y con piedras.
Sentí deseos ya de detenerme y volver a calzarme. Pero el Señor, me invitó a caminar un poquito más.
Advertí que no todos los terrenos son iguales y no todos mis hermanos son iguales.
Por lo tanto, no puedo entrar en todos de la misma manera.
Esta subida me exigía aún más lentamente y cuánto más difícil sea el terreno de interior de mi hermano, más suavidad y más cuidado debo tener para entrar.
Después de este recorrido con el Señor, pude ver claramente que descalzarme es entrar sin prejuicios y atento a la necesidad de mi hermano, sin esperar una respuesta determinada, es entrar sin intereses y despojada de mi alma.
Porque creo, Señor, que estás vivo y presente en el corazón de todos, Y por ello es que buscaré detenerme, descalzarme y entrar en cada uno como un lugar sagrado.
Para ello sé Señor, que cuento con tu Gracia.
Autor desconocido
Templos vivos
San Pablo Apóstol nos dice en I Corintios 3, 16: "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"
Cuando vamos a recibir a un huésped importante en nuestro hogar nos apresuramos a prepararle el mejor lugar, un lugar del cual no tengamos que sentirnos abochornados, nos esforzamos porque ese lugar esté en orden, limpio y listo para recibirle. No nos atreveríamos a alojar a alguien en un cuarto sucio o desordenado. Sin embargo, ¿cuántas veces acudimos a recibir la Santa Comunión, el cuerpo de Cristo, teniendo en nuestra alma las manchas del pecado?
Preguntémonos diariamente a nosotros mismos, especialmente antes de recibir la Santa Comunión:
¿Está mi templo listo para recibir a tan ilustre visitante?
Y cuando le recibimos, ¿lo hacemos con verdadero gozo, agradecidos por ese singular privilegio?
¿Acaso no se sentiría grandemente ofendido un huésped que fuera recibido con indiferencia?
Alojamos a Dios en nuestro corazón, que quizás se halle lleno de envidias, ira o soberbia, y tratamos al Divino Huésped peor que al más indigno visitante. ¡Cuán importante es frecuentar el Sacramento de la Confesión!
Antes de recibir al Señor Jesús en nuestra alma, limpiemos ese templo con una buena confesión, y pidamos la Gracia del remordimiento, de darnos cuenta cuando caemos en un pecado, por muy venial que éste sea, así El podrá sentirse a gusto dentro de nosotros, Su Templo.
¡Oh, Dulce Huésped del alma, danos las gracias para comprender mejor la importancia de la confesión, y agradecerle con todo el corazón al Dios Creador de todo lo visible y lo invisible, el venir a morar en nosotros, Su Templo, a través de la Santa Eucaristía!
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