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domingo, 22 de diciembre de 2013

ENTREVISTAS: “El Papa Francisco ha llegado al corazón de la gente”




Habla el Cardenal Angelo Comastri, Vicario General del Papa Francisco para la Ciudad del Vaticano

Queridos amigos y hermanos del blog: la Revista Ecclesia on line, reproduce hoy la entrevista que el cardenal Angelo Comastri, vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, ha concedido a la versión italiana de L’Osservatore Romano, en la misma sintetiza los primeros 33 días de pontificado del Papa Francisco. Un Pontífice, observa el cardenal, que sin fatiga se ha ganado ya el corazón de la gente.

Dios guía la Iglesia con una fantasía imprevisible. Un mensaje claro: «Sacudirse el polvo mundano» para «reencontrar el perfume encantador de Belén». Un estilo pastoral lleno de «gestos que han entrado en el corazón de todos como una luz inesperada que ilumina la noche». Ha pasado poco más de un mes del inicio del pontificado de Francisco. 

¿Cómo resumir estos pocos pero significativos días?

Ante todo subrayaría que el pontificado del Papa Francisco se ha iniciado bajo el signo de la sorpresa; y esto es una prueba que Dios guía la Iglesia con una fantasía imprevisible. Por primera vez en la historia, el Papa viene de América Latina; asomado al Balcón de las Bendiciones, pide a su pueblo rezar para obtenerle la bendición de Dios y se inclina profundamente, en el silencio inesperado de la plaza, para recibir esta bendición. Sin duda ha sido un momento de extraordinaria intensidad espiritual.

¿Qué enseñanza se puede obtener?

Sobre todo la universalidad de la Iglesia católica, cuyos confines son los mismos del mundo. Así puede llamar al supremo pontificado un hijo de la lejana Argentina. Esto es hermoso y muestra una característica inconfundible de la Iglesia católica. Pero hay otro aspecto que no se debe olvidar. Como sucesor del apóstol Pedro ha sido elegido un pastor que ha vivido respirando diariamente los sufrimientos y las esperanzas de quien vive en las periferias del mundo, geográficas y existenciales; un hombre dedicado a la sobriedad, a lo esencial, que nos ayudará a sacudirnos un poco del polvo mundano para reencontrar el perfume encantador de Belén.

¿Es esto lo que ha hecho que la gente se enamore del Papa Francisco?

Entre el Papa Francisco y la gente se ha instaurado de inmediato una corriente de simpatía, que no es simplemente emotiva, sino un reconocimiento recíproco de pertenencia. La gente se reconoce en la sencillez del Papa y el Papa se reconoce en el gozo de ser siervo de la gente para comunicar la belleza y la riqueza del Evangelio. Y, en un mundo vacío de valores, la transparencia del pastor es fundamental para dar crédito a su testimonio entre aquellos que se le acercan.

¿Qué significado han asumido los primeros momentos del pontificado?

En primer lugar la verdad central del cristianismo: Dios es amor, Dios es misericordia, Dios está siempre dispuesto a acogernos en el abrazo del perdón para restituirnos la dignidad de hijos de Dios. Con ocasión de la Pascua, en todas las Iglesias del mundo se ha percibido un extraordinario movimiento de gente hacia la confesión. Ha sido el fruto del primer mensaje del Papa, que, con tanta sencillez, ha dicho: «Dios no se cansa jamás de perdonarnos. Somos nosotros los que, lamentablemente, nos cansamos de pedir perdón. Volvamos a Dios: nos espera, te espera para perdonarnos». Y estas palabras han sido acompañadas por gestos que han entrado en el corazón de todos como una luz inesperada que ilumina la noche.

¿A cuales gestos se refiere en particular?

Por ejemplo el abrazo con el joven minusválido, que lentamente puede alzar el brazo al cuello del Papa para estrecharlo como un hijo hace con el propio papá. Una escena inolvidable sellada por el beso del Papa en el rostro feliz del joven restituido a su dignidad de hijo de Dios. También el lavatorio de pies a los doce muchachos heridos en el alma, recluidos en la cárcel romana de Casal del Marmo. Para ellos el Papa se ha trasformado en el mensaje mismo que fue a llevarles: la puerta de la esperanza está abierta para todos; se puede reconstruir una vida, se puede invertir la marcha de la propia existencia abriendo el corazón al amor de Dios. Paul Ricoeur, un genial pensador contemporáneo, ha hecho esta aguda observación: «Hoy la inquietud de mucha gente depende del hecho que, por la noche, va a dormir sin saber por qué se despierta por la mañana. Hoy está difundido un pavoroso vacío espiritual». Yo creo que el Papa nos está dando señales claras para salir del vacío de nuestra existencia y volver a encontrar el hermoso y fascinante sentido de la vida.

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