jueves, 26 de diciembre de 2013

Con los hijos en navidad

La formación de los hijos no permite vacaciones
 
Con los hijos en navidad
Con los hijos en navidad
“Cuando ruge la marabunta”, así podríamos definir lo que sucede en muchos hogares cuando se cierran los colegios y “nos colocan” “full time” a los hijos en casa. El tema, de las vacaciones de la Navidad, pienso que está muy de actualidad. No es fácil en un breve espacio como es este artículo dar solución a los múltiples casos que pueden presentarse.

Tampoco lo pretendo y me conformo, como siempre, con plantear unas ideas que puedan ayudar a las familias a reflexionar y así encuentren las soluciones más adecuadas a su caso particular.

Conozco no pocas familias donde ese desbarajuste dura poco pues pronto se organizan y el orden se introduce en esa nueva situación. En otros, por circunstancias diversas, las cosas discurren por caminos distintos con dificultades de menor o mayor entidad. Si, además, padre y madre trabajan fuera de casa, el asunto se complica. Si hay una persona de servicio contratada tenemos un arreglo más o menos perfecto. Pero si no existe esa persona tenemos otro problema añadido. Ah!...

Pueden quedar los abuelos, pobres abuelos estos del siglo XXI. Pero, y si no hay abuelos o ya no pueden ayudar por su edad o estado de salud.
Ante las diversas situaciones que pueden darse habrá que poner la imaginación a trabajar, tratar el tema los cónyuges con calma y paciencia y así poder encontrar el camino para hacer frente a las circunstancias.

Este sencillo escritor apasionado por los temas familiares pretende contribuir en las siguientes líneas con unas ideas básicas, que considero fundamentales, para colocarlos como cimientos del orden en la familia:

*La formación de los hijos no permite vacaciones, si no hay colegio tendremos que actuar nosotros. Hay que saber utilizar las oportunidades que se nos va presentando y en estos días aprovechar que los tenemos más tiempo para nosotros. Importantísimo es saber buscar la forma de estar tiempo con ellos, convivir y disfrutar juntos. Las diversiones en familia son un estupendo medio educativo.

*Las celebraciones del Nacimiento del Hijo de Dios pueden facilitar las conversaciones sobre la fe. No olvidemos que somos los primeros responsables de su educación y en éste, aunque recibamos habitualmente ayudas externas, no debemos hacer dejaciones.

*Siempre que sea posible intentemos pedir una reducción de horario, hacer uso de algunos días que nos falten de disfrutar de vacaciones porque no las hayamos podido utilizar anteriormente o las hayamos reservado para estas fechas. Las previsiones hechas para el conjunto del año pueden permitir disponer de una reserva de días.

*Hay un lema que leí hace tiempo, “descansar no es estar sin hacer nada sino cambiar de actividad”. Por ahí puede ir el camino, buscar actividades de ocio que les entretengan, les ocupen pero que sean atractivas a sus edades y aficiones.

*El orden no debe ser nuevo sino distinto en las épocas no lectivas. Quiero decir con esto que tiene que existir desde siempre una vida ordenada en la familia. Debemos tener introducida como habitual una disciplina, suave y cariñosa, si no hay motivos excepcionales que indiquen lo contrario, desde las primeras edades de los hijos, que gradualmente hay que ir aplicando a su crecimiento pues sin eso es muy difícil tenerla en momentos como las vacaciones.

*Sabemos que a los hijo, sobre todo a partir de cierta edad, les fastidia que les programemos la vida por lo que hay que utilizar cierta pillería para atraerlos hacia el programa que pensamos montar, incluso involucrarlos, según la edad, en la elección de lo que pretendemos.

*La ausencia de las clases no debe significar que no exista un horario. No como el del curso pero sí que se cumpla y, si hay que variarlo por algunas circunstancias, deben ser los padres los que autoricen unos cambios razonables combinando paciencia, firmeza y flexibilidad.

* Empezando por el principio, como en todo, la hora de levantarse por la mañana debe señalarse, teniendo en cuenta que estamos en un tiempo para recuperarse de los madrugones de los días lectivos. Lo mismo pienso del desayuno que, si se hace reuniendo los que están en el hogar a esa hora, puede servir para tener un buen rato para hablar de diversas cosas. Ahí los padres o adultos presentes tienen que ingeniárselas para que salgan temas agradables a los hijos, sobre todo nada de llamar la atención por errores cometido y tratar de anécdotas, curiosidades, incluso bromas y chistes. Es buen empezar el día con buen humor.

*Vendrán después el aseo, y arreglo de la casa, donde cada componente de la familia debería ayudar según sus posibilidades y conocimientos. Los mayores tendrán que hacer eso que se llama “enseñar al que no sabe”. Lo importante no es lo mucho que se ayude sino aprender a colaborar y saber hacer equipo. Por favor, el buen tono y humor del desayuno no conviene que haya desaparecido.

*La mañana deberá tener también actividades lúdicas como algo de deporte, paseos por la ciudad, ver cosas o actividades interesantes (la fiestas navideñas permiten visitar belenes, atracciones, etc.), alguna excursión a algún lugar cercano. Los que ya tiene cierta edad podrán quedar con amigos para realizar algunas actividades. En resumen que los padres deben poner su ingenio a trabajar para encontrar soluciones.

*La comida tiene que ser de nuevo un lugar de encuentro. Muy importante será ese comer juntos y mantener una tertulia cuando lo normal será que en otras épocas del año no sea fácil que eso pueda ocurrir, salvo en los días festivos.

*La tarde y la noche necesita ser llenada como la mañana pero si tenemos presente que en estas fechas son más oscuras y frías habrá que buscar actividades menos callejeras, como unas partidas con juegos, películas, deportes en lugares cerrados, pudiendo incluirse tiempo, con mesura, para la televisión y el ordenador y cosas de ese tipo en las que también pueden participar amigos.

*Considero muy importante no olvidar incluir, en algún momento de la jornada, esa sana y formativa costumbre de la lectura y el dibujo, proponiendo y regalando los medios adecuados. Busquemos la hora y el material que los haga recibir con agrado que puede completarse con algún método de competición divertida que sirva de estímulo.

*Así, tras un día productivo y divertido, llegaremos a la cena que, en lo posible, debería abordarse de forma similar a la comida del mediodía. Queda la hora de dormir, alargada quizás un poco más de lo normal, pero que no debe ser un trasnochar que vaya contra el descanso de recuperación de estos días.

Tras todo esto ya les veo asustados y replicándome que les he puesto a montar un colegio o una guardería en vacaciones. No ha sido mi intención pero algo tiene que hacer y les doy unas ideas, pueden cogerlas todas o sólo parte para cada día e ir variando las actividades.

Lo que sí les digo es que tienen que hacer un esfuerzo, reconozco que cansa, que no es fácil pero ¿estamos en la lucha por nuestra familia o no? Todo lo importante en la vida requiere dedicación, entrega, pensar, imaginación, y muchas cosas más pero……

….. ¿NOS IMPORTA LA FAMILIA? ¿ESTAMOS CONVENCIDOS DE QUE ES NUESTRO PRINCIPAL ENCARGO, NEGOCIO, EMPRESA……?

No les canso más, les deseo UNA FELIZ NAVIDAD y que LA SAGRADA FAMILIA LES AYUDE, pídanselo ahora y siempre.

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