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viernes, 6 de diciembre de 2013

Adelaida (Alicia), Santa


Emperatriz en Italia, 16 Diciembre
 
Adelaida (Alicia), Santa
Adelaida (Alicia), Santa

Emperatriz de Italia
Diciembre 16

Sesenta y ocho años llenos de agitación en los que una mujer de las importantes quiso y supo ser "testigo" de Cristo. Esta fue Adelaida o Alicia, emperatriz en Italia.

Casada muy joven con el rey de Italia Lotario, se le prometía una vida feliz con su recién nacida hija Emma y probablemente el matrimonio deseaba terminar sus días "comiendo perdices", como se pone fin a los cuentos de princesas y príncipes que probablemente también en su época se contaban. Pero a veces los planes de la Providencia no coinciden con los de los hombres; se complican, van y vienen por tortuosos senderos, en muchas ocasiones imprevistos y en otras muy dolorosos, de los que el Señor sabe sacar mayores bienes. Así pasó.

En realidad toda su vida estuvo envuelta en las turbulencias políticas y militares propias del tiempo. Cuando murió su primer marido sólo tiene dieciocho años y, tan joven, ya es reina, madre y viuda. Otro matrimonio, el segundo, la va a relacionar con la historia de los tres primeros Otones: su marido, hijo y nieto. En su vida están presentes los sufrimientos por cárcel y destierro. También entendió mucho de intrigas de la Corte, de confabulación, de envidias, de traiciones y de falsedades. Inculpablemente tuvo que soportar la incomprensión de propios y extraños porque la ambición y el poder ciega los ojos de los que no son buenos.

Regente emperatriz, retoma funciones de mando en tiempos de Otón III. Ahora muestra con sus obras lo muerta que estaba para sí misma y que la anterior piedad, la de toda su vida, fue un asunto sincero. La emperatriz se dedica a hacer el bien. Protege, socorre y consuela a los necesitados. Considera el poder como una carga para ella y un servicio para el bien del pueblo. No es injusta, ni vengativa con quienes le injuriaron en tiempo pretérito. Muestra esmero infatigable en las tareas de gobierno. Reza, se mortifica y expía por los pecados de su pueblo. Magdeburgo es ejemplo de que propicia el resurgir de los templos.

Tenida por santa, muere en Salces, en la Alsacia, en el 999.
Santa Adelaida (Adela o Alicia)Emperatriz de Italia
 

  
Sesenta y ocho años llenos de agitación en los que una mujer de las importantes quiso y supo ser "testigo" de Cristo. Esta fue Adelaida o Alicia, emperatriz en Italia.

Casada muy joven con el rey de Italia Lotario, se le prometía una vida feliz con su recién nacida hija Emma y probablemente el matrimonio deseaba terminar sus días "comiendo perdices", como se pone fin a los cuentos de princesas y príncipes que probablemente también en su época se contaban. Pero a veces los planes de la Providencia no coinciden con los de los hombres; se complican, van y vienen por tortuosos senderos, en muchas ocasiones imprevistos y en otras muy dolorosos, de los que el Señor sabe sacar mayores bienes. Así pasó.

En realidad toda su vida estuvo envuelta en las turbulencias políticas y militares propias del tiempo. Cuando murió su primer marido sólo tiene dieciocho años y, tan joven, ya es reina, madre y viuda. Otro matrimonio, el segundo, la va a relacionar con la historia de los tres primeros Otones: su marido, hijo y nieto. En su vida están presentes los sufrimientos por cárcel y destierro. También entendió mucho de intrigas de la Corte, de confabulación, de envidias, de traiciones y de falsedades. Inculpablemente tuvo que soportar la incomprensión de propios y extraños porque la ambición y el poder ciega los ojos de los que no son buenos.

Regente emperatriz, retoma funciones de mando en tiempos de Otón III. Ahora muestra con sus obras lo muerta que estaba para sí misma y que la anterior piedad, la de toda su vida, fue un asunto sincero. La emperatriz se dedica a hacer el bien. Protege, socorre y consuela a los necesitados. Considera el poder como una carga para ella y un servicio para el bien del pueblo. No es injusta, ni vengativa con quienes le injuriaron en tiempo pretérito. Muestra esmero infatigable en las tareas de gobierno. Reza, se mortifica y expía por los pecados de su pueblo. Magdeburgo es ejemplo de que propicia el resurgir de los templos.

Tenida por santa, muere en Salces, en la Alsacia, en el 999.

16 de Diciembre

  Santa Adelaida
Viuda
Año 999

 
Adela o Adelaida, es un nombre alemán que significa: "de noble familia". A esta santa le decían también Alicia.
Santa Adelaida fue la esposa del Emperador Otón el Grande.
Era hija del rey Rodolfo de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Muy joven contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia. Su hija Emma llegó a ser reina de Francia.
Su primer esposo, Lotario, murió también muy joven, parece que envenenado por los que deseaban quitarle su reino, quedando Adelaida viuda de sólo 19 años, con su hijita Emma todavía muy pequeñita. El usurpador Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos, porque ella no quiso casarse con el hijo del tal Berengario. Su capellán se quedaba admirado porque Adelaida no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura. Todo lo que sucedía lo aceptaba como venido de las manos de Dios y para su bien. Le robaron sus vestidos de reina y todas sus alhajas y joyas y le dieron unos harapos como de pordiosera. En su oscura prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta. Sólo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Y mientras tanto su capellán, el Padre Martín, consiguió un plano del castillo donde ella estaba prisionera, abrió un túnel y llegando hasta su celda la sacó hacia el lago cercano donde la esperaba una barca, en la cual se la llevó hacia le libertad haciéndola llegar hasta el Castillo de Canossa, donde se refugió. Pero Berengario atacó aquel castillo y Adelaida envió unos embajadores a Otón de Alemania pidiéndole su ayuda. Otón llegó con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a la santa reina.
Otón se enamoró de Adelaida y le pidió que fuera su esposa. Ella aconsejada por el Padre Martín, acepto este matrimonio y así llegó a ser la mujer del más importante mandatario de su tiempo. Los dos se fueron a Roma y allá el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adelaida como emperatriz.
Otón el grande reinó durante 36 años. Mientras tanto su santa esposa se dedicaba a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió que tenía que alejar del palacio a Adelaida. Otón aceptó semejante infamia y echó de su casa a su propia madre. Ella se fue a un castillo pero pidió la ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a Adelaida y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Otón II murió en una guerra y su viuda la princesa de Constantinopla se apoderó del mando y trató duramente a Adelaida. Ella decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras". En medio de sus penas encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes le trataban mal les correspondía tratándoles con bondad y mansedumbre.
Una extraña enfermedad acabó con la vida de la princesa de Constantinopla y Adelaida quedó como regente, encargada del gobierno de la nación, mientras su nieto Otón III llegaba a la mayoría de edad. Fue para sus súbditos una madre bondadosa. Ignoraba el odio y no guardaba resentimientos con nadie. Supo dirigir el gobierno del país alemán con bondad y mucha compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados.
Su director espiritual en ese tiempo fue San Odilón, el cual dejó escrito: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad". Santa Adelaida tuvo una gran suerte, y fue que durante toda su vida se encontró con formidables directores espirituales que la guiaron sabiamente hacia la santidad: el Padre Martín, San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. En la vida de nuestra santa sí que se cumplió lo que dice la S. Biblia: "Encontrar un buen amigo es mejor que encontrarse un buen tesoro. Quien pide un consejo a los que son verdaderamente sabios, llegan con mucha mayor facilidad al éxito".
Cuando su hijo Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio, y allí pasó sus últimos días dedicada a la oración y a meditar en las verdades eternas.
Murió el 16 de diciembre del año 999 y aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda su nación.
Santa AdelaidaViuda
Año 999
Que el Espíritu Santo siga enviando sabios directores espirituales
que aconsejen a los gobernadores de las naciones y los
lleven hacia la verdadera sabiduría y hacia la santidad.
¡Que hermoso fuera que esto se hiciera realidad!.
 Hallar un buen amigo es como encontrar un tesoro (S. Biblia).
 
Santa AdelaidaAdela o Adelaida, es un nombre alemán que significa: "de noble familia". A esta santa le decían también Alicia.
Santa Adelaida fue la esposa del Emperador Otón el Grande.
Era hija del rey Rodolfo de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Muy joven contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia. Su hija Emma llegó a ser reina de Francia.
Su primer esposo, Lotario, murió también muy joven, parece que envenenado por los que deseaban quitarle su reino, quedando Adelaida viuda de sólo 19 años, con su hijita Emma todavía muy pequeñita. El usurpador Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos, porque ella no quiso casarse con el hijo del tal Berengario. Su capellán se quedaba admirado porque Adelaida no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura. Todo lo que sucedía lo aceptaba como venido de las manos de Dios y para su bien. Le robaron sus vestidos de reina y todas sus alhajas y joyas y le dieron unos harapos como de pordiosera. En su oscura prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta. Sólo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Y mientras tanto su capellán, el Padre Martín, consiguió un plano del castillo donde ella estaba prisionera, abrió un túnel y llegando hasta su celda la sacó hacia el lago cercano donde la esperaba una barca, en la cual se la llevó hacia le libertad haciéndola llegar hasta el Castillo de Canossa, donde se refugió. Pero Berengario atacó aquel castillo y Adelaida envió unos embajadores a Otón de Alemania pidiéndole su ayuda. Otón llegó con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a la santa reina.
Otón se enamoró de Adelaida y le pidió que fuera su esposa. Ella aconsejada por el Padre Martín, acepto este matrimonio y así llegó a ser la mujer del más importante mandatario de su tiempo. Los dos se fueron a Roma y allá el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adelaida como emperatriz.
Otón el grande reinó durante 36 años. Mientras tanto su santa esposa se dedicaba a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió que tenía que alejar del palacio a Adelaida. Otón aceptó semejante infamia y echó de su casa a su propia madre. Ella se fue a un castillo pero pidió la ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a Adelaida y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
La Santísima Virgen María con el niño Jesús en sus brazosOtón II murió en una guerra y su viuda la princesa de Constantinopla se apoderó del mando y trató duramente a Adelaida. Ella decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras". En medio de sus penas encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes le trataban mal les correspondía tratándoles con bondad y mansedumbre.
Una extraña enfermedad acabó con la vida de la princesa de Constantinopla y Adelaida quedó como regente, encargada del gobierno de la nación, mientras su nieto Otón III llegaba a la mayoría de edad. Fue para sus súbditos una madre bondadosa. Ignoraba el odio y no guardaba resentimientos con nadie. Supo dirigir el gobierno del país alemán con bondad y mucha compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados.
Su director espiritual en ese tiempo fue San Odilón, el cual dejó escrito: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad". Santa Adelaida tuvo una gran suerte, y fue que durante toda su vida se encontró con formidables directores espirituales que la guiaron sabiamente hacia la santidad: el Padre Martín, San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. En la vida de nuestra santa sí que se cumplió lo que dice la S. Biblia: "Encontrar un buen amigo es mejor que encontrarse un buen tesoro. Quien pide un consejo a los que son verdaderamente sabios, llegan con mucha mayor facilidad al éxito".
Cuando su hijo Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio, y allí pasó sus últimos días dedicada a la oración y a meditar en las verdades eternas.
Murió el 16 de diciembre del año 999 y aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda su nación.
Santa Adela Adela: Del germánico: "De estirpe noble".Adela, Adelaida, AliciaAdela
Reina, viuda. 1062-+1137.
Hija menor de Guillermo el Conquistador. Se caso con Esteban de Blois. Tuvo un papel en asuntos políticos y fue generosa con las abadías e iglesias benedictinas.


Adelaida de Bellich, OSB AbadesaTambién conocida como Alicia
+c. 1015.
Hija de Megengose, Conde de Guelder, fue abadesa de Villich (Bellich, Willich) en el río Rin, cerca de Bonn y después de Nuestra Señora del Capitolio, Colonia. Adelaida requería que sus monjas estudiaran latín para rezar el oficio. Conocida por su prudencia, generosidad con los pobres.

Adelaida de La Cambre, OSB Cist. También conocida como Alicia
+1250; culto confirmado en 1907. Fue una joven monja Cisterciense del convento La Cambre. Padeció muchas aflicciones físicas. Se quedo ciega, leprosa y después paralítica, por lo que fue segregada de la comunidad. Adelaida ofreció sus sufrimientos por las almas del purgatorio y tuvo visiones de la liberación de estas por su intercesión.

Santa Adela de Pfalzel, OSB. Reina, viuda y abadesa
También llamada: Adelaida, Alicia
+
c730
Fundadora del convento Pfalzel (Palatiolum) Trier, Alemania. Fue la hija de San Dagoberto II, rey de los francos y hermana de Santa Irmina. Entro en la vida religiosa después de la muerte de su esposo. Discípula de San Bonifacio.

Santa AdelaAdela: Del germánico: "De estirpe noble".
Nace en Borgoña, Francia C.931.
+16 Diciembre, 999 en el monasterio de Selta (Seltz).
English: catholic-forum.com
Hija del rey Rodolfo II de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Fue prometida a la edad de dos años en matrimonio como parte de un tratado entre Rodolfo y Hugo de Provincia. Casada a los 16 años con Lotario, quien después fue rey de Italia. Su hija Emma fue reina de Francia.
Su esposo murió joven, posiblemente envenenado. Adela quedo viuda a los 19 años en el año 950. Su hija Emma era todavía pequeña. El usurpador Berengario quiso casarla con su hijo para consolidar su poder. Cuando Adela se negó, la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos.
Su capellán, el Padre Martín, se quedaba admirado porque Adela no se quejaba y trataba a los carceleros con amabilidad. Aceptaba todo como venido de las manos de Dios y para su bien. Desposeída de sus vestidos de reina y joyas, le dieron harapos para vestir. En su prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta. Sólo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Rescatada por el rey alemán Oton el Grande quien derroto a Berengarius. Otón se enamoró de Adela y se casaron en 951. Al año siguiente Oton fue coronado emperador en Roma por el Papa Juan XII. Ella, como emperatriz, se dedico a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores. Enviudo en 973 y fue maltratada por su hijastro, el emperor Oton II influenciado por su esposa Teofana, procedente de Constantinopla, quien era muy dominante. Adela pidió ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. El emperador llamó otra vez a Adela, le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.

AL morir Oton II en 983 durante una guerra, siendo Oton III muy pequeño, Teofana tomo autoridad como regente y trato duramente a Adela. Ella decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras". En medio de sus penas encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes le trataban mal les correspondía tratándoles con bondad y mansedumbre. Teofana murió enferma en 991 y Adela volvió a la corte como regente. Uso su poder para evangelizar y ayudar a los pobres. Construyo y restauro monasterios e iglesias. 
Fue para sus súbditos una madre bondadosa. No guardaba resentimientos con nadie. Gobernó Alemania con bondad y compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados.
Santa Adelaida tuvo grandes directores espirituales. Entre ellos varios santos: San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. Este ultimo escribió: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad". 
Al tomar Oton III el reino, Adela se retiro al convento de Selta cerca de Colonia. Aunque nunca entro en la vida religiosa, paso el resto de sus días en oración. 
Murió el 16 de diciembre del año 999. Aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda su nación.
Canonizada en 1097 por Urbano II

Patrona de las victimas de abuso, novias, emperatrices, exilados, prisioneros, segundas nupcias, viudas...
 
Santa Adelaida, emperatriz
fecha: 16 de diciembre
n.: 931 - †: 999 - país: Francia
otras formas del nombre: Adelheide
canonización: Urbano II 1097
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Selz, cerca de Estrasburgo, en la Lotaringia, santa Adelaida, emperatriz, que se distinguió por mostrar hacia los familiares una gran alegría, hacia los pobres una infatigable piedad, y una abundante generosidad en honrar las iglesias.
patronazgo: patrona de novias, viudas, exiliados.
refieren a este santo: San Mayolo de Cluny

El año 933, Rodolfo II, de la Borgoña superior, concluyó un tratado con Hugo de Provenza. Ambos príncipes habían luchado hasta entonces por la corona de Italia (Lombardía). Una de las cláusulas estipulaba que la hija de Roberto, Adelaida, que entonces tenía dos años, debía contraer matrimonio con Lotario, hijo de Hugo. Catorce años más tarde, Conrado de Borgoña, hermano de Adelaida, hizo poner la cláusula en ejecución. Para entonces, Lotario era ya nominalmente rey de Italia; pero el poder estaba realmente en manos de Berengario de Ivrea. La pareja tuvo una hija, Ema, que más tarde se casó con Lotario II de Francia. Lotario de Italia murió el año 950. No es imposible que haya sido asesinado por su sucesor, Berengario. Este trató de obligar a Adelaida a contraer matrimonio con su hijo. Como ella se negase, la trató brutal e indignamente y la encarceló en un castillo del Lago de Garda. Por entonces Otón el Grande, de Alemania, invadió el norte de Italia para restablecer el orden, y derrotó a Berengario. Adelaida fue puesta en libertad, o, como dicen otros, escapó de la prisión y fue a reunirse con Otón. Para consolidar su autoridad en Italia, Otón contrajo matrimonio con Adelaida, que era veinte años más joven que él, el día de Navidad del año 951, en Pavía. Tuvieron cinco hijos. Ludolfo, hijo del primer matrimonio de Otón, que estaba celoso de la influencia de su madrastra y de sus hermanastros, encabezó a todos los descontentos y rebeldes. Pero la buena y graciosa Adelaida se ganó pronto el cariño de los alemanes. Otón fue coronado emperador en Roma el año 962. No sabemos nada sobre la vida de Adelaida en los siguientes diez años, hasta el 973, cuando murió su esposo y ascendió al trono su hijo mayor.

Otón II era un hombre bueno y brillante, pero ligero y orgulloso. Poco después de su ascensión al trono, mal aconsejado por su esposa, la bizantina Teófana, y otros personajes de la corte, se volvió contra su madre. Adelaida abandonó la corte y se refugió en Vienne, con su hermano Conrado. La santa pidió auxilio a san Máyolo de Cluny (a quien ella había deseado ver ceñir la tiara pontificia cuando Benedicto IV fue asesinado el año 974), y el abad de Cluny consiguió efectuar la reconciliación; en efecto, madre e hijo se reunieron en Pavía, y Otón pidió de rodillas perdón a Adelaida por la forma en que había procedido. La santa envió varios regalos al santuario de San Martín de Tours, entre otras cosas la mejor túnica de Otón, y pidió que se intercediese por su hijo ante el santo «que tuvo la gloria de cubrir con su manto a nuestro Señor Jesucristo en la persona de un mendigo».

Las dificultades se repitieron el año 983, a la muerte de Otón. Como Otón III era todavía un niño de brazos, Teófana asumió la regencia. Teófana tenía el sentido político de las grandes princesas bizantinas y, en ese aspecto era muy superior a santa Adelaida, quien volvió a abandonar la corte. Pero Teófana falleció súbitamente el año 991, y la anciana emperatriz asumió entonces la regencia. Aunque su consejero era san Wiligis de Mainz, la regencia era una tarea demasiado pesada para su temperamento apacible. La santa había sabido durante toda su vida perdonar generosamente a sus enemigos y había sido dócil a la dirección sucesiva de san Adalberto de Magdeburgo, san Máyolo y san Odilón de Cluny. Este último la calificó de «maravilla de belleza y de gracia». Santa Adelaida fundó y restauró varios monasterios de monjes y de religiosas y se mostró particularmente solícita por la conversión de los eslavos, quienes-turbaron los últimos años de su regencia con sus incursiones por la frontera oriental del Imperio. Santa Adelaida regresó finalmente a Borgoña. La muerte la sorprendió en un monasterio que había fundado en Seltz, a orillas del Rin, cerca de Estrasburgo, el 16 de diciembre de 999. Aunque la santa no ha sido nunca canonizada formalmente, aunque fue invocada como santa ya por el papa Urbano II en 1097, y su fiesta se celebra en varias diócesis de Alemania y de otros países.

La fuente más fidedigna es el Epitaphium de san Odilón de Cluny. Puede verse en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores. vol. IV, pp. 635-649, y en Migne, PL., vol. CXLII, cc. 967-992. Se hallarán muchos otros datos dispersos en las crónicas de la época. En alemán existe la biografía de F. P. Wimmer, Kaiserin Adelheid (1897).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

1 comentario:

  1. Santa Adelaida fue como una bondadosa madre, de noble corazón, de gran comprensión y un profundo sentido cristiano. Un modelo a muchas personas.

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