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sábado, 30 de noviembre de 2013

Novena de Navidad


 



SOLIDARIDAD, PARA VIVIR CON MAYOR PLENITUD EL AMOR DE DIOS

Al prepararnos para la Navidad con esta novena, tengamos presente la necesidad de fortalecer las relaciones familiares y comunitarias con vecinos, amigos y compañeros de trabajo. Descubramos en la reunión de cada uno de estos nueve días, el mensaje concreto que el Señor nos da desde su Palabra que es “viva y eficaz”.

Con la certeza que nos concede la fe, preparémonos con optimismo para recibir el nuevo año y vivir con mayor plenitud el amor de Dios. Esforcémonos para que ese amor se haga palpable en cada uno de nuestros gestos, compromisos y acciones hacia los demás. Sólo, en esa medida, podremos entender el valor de la "solidaridad", tan necesario para derribar los muros de injusticia, guerra y muerte que parecieran cercar el mundo de hoy.

Que el gozo de la Navidad nos invite a reflexionar y a buscar nuevas maneras de ser solidarios, para continuar en el año venidero participando con entusiasmo en la construcción de una sociedad más fraterna.



ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

Dios de infinita bondad y caridad que nos has amado tanto, que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen María, naciera en un pesebre para nuestra salvación. Te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, nuestra esperanza y deseo sincero de vivir solidariamente nuestras relaciones en la familia y la comunidad.
Señor, queremos crecer juntos como hermanos; por eso te pedimos que nos ayudes a mantenernos unidos en el amor en todos los momentos de nuestra vida. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y de alegría, sea para nosotros un estímulo que nos muestre la importancia de trabajar en la tarea de la nueva evangelización que nosotros y el mundo entero necesita. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ
-¡Oh! José, hombre justo, esposo fiel de María y padre adoptivo de Jesús, a ti, a quien Dios colocó como custodio del hogar de Nazareth, te pedimos que vengas a nuestros hogares para enseñarnos a vivir solidariamente. Queremos celebrar la Navidad compartiendo la esperanza de una Colombia en la que podamos vivir como hermanos, brindándonos apoyo especialmente en los momentos de mayor dificultad.
San José, guía nuestros pasos por los caminos del mundo para anunciar a Cristo con nuestra propia vida, orientando nuestra peregrinación terrena hacia la Casa del Padre. Amén.

 -San José, padre justo y esposo fiel...
 Ruega por nosotros.

-Rezar un Padre Nuestro

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
-¡Oh! María, Madre nuestra, que por tus virtudes y especialmente por tu humildad fuiste escogida como Madre de Jesús, te pedimos que prepares nuestros corazones para que tu Hijo pueda nacer entre nosotros.
Que en esta Navidad, uniendo nuestro esfuerzo al de los demás podamos ser instrumentos de paz y reconciliación promoviendo la justicia y la solidaridad, especialmente, entre aquellos que más lo necesitan. Te invitamos María para que acompañes nuestro caminar en este proceso de nueva evangelización con que la Iglesia busca la construcción de una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Amén.

-María, Madre de Dios y Madre nuestra...
Ruega por nosotros.

-Rezar un Ave María

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Jesús, Navidad es la celebración de tu encarnación en medio de nosotros; es la presencia gozosa de tu amor en nuestra familia y en nuestra comunidad. Navidad es la certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, porque Tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.

Ayúdanos a comprender que, a través tuyo, Dios nos invita a vivir la fraternidad practicando el respeto, la justicia y la solidaridad. Haz que podamos vencer todo aquello que nos impide vivir como hermanos. Danos la sencillez de los niños para asumir nuestro compromiso en la construcción de tu Iglesia promoviendo y asumiendo los valores que ella nos propone para que, de este modo, como comunidad, podamos celebrar con alegría tu nacimiento. Amén.

Rezar un Padre Nuestro,  un Ave María y un Gloria


Primer día 

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.
2. Lectura Bíblica: Isaías 7, 13 - 17.


Isaías dijo: “Escucha, heredero de David, ¿les parece poco cansar a los hombres, que quieren también cansar a mi Dios? Pues el Señor mismo les dará una señal: ¡Miren!; la joven está encinta y dará a la luz a un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel. Comerá requesón y miel hasta que sepa rechazar el mal y elegir el bien. Pues antes que el niño sepa rechazar el mal y elegir el bien, el país de esos dos reyes que te infunden miedo habrá sido abandonado. El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre tu dinastía, días como no los ha habido desde que Efraín se separó de Judá”.

REFLEXIÓN
Dios da una oportunidad al pueblo de Israel, enviándole a su propio Hijo para la salvación de todos. Cristo, nos invita a practicar la solidaridad y la justicia con todas las personas, sin distingo de ideologías, clases sociales, diferencias culturales, de raza o religión.
Participemos en la construcción de un nuevo cielo y una nueva tierra, donde todos tengamos las mismas oportunidades y deberes, donde no haya injusticia, ni discriminación. Desterremos nuestro egoísmo y soberbia. Dejemos que Jesucristo transforme nuestros corazones y seamos los primeros en comprender a los demás, perdonar sus errores y darles otra oportunidad.

COMPARTAMOS
¿Cuándo -en nuestra familia- damos la oportunidad para que cada uno exprese su opinión?
En nuestra familia, en el trabajo, en nuestra actividad deportiva, ¿damos la oportunidad de rehacer una relación que se había roto? ¿Cómo?

COMPROMISO
Pensemos en alguna persona a la cual debamos darle la oportunidad de reconciliarnos con ella. Oremos en silencio por esta intención y, si es posible, procuremos acercarnos a ella.

Segundo Día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Isaías 11, 6-9.
"Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país".

REFLEXIÓN
En este pasaje, el profeta nos está mostrando el ideal al cual todos debemos aspirar: vivir en comunión perfecta. Esta es posible cuando renunciamos a nuestros egoísmos, enojos, groserías y toda clase de violencia. A veces, bajo el mismo techo, vivimos alejados por no saber escucharnos mutuamente, comprendernos y llegar a acuerdos. Igualmente hay quienes no soportan ni toleran a los vecinos, o quienes no les perdonan las ofensas pasadas.
Abramos nuestros corazones a la venida de Jesús. Dejémonos guiar por ese niño pequeño de que nos habla Isaías y dispongámonos a hacer comunidad.

COMPARTAMOS
¿Cómo se vive en nuestra familia una comunidad de amor?
¿Qué podemos hacer para mejorar la amistad y la integración con los vecinos?

COMPROMISO
Hagamos una obra de caridad en nuestro vecindario.


 
Tercer día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Marcos 1, 2-5.
"Está escrito en el libro del profeta Isaías: “Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino." Y así, se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volver a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdone sus pecados. Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán".

REFLEXIÓN
Celebrar Navidad significa recibir a Jesús en un ambiente de unidad. Esta se construye cuando pensamos primero en aquello que es de todos y lo cuidamos, por ejemplo: la familia, la casa, la cuadra, el parque, etc.
Todos los seres humanos debemos buscar el bien común y, con mayor razón los cristianos. Si aprendemos a compartir nuestros bienes, dones y carismas, esto hará que se multipliquen las bendiciones sobre todos y la comunidad se verá favorecida. Porque no puede haber felicidad individual si a nuestro lado hay personas que sufren por carecer de aquellas cosas más elementales. Es necesario que nosotros los cristianos cuidemos, promovamos y compartamos todo lo bueno que Dios nos ha dado. Aprendamos a cuidar los bienes comunes porque son nuestros y de los demás, esta es nuestra gran tarea y responsabilidad.

COMPARTAMOS
¿Quiénes estamos aquí reunidos tenemos bienes en común? ¿Cuáles son?
¿Qué hacemos cada uno de nosotros para cuidarlos   o promoverlos?

COMPROMISO
Alrededor del pesebre, meditemos cómo nos sentimos realizando el compromiso del día anterior.



Cuarto día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 26-31.
"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María. Ella era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: ¡Salve, llena de Gracia! El Señor está contigo. María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús".

REFLEXIÓN
Tan importante es la familia que Nuestro Señor Jesucristo necesitó también de una para poder nacer y crecer. Tanto amó Dios al mundo que envió a su propio Hijo para redimirnos del pecado y es el mismo Dios Padre quien escoge a María y José como su familia. Fue en el hogar de ellos donde el Niño Jesús aprendió el lenguaje humano y se formó en su humanidad, contando con el afecto y el cuidado de sus padres.
Es en la familia donde aprendemos a ser solidarios, a compartir las cosas, a respetar las diferentes formas de ser y de pensar, a cuidarnos, a perdonarnos, a ser leales, a tomarnos de la mano para apoyarnos cuando el camino se hace difícil… y a compartir también los momentos de alegría. Si practicamos el diálogo, el servicio, el respeto y el perdón, podremos hacer de nuestro hogar un ambiente sano, lleno de paz y solidaridad, a ejemplo del hogar de Nazareth.

COMPARTAMOS
¿Por qué es importante la familia? 
¿Cómo manifiestas tu amor por los miembros de tu familia?
¿Qué puedo hacer para que mi familia sea mejor cada día?

COMPROMISO

Jesús nos pide amor, ofrece un gesto de afecto o de ayuda a aquel miembro de tu familia que más lo necesite. Escribe su nombre en un papelito y colócalo en el pesebre.


Quinto día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Mateo 1, 19 - 21. 24
"José, el esposo de María, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto. Después de tomar esta decisión, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de los pecados. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado: recibió a su esposa y, sin tener relaciones conyugales, ella dio a luz un hijo, al que José le puso por nombre Jesús".

REFLEXIÓN
Aunque la paternidad de José no es propiamente una dificultad, si podemos decir que tuvo que tomar una decisión adecuada y oportuna en un momento trascendental, especialmente porque se trataba de una gran responsabilidad. José necesitó la ayuda divina, la ayuda de un ángel.
De igual forma, nosotros debemos convertirnos en esos “ángeles” que se presentan en los momentos difíciles que vivan los demás. Vale la pena que nos esforcemos en ayudar a cambiar las situaciones de angustia y conflicto en momentos de paz y tranquilidad, ayudando a encontrar siempre una salida a los problemas propios y ajenos. Vivamos esta Navidad sabiendo que Dios siempre permanece en nosotros y es Él quien nos ayuda a superar las dificultades.

COMPARTAMOS
* ¿En momentos de dificultad hemos recibido la ayuda que necesitamos?
* ¿Conocemos personas que están pasando por un momento difícil en la familia, el trabajo o en la comunidad? ¿Cómo podemos ayudarles en esta Navidad?

COMPROMISO
Oremos por alguna persona que esté pasando por un momento de tristeza o dificultad y acompañémosle.


Sexto día


1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.


2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 39-45. 56.

"Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!"

REFLEXIÓN
Veamos el ejemplo de la Virgen María quien, estando embarazada a la espera del Salvador, partió hacia la casa de su prima Isabel para visitarla y brindarle con alegría todo su apoyo, quedándose con ella durante tres meses, hasta el nacimiento de su hijo Juan.
Dar nuestro apoyo al hermano, tener misericordia con él, compartir lo que somos y tenemos, aún a costa de nuestros propios intereses, son acciones que dan testimonio al mundo de que Cristo está vivo y actúa a través de nosotros. Servir, en vez de ser servido, es el ejemplo que nos da Jesús durante toda su vida. Por eso, el nacimiento de Jesús en el pesebre nos debe invitar a servir con alegría, como lo hizo María.

COMPARTAMOS
Cuando te piden un favor, ¿ lo haces con alegría o de mala manera?
¿Qué nos motiva a brindar apoyo a los demás y cómo nos sentimos cuando lo hacemos?

COMPROMISO
Encendamos una vela junto al pesebre y durante un momento oremos por las personas de las que recibimos ayuda. Al terminar apaguemos la vela.

                          

Séptimo día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 57 - 60.
"Cuando se cumplió el tiempo, Isabel dio a luz a un hijo. Sus vecinos y parientes oyeron que el Señor le había mostrado su gran misericordia y se alegraron de ella. Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían llamarlo Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo: “No, se llamará Juan”.

REFLEXIÓN
Juan el Bautista, que es el último de los profetas, es el eslabón que representa la unión de todos los esfuerzos que, desde la creación, hizo el hombre para reconocer en Jesucristo al Padre.
Y así es como debemos continuar uniendo todos nuestros esfuerzos para ayudar a la construcción del Reino de Dios. Todo cristiano sabe que no existe solitario, sino en comunidad y, por ello, estamos llamados a esforzarnos en la construcción de la Iglesia y de la sociedad. En el amor del Señor dejemos a un lado el egoísmo, la intolerancia y la soberbia; aprendamos que la unión es la fuerza que edifica nuestra familia y nuestra comunidad.

COMPARTAMOS
¿Qué necesidades hay en nuestra familia o comunidad que podamos solucionar entre todos? Compartamos lo que cada uno puede aportar.

COMPROMISO
Aseemos y embellezcamos juntos nuestra casa o la cuadra o el edificio donde vivimos. 


                                 

Octavo día

1.  Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 2, 6-7.
"Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón".

REFLEXIÓN
Que esta Navidad nos permita reconocer el gran amor de Dios desbordado en la humanidad que “siendo rico, por nosotros se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”. La lectura nos hace una invitación a la generosidad, a que seamos solidarios; a que escuchemos la voz de los pobres, de los necesitados, de los que sufren y compartamos con ellos los bienes que Dios nos ha regalado, en la seguridad de que Cristo está presente en cada ser humano necesitado: los niños y los ancianos abandonados, las familias desplazadas, los enfermos terminales… y tantos otros a quienes podemos brindar un poco de pan, de compañía, de afecto.
COMPARTAMOS
¿Estamos realmente siendo solidarios con los que tienen necesidades?
¿Las posesiones que acumulas te dan la felicidad? ¿ por qué?

COMPROMISO
Antes que termine el año tengamos un gesto de solidaridad con los más necesitados.

Noveno día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 2. 15, 19.
"Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del Niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores".

REFLEXIÓN
En esta Navidad, como los pastores, debemos estar atentos a la voz de Dios, y salir juntos al encuentro de Jesús que se ha hecho hombre en medio de nosotros para ayudarnos a crecer en fe y santidad.
Como hermanos nos corresponde actuar con amor en nuestras relaciones con los demás y, en lugar de criticarlos o hacerlos tropezar, este amor nos debe motivar a ayudarlos, sólo de esa manera podremos crecer juntos. Es necesario aportar lo que sabemos y tenemos para bien de los miembros de nuestra familia y de nuestra comunidad. El egoísmo nos destruye, la generosidad nos hace crecer.

COMPARTAMOS
* ¿Qué aporte positivo hago para el crecimiento de quienes me rodean?
* ¿Cómo contribuyo al fortalecimiento de mi familia y de mi comunidad?

COMPROMISO
Hagamos una cadena de fraternidad con nuestras manos alrededor del pesebre, recemos el Padre Nuestro y propongámonos cada uno de nosotros a ejecutar desde hoy mismo una tarea que nos permita crecer juntos.

Fuente: Novena de Navidad

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