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Juan Liccio (Licci), Beato |
Nació en 1400, en Cáccamo, Sicilia, en el seno de una familia de pobres labradores. Su madre murió en el alumbramiento. Desde entonces y durante sus 111 años de vida, estuvo plagada de hechos milagrosos.
Su padre tenía que trabajar en el campo, y se vio forzado a dejar al niño solo. Ante el llanto del pequeño, una vecina lo tomó y se lo llevó a su casa, poniéndolo en la misma habitación en donde yacía su marido paralítico, que fue instantáneamente curado. La mujer le contó al padre de Juan el milagro, pero éste, disgustado porque su vecina había tomado al niño sin su permiso, no le prestó atención, y se lo llevó a su casa. Apenas el niño dejó la casa de la vecina, le su marido se vio nuevamente atacado por la parálisis; cuando Juan retornó, el hombre recuperó el movimiento. Hasta el padre del niño tomó esto como una señal del cielo, y permitió que los vecinos lo cuidaran.
Antes de cumplirlos los diez años, Juan recitaba el Oficio Divino. A los 15, durante un viaje a Palermo, en la iglesia de Santa Zita Juan se confesó con el Beato Pedro Jeremías quien le sugirió que considerara entrar en la vida religiosa. Pese a no considerarse apto, Juan siguió su consejo, entrando en loa Orden Dominica en 1415, llevando el hábito durante 96 años, lapso de tiempo no superado hasta ahora por ningún otro miembro de la Orden.
Fundó el convento de Santa Zita en Caccamo. Faltando dinero para la construcción, mientras oraba pidiendo consejo, se le apareció un ángel que le dijo: "construye en los cimientos de lo que ya está construido". Al día siguiente, en el bosque cercano encontró la construcción abandonada de la iglesia Santa María de los Ángeles, presumiendo que ese era el lugar indicado por el Ángel, comenzó la construcción allí, durante la cual muchas dificultades fueron resueltas de forma milagrosa.
Beato Juan de Licio, religioso presbítero
fecha: 14 de noviembre n.: c. 1400 - †: 1511 - país: Italia otras formas del nombre: Juan Liccio canonización: Conf. Culto: Benedicto XIV 25 abr 1753 hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Cáccamo, lugar de Sicilia, beato Juan de Licio, presbítero de la Orden de Predicadores, eminente por su gran caridad hacia el prójimo, por la propagación del rezo del Rosario y por la observancia de la disciplina regular. Descansó en el Señor a los ciento once años de edad.
patronazgo: protector de las lesiones de cabeza
La madre de Juan murió al darle a luz. Su padre, ya fuese por pobreza o por considerarlo el culpable de la muerte de su esposa, le abandonó. Juan hubiese muerto, a no ser por una tía suya que le recogió y se encargó de su educación, y el niño dio pronto muestras de ser excepcionalmente piadoso. A eso de los quince años conoció en Palermo al beato Pedro Jeremías, quien le infundió su entusiasmo para tomar el hábito de Santo Domingo. Con el tiempo, Juan llegó a ser un buen predicador. Sus superiores le enviaron a fundar una casa de su orden en Cáccamo, donde había nacido. La construcción progresó con muchas dificultades sobre los cimientos de un antiguo edificio. Como nadie recordaba que existían aquellos cimientos, todos consideraron la erección del edificio como un hecho extraordinario. Juan fue nombrado prior de aquel convento en 1494; lo gobernó con gran virtud y obró muchas maravillas. Las lecciones de su oficio afirman que murió a los 111 años de edad; pero, por más que haya sido discípulo de Pedro Jeremías, es poco probable que tuviera más de setenta y cinco años. Su culto fue aprobado en 1753.
Véase Monumenta Historica, O. P. vol. XIV, pp. 229-230; Procter, Dominican Saints, pp. 318-321; y las biografías de M. Ponte (1853) y G. Barraca (1926). Cf. la bibliografía de Taurisano, Catalaogus Hagiographicus O.P.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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