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viernes, 8 de noviembre de 2013

Abdías, Profeta


19 de noviembre, Siglo V
 
Abdías, Profeta
Abdías, Profeta

Noviembre 19


El libro de Abdías es el más corto de los libros proféticos. Aparte de las discusiones entre exegetas, parece que se sitúa la vida y escrito de Abdías en el siglo V antes de Cristo. Esta profecía se desarrolla en dos planos: el castigo de Edom y el triunfo de Israel en el "Día de Yahvéh" que, como se sabe, es el día apocalíptico de la justicia de Dios. Ni que decir tiene que los edomitas son los enemigos de Israel que han aprovechado la ruina de Jerusalén y han invadido la Judea meridional. Contra su soberbia, despotismo y engreimiento dirá el Todopoderoso: "Aunque te encumbres como un águila, y pongas tu nido en las estrellas, de allí te haré bajar... te cubrirá la vergüenza y serás cercenado para siempre". Todo el libro es un grito apasionado de venganza que exalta la justicia terrible y el poder de Yahvéh.

Con todas las matizaciones precisas y, sin sacar de su contexto histórico este breve escrito veterotestamentario que está suficientemente cumplido no ya sólo por la acción bélica, conquista y sometimiento de los edomitas en el año 312 a. C. por parte de los nabateos, sino por toda la ulterior profundización "del día de Yahvéh" que se sitúa al final de los tiempos, podría hacer mucho bien a determinadas personas individuales, colectividades y naciones la lectura reposada de los 21 versos que contiene la inspiración de Abdías puesta por escrito para tomar el pulso a sus responsabilidades propias. Porque a la postre, guste o no, será Dios mismo quien "mida" a cada cual en "su Día" e importa mucho no encontrarse "falto de peso".

Como reclamaba justicia divina el ultraje que sufría Israel —el pueblo de Dios— en el tiempo de esta profecía, hoy siguen postulando la misma justicia cantidad innumerable de ultrajes cuyos responsables habrán de responder en el "Día de Yahvéh". ¿No estarán llegando a los oídos de Dios los gritos de los millones de famélicos que hay en el mundo? ¿Y los de las víctimas de quienes promueven las guerras? ¿Y las quejas de los ignorantes? ¿Desoirá Dios el quejido mudo de los no-nacidos porque se les privó aberrantemente de su primer derecho con el aborto? ¿Tendrá sordera Dios para las protestas de los que soportan leyes inicuas? ¿Se habrá tapado los oídos para no escuchar la indecible algarabía que forman los lamentos de los parados, de los sin-techo, de los que contemplan el despilfarro irresponsable de otros?

Yahvéh sigue hoy viendo a los prepotentes, a los que explotan, a los que impulsan al destierro, a los que hacen trata de blancas, a los orgullosos y a los soberbios, a los que calumnian, a los que causan el desprecio, a los que insultan y maldicen, a los que humillan, a los que roban lo ajeno... y a los que se venden por dinero.

Todo "machacado" por la malicia del hermano vive en tierra suya, habita en su dominio, le pertenece ¡Es su pueblo!

¡Gracias, Abdías, tú fuiste bueno y avisaste a tiempo!

San Abdías, santo del AT
fecha: 19 de noviembre
†: d. 535 a.C.
canonización: bíblico
hagiografía: Abel Della Costa
Conmemoración de san Abdías, profeta, quien, después del exilio del pueblo de Israel, anunció la ira del Señor contra las gentes enemigas.
Ver más información en:
Los Profetas

No tiene sentido en esta época, en la que -y desde hace más de cien años- se estudia la Biblia con herramientas críticas notables y de grandes resultados, un santoral católico siga repitiendo los supuestos datos sobre Abdías (o sobre otros escritores bíblicos) que formaban parte de la hagiografía piadosa de hace mucho tiempo. El Martirologio, de hecho, dice de manera escueta todo lo que más io menos se puede decir que sabemos sobre este profeta:

-después del exilio del pueblo de Israel...
Esto es: después del 535 aC.

-anunció la ira del Señor contra las gentes enemigas
Efectivamente todo el pequeño "libro" de Abdías (un poema de 21 versículos en total), que es nuestra única fuente para conocer a quien lo escribió, es una invectiva contra el vecino-eterno-enemigo de Israel: Edom (pueblo descendiente, en el mapa de pueblos de la Biblia, nada menos que del hermano y rival de Jacob, Esaú).
A diferencia de otros libros proféticos donde el profeta nos dice algo de sí mismo, este escueto escrito sólo enuncia: «Visión de Abdías. Así dice el Señor Yahveh a Edom [etc]». Se deduce que es posexílico por algunas alusiones a traspiés que tuvieron los edomitas con los árabes hacia el 450 aC, y porque el conjunto de la visión resulta ser un oráculo de consolación a la Jerusalén restaurada (o en vías de ello). Más precisión cronológica es imposible dar: habla del «Día de Yahveh» (v. 15), tema apocalíptico que fue tomando más fuerza en la predicación conforme el tiempo iba pasando y los jerosolimitanos veían que la Nueva Jerusalén tampoco resultaba ser el cielo, sino que el cielo debía seguir esperándose. Eso lo ubicaría en las expèctativas y el modo de hablar del siglo IV aC. El libro forma parte del conjunto llamado "los Doce profetas menores" en las biblias cristianas, y simplemente "Los Doce" en las judías.
No debe bajo ningun supuesto confundirse con el Abdías funcionario del rey Ajab, siglo IX, y por lo tanto del Reino del Norte (Israel): en época del Abdías profeta el Reino del Norte ya no existe, y es incorrecto decir "profeta de Israel", es "profeta de Juda".
Aunque el conjunto de este librito nos pueda sonar hoy a los cristianos como vinculado a problemas históricos que se nos escapan, e incluso nos pueda parecer un tanto "violento" y "vindicativo" (como tantas otras partes del AT, que se debe aprender a leer), sus dos versículos finales siguen siendo expresión concisa de la esperanza bíblica, muy apropiada para mediados de noviembre, que siempre está cerca la celebración de Cristo Rey:

Los desterrados de Israel dominarán Canaán hasta Sarepta,
y los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad heredarán las ciudades del Negueb;
subirán victoriosos al monte Sión para gobernar de allí a los cerros de Esaú.
Entonces Yavé reinará. (vv 20-21)


Bibliografía: además de la introducción a los profetas, en cualquier buena y actualizada edición bíblica, son recomendables los Cuadernos Bíblicos Verbo Divino dedicados a los profetas, especialmente el 43 (aunque ningún cuaderno lo trata específicamente); también Comentario Bíblico San Jerónimo, tomo II, n. 25 (pág. 284-287); pero lo fundamental, como en toda la Biblia, es leer el propio texto, y hacerse sensible a su lenguaje. En la imagen: Abdías profeta, tal como lo imagina un grabado de la Biblia Pezzana, siglo XVIII.
 

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