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jueves, 23 de mayo de 2013

Torah o Torá

Torá.

 
Torá varias veces centenaria expuesta en la sinagoga de la Associació Call de Barcelona (España).
Torah o Torá (aceptado por la Real Academia Española como Tora)[1] [תּוֹרָה] es una palabra hebrea que deriva de la raíz י.ר.ה Y.R.H que significa "acometer", "dar un tiro" y que en Hif'il הורה Horáh significa "dirigir el tiro", de ahí que el significado de Torah es la guía para dar en el blanco y de ahí, se ha entendido como enseñanza, instrucción, o como ley en el mundo occidental. A decir verdad, se dice Torah por un mandamiento, o en su sentido más amplio, para designar a la totalidad de la revelación y enseñanza divina al pueblo de Israel. Sin embargo en un sentido intermedio, se refiere únicamente al texto de los cinco primeros libros de la Biblia (que para los cristianos se llama Pentateuco). En la bibliografía cristiana suele denominársela ley mosaica[2] [3] [4] [5] o ley de Moisés[3] [6] o ley escrita de Moisés.[7] (Los judíos lo llaman simplemente la ley.)
Estos libros son:[8]
  • Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית]: lit. "En el comienzo"),
  • Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת]: lit. "Nombres"),
  • Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא]: lit. "Y llamó"),
  • Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר]: lit. idem.) y
  • Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים]: lit. "Palabras", "Cosas", "Leyes"...).
El conjunto de estos cinco libros se conoce como Pentateuco (del griego πεντα, penta, ‘cinco’, y τευχος, teujós, ‘funda para libros’, haciendo referencia a las fundas en las que se conservaban los rollos de pergamino) o, en hebreo, Jamisháh Jumshéy Toráh [חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה], ‘los cinco quintos de la Torá’ o simplemente Jumash [חֻמָּשׁ], ‘quinto’ como abreviatura.
Los judíos también utilizan la palabra Toráh para referirse a la Ley Oral, desarrollada a lo largo de los siglos y compilada en el siglo II por Yehudah Hanasí.

Tradición judía sobre la Torá

 
Un rollo de la Torah abierto para un servicio litúrgico en una sinagoga.
Según la tradición hebrea, los cinco libros del Pentateuco fueron escritos por Moisés, quien recibió la revelación directamente de Dios en el monte Sinaí, por lo cual se define como la "instrucción dada por Dios para su pueblo, a través de Moisés". Aunque los autores rabínicos difieren en los detalles, la doctrina ortodoxa del judaísmo sostiene que la totalidad de la Torá proviene directamente de la inspiración divina, y que por lo tanto todos los detalles del texto —desde el léxico hasta la puntuación— son significativos. De acuerdo con esta doctrina, la escritura de los rollos que se utilizarán a efectos de culto está sujeta a normas sumamente estrictas; un escriba ritual, familiarizado con las prescripciones pertinentes, está a cargo de la tarea.
En varias partes de la Biblia se encuentran citas que indican que Moisés escribió la Torá, verbigracia: 2° de Crónicas 25:4, 1° de Reyes 2:3, Esdras 6:18, Juan 5:46-47, Hechos 15:21. Además de lo escrito en la Biblia, es probable que Moisés haya recibido lo que escribió en Génesis y parte de Éxodo, mediante la tradición oral de 6 eslabones: 1. Adán: Vivió hasta los 233 años de Matusalén y hasta los 51 años de Lamec; 2. Matusalén: Vivió hasta los 98 años de Sem; 3. Sem: Vivió hasta los 50 años de Jacob; 4. Jacob: Vivió hasta los 60 años de Leví y hasta aproximadamente los 18 ó 20 años de Cohat; 5. Leví: Vivió aproximadamente hasta los 77 años de Amram; 6. Amram: Padre de Moisés.[9]

Toda la doctrina religiosa del judaísmo se deriva, directa o indirectamente, de la Torah. Las fuentes clásicas, sin embargo, ofrecen varias versiones acerca del texto. La hipótesis maximalista indica que la totalidad del texto de la Torah es una transcripción directa, letra por letra, hecha por Moisés de la revelación divina recibida en el Sinaí; esto incluiría aún los fragmentos posteriores a Deuteronomio 32:50-52, que relata la muerte de Moisés, que le habría sido anunciada anticipadamente por Dios. Otras fuentes consideran que la revelación tuvo lugar gradualmente, y que si bien el texto es de origen divino, la redacción es humana. Finalmente, otros autores consideran que tras la muerte de Moisés, otros profetas divinamente inspirados completaron el texto.

Textos sagrados del judaísmo

Si bien la Torá constituye el núcleo de la revelación divina, ésta contiene otros libros. Los judíos consideran de origen divino a los Nevi'im o libros de los profetas:
Los doce profetas menores:
Y los Ketuvim o libros de los escritos:
El conjunto de estos veinticuatro libros constituye el Tanaj,TaNa"J (un acrónimo de la iniciales en hebreo de cada una de las secciones: T, por Torah, N, por Nevi'im y K por Ktuvim; la razón de la J en lugar de K, es porque ningún sustantivo en hebreo, termina en letras fuertes, (por eso se usa sin daguésh jazaq), el conjunto de las Sagradas Escrituras.
Además de éstas, el judaísmo ortodoxo sostiene que junto con los escritos el pueblo de Israel recibió la revelación oral, que se ha transmitido tradicionalmente. Es a partir de las indicaciones y aclaraciones de la tradición oral que deben interpretarse las ambigüedades y dificultades del texto bíblico. La ley oral se codificó y registró por primera vez en el siglo III, para evitar que se perdiese en la diáspora; el rabino Yehudah Hanasí redactó el primer comentario conocido sobre la interpretación de la ley, conocido como Mishná, a partir de las enseñanzas de los tannaim, los estudiosos de la tradición oral.
A su vez, el contenido de la Mishná fue objeto de debate, discusión y comentario por parte de los estudiosos de las comunidades judías en Israel y Babilonia; el resultado de estas discusiones dio lugar a otros volúmenes de comentarios, llamados Guemará. Junto con la Mishná, estos volúmenes constituyen el Talmud, la recopilación de la tradición rabínica. Aun los judíos no ortodoxos siguen, en numerosos puntos importantes, las interpretaciones del texto bíblico vertidas en el Talmud; la única excepción la constituyen los caraítas, una secta clásica que se rige únicamente por el contenido literal de la Torá.

Traducciones y versiones cristianas de la Torá

Alrededor del siglo III a. C., el texto de Tanaj se tradujo al griego para el uso de las comunidades judías que residían en las colonias griegas del Mediterráneo. La versión resultante, conocida como la Septuaginta, contiene importantes variaciones y adiciones con respecto al texto canónico de la versión hebrea. De acuerdo a la tradición crítica (ver infra), esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron los masoretas para producir la versión hebrea. Según la tradición rabínica, sin embargo, éstos son añadidos posteriores. A pesar de ser la versión de uso común en la iglesia de su día, y endosada por padres antiguos incluyendo Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón no utilizó la Septuaginta para redactar la Vulgata latina, el texto canónico de la religión católica, optando más bien utilizar el texto hebreo Masorético.
En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo, el idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y comentario. Las versiones arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el prosélito, escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y la solución de cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi), compilado en Israel. Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la traducción del texto bíblico.

Niveles de interpretación

A nivel religioso, dentro del judaismo, la Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las cuales se llaman: Peshát, Rémez, Derásh y Sod. Con las iniciales de estas cuatro palabras se forma la palabra Pardés, literalmente, "huerto de árboles frutales" (el paraíso, para los cabalistas).[10]
  1. Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido literal del texto, tal como las palabras son entendidas en la vida diaria de la gente.[10]
  2. Rémez: atiende al sentido alegórico del texto bíblico, las cuales hacen alusiones a cosas que las personas pueden comprender.[10]
  3. Derásh: es el nivel de interpretación que atiende al sentido interpretativo de la escritura sagrada, de la cual se derivan las reglamentaciones y leyes de la tradición judía. Para conseguir este objetivo, se utilizan métodos como por ejemplo las referencias, las comparaciones entre palabras y versículos bíblicos, e incluso las analogías.[10]
  4. Sod: es el método místico de interpretación, del cual deriva la cábala, y que busca un sentido oculto en el texto sagrado, el cual sólo podría encontrarse con el estudio de los textos originales en sus lenguas originales.[10]

Análisis científico de la Torá

La estimación científica del origen histórico de la Torah es aún muy discutida. Sin embargo, resulta difícil sostener la versión bíblica de la redacción mosaica (que debería corresponder al siglo XIV a. C.), dadas las características del idioma utilizado, de los temas tratados y de las situaciones históricas que se ven reflejadas en el escrito.[11] Según los cálculos contemporáneos, los fragmentos escritos más antiguos del texto se remontarían al siglo VII a. C.
La teoría que ha gozado de más popularidad sobre el origen de la Torah es la llamada hipótesis documentaria. Sostiene que el texto actual es el resultado de una compilación, realizada en Israel alrededor de la época de Esdrás el escriba, de no menos de cuatro fuentes distintas, cada una de las cuales relataba la historia completa de Israel.
Dos de las fuentes (el texto yavista y el eloísta) provendrían de la época de la división del legado salomónico en los reinos de Judá e Israel; otra, el texto sacerdotal, correspondería a una primera compilación realizada por los escribas del rey Ezequías.
Finalmente, el Deuteronomio y otros fragmentos habrían sido redactados por los escribas del rey Josías y por la escuela que siguió sus puntos de vista teológicos durante el exilio y después de éste. Tras el regreso de Babilonia, las diferentes tradiciones habrían sido homogeneizadas y recopiladas por los sacerdotes.
La hipótesis documentaria se apoya en los rasgos idiomáticos distintivos de los diversos fragmentos (en particular el nombre utilizado para mencionar al Dios Yahveh en el libro del Génesis, distinción que desaparece a partir del libro del Éxodo), en las repeticiones y contradicciones del texto, en otras variaciones conceptuales y en las relaciones con los mitos de otras religiones contemporáneas para establecer esta división.
En una u otra forma, esta teoría goza de una aceptación casi universal entre los estudiosos laicos y muchos cristianos. Aunque siempre ha generado discusión, al punto de ser rechazada por algunos estudiosos, que proponen otras hipótesis para explicar la formación tardía del Pentateuco. Dentro del judaísmo ortodoxo, la hipótesis documentaria es considerada errónea y herética. Por su parte, los Musulmanes, basados en lo que dice el Corán, están de acuerdo en que la Tora fue revelada directamente por Dios a Moisés; sin embargo, el Corán afirma que la Tora original fue modificada, adulterada, con el paso del tiempo. De este modo, para los Musulmanes la hipótesis documentaria es la confirmación científica de lo que relata el Corán.

Uso ritual de la Torá

Las lecturas de la Torá son una parte importante de la mayoría de las ceremonias religiosas del judaísmo. En la sinagoga, los rollos en los que están escritos estos libros son custodiados respetuosamente en el interior de un compartimiento especial, orientado hacia Jerusalén, llamado Arón haKodesh (literalmente ‘Cofre Sagrado’, aunque no sea sagrado en sí, sino por lo que contiene). En presencia de un rollo de la Torá, los judíos varones deben llevar la cabeza cubierta.
Los rollos de la Torá son sacados para su lectura. La lectura pública de la Torá sigue una entonación y dicción, prescritas ritualmente, sumamente complejas; por ello, es normalmente un cantor o jazán profesional quien la lleva a cabo, si bien todos los varones judíos mayores de edad tienen derecho a hacerlo. Una vez leído, el rollo vuelve a guardarse reverentemente. La lectura semanal de la Torá se denomina parashá hashavua –sección de la semana– o sidra, y la misma abarca todo el Pentateuco subdividido en tantas semanas como tiene el año judío. Todos los integrantes del Pueblo de Israel estudian en la misma semana la misma sección, lo cual debe generar un clima de unión y afecto entre los que siguen la religión judía.

Véase también

Referencias

Bibliografía

  • Melamed, Meir Matzliah (comentarios y notas) (1983). Sidur ha-mercaz. Jerusalem: Centro Educativo Sefaradí Jerusalem. 

Enlaces externos




Torah - Pentateuco
Torá (aceptado por la RAE como Tora ) [תּוֹרָה] es una palabra hebrea que significa enseñanza, instrucción, o más específicamente ley. En su sentido más amplio se utiliza habitualmente para designar a la totalidad de la revelación y enseñanza divina al pueblo de Israel. En un sentido más restringido se refiere únicamente al texto de los cinco primeros libros de la Biblia (que para los cristianos se llama Pentateuco).

Estos libros son:
  • Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית]),
  • Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת]),
  • Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא]),
  • Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר]) y
  • Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים]).

El conjunto de estos cinco libros se conoce como Pentateuco (del griego πεντα, penta, ‘cinco’, y τευχος, teujós, ‘funda para libros’, haciendo referencia a las fundas en las que se conservaban los rollos de pergamino) o, en hebreo, Jamishá Jumshé Torá [חֲמִשָּׁה חֻמְשֵׁי תּוֹרָה], ‘las cinco partes de la Torá’ o simplemente Jumash [חֻמָּשׁ], ‘quinto’. como abreviación.

Los judíos también utilizan la palabra Torá, en un sentido más amplio, para referirse a toda la gama de enseñanzas religiosas judías a lo largo de la historia.

¿Qué es la Torah?
 
Además de la Torah escrita, el judaísmo mantiene la tradición de una Torah oral, que se afirma que fue revelada por Moisés
 
¿Qué es la Torah?
¿Qué es la Torah?
I. Uso de la palabra

Tora (cfr. Hiph.) significa primera “dirección o instrucción”, como por ejemplo, la instrucción de los padres (Prov., i ,8). Se utiliza mayormente en referencia a la instrucción divina, especialmente por medio de la revelación a Moisés, la “ley” y a la enseñanza de los profetas relativas a la voluntad de Dios. En el sentido de ley la palabra “tora” se refiere sólo a las leyes divinas. “La Tora” se aplica a los libros que contienen la enseñanza de la revelación mosaica y la Ley, esto es, el Pentateuco. En la teología judía Tora significa, primero la totalidad de la doctrina judía como la base del conocimiento religioso y la conducta, y como base para estudio. El cuerpo de escritos que forman la Biblia, especialmente el Pentateuco, que son la fuente de la enseñanza y normas religiosas, y el término Tora se aplica igualmente a la totalidad de las escrituras (cfr. Blau, "Zur Einleitung in die hl. Schrift", Budapest, 1894, 16 sq.),o pasajes de los profetas y la hagiografía por ejemplo, “Ab. Zara”, 17ª, en referencia a Prov., v8, y “Sanh.” 91b, en relación con Ps. Ixxxiv, 5. La expresión, como sea, generalmente significa el Pentateuco. En pasajes como (“las escrituras [Tora] están constituidas de tres partes, Tora, Profetas y Hagiógrafo” " [Midrash Tanchuma to Ex., xix, 1]). La palabra Tora se usa en dos sentidos- uno general, significando la totalidad de las escrituras y otro especial, significando el Pentateuco. En cualquier otro lado (Siphre to 32, 13-135b 24) la Tora es distinguida de los libros que no forman parte del Pentateuco, comparando la Miqra con la Tora. Además de la Tora escrita, el judaísmo mantiene la tradición de una Tora oral, los comentarios y las órdenes que dotan de efectividad a las leyes contenidas en el Pentateuco. Esta Tora oral, se afirma que fue revelada por Moisés y ha sido preservada por Israel mediante tradición.


II. Tora en el sentido estricto del Pentateuco

La Tora relata las medidas preparatorias para el establecimiento de la teocracia del antiguo testamento, y contiene las instituciones y normas en que ésta teocracia encontró su expresión visible. El mismo antiguo testamento denomina al trabajo completo con base a su contenido principal (ha) tora o sefer, ha-tora, esto es, “el libro de la Tora”, como en II Esd. Viii, 2; para enfatizar su origen divino es llamado Torath Yahwe (1 Esd., vii, 10; I Par., xvi, 40; II Esd., viii,8) , sefer Torath Yahwe Elohim (II Esd. Ix,3), y séller torath Yahwe Elohim (II Esd. Ix, 3) mientras que séller Torath Moshe (II Esd., viii), sefer Moshe (I Esd,. Vi, 18; II Esd., xiii,1; II Par., xxv, 4; xxxv, 12) indica su autor. El Talmud y escritos judaicos posteriores llaman al Pentateuco sefer (ha) Tora; el nombre es siempre usado como si la totalidad del trabajo hubiese sido escrita como un manuscrito para el uso de servicio divino. Si el libro es escrito en cinco manuscritos o en forma de libro se le llama hamisha humeshe (ha) Tora, “los cinco quintos de la ley”. La división en cinco partes es antigua y en los tiempos de Nehemías sirvió como modelo para la división de los salmos en cinco libros . Los judíos generalmente llamaban a los libros individuales después de la primera palabra: (1) bereshith,; (2) shemath o we’elle shemoth, o (3) waquira,; (4) bemidbar o wayedabber,; (5) debarim o “elle ha de-barim” (cfr. Un autor tan temprano como Origen en Ps. 1: Bresith, O’ualesmoth, O’uikra, ‘Elle´addebarim). Hay otros nombres indicando el contenido principal de los libros dados a Levítico, números y deuteronomio: Torah Kohanim, “Ley de los sacerdotes”, por ejemplo en <2meg .="" 18.="" 1="" 62="" 8="" a="" b="" br="" como="" creaci="" cuenta="" de="" deum="" deuteronomio="" donde="" en="" ex.="" g="" gen="" ha="" heridas="" homesh="" i.e.="" iii="" l="" la="" lado="" libro="" lo="" los="" marora="" masorah="" mishne="" n="" nesis="" neziquin="" no="" normalmente="" numerados="" oma="" otro="" piqqudim="" por="" quinto="" refieren="" s="" sanh.="" se="" sefer="" son="" stas="" to="" tora="" usadas="" usan="" vii="" xodo="" xvii="" xxi="" xxiv="" y="" yecira="">
Otro método de división es aquel en que los párrafos o parashiyyoth (sing.) son indicados en los manuscritos de la Tora usada en las sinagogas. En los antiguos Midrashim estas divisiones son llamadas parashiyyoth pethuhoth, “parashiyyoth abierto”; o parashiyyoth sethumoth, “parashiyyoth cerrado”. En los antiguos, la porción de la línea siguiendo la última palabra es dejada en blanco; en los posteriores la terminación del párrafo está indicada al dejar parte de la línea en blanco. Esos párrafo son llamados “pequeños parashiyyoth” y son generalmente indicados en las ediciones impresas de la Biblia. El Pentateuco tiene en total 290 parashiyyoth abiertos y 379 cerrados. Entre comillas son generalmente mencionados después de los contenidos principales (como: Baba bathra 14a: que es Num., xxii, 2-xxiv, 25), pero algunas veces después de las primeras palabras (como Ta´anith iv, 3, los seis parashiyyoth del Génesis). Los parashiyyoth son estimados como las disposiciones de las divisiones del Pentateuco de acuerdo a sus contenidos; pero la base de la distinción entre abiertos y cerrados parashiyyoth no es conocido con certeza.

Otra división de la Tora está conectada con la lectura de lecciones leídas en la sinagoga en el sábado, una práctica que es referida en Acts, xv, 21, ’ek geneôn ’archaíon como antigua (cfr. también Josephus, "Contra Apion.", II, xvii). Era costumbre en Palestina tener un ciclo de tres años de estas lecciones (Meg.,29b); algunos escritores dicen también que existía un ciclo de tres años y medio. En consecuencia el Pentateuco está dividido en 154-175 secciones o sedarim (sing.). A pesar que estos sedarim no indican nuestras Biblias son importantes para entender la estructura del antiguo Midrashi (cfr. Büchler, "La lectura de la Ley y los profetas en un ciclo de un trienio” en "Jew. Quart. Rev.", V, 420 sqq., VI, 1 sqq., VIII, 528 sq). En el curso del tiempo un ciclo anual, que primero adquirió autoridad entre los judíos de Babilonia, y actualmente es aceptado por prácticamente todas las comunidades judías, fue adoptado por Maimónides (Hilhoth Tephila, XIII,1) que lo llama las costumbres prevalecientes de su época (siglo doce), pero dice que algunos leen el Pentateuco en tres años, lo cual, de acuerdo a Benjamín de Tudela, era una prátctica alrededor de 1170 entre las comunidades diseminadas en Egipto (cfr. JEw Quart. Rev., V, 420). Este ciclo de un año del Pentateuco está dividido en 54 lecciones sabatinas generalmente llamadas parashiyyoth grande. En el año interclara judío consistente de 39 meses lunares se contienen 52 sábados, y la sección final es siempre leído en el día de la “alegría de la ley”, que es, el noveno día después de la fiesta de las mesas (día treinta y tres de Tishri). En los años ordinarios, en los que hay 44 sábados, dos parashiyyoth están juntos en cada grupo de siete sábados a efecto de completar el número. En el Génesis hay doce sábados parashiyyoth, en el Éxodo 11, en Levítico y números diez en cada uno, y en Deuteronomio once. Son llamados y citados por sus primeras palabras. En las ediciones impresas de la Biblia son indicados, al igual que las primeras palabras, los parashiyyoth abiertos o cerrados, con la excepción de la lección décima segunda a principio de la cual (Gen,xlvii,28) sólo el ancho de la carta debía permanecr en blanco. En lo relativo a la distribución de los 54 parashiyyoth de año véase Loeb, "Rev. des études juives", VI, 250 sqq.; Derenbourg, ibid., VII, 146 sqq.; Schmid, "Überverschiedene Einteilungen der hl. Schrift" (Graz, 1892), 4 sqq.

La antigua Sinagoga y el Talmud firmemente mantienen la autoría mosaica de la Tora, pero hay dudas respecto de una serie de pasajes. En “Baba bathra” al final se incluyen ocho versos que se refieren a la muerte y sepelio de Moisés, que son asignados a otro autor. Por otra parte Simeon (loc. cit.) enseña, referiéndose a Deum., xxxi, 26, que esos versos fueron también escritos por Moisés bajo la dirección divina (cf. también Josephus, "Antiq Jud.", IV, viii, 48). Durante la Edad Media las dudas fueron expresadas como la posibilidad de que Moisés escribiera algunas oracionespor ejemplo por Rabbi Yishaq (to Gen., xxxvi, 11) quien se oponía por Aben Ezra, y también por el mismo Aben Ezra (to Gen., xii, 6; Ex., xxv, 4; Deut., i, 1; xxxi, 22). Tomadas en su conjunto, inclusive en los siguientes periodos la creencia de la autoría mosaica permaneció indisputada, al menos por los judíos ortodoxos. Ellos mantuvieron, mas allá, el origen divino de toda la Tora, y los ocho o trece artículos de fe formulados por Maimónides y que incorporados a los libros de oración señalan: “Creo con fe plena que toda la Tora como está en nuestras manos es aquella que fue entregada a nuestro maestro Moisés, que esté en Paz”.
 

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