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domingo, 18 de noviembre de 2012

Leonardo de Porto Maurizio, Santo


Predicador, 26 Noviembre
Leonardo de Porto Maurizio, Santo
Leonardo de Porto Maurizio, Santo

Predicador
Noviembre 26



EI santo de la devoción al Via Crucis y a la Inmaculada. El fraile que salvó al Coliseo de la ruina total. El predicador ardiente de la Pasión de Cristo. Estas son las características de san Leonardo de Puerto Mauricio.

Había nacido en Liguria en 1676, y su padre era un capitán de marina, Domingo Casanova, que murió cuando Leonardo era muy niño. Fue llevado a Roma, y estudió en el Colegio Romano. Después entró al Retiro de san Buenaventura y vistió el hábito franciscano.

Desarrolló su actividad sacerdotal principalmente en Florencia. Las cruces
Leonardo de Porto Maurizio, Santo
Leonardo de Porto Maurizio, Santo
que sus hermanos habían colocado fuera de la puerta de S. Miniato se convirtieron para él en púlpitos campales. Algunos episodios de la vida del santo demuestran la eficacia de su palabra. Al final de un sermón sobre la Pasión, en Córcega, dos hombres, endurecidos por odios seculares, dispararon al aire sus fusiles y se abrazaron en señal de paz.

En Florencia, sus sermones constituían un llamamiento a todos los ciudadanos, incluso a las mujeres de mala vida. Fue famoso el Via Crucis que fray Leonardo predicó el 27 de diciembre de 1750 en el Coliseo durante el año jubilar proclamado por Benedicto XIV. Era la primera vez que se celebraba un rito religioso en el anfiteatro Flavio. Desde ese año se conserva la piadosa tradición hasta nuestros días y todos los viernes santos el Papa preside personalmente el rito penitencial.

Antes del primer Via Crucis, el Coliseo era prácticamente una cantera, pero cuando se introdujo esta piadosa devoción, la demolición se detuvo y fue considerado como meta de numerosas peregrinaciones.

Fray Leonardo era un gran devoto de la Virgen y un apasionado defensor de la Inmaculada Concepción. Convenció al Papa para que convocase un Concilio. Benedicto XIV preparó una Bula para el efecto, aunque por diferentes causas el documento nunca fue publicado.

En 1751 fray Leonardo moría en su amado Retiro de san Buenaventura sobre el Palatino. El Papa mismo fue a arrodillarse ante su féretro. Sobre la tumba del santo fue expuesta la carta profética escrita por fray Leonardo poco antes de su muerte. En ella vislumbraba la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.

Leonardo de Porto Maurizio


San Leonardo de Porto Maurizio
S Leonardo.JPG
Retrato, ca. 1750
Nacimiento 20 de diciembre de 1676
[Porto Maurizio]] (Imperia, Liguria, Italia)
Fallecimiento 26 de noviembre de 1751
Polonia
Venerado en Iglesia Católica
Beatificación 19 de junio 1796 por el Papa Pío VI
Canonización 29 de junio de 1867 por el Papa Pío IX
Festividad 26 de noviembre

San Leonardo de Porto Maurizio (Porto Maurizio, Liguria, 1676 - Polonia, 26 de noviembre de 1751) fue un fraile de la Orden de los Hermanos menores reformados de la estricta observancia que formó parte de la Riformella.

Estatua a Porto Maurizio

S. Bonaventura al Palatino (Roma), convento donde vivió y fue enterrado el santo.
Fue educado en Roma en el Colegio Romano de los jesuítas y fue congregante del Oratorio de San Felipe Neri. En 1697 entró en la orden franciscana y en 1702 fue ordenado prévere. Fue un gran admirador e imitador de San Pedro de Alcántara. Como misionero recorrió los caminos de Italia durante cuarenta años, predicando 339 misiones, de las que destacan las de Roma durante el jubileo del año 1740. También se le debe la preparación por el Año Santo de 1750, que culminó con la inauguración solemne de las estaciones del viacrucis en el Coliseo.
En la misión de Córcega, Leonardo expresó ante el público: «Quiero morir en misión, cvon la espada en la mano contra el inferno.» Murió durante su última misión en las montañas de Polonia el 26 de noviembre de 1751. Fue canonizado en 1867, y nombrado patrón de las misiones populares por el papa Pío XI en 1923.

Velas
26 de Noviembre

San Leonardo de Puerto Mauricio
Predicador
Año 1751
San Leonardo de Puerto MauricioEste santo ha sido uno de los mejores predicadores que ha tenido Italia, y logró popularizar por todo el país el rezo del santo Víacrucis. Nació en Puerto Mauricio (Italia) en 1676.
Estudió con los jesuitas en Roma. Y a los 21 años logró entrar en la Comunidad de los franciscanos. Una vez ordenado sacerdote se dedicó con gran éxito a la predicación pero uniendo este apostolado al más estricto cumplimiento de los Reglamentos de su comunidad, y dedicando largos tiempos al silencio y a la contemplación. Decía que hay que hacer penitencia para que el cuerpo no esclavice el alma y que es necesario dedicar buenos tiempos al silencio para tener oportunidad de que Dios nos hable y de que logremos escuchar sus mensajes.
Fue nombrado superior del convento franciscano de Florencia y allí exigía la más rigurosa obediencia a los severos reglamentos de la comunidad, y no recibía ayuda en dinero de nadie ni cobraba por la celebración de las misas. Como penitencia, él y sus frailes vivían únicamente de lo que recogían por las calles pidiendo limosna de casa en casa. Su convento se llenó de religiosos muy fervorosos y con ellos empezó a predicar grandes misiones por pueblos, campos y ciudades.
Un párroco escribía: "Bendita sea la hora en que se me ocurrió llamar al Padre Leonardo a predicar en mi parroquia. Sólo Dios sabe el gran bien que ha hecho aquí. Su predicación llega al fondo de los corazones. Desde que él está predicando no dan abasto todos los confesores de la región para confesar los pecadores arrepentidos".
El Padre Leonardo fundó una casa en medio de las más solitarias montañas, para que allá fueran a pasar unas semanas los religiosos que desearan hacer una época de desierto en su vida. En esta casa había que guardar el más absoluto silencio y no comer carne, sino solamente frutas y verduras. Había que dedicar bastante tiempo al rezo de los salmos, y hubo varios religiosos que rezaron allí hasta nueve horas diaria. Volvían a sus casas totalmente enfervorizados. El mismo santo se iba de vez en cuando a esa soledad a meditar, en absoluto silencio, y decía: "Hasta ahora he estado predicando a otros. En estos días tengo que predicarle a Leonardo".
Se fue a Roma a predicar unos días y allá lo tuvo el santo Padre predicando por seis años en la ciudad y sus alrededores. Al fin el Duque de Médicis, envió un navío con la orden expresa de volverlo a llevar a Florencia porque allá necesitaban mucho de su predicación. Las gentes acudían en tal cantidad a escuchar sus sermones, que con frecuencia tenía que predicar en las plazas porque los oyentes no cabían en los templos. Las conversiones eran numerosas y admirables.
San Leonardo estimaba muchísimo el rezo del Santo Viacrucis (las 14 estaciones del viaje de Jesús hacia la cruz). A él se debe que esta devoción se volviera tan popular y tan estimada entre la gentes devota. Como penitencia en la confesión ponía casi siempre rezar un Viacrucis, y en sus sermones no se cansaba de recomendar esta práctica piadosa. En todas las parroquias donde predicaba dejaba instaladas solemnemente las 14 estaciones del Viacrucis.
Jesús es bajado de la CruzLogró erigir el Viacrucis en 571 parroquias de Italia.
Otras tres devociones que propagaba por todas partes eran la del Santísimo Sacramento, la del Sagrado Corazón de Jesús y la del Inmaculado Corazón de María. En este tiempo esas devociones estaban muchísimo menos popularizadas que ahora. A San Leonardo se le ocurrió una idea que después obtuvo mucho éxito: recoger firmas en todo el mundo para pedirle al Sumo Pontífice que declarara el dogma de la Inmaculada Concepción. Esto se hizo después en el siglo XIX y el resultado fue maravilloso: millones y millones de firmas llegaron a Roma, y así los católicos de todo el mundo declararon que estaban convencidos de que María sí fue concebida sin pecado original.
Daba dirección espiritual a muchas personas por medio de cartas. Se conservan 86 cartas que dirigió a una misma persona tratando de llevarla hacia la santidad.
Se le encomendó ir a predicar a la Isla de Córcega que estaba en un estado lamentable de abandono espiritual. Fue la más difícil de todas las misiones que tuvo que predicar. Él escribía: "En cada parroquia encontramos divisiones, odios, riñas, pleitos y peleas. Pero al final de la misión hacen las paces. Como llevan tres años en guerra, en estos años el pueblo no ha recibido instrucción alguna. Los jóvenes son disolutos, alocados y no se acercan a la iglesia, y lo grave es que los papás no se atreven a corregirlos. Pero a pesar de todo, los frutos que estamos consiguiendo son muy abundantes.
El Sumo Pontífice lo mandó volver a Roma para que se dedicara a predicar Retiros y Ejercicios a religiosos y monjas. Y el éxito de sus predicaciones era impresionante.
San Leonardo logró entonces cumplir algo que había deseado durante muchos años: poder erigir un Viacrucis en el Coliseo de Roma (que era un estadio inmenso para los espectáculos de los antiguos romanos, en el cual cabían 80,000 espectadores. Fue construido en tiempos de Vespasiano y Tito, año 70, y siempre había estado destinado a fines no religiosos. Sus impresionantes ruinas se conservan todavía). Desde San Leonardo se ha venido rezando el Viernes Santo el Viacrucis en el Coliseo, y casi siempre lo preside el Sumo Pontífice. El santo escribió entonces: "Me queda la satisfacción de que el Coliseo haya dejado de ser simplemente un sitio de distracción, para convertirse en un lugar donde se reza".
Ya muy anciano y muy desgastado de tanto trabajar y hacer penitencia, y después de haber pasado 43 años recorriendo todo el país predicando misiones, tuvo que hacer un largo viaje en pleno invierno. El Sumo Pontífice le mandó que ya no viajara a pie, sino en carroza, pero por el camino se destrozó el carruaje en el que viajaba y tuvo que seguir a pie, lo cual lo fatigó inmensamente.
El 26 de noviembre llegó a Roma y cayó en cama. En seguida envió un mensaje al Papa contándole que había obedecido su orden de volver a esa ciudad. A las nueve de la noche llegó un Monseñor con un mensaje muy afectuoso del Sumo Pontífice y una hora después murió nuestro santo. Era el año 1751.

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