El
P. Gabriele Amorth, sacerdote exorcista de la diócesis de Roma (Italia)
y uno de los más conocidos del mundo, señaló a ACI Prensa que el ahora
Beato Papa Juan Pablo II se ha convertido, en los últimos años, en un
poderoso intercesor en la lucha contra el demonio.
El
P. Amorth tiene 86 años de edad y unos 70.000 exorcismos en su haber.
Lo primero que dijo en la entrevista es que "el mundo tiene que saber
que Satanás existe".
En
su pequeña y sencilla oficina en la zona sureste de Roma en donde ha
llevado a cabo miles de exorcismos, el sacerdote contó que a veces
invoca la ayuda de santos hombres y mujeres, entre los que destaca Juan
Pablo II, beatificado por el Papa Benedicto XVI el pasado 1 de mayo en
Roma ante un millón y medio de fieles.
Durante
los exorcismos, contó el sacerdote a ACI Prensa, "le he preguntado al
demonio más de una vez: ‘¿por qué te da tanto miedo Juan Pablo II?’ Y he
tenido dos respuestas distintas, ambas interesantes".
"La
primera, ‘porqué desarmó mis planes’. Y creo que con eso se refiere a
la caída del comunismo en Rusia y en Europa del Este. El colapso del
comunismo".
"Otra
respuesta que el demonio me dio fue ‘porque arrebató a muchos jóvenes
de mis manos’. Hay muchos jóvenes que, gracias a Juan Pablo II, se
convirtieron. Tal vez algunos ya eran cristianos pero no practicantes, y
luego con Juan Pablo II volvieron a la práctica".
Al
ser preguntado sobre el intercesor más efectivo de todos, el P. Amorth
contestó a ACI Prensa sin dudar: "por supuesto que la Virgen es la más
efectiva. ¡Y cuando la invocas como María!"
"Una
vez le pregunté a Satanás. ‘¿pero por qué te asustas más cuando invoco a
Nuestra Señora que cuando invoco a Jesucristo?’ Me contestó ‘porque me
humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado por
Él".
El
sacerdote dijo también que es importante la intercesión de los que aún
viven a través de la oración. Los cristianos pueden rezar por la
liberación de un alma, uno de los tres elementos que ayudan en este
proceso a los que se suman la fe y el ayuno.
"El
Señor les dio a ellos (los Apóstoles) una respuesta que también es muy
importante para nosotros los exorcistas. Dijo que para vencer al demonio
se necesita mucha fe, mucha oración y mucho ayuno: Fe, oración y
ayuno".
El
P. Amorth dijo además que en la lucha contra el demonio es necesaria
"especialmente la fe, se necesita mucha fe. Muchas veces también en las
curaciones, Jesús no dice en el Evangelio soy yo quien te ha curado.
Dice, en vez de eso, estás curado por tu fe. Quiere fe en la gente, una
fe fuerte y absoluta. Sin fe no puedes hacer nada".
El
sacerdote miembro de la Sociedad de San Pablo explicó luego a ACI
Prensa que "el diablo y los demonios son muchos y tienen dos poderes:
los ordinarios y los extraordinarios".
"El
poder ordinario es la capacidad de tentar al hombre para distanciarlo
de Dios y llevarlo al infierno. Esta acción se realiza contra todos los
hombres y las mujeres de todo lugar y religión".
Sobre
los poderes extraordinarios, el P. Amorth indicó que estos se
concentran en una persona específica y existen cuatro tipos:
"La
posesión demoníaca para la cual se requiere un exorcismo, la vejación
demoníaca, como la que sufrió en reiteradas ocasiones el Santo Padre Pío
de Pietrelcina que era golpeado físicamente por el demonio; las
obsesiones que llevan a la persona a la desesperación; y la infestación,
que es cuando el demonio ocupa un espacio, un animal o incluso un
objeto".
El
sacerdote alertó que estos hechos son poco frecuentes pero están en
aumento. También manifestó a ACI Prensa su preocupación por la cada vez
mayor cantidad de jóvenes que son afectados por Satanás a través de las
sectas, las sesiones de espiritismo y las drogas. Pese a ello no se
desalienta.
"Con Jesucristo y María, Dios nos ha prometido que nunca permitirá tentaciones más grandes que nuestras fuerzas", apuntó.
Finalmente en la entrevista el P. Amorth propuso una breve guía a tomar en cuenta en la lucha contra Satanás:
"Las
tentaciones del demonio son vencidas primero que nada evitando las
ocasiones, porque el demonio siempre busca nuestros puntos más débiles. Y
luego, con la oración. Nosotros los cristianos tenemos una ventaja
porque tenemos la Palabra de Dios, tenemos la oración y podemos rezarle
al Señor", concluyó.
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